𝙤𝙣𝙚. conexión visual
—C A P Í T U L O U N O—
Conexión Visual.
❝Dicen que los ojos son las
ventanas al alma.
¿Puedes ver qué tan destrozada
está la mía?❞
📍ALDERAAN.
💢 | Breha Organa se encuentra de brazos cruzados, parte de su espalda está recargada en la larga isla blanca de la cocina en el lugar. Su ceja derecha está alzada y sus labios forman una mueca de disgusto, sus ojos revelan la necesidad de obtener respuesta alguna a la interrogante que formuló para la Hexe con anterioridad.
Mientras tanto, Rea sostiene una manzana verde entre sus manos con la cual juega un poco en un intento de evitar tener que dar explicaciones, por supuesto fracasando olímpicamente en la misión, pues sabía que Breha no dejaría de insistir hasta obtener la información que quería.
—¿Cómo está, Leia?—Preguntó la de cabellos castaños dando un mordisco a la fruta en sus manos. Tenía que aprovechar los distractores que habían como ventaja.
La Senadora se limitó a suspirar y relajó su rostro y cuerpo—Sabes que está bien y que es una inquieta obstinada.
—Idéntica a su madre—Comentó Rea con nostalgia dando otro mordisco al fruto que se consideraba para algunas culturas como prohibido.
Era increíble la rapidez con la que una conversación alegre entre dos personas que se conocían desde hace tiempo, y que habían desarrollado una gran amistad, caía a una absoluta tristeza e incomodidad.
—Rea, los peligros dejaron de hacerse presentes para ambos. Nuestra seguridad en el lugar es asombrosa y las personas en el planeta son muy amables con Leia—La nombrada suspiró ligeramente dejando el fruto, aún sin terminar, sobre una barra con una superficie color plateado—Puedes irte y hacer tu vida, te lo mereces.
—Es mi responsabilidad cuidar de Leia y Luke—Le recordó tratando de sonar lo más tranquila y amable posible—Aunque éste último se que está siendo vigilado por Kenobi y no tengo mucho por qué preocuparme.
—Obi-Wan se encuentra en su exilio, lo sabes.
Jamás dejaría de sentir aquella rara sensación, o cosquilleo, que le producía escuchar el nombre del hombre de ojos azules.
—Pero eso no evita que cuide del niño, ¿o si?—Atacó finalmente conectando sus orbes esmeralda con los ojos marrones de la mujer.
—Ella está bien...
—Sé que Leia está bien.
Breha negó con la cabeza y se acercó a la fémina de nacionalidad sokoviana, cuyo planeta por desgracia ya no existía más; colocó sus manos a los costados de sus brazos y dio un ligero apretón en ellos antes de hablar.
—Padmé está bien, y seguro le encantaría que tuvieras una vida allá afuera. Que sus hijos tuvieran primos con quienes jugar.
Otra vez la misma insinuación que producía molestia en la fémina, lo que sólo conseguía aumentar aquel mal interno que habitaba en su interior.
—Organa, otra vez con eso—La Hexe negó con su cabeza y dirigió su visión hacia la derecha con cierto disgusto.
—Hablo en serio, Maximoff—La mención del apellido característico de ambas era el punto clave para conocer que la conversación tomaría un rumbo de mayor seriedad—No soporto verte en la soledad.
—Estoy contigo.
—No es lo mismo y lo sabes bien.
—Quizás estoy sola físicamente, pero no lo estoy mental o emocionalmente, Breha—Mintió esperanzada en que su contraparte creyese ello—Pero si te hace sentir más cómoda que vaya y visite a Luke, está bien. Tampoco es como que me moleste ver a mi sobrino.
—Mentirosa—La insultó generando un pellizco en su brazo derecho, por lo que la de orbes esmeraldas la empujó ligeramente.
—¡Oye, eso duele!—Se quejó con una sonrisa divertida.
—Irás a Tatooine a ver a Luke y Obi-Wan. Es una orden—Sentenció al ver que su amiga iba a replicar en su contra.
—Tú no puedes darme órdenes.
—Como Senadora de Alderaan, te ordenó que realices dicha encomienda.
—Eres malévola, Organa. Muy malévola—Mencionó Rea con indignación.
Y en lo ajeno, una pequeña Leia recién se detenía en el pasillo que conducía a la cocina al escuchar a su figura materna hablando con una persona que desconocía.
📍TATOOINE.
💢 | En ese cálido y arenoso planeta se encontraba un ex Jedi en exilio, o más bien al borde de tocar su límite depresivo tras sentir la inquietante culpabilidad por su más grande fracaso.
Obi-Wan cuidaba desde la lejanía al pequeño primogénito de su antiguo e inexistente amigo. Su propósito estaba más que claro: corregir su error cuando el tiempo llegase para evitar que otro ser perteneciente a la fuerza fuere seducido por el lado oscuro.
Aunque la duda llegaba de vez en cuando a decirle que la carencia de su entrenamiento o comunión con la fuerza le costaría caro si no daba inicio a ese retroceso del cual sentía cierto miedo.
Lastimosamente, o quizás no demasiado, él no era el único que tenía que vivir día con día —cuando trataba de dormir— las mismas escenas inquietantes y agonizantes donde el desenlace era desfavorable para todos aquellos a los que conoció alguna vez.
Y aunque ninguno quería que ese día llegara, la realidad era que el universo estaba moviendo misteriosamente ciertas circunstancias y problemáticas con el propósito de reunir a ese antiguo par que solía trabajar unido, y que en algún punto, llegó a experimentar algo más allá del sentimiento de amistad para con el otro.
Porque para que el balance en la galaxia siguiera permaneciendo, Obi-Wan y Rea debían encontrarse nuevamente y ayudarse a sanar sus destrozados corazones y sus rotas almas.
Y donde Obi-Wan no podía ver debido a las limitaciones que yacían en su persona, Rea era transportada en una nave a través del hiper-espacio con el propósito de llegar a Tatooine.
Yo siempre narro de presente a pasado, lo saben. Así que quizás por el momento no se entiende fon exactitud cuál es la relación de este par ni porque no quieren verse, pero llegará ese capítulo en el que sus dudas serán resueltas, jóvenes padawan.
Que la fuerza los acompañe✨
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©-mandaloriana76
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