𝟎𝟑 ♧ 𝐓𝐑𝐄𝐒
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ˡᵒᵛᵉ ᵍᵃᵐᵉ
❜ ⌗ . . . 𝖙𝖗𝖊𝖘 . . . ⌗ ❜🌿✨
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│❝ HAGRID ❞
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UNA VEZ MÁS la puerta retumbó, ésta vez más fuerte, causando que absolutamente todos se despertaran, incluyendo a ___________, quien agitada por el estruendo, saltó inmediatamente del piso. Y de nuevo la puerta se agitaba.
El incontrolable miedo que de pronto se había adueñado de la propia castaña hizo cambiar sus ojos de color.
Harry se había levantado, Dudley por su parte había retrocedido hasta la pared de nuevo, su padre, Vernon, cargaba un rifle, mientras que Petunia se protegía detrás de él. La puerta no paraba de retumbar. Y, mientras la ojiverde seguía a Harry detrás de un pequeño arco, Petunia se encargó de encender la luz.
—¿Q-quién es? —preguntó el hombre sosteniendo su rifle en lo alto.
Y la puerta cayó en un estrépito, una figura ancha y grande, lo más grande que ninguno hubiera visto jamás, estaba postrada en la entrada, siendo la única luz visible, la que los rayos emanaban. La ansiedad se adueñaba de la castaña poco a poco, sentía su corazón a punto de salir de su pecho, sus manos temblaban igual que sus rodillas, ya no sabía si era el frío o el temor, probablemente eran ambos, pero sentía la adrenalina correr por ella, y como si su cuerpo actuara por sí mismo, su mano se entrelazó con la del azabache a su lado, mientras sentía que de pronto, su cuerpo se relajaba y volvía a agitarse en un bucle infinito.
Un grito salió de la boca de todos, menos de la castaña, pues su miedo la había paralizado cuando la enorme figura pasó a la casa sin ningún tipo de anticipación, era mucho más grande de lo que se había imaginado, con un rostro enorme, cabello desaliñado, sucio, sus ropas estaban sucias y parchadas, tenía el aspecto de un vagabundo.
—Lo siento, no fue la intención —dijo el hombre dando media vuelta para recoger la puerta y colocarla nuevamente en su lugar. La había levantado y colocado con una facilidad sorprendente, como si de una pluma se tratara. El hombre volvió a dar vuelta, y Vernon interrumpió.
—¡Le exijo que se vaya de aquí, ésta es propiedad privada! —alegó Vernon apuntando al enorme hombre con su arma, _________ solo pudo abrir los ojos esperando que su padre cerrara la boca de una vez. El gigante hombre se acercó a ellos, mientras Petunia temblaba, Vernon no dejaba de apuntar al hombre.
—Calla, pestilente rata inmunda —riñó el gigante.
«Idiota, ¿Qué se cree?» murmuró para sus adentros la joven castaña. Y poco después, el enorme hombre tomó la extensión del rifle en su mano, y sin ningún tipo de esfuerzo la dobló. «Ok no, mejor no digas nada, __________» volvió a decir para ella.
Vernon intentó disparar, sin embargo la bala se dirigió al techo, dejándolo como un completo idiota. La castaña se dio un golpe mentalmente, su familia era muy estúpida cuando se lo proponía.
El hombre se volteó, y con una sonrisa se dirigió a Dudley: —¡No te veía desde que eras un bebé, Harry Potter! —dijo dirigiéndose al niño. Por un segundo, paseó su mirada por la choza, en busca en algo. —Un momento, ¿Y __________? —prosiguió sin dejar de escanear el lugar con su penetrante mirada.
La sangre de la castaña se heló por un microsegundo, ella no tenía nada que ver con lo que fuera que el hombre planeaba, y sin embargo, la mención de su nombre de pronto le dio valentía para dar un paso adelante.
—Y-yo no me llamo Harry —balbuceó Dudley, interrumpiéndola.
—¡Oh, ___________! —aclamó el hombre, antes de que el azabache saliera de su escondite en el mismo lugar que la castaña.
—Ah, am, soy yo —farfulló Harry. —Yo soy Harry —prosiguió.
—Ya me di cuenta —asintió el hombre. —Tengo algo para ustedes, me senté sobre la caja en el camino, pero imagino que el sabor no ha cambiado —dijo de pronto, dirigiéndose hacia Harry.
___________ se sentía de verdad confundida, de pronto hablaban de ella, después se centraban en Harry, ¿Qué desastre era aquel? Observó como el hombre rebuscaba entre su enorme chamarra, y su vista confundida se dirigió a Harry, quien solo se dedicó a observar al intruso.
De uno de los bolsillos sacó una caja blanca, adornada con un listón azul, la cuál se la extendió al azabache.
—La horneé y decoré con mis propias manos —dijo entregando el paquete.
Harry abrió el paquete, encontrándose con un pastel rosado adornado con letras verdes que indicaban una felicitación.
—Un... Un momento, ¿Qué carajos está sucediendo aquí? —indagó la castaña —primero tú — señaló al hombre, podía asegurar que se escuchaba molesta—, entras como si nada sucediera, así, solo entras, me hablas a mí que ni idea de quien demonios eres, luego le das un pastel a Harry... Que por cierto, feliz cumpleaños, Harry —se interrumpió a sí misma mientras señalaba todo lo que decía. —¿A qué viene todo esto? No has dicho tu nombre siquiera, ¿Cómo pretendes que confiemos en ti de la nada? —señaló la ojiverde. A pesar del susto, aún estaba dormida, así que supuso que la valentía de aquellas amenazantes palabras salieron de su boca al no tener la más mínima idea siquiera de donde estaba parada.
El hombre, sin decir una sola palabra, se sentó en el sillón donde Dudley estaba dormido frente a la chimenea, y sacando un paraguas de su chamarra, encendió un fuego ardiente dentro de ésta solo con unas chispas que habían salido de su paraguas.
La confusión en la familia Dursley era evidente, mucho más por la valentía tan repentina de la chica.
—Soy Rubeus Hagrid, llevo el cargo del guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts, seguro han escuchado de Hogwarts —aclaró el gigante.
—Lo siento, no hemos escuchado tal cosa —confesó el ojiazul haciendo una mueca.
—¿No?, ¿No saben que sus padres aprendieron todo en Hogwarts? —cuestionó Hagrid.
—¿Todo? —preguntó Harry.
—¿Nuestros... Padres? —farfulló la castaña dirigiendo su mirada a su primo y después a sus padres, quienes tenían los ojos abiertos completamente.
—Eres un mago, Harry, y tú una bruja, __________ —aclaró el hombre.
El azabache y la castaña se miraron con confusión, como si todo fuera un sueño imposible.
—¿Cómo dices?
—¿Una qué cosa? —preguntaron ambos, sin dar crédito a lo que el nuevo inquilino decía, la magia no existía, solo en los libros, ¿no?
—Magos, brujas, y apuesto a que serán de los mejores, con tiempo, claro —afirmó Hagrid.
Todo parecía un sueño, un tonto e incluso tétrico sueño. Magos, brujas, esas cosas no existían, ¿Cierto? Aquel hombre no podía estarlo diciendo enserio. Sintió un vuelco en el estómago y muchas náuseas. Se vio, por un segundo así misma, sosteniendo una varita mágica y uno de los sombreros ridículos como el que el ratón de Disney usaba en la película que más odiaba de dicha compañía: Fantasía.
—No, no, no, debe estar equivocado, señor... Hagrid —interrumpió la castaña con voz temblorosa. No podía estar hablando en serio, tenía que estarles jugando una broma y una muy pesada.
—Yo no puedo ser un mago, solo soy Harry, solo Harry —objetó el niño.
—Bueno, solo Harry, _________, ¿Les han pasado cosas inexplicables cuando se asustan o se enojan? —interrogó Hagrid.
Harry pareció pensarlo un poco, mientras que la castaña pronto respondió. —Bueno, a mí me cambian los ojos de color —señaló.
Hagrid asintió, como dando la razón a la respuesta, y volvió a levantarse, ésta vez para extenderles dos cartas que no tenían idea de donde habían salido.
Harry y ella las tomaron, el reverso decía exactamente lo mismo que las demás cartas. Así que sacaron las hojas que venían dentro.
«Estimada señorita Ainsworth,
Nos complace informarle que ha sido aceptada en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, por favor observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente,
Minerva McGonagall.
Directora adjunta.»
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HARRY LEYÓ TAMBIÉN su carta, la cuál decía exactamente lo mismo que la de ___________.
—¡No irán a ningún sitio! ¡Mucho menos mi hija! —irrumpió Vernon acercándose a ellos violentamente —¡Cuando llegaron juramos que le pondríamos fin a esto!
—¿Es cierto? ¿Ya lo sabían y jamás lo dijeron? —preguntó Harry furiosamente.
—Lo que eres, claro que lo sabíamos. Mi perfecta hermana era igual que tú, mi madre y padre estaban tan complacidos cuando recibió su carta «Tenemos una bruja en la familia, maravilloso» —imitó la mujer, comenzando a caminar por la habitación. Al parecer había mucho odio guardado en sus palabras. —Yo era la única que sabía lo que era, una aberración —bufó molesta —, después se casó con Potter, y cuando naciste en solo unos días comprendí que serías como ella, igual de... Anormal —escupió con asco mirando al azabache.
—Y tú —señaló a la ojiverde —, el mismo día que Potter llegó a nuestra puerta, llegaste tú, terminamos adoptándote porque no parecías tener más familia. Siempre quise una niña, pero resultaste ser más... Hombre, y no creímos que fueras una aberración tan grande como ellos —gruñó mientras se colocaba junto a Vernon. —No sé como lograron que los hicieran mil pedazos, y ahora, los dos están con nosotros —terminó con furia, en sus ojos se podía ver el odio correr.
— ¿¡PEDAZOS!? —chilló Harry con furia. No comprendía del todo lo que estaba pasando a su alrededor, pero detestaba la idea de tener que saber que sus padres habían sido asesinados, y todo le había sido oculto. —¡DIJERON QUE MIS PADRES HABÍAN MUERTO EN UN ACCIDENTE! —riñó el niño.
—¿Un accidente? ¿Que Lily, James Potter, Rowan y Audrey Ainsworth murieron en un accidente? —preguntó Hagrid interrumpiendo, molesto.
—¿Y qué le decíamos? _________ podía mantenerse en secreto como nuestra hija, ¿Pero él? —masculló Petunia.
—¡ESO ES UN ULTRAJE! ¡UN ESCÁNDALO! —aclamó el hombre más grande con una voz que casi hizo retumbar la choza de nuevo.
—¡NO TE LOS LLEVARÁS! —sentenció Vernon agitando su arma en el aire.
—Y supongo que un gran muggle como tú lo va a impedir —se burló Hagrid mirando al hombre con una mirada sarcástica.
—¿Muggle? —inquirió Harry, que a penas se daba cuenta de lo callada que estaba ___________.
—Personas sin magia —explicó Hagrid.
—¿No le hemos dicho que no irán? —dijo con desagrado. —Irán a la escuela secundaria Stonewall y nos darán las gracias por ello. Ya he leído esas cartas y necesitarán toda clase de porquerías: libros de hechizos, varitas y...
—Si ellos quieren ir, un gran muggle como usted no los detendrá —gruñó Hagrid. —¡Detener al hijo de Lily y James Potter y a la hija de Rowan y Audrey Ainsworth para que no vayan a Hogwarts! Está loco. Sus nombres están apuntados casi desde que nacieron. Irán al mejor colegio de magia del mundo. Siete años allí y no se conocerán a sí mismos. Estarán con jóvenes de su misma clase, lo que será un cambio. Y estarán con el más grande director que Hogwarts haya tenido: Albus Dumbled...
—¡NO VOY A PAGAR PARA QUE ALGÚN LOCO DE REMARTE LES ENSEÑE TRUCOS DE MAGIA! —gritó tío Vernon interrumpiendo las palabras solemnes del hombre gigante.
Pero aquella vez había ido demasiado lejos. Hagrid empuñó su paraguas y lo agitó sobre su cabeza.
—¡NUNCA... — bramó — INSULTE-A-ALBUS-DUMBLEDORE-EN-MI-PRESENCIA!
Agitó el paraguas en el aire para apuntar a Dudley. Se produjo un relámpago de luz violeta, un sonido como de un petardo, un agudo chillido y, al momento siguiente, Dudley saltaba, con las manos sobre su trasero, mientras gemía de dolor. Cuando les dio la espalda, Harry vio una rizada cola de cerdo que salía a través de un agujero en los pantalones. Tío Vernon rugió. Empujó a tía Petunia y a Dudley a la otra habitación, lanzó una última mirada aterrorizada a Hagrid y cerró con fuerza la puerta detrás de ellos.
Harry por su parte quería reír por el escándalo que se había armado, pero le preocupó ver a su... A ___________ así de callada, pues de no ser por su respiración, cualquiera podría deducir que estaba muerta.
—¿Estás bien? —murmuró hacia _________, tenía un aspecto extraño, no estaba usando sus lentes, pero sus ojos estaban clavados en el piso mientras sostenía la carta entre sus manos. — ___________ —llamó nuevamente, pero parecía que la niña no reaccionaba. — ___________ — llamó en un pequeño grito, a lo que la castaña solo atinó a abrir un poco más los ojos, saliendo por fin de su trance. —¿Estás bien? —volvió a preguntar.
—Sí solo... —intentó responder, pero rápidamente se dirigió nuevamente a Hagrid. —Pero, entonces... ¿Ellos no son mis padres? —le preguntó en un murmullo, como si las palabras le rasgaran al salir de su garganta.
—¡Claro que no, esas son idioteces! Tus padres son Rowan y Audrey Ainsworth, ellos... Ellos fallecieron el mismo día que los padres de Harry, pero no soy precisamente la persona más indicada para explicarles eso. En otras palabras, ustedes dos, no son primos, sus padres eran grandes amigos, claro, y estaba pensado que Rowan fuera tu padrino, Harry, solo que ese puesto se le dio a otro hombre —indicó Hagrid haciendo una mueca.
—¿Por qué no puedes decirnos, Hagrid? —murmuró la castaña.
—No soy la persona indicada, para decírselos, __________, pero... Había un mago tenebroso, alguien que ni siquiera su nombre se debe mencionar —explicó brevemente. —Sus padres eran personas y magos increíbles, y... quien-tú-sabes estaba buscando personas para que se unieran a ellos, pues creía que la supremacía de la sangre era lo más importante, ese día, Lily, James, Rowan y Audrey se negaron, así que los asesinó, e iba a matarte a ti también, Harry, pero no se sabe porqué no pudo... —explicó tan brevemente como pudo. —Se está haciendo tarde y tenemos muchas cosas que hacer mañana —dijo Hagrid en voz alta. —Tenemos que ir a la ciudad y conseguirte los libros y todo lo demás.
Se quitó su grueso abrigo negro y se lo entregó a ambos niños.
—Pueden taparse con esto — dijo— No se preocupen si algo se agita. Creo que todavía tengo lirones en un bolsillo.
Wolis :3
Ya quedó el capítulo tres... La verdad entiendo que sea un poco aburrido, no puedo adaptarlo mucho porque para ese entonces solo podía recurrir a la película so... No pasa nada, espero...
Btw, ¿qué les pareció lo de la rayis? Creo que era un poco obvio pero ¿qué les pareció? Por eso mismo no quise responder muchos comentarios sobre el capítulo donde pregunté sobre teorías.
En fin, capítulo de un mini maratón: 1/3
Editado: 07/Junio/2024
FÁTIMA FUERA ϟ
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