—C A P Í T U L O          D O S—

Fracaso.

❝No importa cuán drástico o
caótico sea el fracaso, no
podemos impedir que acontezca y siempre hay una lección
detrás de ello❞

📍JABIIM.

💢| Sentir. Una palabra compuesta por tan sólo seis letras, pero con un peso que jamás podremos llegar a describir con exactitud. Si, las interpretaciones son variadas y me atrevo a decir que casi infinitas, pero al final de todo cada persona tiene una percepción diferente a lo que aquella palabra le provoca en el interior.

En estos momentos sentir para Obi-Wan le estaba costando fuerzas y le estaba provocando más dolor del que ya tenía acumulado. Podía sentir como desde la lejanía Vader se encontraba tan inquietado como él y como Rea sufría por la culpa y cierto temor que aún permanecía dentro de sí misma.

Todo fue tan intenso y repentino, que sus ojos se abrieron de golpe sólo para generar que su ritmo cardíaco acelerara ferozmente al encontrarse en territorio acuático. Impulsándose con desesperación en dicho elemento, el aparato en su boca y fosas nasales fue retirado bruscamente sólo para inhalar el oxígeno habitual que su cuerpo necesitaba cuando se encontró fuera del tanque con forma cilíndrica.

Tala hablaba a viva voz en su dirección luego de realizar sus prematuras acciones, pues según ella salir del tanque de bacta no había sido la mejor decisión de Obi-Wan puesto que sus heridas físicas aún necesitaban sanar.

Eso no importaba en ese momento. Eso no era prioridad para él en dicha situación.

—¿Dónde estamos?—Su voz salió con algo de dificultad, carraspeó en su lugar antes de posicionar sus brazos sobre la orilla metálica del contenedor cilíndrico en el que se encontraba.

—Estamos en Jabiim—Respondió la mujer de cortos cabellos rizados tratando de tranquilizar la inquietud del Jedi—Estás a salvo ya.

—¿Dónde está Rea?—El no observar a la fémina de cabellos castaños género cierta preocupación en él, la cual solo incrementó con rapidez al no ver que la pequeña infante al lado de Tala—¿Dónde está Leia?

El sin fin de recuerdos culpables que yacían en su conciencia ocasionó que Rea abriera sus ojos e impulsara su cuerpo velozmente hacia delante.

Sus ojos esmeraldas observan sus vestimentas, sus heridas, pero sobretodo el nuevo tono colorido en sus largos cabellos ondulados.

Pelirroja. Ese cambio era parte necesaria de su persona luego de serle revelado parte de su futuro y lo que sería de sí. Debía encontrar a Obi-Wan para hablar al respecto del tema.

Fue entonces, y sólo entonces, cuando la realidad golpeó duramente contra ella. Se encontraba dentro de lo que parecía ser una cueva —esto debido al análisis visual que sus ojos habían realizado con rapidez a su alrededor al captar cierto tono rojizo, la superficie rocosa y el eco que seguramente producía el lugar—, el recuerdo de las guerras en su infancia y juventud y las personas que había perdido no hizo más que incomodarla y hacerla jadear desesperadamente en búsqueda de oxígeno necesario, aún cuando realmente ya lo había estado aspirando desde que había llegado al planeta que desconocía.

No debía sentir miedo. Ni quería sentir miedo, pues intuía que eso sería más grande que su fuerza y resistencia y su parte maligna tomaría el control de todo aún cuando la versión de sí misma que había visto luego de tocar aquel destello azulado le había dicho lo contrario. 

Era humana, así que podía sentir miedo de vez en cuando, era algo natural, ¿no?

"Enfrenta tus miedos, Rea. O caerás directamente en la oscuridad". Le dijo una Hexe mayor. "Necesitas su ayuda".

—¿La ayuda de quién?—Murmuró desconcertada.

Al divisar elementos quirúrgicos, vendajes y algodones envueltos en el líquido carmesí que formaba parte de su sistema una alerta se activó en su interior.

¿Dónde estaba? ¿Qué estaban haciendo con ella? ¿Dónde estaba Obi-Wan y Leia? Las preguntas eran millones, las respuestas pocas o casi nulas.

Su abrumado ser rápidamente se vio sometido bajo la esperanza y tranquilidad cuando divisó al Jedi adentrarse en la zona en la que ella se encontraba.

—¿Estás bien?—Preguntó el Jedi con preocupación acercándose a la Hexe. Su atención cayó sobre el radical cambio en la tonalidad de sus cabellos, generando así que sus ojos se abran minuciosamente por la impresión.

Mayor fue su asombro cuando los brazos de la castaña, ahora pelirroja, rodearon su cuello con fuerza y un suspiro de alivio escapó de sus labios.

Rea necesitaba un abrazo para aliviar sus descontroladas emociones, era una cura para ella, además de que amaba expresar de ese modo su afecto a las personas y en ese momento sentía mucha alegría de ver al hombre sensible a la Fuerza.

Claro, dejando de lado que había dejado de hacer aquella muestra de afecto hace mucho tiempo por las muertes de los que ya no estaban y se había distanciado de quienes aún seguían en existencia "por su propia seguridad".

Por otro lado, cierta calidez se hizo presente en el ser de Obi-Wan. Su alma estaba tan destrozada que no se había percatado de la increíble necesidad que exigía y pedía a gritos su interior por recibir un abrazo que alejara por unos segundos toda aquella opresión en su pecho.

Así que correspondió rodeando con cierto cuidado y delicadeza la cintura de la Hexe, pues quería ser caballeroso y no parecer un aprovechado, aún cuando sabía que Rea no lo interpretaría jamás de ese modo.

—Al fin te diste una ducha—El comentario juguetón brotado de los labios de la pelirroja trajo consigo una ligera risa. Estaba mejor. Él se sentía mejor.

—¿Cómo no hacerlo? Tú no dejabas de bromear con eso—Más que un reclamo o reproche la oración salió en el mismo tono de juego que el de la Hexe.

—Yo te lo decía con cariño—Aseguró Rea alejándose unos cuantos centímetros del Jedi con sus manos ahora tocando la tela que cubría los hombros de Kenobi.

—Había todo menos cariño en esas oraciones—Afirmó Obi-Wan con una ceja alzada mientras arrugaba su nariz.

—Tómalo cómo quieras—Dijo la fémina con cierta rendición alzando ligeramente sus hombros—¿Dónde está Leia?

—No lo sé—Sinceró con seriedad y preocupación—Tenemos que encontrarla.

—Y lo haremos—Afirmó la pelirroja con determinación hacia al de cabellos rubios—Obi-Wan, puedo estar a tu lado, puedo molestarte y puedo darte un empujón si lo necesitas.. —El nombrado frunció levemente su ceño en su lugar ante las palabras de la sokoviana—... Pero es muy difícil arreglar tu roto corazón, ¿sabes?—Pará ese entonces, el semblante del Jedi se había vuelto completamente serio—Te culpas por lo que sucedió con Anakin, también lo hago, pero: ¿cómo salvas a una
persona que jamás quiso ser salvada?Anakin nos impidió esa labor. Fallamos—Escuchar la última palabra provocó cierto dolor en el corazón de ambos y un cierto malestar en sus estómagos—Yo hice una promesa, así que mis 'sobrinos' no se convertirán en él—Finalizó la Hexe con determinación.

—Anakin no es tu fracaso, Rea. Tú no lo entrenaste. Nunca fue tu misión—Habló el Jedi con cierta necedad por el único verdadero culpable.

—Pero era mi amigo, Obi-Wan. Era parte de mi nueva familia, debí ser más atenta. Soy una Hexe—Una risa ácida acompañó su hablar. Aunque esta vez no fue gracias a quien debía ser, era más bien gracias a lo que debió hacer.

—Eso no fue tu culpa.

—Tampoco tuya. Anakin Skywalker no es tu fracaso. Espero algún día tu cabeza pueda entender eso.

Les juro que quiero hacer algo tierno con estos dos, pero aún no me sale nada. Siento que aún no es el momento y que necesitan más interacción así que:
Modo ship on
Ahre JAJAJAJAJAJAJAJA

Los quiero mucho, family💗

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©-mandaloriana76