—C A P Í T U L O        N U E V E—

Avance y Choque de Luces.

❝Y aunque no lo deseo,
sé que soy una mujer
peligrosa❞

📍MAPUZO.

💢| La oscuridad abunda en cada rincón del enorme planeta en el que Rea se encontraba cautiva, los lejanos puntos destellantes conocidos como estrellas se encargan de brindar iluminación a diferentes zonas geográficas y un viento frío golpea contra su cuerpo generándole escalofríos de vez en cuando.

Sus piernas ardían con una ferocidad debido a los largos kilómetros recorridos a pie desde hace más de seis horas. ¿Cómo rayos es que continuaba realizando dicha acción? No tenía ni la más remota idea.

En su desconcierto las dudas inundaban su conciencia, repitiéndole una y otra vez si la decisión sobre abandonar a Leia y Obi-Wan verdaderamente había sido la adecuada o correcta para estos tiempos tan oscuros.

Confiaba en la capacidad intelectual y física de Kenobi sobre realizar su labor de protector y salvador de la menor de los Organa, pues como Rea había mencionado con anterioridad: los servicios de Obi-Wan verdaderamente habían sido requeridos por Bail y Breha, a diferencia de los suyos que fueron ejecutados por cuenta propia. Una mueca de disgusto se formó en su rostro al imaginar el sermón que la madre adoptiva de Leia tendría para con su persona.

Más allá de todas estas realidades y situaciones su "glorioso propósito" rondaba fugazmente a través de su cabeza con insistencia, fervor y angustia. Peor aún se volvían las emociones al recordar la atrocidad que había cometido para con el hombre topoide que sólo estaba acatando la orden que se le había encomendado, no era culpa suya que los tres fueran buscados por los Inquisidores y su líder. Pará agregar más picor a su comezón, la sola hipótesis de creer que había una familia, una madre y unos hijos esperando su regreso la mataba internamente.

Rea detiene sus pasos finalmente antes de llevar las palmas de sus manos hasta sus rodillas, inclinándose hacia el frente en el proceso—No fue mi intención, prometo que no fue mi intención—Murmuró por lo bajo con cansancio y sus ojos cerrándose con fuerza.

—Claro que no lo fue—Los ojos esmeraldas de la fémina se abrieron con rapidez e impresión, su postura rápidamente volvió a ser la habitual.

La ceja derecha de Rea se encuentra alzada como reacción, sus sentidos se alertan al intuir estar bajo alguna amenaza o peligro y eso la hace girar su visión en las direcciones posibles a su alrededor, donde la persona de la que provenía la voz pudiese encontrarse—Quien quiera que seas, más vale mostrarte antes de que yo te haga estar delante de mí—Amenazó. Su voz salió mucho más tosca y áspera de lo que había imaginado, el acento sokoviano que creyó extinto nuevamente se pudo apreciar.

No hubo respuesta alguna para su petición, contrario a ello una pequeña luz en un tono azul se mostró delante de ella. Sus ojos analizaron con curiosidad una pequeña piedra flotante a unos metros delante de su ubicación; y como un insecto atraído por la intensa y resplandeciente luminosidad, Rea se acercó y terminó por arder en éste.

Obi-Wan siente cómo lentamente las llamas feroces en el suelo destrozan y carcomen su piel sin intención alguna de frenar su acción. Siente como si las garras de un monstruo se encargaran de desmenuzar y penetrar con diversión la carne en su brazo derecho hasta derramar su sangre, todo esto en contra de su voluntad.

Mientras tanto, un Darth Vader furioso y rencoroso analiza la escena con mera satisfacción interna al observar la agonía de quien alguna vez fue su amigo y maestro.

Un disturbio en la energía de la atmósfera se encarga de alertar sus sentidos, por lo que al elevar su mirada a la casi completa oscuridad en el cielo divisa un destello escarlata aproximándose a gran velocidad.

Con sus manos deteniendo el fuerte impacto de su cuerpo contra el suelo, Rea contrae y estira sus brazos enviando una ráfaga, de su tono característico, que apaga rápidamente la enorme llamarada que consumía al Jedi. Colocando su mano derecha enfrente de la izquierda en un movimiento coordinado, y viceversa, envolvió el cuerpo de Obi-Wan en un aura escarlata atrayéndolo hacia su ubicación antes de que un disparo alertara al Sith y sus acompañantes.

—Dank Farrik—Maldijo la castaña por lo bajo al divisar la gravedad en la herida de Kenobi.

Obi-Wan, en su dolor, formuló, con la poca fuerza y energía que le quedaba, una media sonrisa a la Hexe—Te tardaste un poco—Rea sonrío con diversión por ello.

—Estarás bien, lo prometo.

Un disparo ocasionó que la llamarada nuevamente avivara en el lugar, creando una columna que impedía el avanzar de los enemigos, a su vez, un enorme robot de tonos amarillos hacía acto de presencia ante el par y se agachaba con el fin de tomar al Jedi entre sus brazos.

La Hexe, al sentir la energía de una mujer oculta en la lejanía, se adentró rápidamente en sus pensamientos y recuerdos con el fin de descubrir si eran una amenaza más.

—Parece que puedo confiar en ustedes—Le dijo Rea al droide antes de palmear su metálico brazo izquierdo. Ya había concluido su inspección para con ese par que desconocía—Tranquilo, yo me encargo de él—Avisó la castaña a su compañero antes de ver como se alejaban rápidamente. 

Vader, desde el otro lado del elemento calorífico, divisó un par de ojos escarlata observando en su dirección.

—Traigan el arma—Ordenó a sus seguidores, los cuales se marcharon con velocidad al terminar de decir la oración.

Nuevamente contrayendo e impulsando hacia delante sus brazos, Rea extinguió el muro flamante entre ambos. El olor a humo se impregnó en sus fosas nasales haciéndole formar una mueca, aún así su semblante permanecía neutral y serio en un intento de mostrarse imponente.

—Anakin...

—Anakin no existe más—Interrumpió él con rapidez. Rea suspiró con pesadez en su posición—Detecto tu miedo, Maximoff.

—¿Y qué hay del tuyo?—Atacó la nombrada haciendo sus manos un puño. No quería pelear, pero si esa era su única opción, entonces, ¿qué más podía hacer?

—¿Miedo de qué? ¿De ti?—Cuestionó el Sith oscuro con cierta gracia e incredulidad en el tono de su voz.

—Tú sabes que puedo destruirte en menos de un minuto—Su tono de voz salió extrañamente más duro y tosco de lo que esperaba.

—Pero tú sabes que no lo harías, eres demasiado débil para eso. Eres demasiado cobarde para adentrarte en la oscuridad que habita en ti—Al terminar su habla, dio unos cuantos pasos hacia el frente con determinación.

Rea suspiró por su acción—A diferencia de ti, yo no quiero destruir lo que amo por un poder místico e inútil.

—Produces miedo a las personas, ellas nunca dejarán de temerte, y el miedo conduce al lado oscuro—Pará ese entonces su sable color carmesí ya se había activado.

—No puedo controlar su miedo—Sus ojos esmeraldas cambiaron rápidamente al tono escarlata al igual que sus manos—Solo el mío.

Y sin más que decir por el momento, la batalla dio inicio en el lugar.

Con cada paso que Rea daba, una esfera escarlata era arrojada de sus manos directamente a la persona de Vader, quien velozmente usaba su sable de luz para repeler todo ataque dirigido en su contra.

Airado, el Sith sostuvo con fuerza la empuñadura oscura y elevó su sable de luz tratando de golpear éste contra el rostro de la fémina. Rea, con su pie derecho por detrás y el izquierdo hacia delante a modo de soporte, generó un escudo con sus manos que detuvo el golpe contra su carne, mezclando así el tono carmesí del sable con el tono escarlata de su ser radiactivo.

Vader impuso más fuerza a su acción haciendo que la castaña se encogiera más en su lugar; una mueca se formó en los labios de Rea antes de imponer más resistencia en su ataque y empujar con ayuda de su energía al Sith quien, debido a dicha acción, terminó por perder su sable.

Encontrándose sin protección alguna, Rea lanzó múltiples esferas escarlastas que golpearon contra Vader y su armadura haciéndolo retroceder y perder el equilibro.

Inesperadamente, el Sith hizo uso de la fuerza y alejó a la fémina, quien se tambaleó en su lugar y trató de poner resistencia en sus pies antes de caer sobre su rodilla derecha. Sin darle tiempo de levantarse una aturdidora onda de sonido golpeó contra los tímpanos de la Hexe, quien llevó sus manos hasta sus oídos tratando de esquivar aquel desgarrador sonido.

La caballería de Vader había llegado.

Recorciéndose sobre sus rodillas en el terreno arenoso, quien alguna vez fue Anakin atrajo su sable de luz hasta su mano derecha mientras observaba a la sokoviana agonizar de dolor.

—¡BASTA!—Gritó la Hexe con desesperación mientras sus oídos ardían y su cabeza sentía una aguda punzada de dolor; un extraño ardor se intensificó en su zona cardíaca. El chirrido que sus tímpanos, desgraciadamente, podían percibir, generó que dentro de sí algo explotara y estos dieron inicio a un derrame de sangre que también escapó por sus fosas nasales.

Inexplicablemente la imagen de Leia huyendo de Reva se mostró en su conciencia, y en su temor, su cuerpo expandió a todo su alrededor una onda circular escarlata que terminó por derribar a los stormtroopers y el armamento que usaban en su contra.

Por otro lado, Vader usó su sable como ancla al suelo mientras la onda lo hacía retroceder y su capa oscura volaba por el ventarrón que chocó contra dicha prenda. Para cuando su visión quiso ver a una Rea molesta y sádica, su decepción apareció debido a que la presencia de la Hexe ya no se encontraba en el lugar.

En lo lejano, Rea caía con velocidad al suelo mientras rodaba en éste y se cubría con la arena. Lo último que sus ojos alcanzaron a ver antes de unirse a la oscuridad fue una silueta femenina corriendo hasta ella.

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Se armaron los pu... Fregazos >:D

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AAAAAAAAAAAAAH
/Llora en Jedi.

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