𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣. "canciller"
—C A P Í T U L O S I E T E—
"Canciller".
❝El problema es que solemos
poner a las personas en un
pedestal sin conocer sus verdaderas intenciones❞
📍SOKOVIA.
💢| Luego de lo que Ahsoka y Obi-Wan consideraron como una muerte inminente para con su compañero y hermano Jedi, la silueta femenina de Rea fue visible entre las llamas esparcidas en el navío donde un campo escarlata en forma esférica los cubría a los dos del ambiente calorífico.
—De verdad es un alivio que los dos estén a salvo—Expresó el Jedi de mayor edad al dúo, quienes se encontraban siendo atendidos por Ahsoka y algunos clones expertos en el área curativa.
Sus heridas físicas no eran graves, constaban de simples rasguños o hematomas pequeños que iban a sanar en su momento, pero las heridas emocionales. Bueno, parecía no haber una cura para ellas.
—Será muy difícil que usted se deshaga de mí, Maestro—Bromeó Anakin con una sonrisa que reflejaba su diversión antes de ver una expresión de disgusto en el semblante de Obi-Wan.
—Gracias por salvar a mi Maestro—La Togruta Tano observa con agradecimiento a la castaña, quien se limita a darle una pequeña sonrisa a la padawan pues su mente se encontraba ingresando a un estado de tristeza por la defunción de su hermano.
—Ya te lo dije, Anakin. Ella no puede venir con nosotros—Sentenció Obi-Wan de brazos cruzados antes de soltar un suspiro pesado por la insistencia de su aprendiz.
—Viste lo que hace, ella puede ayudarnos a ganar la guerra, a traer la paz—Insistió Skywalker con obstinación usando en contra de su Maestro "la misión" que los Jedi tenían desde su existencia.
—Es una buena suposición, pero ella no es un soldado y mucho menos un arma que podamos usar a nuestra conveniencia.
—No dije que fuera ninguna de esas cosas—Interrumpió el de vestimentas oscuras con el ceño fruncido ante su reciente molestia. Anakin más bien visualizaba a la sokoviana como una especie de defensora o guerrera por voluntad propia.
—Pues es exactamente como lo transmites—Anakin gruñó por lo bajo antes de negar con la cabeza por la interpretación de su Maestro—Hay algo más detrás de tus "buenas" intenciones, ¿no es así?—El silencio sepulcral que se generó en el ambiente confirmó las sospechas de Kenobi.
Su hermano. Esa era la razón.
—Además, ¿cómo es posible que haga todas esas cosas?—Cuestionó Ahsoka moviendo sus dedos de forma sincronizada tratando de imitar a Rea.
Obi-Wan acarició su barbilla con las yemas de sus dedos al encontrarse en un estado pensativo—Una pregunta más por resolver.
—Ella nació con eso, su hermano me lo dijo—Respondió Anakin pasando saliva por su garganta al recordar al hombre de cabellos blancos. Irónico que alguien con quien interactuó en un lapso de tiempo muy escaso tuvo un impacto tan drástico que removió todos aquellos temores que trataba de suprimir en su interior.
—Pero, deben provenir de algo—La padawan de Skywalker se mantenía pensativa al igual que Kenobi—Como nosotros con la Fuerza.
—Lo averiguaremos—Habló Anakin con tanta naturalidad y sin preocupación alguna que asustó a sus compañeros.
Kenobi y la padawan Tano se observaron con los ojos entrecerrados tratando de generar algún otro planteamiento en contra de la perseverancia en Anakin, pero sabían que no tenían competencia alguna para con él en ese ámbito de obstinación.
Obi-Wan suspiró resignado. No había marcha atrás—¿Ya se lo preguntaste?
—¿Estás segura de que quieres venir con nosotros?—Preguntó Anakin a una Rea que observaba a los residentes de Sokovia lagrimear en lo lejos por quienes ya no estaban, mientras que otros celebraban la libertad que la victoria había traído consigo—No me mal entiendas, solo quiero asegurarme.
—Quiero ir con ustedes—Afirmó Rea cruzando sus brazos por debajo de su pecho. Era la mejor opción que tenía para escapar de ese lugar y las oleadas que se generarían en su contra de parte de la población—Puedo ayudar a más personas y siempre he querido eso—Comentó con algo de sinceridad y temor por lo que su hermano y ella habían encontrado en el misterioso libro de tonalidad plateada—Además, ya no tengo nada que perder.
Anakin no supo con exactitud que palabras eran las adecuadas para esa ultima oración y la situación que envolvía a la castaña, por lo que simplemente se dispuso a colocar su mano izquierda en su hombro derecho en señal de apoyo.
Cuando se encontraban en el enorme navío fue inevitable para Rea no observar sus alrededores con sorpresa y curiosidad, tanto así que había provocado miradas enternecidas y de diversión por parte de las personas que se vincularían a su nueva familia.
—¿Primera vez en el espacio?—Preguntó Anakin a su izquierda. Rea asintió con su cabeza en señal de respuesta mientras observaba los lejanos destellos de luz en la inmensa oscuridad de la galaxia.
—¿Nunca habías salido de tu planeta natal?—Cuestionó Ahsoka aún sin poder creer del todo su respuesta.
Rea negó con la cabeza girando su cuerpo hasta ver cara a cara a la padawan—Todo lo que quería estaba en ese lugar. Nunca tuve mucho interés en salir a explorar otros lugares, mis padres decían que sería peligroso para mí, pero al parecer eso era exactamente lo que debía hacer desde un inicio—Murmuró lo último por lo bajo, pero no lo suficiente como para no ser escuchada por el trío.
—¿Por qué lo dices?—Interrogó Obi-Wan con curiosidad y la intención de obtener más respuestas sobre sus habilidades para así consultarlas con el Maestro Yoda.
La menor, y única ahora, de los Maximoff pasó saliva por su garganta ante sus nervios—No es nada. No tiene importancia—Aseguró agachando su cabeza; su mirada decayó en la unión que sus manos formaban mientras que un pequeño brillo escarlata se hacía presente segundos antes de desaparecer.
—Ven conmigo—Pidió el Jedi de ojos azules a la Hexe caminando unos cuantos pasos hacia el frente estableciendo una distancia entre su Maestro, su padawan y ellos. Grandes cristales transparentes rodeaban al menos ciento ochenta grados de su alrededor y su visión—Esto te va a encantar—Aseguró Anakin con emoción asintiendo con su cabeza en dirección a un hombre con vestimentas uniformadas en tonalidades grices.
Extrañada por la situación y observando en dirección a quien sería su nuevo compañero de batallas, el rostro de Rea rápidamente cayó sobre las múltiples luces en forma lineal de tonalidades azules y blancas que el transporte generó antes de lanzarse en su totalidad por el hiperespacio.
📍CORUSCANT.
Un nuevo mundo con infraestructuras gigantescas, de aspecto desarrollado el todas las áreas y que manifestaba poder fue lo que sus orbes esmeraldas vieron al andetrarse en la atmósfera del nuevo planeta.
Fue ingenua al emocionarse con tener una nueva vida donde las cosas fueran diferentes para ella, más ingenua e incrédula se sintió al esperar ser recibida con los brazos abiertos por la persona que ejercía un gran poder sobre los Senadores de los múltiples mundos en la galaxia, pues según las palabras de Anakin: "El Canciller era un hombre admirable y bondadoso".
—No pueden encerrarla—Espetó Skywalker con molestia. Sus manos formaban un puño y su rostro emanaba la desesperación que la situación le provocaba.
—No es nada en contra de su persona, joven Skywalker—Aseguró el hombre de cabellos blancos con fingida tranquilidad al Jedi—Pero lamentablemente estamos hablando de una Hexe y temo por la seguridad de todos nosotros—Su mirada decayó sobre la castaña, la cual se encontraba rodeada de una escolta armada con enormes y largas lanzas electrificadas en sus respectivas esquinas.
—Ella salvó mi vida—Anakin se señaló a sí mismo con su dedo índice. Su determinación por justicia no sería removida sin antes dar pelea—Nos salvó a todos—Señaló ahora con su mano las personas que estuvieron con él en batalla—¿Cómo alguien que busca justicia y lucha por los indefensos podría hacerle daño a sus aliados?
Palpatine suspiró disimuladamente antes de continuar—Las personas nunca son lo que parecen, Anakin.
Y por alguna extraña razón, Rea sintió esas palabras muy vinculadas al Canciller, pues justo antes de ser esposada a la fuerza con ataduras metálicas que contenían algunas runas escritas, había percibido una extraña energía dentro de él. No sabía que era, pero sus sentidos la alertaban del peligro.
—Yo la vigilaré, si es eso lo que lo preocupa—La persistencia de Anakin estaba ocasionando una tensión que iba en aumento llegando al grado de cuestionar las acciones de su superior.
—También ayudaremos—Intervino Kenobi con Ahsoka y Padmé a su lado asintiendo con la cabeza. Confiaban en Anakin por más problemático que fuera.
Y como si algo se hubiera encendido dentro de su conciencia, Rea decidió hablar—¿Quién le dijo que yo era una Hexe?—La atención de los presentes fue a parar en ella; Palpatine tuvo que disimular su semblante airado por el fallo en sus palabras—Nunca se lo conté a ninguno de ellos, y ni siquiera yo conozco aún el significado de esa palabra.
Sabiendo que un castigo sería decretado para su persona, pero leal a su superior, un hombre con armadura azulada golpeó un extremo de su lanza contra las piernas de la castaña, quien flaqueó en su lugar antes de caer sobre sus rodilla y gruñir por la fuerza del impacto obtenido. Un golpe en la parte trasera de su cabeza se hizo presente nublando su visión al instante. Lo último que pudo ver fue como tomaban al Soldado y al Jedi por la fuerza con el fin de que ninguno de los dos cometiera alguna imprudencia.
Palpatine yo a usted lo odio
/ le da un zope en la calva
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©-mandaloriana76
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