10
Me adueñé del escritorio de Seokjin, mis ojos los perseguían a ambos de un lado al otro en la oficina, una escena de un padre —hermoso, elegante— regañando a su hijo por imprudente.
Creo que Taehyung ha perdido todos los tornillos, enloqueció y me acaba de crear un desastre más que agregar a la lista de fatalidades en mi vida.
—Vamos a jugar con ellos, será divertido— nos dice, yo no me estoy riendo— supongo que Yura le dirá a Jimin que ahora sales conmigo.
—Es cierto, lo que has dicho se puede interpretar como que tú eres el Kim con el que tengo una relación. Gracioso, porque acabo de conocerte.
—Podemos usarlo a nuestro favor, Jimin sentirá enojo, tal vez el mismo tipo de enojo que sentiste tú cuando te traicionó— recordar es vivir, señala a su padre— y no tendrán que preocuparse porque los vean juntos en la misma habitación porque nadie sospecha que tú eres el Kim de Hazel Han.
—Hasta que la bomba explote y sea aún peor.
Él encoge sus hombros.
—A mi me parece un plan maravilloso, tendremos como divertirnos, no daremos explicaciones y nuestro romance falso podría callar muchas bocas— ve mi cara de preocupación y niega— no involucraremos a los medios.
—Si Yenn lo sabe, toda Corea lo sabrá al día siguiente.
—La amenazaré en la cena. Soy bueno amenazando.— Seokjin bufa, sonriendo un poco— ¡Vamos! Será divertido. Si algo sale mal, nos escapamos a Francia.
—Ah, por favor, tu lo que quieres es irte de aquí como sea.
—No sin antes molestar a los Park— arquea una ceja— siento que merezco un poco de venganza y maldad. Hazel también.— sacude la mano, observa su reloj en la muñeca, caminando directo a la puerta— Los dejaré para que lo piensen, compraré ropa para nuestra cena familiar.
Seokjin le ofrece un chófer pero este se niega, diciendo que si llega a perderse solo pedirá un taxi que le lleve al apartamento de Seokjin, cuando finalmente nos abandona, me pongo de pie para que este hombre tome asiento y él me regresa a sus piernas. Nos observamos.
—Creo que olvidé mencionar que mi hijo puede llegar a ser algo... esporádico. Ocurrente.
—No me digas.
—Pero ha entrado en confianza más rápido de lo usual, significa que le agradas mucho y quiere ayudarte— hace una mueca— de una forma poco convencional y usando el término venganza para justificar sus acciones, pero es una ayuda al fin y al cabo.
—Mi héroe— se ríe— no lo sé, estoy intentando no tener un ataque de pánico por lo que puedan hacer los Park. Ahora son tres.
—Nosotros también somos tres.
—¿Estás considerando la propuesta de tu hijo?
—Solo sé que hay algo muy cierto y eso es que ahora, si nos ven juntos, tenemos una excusa que darles.
—Claro, mentir. Decirles que eres mi suegro cuando en realidad no es así.
—Algún día podremos decirles que no soy tu suegro sino que, soy quién te da muchos besos y noches apasionadas— atrevido— de igual manera tenemos que continuar siendo precavidos, no queremos que la prensa lo sepa pues nuestra reputación quedaría por los suelos y tendríamos que tomar la oferta de Taehyung.
Irnos del país. Que loco suena eso.
—¡Seokjin!— pellizca mis piernas.
Le reprendo, él ríe, estamos en el auto a punto de bajar de este para entrar a la mansión Park. Nunca he entrado aquí, se suponía que lo haría cuando me casara con Jimin porque él decía que los primeros meses viviríamos con su madre ya que no quería dejarla sola de inmediato.
Ahora que lo pienso, esa idea no me fascinaba demasiado, pero por él yo decía que sí a todo.
Taehyung quien decidió conducir, nos observa por el retrovisor.
—Nuestra casa en Francia es más linda— su padre blanquea los ojos— haré ese tipo de comentarios arrogantes todo el rato para molestarla y que no les quede ganas de volver a verme.
Baja del auto y en mis oídos retumba las carcajadas de Seokjin, masajeo mis sienes pensando en qué es un chico muy rencoroso, pero muy listo, a su manera.
—Bien, andando— abro la puerta.
—¿Un beso antes?
Cierro la puerta, le doy su beso fogoso y me causa gracia cuando le da por comportarse como un adolescente necio, porque se niega durante un rato a dejarme bajar, cuando al fin lo hacemos, nos unimos a Taehyung en su apreciación a las altas puertas que serán abiertas en cuestión de minutos pues ya se han enterado de nuestra llegada en el momento que abrieron el portón para dejar pasar el auto.
—¿Te emociona ver a Jimin de nuevo, papá?
Seokjin suspira y encoge sus hombros.
—Es difícil sentir emoción cuando sé que no me aprecia mucho que digamos, pero, está bien.
Me quedo viéndole un par de segundos, la puerta se abre y Yura asoma su cabeza, luce muy elegante y sonriente hacia Taehyung, de hecho, se acerca para abrazarle, cuando lo hace, él se pone tenso, no mueve sus brazos para devolverle el gesto, solo permanece quieto sin más.
—Por un momento pensé que no vendrías— se gira hacia nosotros y asiente— Seokjin. Hazel Han.
Dice mi apellido con un tono de voz más fuerte, decido ignorarlo y seguirlos dentro de la casa, techos altos, una decoración muy señorial pero eso no significa que no sea bonita, es agradable y hay que admitirlo.
Por la expresión que tiene Seokjin viendo todo puedo imaginar que no le gusta nada. Yura lo nota y le pregunta por qué esa cara.
—Nada, solo es muy... marrón.
—Si, se ve deprimente— ya me ha quedado claro que Taehyung ha venido decidido a soltar veneno, será difícil para mí mantener la compostura durante toda la noche— un poco tétrico, supongo que el concepto es más clásico.
Ella suelta una risa de esas sarcásticas para alivianar el momento.
—Si, me gusta lo clásico y sencillo. Tal vez quieras pasar más seguido, Tae, incluso quedarte a dormir.
—Lo veo poco probable, casi nulo.
Continuamos caminando, me mantengo en medio de ambos Kim, sintiendo cada cierto tiempo la mano de Seokjin posarse en mi espalda baja, sin malicia, solo guiándome por el lugar. Él dice que su hijo está loco, pero no se da cuenta de que algo de esa locura la heredó de él.
—Cortarme de la única foto familiar— dice, viendo dicha imagen— muy madura.
—Como si tú no hubieses hecho lo mismo.
—De hecho no, porque ni siquiera tengo la fotografía.
A veces me pregunto en qué lío familiar me he metido al involucrarme sentimentalmente con Seokjin. Bueno, han sido mis decisiones y tengo que afrontarlas.
—Claro, si nunca fuiste alguien familiar.
—Si lo es, tiene fotografías conmigo en toda la casa— sale Taehyung a defenderlo, sonríe sin ganas— yo soy su familia, puedes estar tranquila pues te aseguro que es un excelente padre.
Ella está por responderle pero una voz proveniente de las escaleras lo hace por ella.
—Y ella también es una excelente madre, te lo puedo asegurar.
Esto ya no es una tragicomedia, es una película de terror. Jimin baja los escalones siendo perseguido por Yenn, respiro hondo, ya no me gusta Jimin, no le amo ni aprecio, pero aún así es inevitable sentir enojo al verlo porque la herida de la traición continúa fresca.
De nuevo, la mano de Seokjin me da apoyo con disimulo. Lo agradezco silenciosamente.
—Mi niño— dice Yura, contenta de verlo— es bueno estar todos reunidos luego de tanto tiempo.
Es aterradora la forma en la que ambos hermanos se observan, Jimin lo hace con enojo y Taehyung con desdén, de hecho, entrecierra los ojos.
—Ni siquiera nos parecemos— voltea con su madre— espero no te hayan dado al bebé incorrecto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro