𖤐ʾ 𓏲 ִֶָ𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍 𝐗 ᭺ ͘ !
𓂃 . ¿QUÉ LEES HOY? ༄ ‧₊
𝐈̶̲𝐈̶̲ ˖ 1O ◖ ❛ 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐄𝐍 𝐃𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐏𝐄 𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐅𝐈𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐑𝐎𝐓𝐀 ❜ 𓄲
LA REVELACIÓN TOMA POR SORPRESA A AMBOS, haciendo explotar esa dulce burbuja en la cual estaban flotando.
¿Dije eso en voz alta? Estas jodido, Keiji.
¡¿Dijo eso en voz alta?! No, no, ¡Creo que escuche mal!
—¿Q-Qué? —toda la confianza que Bokuto había construido parece caerse y vuelve a ser el chico que casi le arranca la mano a Akaashi cuando se presentaron—
Mientras el menor se maldice por dentro por dejar a su corazón hablar antes que a su lógica. Debe enmendarlo si no quiere asustarlo.
—Lo que yo quería decir es que antes lucías muy lindo y adorable, hasta parecías un perrito y no estoy diciendo que luzcas mal ahora, todo lo contrario, luces muy bien, demasiado bien de hecho.
Akaashi habla tan rápido que parece interpretar un verso de rap, lo cual para su suerte es bueno ya que Bokuto no puede entender la mayoria de lo que sale de los labios del más bajito.
—Me gusta tu nueva apariencia, pero no creo que sea necesario si lo haces para aparentar algo que no eres. —ralentiza su hablar diciendo por primera vez algo con profundo sentido—
Pero ese sentido golpea a Bokuto inesperadamente. Hizo todo este cambio en su persona e iba a comenzar a hacerlo en su actitud también por Akaashi, pero ahora es él quien le dice que no es necesario. No entiende que es lo que ocurre, pero una pregunta aparece en su mente como si fuera un cartel de neon.
—¿Y tú sabes quien o que soy? —es un cuestionamiento bastante peligroso que fácilmente podría crear una grieta entre ambos por la respuesta que podría dar Akaashi—
Podría fácilmente encajarlo a lo que superficialmente ha visto de Bokuto. Que es un otaku de primera sin ninguna vida social más que aquella que puede construir con los de su clase y Akaashi. Sin embargo, a diferencia de si, Keiji no lo subestima.
—No, pero se que eres un chico alegre y amigable que adora los mangas y el anime, ademas de eso ha leído los mejores libros de romance que este lugar tiene, quien ayuda a todos los que pueda, le gusta atormentar a Hinata, y si no me equivoco solo bebe iced americano. —Akaashi solo deja salir las palabras, sabe que podría arrepentirse después, pero es su respuesta exacta a una pregunta que no se le volverá a hacer— Oh, por poco lo olvido, también se que eres un chico que sigue esperando a que llegue el volumen cuarenta y cinco de Naruto.
Si se pudiera comparar la explosion de sentimientos que el —ahora— albino siente ahora mismo solo podría ser con un show de fuegos artificiales. Nadie había hablado de él de esa forma, no creía que nadie notara esos detalles de él y mucho menos que lo expresaran de esa manera.
Akaashi se siente abrumado por la magnitud de sus propios sentimientos, sus mejillas ya naturalmente sonrojadas toman un nuevo tono de carmín ante la mirada de Bokuto que no se separa de él. Toda su imagen de principe superficial se ha caído en pedazos.
—Eso es lo que se del antiguo Bokuto-san, no se nada de este nuevo pero no me molestaría empezar a conocerlo.
Con el corazón en la mano justo como ese día en que le entregó el libro de Spadea a Bokuto, Akaashi espera a que le diga con seguridad algo. Pero en cambio, el silencio vuelve a reinar entre ellos.
La mente de Kotaro es un lío, no sabe cómo tomar nada de lo que dijo el azabache, y su ausencia de palabras y de una expresión que al menos le diera una señal a Akaashi de que esos sentimientos disfrazados podrían ser correspondidos hacen que una voluntad en ese pasillo se rompa.
—Muchas gracias por ayudarme con el libro, —Akaashi rompe el silencio que nuevamente se había formado. Aprieta el libro contra su pecho y el agarre en su bebida— le preguntare a Kageyama si esta disponible para llevarmelo, no creo poder quedarme a leerlo. —intenta que su desilusión no sea tan notoria a través de su hablar aunque su excusa sea patetica— Nos vemos luego, Kotaro.
Con esos pasitos cortitos y apurados que para el más alto son tan adorables, Akaashi recorre el pasillo hasta salir de el, dejando a un confundido y mucho más enamorado búho.
Que lamentable que su impresión combinado con su nerviosismo y repentina timidez no le haya permitido decirle a Akaashi lo mucho que le gusta.
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Kuroo y Bokuto mantienen una conversación bastante animada sobre el final de Furuba. Desde esa misma tarde que directamente Akaashi le abrió su corazón al más alto, el par de fanáticos de los mangas han establecido largas charlas sobre sus personajes y volumenes favoritos.
Bokuto oculta su preocupación en esas conversaciones, el chico que tanto anhela solo parece escaparse de sus manos, Akaashi ahora solo aparece ciertos días a entregar algún libro y retirar otro, y cuando el de orbes dorados se intenta acercar el azabache consigue la forma de escabullirse. Sabe que lo está evitando, pero Bokuto no entiende el porqué.
—El chicos de suéter raro te está robando a tu otaku. —el siempre oportuno Kageyama se desploma al lado de Akaashi en el enorme sofá al otro lado del local, aun con vista a donde está Bokuto— Entre raritos se entienden.
—Él no es un rarito, al menos Bokuto-san no lo es. —Akaashi se muestra defensivo intentando no ver hacia aquel boot compartido— y nadie me está robando nada si nunca fue mío.
Es la primera vez que el menor ve a Akaashi tan triste por alguien, es un chico que se divierte rompiendo corazones a su paso, pero está vez él es el del corazón roto.
—¿Te rechazo?
—Tal vez si me hubiera rechazado estaría mejor, —deja el libro que estaba leyendo sobre la mesa de té y se gira hacia su amigo—. Prácticamente lo describí con los sentimientos que tengo por él y solo se me quedó viendo con una expresión en blanco, ni siquiera me dijo la típica línea de novela juvenil "aprecio tus palabras, pero no me siento igual". —el pelinegro hace ademanes al aire simulando las comillas de su cita.— Bokuto no puede tener esa conversación amena conmigo, pero con Kuroo sí, tal vez no soy lo que quiere.
—Él es quien se lo pierde, 'Kaashi. —Kageyama pasa su mano por la espalda de Keiji intentando darle el apoyo que necesita—
La suposición de Akaashi no parece tan alocada viendo la foto por completo, Bokuto habla sin problemas con el chico y hasta ríe brillantemente con él mientras que con Akaashi las palabras no parecen querer salir de su boca y lo poco que puede decir no siempre lideran a querer decir más.
Para Akaashi así no actúas con alguien que te gusta, pero el de orbes olivo nunca ha estado en esa posición. Tiene la confianza y seguridad suficiente para no sentir nervios algunos estando cerca de quien le interese. Bokuto y él no pueden ser más contrarios en ese sentido porque no es posible.
Kuroo es alguien que podría llenar completamente los estándares de Bokuto. Mismos gustos, una buena química innegable, lucen bien juntos. Son perfectos el uno para el otro.
—¿Bro, que hay del chico del otro día? —Kuroo pregunta en medio de la conversación—
Es alguien demasiado curioso, muchas veces no oportuna y lo confirma al ver la expresión de Bokuto cambiar a una algo triste.
—No lo sé, lo he visto muy poco estos últimos días y no tengo siquiera su número de teléfono para hablar con él. —el reciente bicolor juega con sus dedos sobre su regazo—
—No hablo de eso, —las manos de Kuroo golpean con ligera fuerza la mesa entre ellos a la par que se abalanza sobre su amigo—. Te gusta, ¿no?
La pregunta sumada a los ojos del chico escudriñando la existencia Bokuto hacen al bicolor entrar en pánico. Como puede ser tan obvio.
—¡¿Qué?! —Bokuto chilla por lo bajo.— Akaashii es muy bonito y sabe de muchas cosas y....
—Y te gusta. —con una sonrisa autosuficiente Kuroo vuelve a sentarse, había visto toda la interacción de ambos chicos incluso antes de pelear con Bokuto por los volumenes de Foruba y decir que le emocionaba ver a la pareja florecer no sería menos—
—Me gusta. —la seguridad tambaleante en la afirmación de Bokuto es algo que no se puede pasar por alto.— La semana pasada él me dijo cosas muy lindas sobre mí mismo que yo ni siquiera había notado, ¡Pero mi nerviosismo me congeló en mi sitio y él se fue triste! Desde entonces siento que he arruinado todo con él.
El puño cerrado de Kuroo que choca contra su propio pecho en un acto exagerado de dolor, solo asusta más a Bokuto. Sabe que el chico puede ser algo raro, pero esto ya está superando sus límites.
—Cómo quisiera estar en tus zapatos y que el chico más hermoso del lugar me dijera cosas bonitas, aunque sea un otaku. —el azabache pone su otra mano en el hombro derecho de Bokuto— Invitalo a salir, invitalo a salir ahora.
No tiene ni que ver detrás de la espalda de su amigo para saber que un rubio teñido está mirando desde lejos. Lo noto desde que se sentaron.
—No puedo hacer eso, me ha estado evitando, es más que obvio que no me quiere cerca.
—Y es más que obvio que eres un idiota que no sabe nada de chicos. —Kuroo recibe un fuerte golpe en su cabeza por su declaración.— Él está detrás de ti y desde aquí puedo sentir sus ganas de venir y alejarse lo más lejos posible de mí, así que aprovecha eso e invitalo a salir.
Bokuto por instinto voltea y consigue la adorable imagen de Akaashi disimulando no estarlo espiando al esconder su cara con rapidez entre las hojas de los libros en sus manos, mientras que Kuroo a su lado se golpea la frente.
Puede que Kuroo tenga razón, incluso Shoyo le dijo lo mismo temprano. Que debía invitarlo a salir antes de que pudiera perderlo por completo.
—Está bien, hablaré con él. —el bicolor se levanta y acomoda su cabello antes de darse la vuelta en dirección a su chico—
—¡Ese es mi idiota, demuestrale al mundo que no somos una decepción para la sociedad!
Los ánimos que Kuroo le ofrece lo hacen reír por lo bajo, le da una mirada más a Akaashi y se sorprende cuando ve que este también lo está viendo.
Es Akaashi, conozco a Akaashi...no conozco a Akaashi. Invitarlo a salir es la única solución a eso.
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