𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮 𝙤𝙣𝙚. algo sobre ti
—C H A P T E R T W E N T Y
O N E—
Algo sobre ti.
📍CORUSCANT.
💢|El nerviosismo que repentinamente aparece en nuestras vidas puede deberse a diferentes detonantes: miedo, alegría, adrenalina, entre otros más. Independientemente de a qué se deba dicha sensación, era un producto bastante natural de la vida existente en el universo, un suceso monótonamente controlable por uno mismo.
—¿Por qué estás tan nerviosa?—. Preguntó un Anakin confundido a su contraparte femenina—. Es sólo un entrenamiento más—. Obvió observándola con rareza.
Rea encogió su cabeza a la altura de sus hombros algo inquietada. Su mirada esmeralda estaba posada en la enorme puerta color marrón que sería abierta en cuestión de minutos o segundos dejando a relucir algunos miembros del Consejo Jedi que esperaban ansiosamente un avance sobre su particularidad.
—Qué yo siga aquí depende de esto—. Balbuceó Rea sin despegar su mirada de la puerta.
Habían pasado semanas desde su llegada a Coruscant, ciertas aventuras, ciertos sentimientos particulares y nuevos viejos conocidos. Diversas situaciones habían ocurrido (mayormente para bien), tanto que la Hexe comenzaba a acostumbrarse a ese lugar, hasta más o menos llegar a visualizarlo como un nuevo hogar.
—Eso no es verdad—. Habló Skywalker tan despreocupado como siempre—. Mientras yo exista, nadie podrá enviarte lejos de nosotros—. Afirmó el hombre de ojos azules sin muestra alguna de duda en sus facciones o palabras.
—Pareces estar muy seguro de tus palabras—. Pronunció la sokoviana con su acento marcado y enfocando su mirada en su amigo y compañero de entrenamiento.
—Ahora estás bajo mi cuidado y protección, Rea—. Le recordó Anakin, sin necesidad de pronunciar el motivo de dicho comportamiento de parte suya. Posterior a ello, el Jedi colocó la palma de su mano mecánica en la cabeza de la castaña y removió sus cabellos—. Quien se atreva a expulsarte, estaría enfrentándose al Elegido—. Habló con su distinguido tono narcisista—. No creo que el Consejo desee tener problemas conmigo.
—Realmente dudo que cualquiera quiera batallar contigo.
—¿Qué dijiste?
—Nada—. Mintió Rea alzando sus manos en señal de inocencia.
El hombre de ojos azules, suspirando e ignorando el comentario que claramente escuchó de la fémina, retrocedió unos cuantos metros, tomó el mango de su sable de luz y encendió el mismo.
—Tengamos un pequeño entrenamiento. Algo básico—. Solicitó.
—¿Contigo?—. Preguntó la sokoviana algo sorprendida por la acción de su compañero; pero, desconfiada por la tenacidad que éste tomaba cuando ocurrían dichos eventos—. Mis entrenamientos particularmente han sido con Ahsoka o tus tropas.
—Este es un buen momento para un cambio, ¿no lo crees?—. Interrogó Anakin de manera retórica y con una sonrisa burlesa—. A veces la mejor manera de aprender a sobrevivir, es bajo el riesgo de perder la vida.
—¡Nadie aquí va a perder la vida, Anakin!—. Exclamó Rea notablemente horrorizada por las palabras del nombrado, temerosa del rumbo qué podía tomar ese pequeño combate.
Pero, no tenía nada qué temer. Anakin era incapaz de lastimarla.
¿No?
—La perderemos si esto sale mal—. Bromeó él.
Rea abrió sus ojos como platos ante la pronunciada oración—. Pero, no dijiste...
—¡Menos charla, más movimientos!—Exigió a viva voz.
Anakin corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, tomando el mango del sable de luz con ambas manos, intentó "golpear" apresuradamente a Rea, quien por cuestión de microsegundos estuvo a punto de ser partida a la mitad de no ser por un escudo escarlata qué fue creado repentinamente por sus manos.
Skywalker, disimuladamente, suspiró aliviado.
—¡Dank Farrik, Anakin!—. Maldijo la Hexe con el ceño fruncido.
—Nada de lenguaje ofensivo—. Advirtió el Jedi—. Recuerda las palabras del Maestro Yoda—. Dijo ejerciendo más presión en su intento de romper el escudo, todo con el fin de que la fémina se concentrara en el momento.
—¡Puedo decir lo mismo de ti!—. Atacó la Hexe entre pequeñas pausas, ello debido al esfuerzo que estaba realizando por alejar a su, en ese momento, fingido enemigo.
Por otro lado, el fuerte cúmulo de energía caótica hizo a Rea empujar sus manos hacia el frente hasta desequilibrar a Anakin, quien tuvo que estabilizarse rápidamente para no caer sobre el suelo. A su vez, el escudo escarlata desaparecía de la visión de ambos y el sable de luz de Skywalker era sostenido solamente por su mano derecha.
Anakin sonrió extasiado, lo que originalmente era un plan para "relajar" a Rea, ahora se había convertido en una batalla personal de superación. El Elegido contra una Hexe, fuera lo que eso significare, el egocentrismo, o miedo, que yacía en su interior le exigía a gran estruendo demostrar lo que valía con el fin de callar todas aquellas voces que constantemente se encargaban de juzgar todos sus errores, más no felicitar las acciones correctas qué muchas veces ejercía.
Más emoción llegó al antiguo residente de Tatooine cuando notó qué silenciosamente Obi-Wan, Mace Windú y el Maestro Yoda ingresaron a la habitación seguidos por Ahsoka, un clon y un padawan de cabello rojizo que había visto últimamente con la fémina.
—Prepárate para tu derrota, Maximoff—. Amenazó el Elegido con cierto tono de superioridad.
Rea, sumida por la adrenalina y el deseo competitivo, movió ligeramente su cabeza hacia el lado derecho y sonrió burlesca. Sus ojos esmeralda rápidamente cambiaron a un tono carmesí oscuro, al igual que sus manos se iluminaron con ese distinguido brillo. Estaba disfrutando ese momento.
—No seré yo quien bese el suelo, Skywalker—. Afirmó, y amenazó, con decisión para después avanzar.
Cada paso que Rea daba llevaba consigo el arrojamiento de una esfera esmeralda que golpeaba fuertemente contra la destellante luz azul en el sable de Anakin. El Jedi esquivaba velozmente cada ataque qué su contraparte lanzaba hacia él; pero, al ver que la distancia entre ambos dejaría de existir, Skywalker decidió recurrir a la Fuerza para complicar un poco más las cosas.
Extendiendo su mano izquierda a la Hexe, Anakin ejerció el uso de la mítica Fuerza e hizo retroceder a Rea hasta que su cuerpo impactó contra la pared detrás de ella.
Ahsoka y Obi-Wan, en sus respectivos lugares, reprendieron a Anakin con su mirada, quien simplemente se limitó a sonreír inocente y alzar sus hombros. Luego se disculparía con la fémina.
—Un consejo—. Escuchó Rea pronunciar a un Anakin que se acercaba a ella con intenciones de ayudarla a ponerse de pie, mientras ella se posicionaba sobre sus brazos y rodillas y asomaba levemente su vista hasta verlo.
—Protege a los tuyos y a ti misma—. Interrumpió Mace Windú al padawan de Kenobi chasqueando sus dedos.
Tan rápido como divisó la presencia de seis de sus futuros compañeros de batalla, Rea escuchó el sonido de dos bláster siendo disparados. Como reacción, el primer sentir de la Hexe fue proteger a Anakin a toda costa, así que el rayo aturdidor qué se dirigía al Jedi fue desviado y desvanecido en otra dirección, mientras que el dirigido hacia ella la golpeaba y hacia perder la conciencia.
—¡Pero, ¿qué pasa con usted?!—. Gritó Anakin sumamente airado por la acción ejercida.
—Esto es una prueba, joven Skywalker—. Le recordó Mace—. Y como alguien que se supone dicen las leyendas y míticos escritos, debería estar preparada para todo.
—¿A qué se refiere con eso?—. Preguntó un Kenobi confundido que permanecía inmóvil en su lugar; pero, revisando minuciosamente que la sokoviana estuviera bien.
—Para otro momento la información ser—. Intervino el Maestro Yoda—. Planeado esto fue, joven Skywalker. Respetar nuestra decisión debes.
—Hubiera sido una buena idea que me lo hubieran informado—. Masculló indignado mientras Ahsoka y el padawan pelirrojo se posicionaban a su lado opuesto y revisaban sutilmente el estado de Rea.
—Entonces tú se lo habrías dicho a ella y nada de esto tendría sentido. Solo haría más fácil su exilio de este planeta—. Dijo Windú ya irritado del comportamiento de Anakin.
Impotente y frustrado, El Elegido caminó impulsivamente a su superior, justo antes de ser detenido por su Maestro.
—No cometas otra de tus locuras, Anakin—. Ordenó Obi-Wan en un tono bajo y tranquilo—. Recuerda que debes aprender a manejar tus emociones, y que meterte en conflictos no le hará bien a Rea—. Murmuró lo suficientemente bajo para que lo último solo fuera escuchado por ambos.
—Algo sobre ti sigue sin agradarme, Skywalker.
—El sentimiento es correspondido, Maestro Windú—. Finalizó Anakin levemente relajado antes de dar media vuelta sobre sí mismo e ir en dirección a la castaña.
Aparezco después de mucho tiempo, familia :3
Espero disfruten el capítulo y puedan perdonar mi demora. Tuve muchas situaciones e inclusive un pensamiento inadecuado.
Siguen pasando cosas; pero, creo que el lado bueno es que la inspiración en cierto modo regresó a mí jajaja
Estaré corrigiendo ciertas partes de la historia ya sea por errores ortográficos, de continuidad o detalles que me faltaron explicar con mayor claridad.
Muchas gracias a quienes sigan aquí, se les aprecia muchísimo <3
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©-mandaloriana76
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