—Por favor, continúa siendo buena en tu trabajo— me encuentro aconsejando a mi secretaria quien ya no será mi secretaria durante un tiempo— asegúrate de ayudarlo en todo lo que necesite, cumplir con sus órdenes y guiarlo en por las áreas en las que todavía no posee mucho conocimiento.

Asiente mientras me ayuda a terminar de empacar, su inconformidad con mi decisión es notoria, pero sé que entiende que necesitamos ayuda de alguien muy capacitado y yo necesito un tiempo para ser una simple mujer que disfruta de otra cosa que no sea trabajar. Necesito vivir y pensar en nuevos proyectos, tal vez en expandernos, innovar, lo que sea, estas vacaciones indefinidas van a servirme para pensar en todo eso.

—Quiero que sepa que la vamos a extrañar mucho— le sonrío, está siendo dulce— y que será extraño no verla todos los días, pero respetaremos su tiempo.

—Gracias. De igual manera si algo sucede, puedes contactarme, también estaré pendiente a cualquier anomalía, aunque no creo que sea necesario pues confío mucho en esta persona.

—Cuente con que voy a informarle cada cosa.

Cómo es de esperarse, los medios ya están enterados de mis vacaciones y como he dejado mi imperio en manos de un experto desconocido para ellos, han hecho sus notas con mi apodo de siempre; la reina del desastre.

Lo peor de todo es que tengo que visitar a mi padre la próxima semana y ya puedo imaginar cómo será el ambiente, la casa llena de cámaras y personas filmando cada paso que él da, todo esto debido a su reality, ah, lo único que puedo decir es que él definitivamente disfruta su vida a su manera, con todos los reflectores apuntando en su dirección mientras Hazel Han solo los acapara cuando algo malo le pasa, aunque, debo admitir que el último evento catastrófico donde los medios se burlaron descaradamente de mi, fue la boda de Jimin con Yenn, luego de eso, nada ha sido exactamente malo en mi relación con los periodistas.

No debería cantar victoria tan pronto.

Mi celular vibra una vez estoy en el auto, es una llamada de Kim Seokjin que no alcanzo a responder pues estoy acomodando todo, pero apenas empiezo a conducir, le regreso la llamada con el altavoz activo pues estoy en mi auto, sola, tranquila.

—Cielo, lo siento si te interrumpí en algo.

—No pasa nada, estoy conduciendo— suspiro, sonriendo mientras veo al frente el poco flujo de autos que hay, es asombroso—acabo de salir de la empresa, voy a casa, supongo que estás trabajando.

—Me alegro, bella, y estaba trabajando hasta hace una hora. También estoy conduciendo.

—¿A dónde te diriges?

—Al aeropuerto. Mi hijo ha llegado de sorpresa.

Vale, tengo que estacionarme porque también me ha tomado a mi por sorpresa pues Seokjin me dijo que le diría a su hijo sobre nosotros apenas el hombre pisase suelo coreano. Sé que estuve bien con eso, pero los nervios se apoderan de mí aún así y es complicado y difícil para mi cabeza que no hace más que imaginar todos los escenarios, para colmo, los más horribles.

Me aclaro la garganta.

—Si no te aviso es porque debe extrañarte mucho.

Escucho un suspiro acompañado de una risilla suave.

—¿Está todo bien?

—Si, todo bien.

—Entonces, hablaré con él esta tarde, espero que puedas venir en la noche para que se conozcan.

—¿No te parece mejor que él descanse primero? Podría ser mañana temprano— de esa manera tengo tiempo para pensar en un obsequio o algo que le agrade a Taehyung— compartan el día de hoy y mañana podemos acordar ir a un buen sitio para desayunar los tres, es más, yo lo arreglo todo y te envío la dirección.

—Vaya, debo decir que me agrada mucho esa idea, cielo. Está hecho, se lo diré a Taehyung, te enviaré un texto confirmando y nos veremos mañana.

Bien, mi corazón vuelve a latir a su ritmo normal ahora que poseo tiempo para prepararme.

—Está perfecto, entonces nos vemos mañana— sonrío— piensa en mí.

—Es lo que hago todo el tiempo, deberías pedirme que lo haga más intensamente. Pienso en tu rostro con una expresión bonita y serena, esa que pones cuando estás escuchando todo lo que digo sin parar porque hablo mucho.

Solo colgamos la llamada cuando él ya ha llegado al aeropuerto, me despido asegurándole que no pasa nada y que no tengo ni un poco de nervios, sé que le estoy mintiendo pero es necesario, él no tiene por qué soportar mi inseguridad y miedo a las opiniones externas de las personas sobre mi, no es su culpa.

Seokjin

Intento no caerme al suelo y sostener el peso de Taehyung cuando este tira su maleta al suelo y se lanza sobre mi para abrazarme, no puedo hacer mucho más que reírme a pesar de las miradas que estamos atrayendo.

—¿Estás ejercitando?— pregunta, sus piernas estrangulan mi torso y estoy perdiendo el equilibrio— Siento que estás más grande.

—No estoy haciendo nada, estás imaginando cosas— busco aire— hijo, mi espalda no es la mejor espalda del mundo.

Regresa al suelo, me da mi espacio durante solo dos segundos antes de volver a abrazarme, solo que con más delicadeza y normalidad. Sacudo su cabello y beso su frente, este siempre será un niño mientras me tenga cerca.

Voy por su maleta, si es por él, la olvida ahí en el suelo y esa sería la excusa perfecta para renovar su guardarropa.

—Ah, mi país— ruedo los ojos— lindo.

—Si, está bonito, más moderno que nunca.

—Ya he visto suficiente, regresemos a casa.

—Buen intento, sé que evadir las conversaciones que debemos tener suena divertido y tentador, pero...

—Ya sé, ya sé. Hablaremos, sabía que venir aquí tenía sus malas cosas.

—No todo es malo.

Encontramos mi auto rápido, su maleta va hasta los asientos traseros y él no tarda en subirse al copiloto porque le fascina ir ahí, yo subo al conductor y nos saco del lugar tan rápido como me es posible mientras él comienza a hablar sobre lo que ha hecho estos meses sin mí, sus proyectos, sus amigos y cosas que le divierten, tratando de no perderse el paisaje mirando cada cierto tiempo por la ventana.

—Bien, la verdad no tengo demasiado que contarte, ya hemos hablado por teléfono sobre mi— aprieta mi hombro— dijiste que me tenías noticias, cuéntame.

Curioso que ahora siento un poco de nervios.

—¿Quieres que empiece por la que no te va a gustar, la qué tal vez te guste o la buena?

—¿Hablas en serio?— asiento, todavía mirando al frente, así que no me entero de sus expresiones—Empecemos por la que no me va a gustar y ya puedo predecir qué implica.

Presiono mis labios, claro, Taehyung no es tonto.

—Yura me ha pedido de mil maneras que por favor hable contigo para convencerte de cenar— silencio— sería reunirnos los cuatro, tal vez cinco en caso de que Jimin decida llevar a su esposa.

—No entiendo por qué insiste tanto con eso.

—Tranquilo, le he dicho que no puedo prometerle que aceptarás y puedes tomarte tu tiempo para pensarlo, al menos hasta que Jimin regrese de su luna de miel— hay un semáforo en rojo, le sonrío a medias— está en París.

—Ya...— rasca el puente de su nariz— vale, me lo pensaré, pero tampoco puedo prometer que aceptaré estar ahí.

—Perfecto.

—¿Cuál es la que tal vez me va a gustar?

—Oh, envié tu portafolio a una agencia, están buscando un modelo masculino para ser el rostro de su nueva colección— asiente, sonriendo un poco e incluso hay sorpresa en su rostro— siento que se ajusta perfectamente a ti, por eso lo hice.

—Muy bien, eh. Bueno, estaré dispuesto a todo— arranco nuevamente— ¿La buena noticia?

Aprieto el volante, relamo mis labios.

—He conocido a una mujer—de reojo veo como se acomoda en el asiento, está mirándome— comenzamos a salir hace poco, diría yo.

—Esa sí que es una noticia— me río— vale, cuéntame más sobre esta mujer con la que estás saliendo.

—Ella es muy hermosa.

—Ajá.

—Trabajadora, independiente, divertida, es muy graciosa y ocurrente. Posee una creatividad fascinante.

—Suena a que es increíble y te gusta mucho.

—Me gusta mucho, es cierto.

—¿Cómo se conocieron?

Busco dónde orillarme para poder mirarlo y conversar más a gusto.

—Nos conocimos cuando recién había llegado, fui por un trago y ella estaba allí en la barra. La invite a tomar algo y...— creo que no tiene que saber muchos detalles— todo fluyó.

Inclina la cabeza, asintiendo.

—Cuando dices que fluyó...— asiento, nosotros nos entendemos— ya, ya.

—No volvimos a vernos después de eso y pensé en contactarla, pero acordamos no hacerlo así que me rendí con ello y seguí con mi vida y mis cosas. Volvimos a coincidir en la boda de Jimin.

Amplía la mirada.

—¿Y ella qué hacía allí? ¿Una amistad de los Park?

Esto será largo.