
Final☑
—¡Aghh-!
Jimin gritó con los ojos aguados y se retorció en su lugar cuando los colmillos se enterraron en su carne hasta hacerlo sangrar. Sentía los latidos de su corazón en sus oídos por el susto, dos lágrimas silenciosas bajaron por sus mejillas hasta perderse entre sus cuerpos.
Jungkook se separó y se quedó pasmado viendo la mordida que él mismo había hecho, relamió sus labios y saboreó el sabor metálico de la sangre. Sus ojos se dilataron. El deseo de reclamo y posesión parpadeaba en su mirada.
Tomó la mandíbula de Jimin con suavidad y lo instó a mirarle. Secó las lágrimas con sus pulgares y bajó hasta alcanzar sus bonitos labios temblorosos para envolverlos en un beso. No fue suave, ni cariñoso. Sólo le comió la boca como le vino en gana.
Metió su cuerpo entre sus piernas y le agarró las nalgas para levantarlo. Quedaron en una rara posición contra la pared detrás de la cabecera de la cama. Con Jimin semi sentado sobre él, las manos aún sujetadas por la izquierda de Jeon mientras éste último le devoraba los labios y bajaba su mano desocupada para tocarlo.
Acarició su pezón derecho por encima de la camisa, lo apretó, restregó y jaló hasta que Jimin se removió incómodo porque le dolía. Entonces levantó la camisa, le soltó las manos y tomó su protuberancia hinchada entre sus labios. Los colmillos volvieron a punzar sobre su sensible y lastimada piel.
Jimin estaba a punto de quejarse, pero el quejido se perdió en el aire y se transformó en un gemido cuando una mano grande y caliente se coló dentro de sus pantalones cortos y atrapó su bonita polla en ella.
—¡Nghh~!
Movió su mano sobre la caliente cosita, arriba y abajo mientras le mordía y lamía el pezón con fiereza. Un gruñido escapó de sus labios cuando se separó y miró los ojos inundados en lágrimas del menor. Jungkook se detuvo y se acercó a su preciosa cara, lamió las lágrimas, raspó su labio inferior con sus caninos y luego lo mordisqueó.
—¿Te estoy lastimando? —Jimin negó respirando agitado, con la mano de Jungkook acariciando su polla ya erecta, su dedo pulgar masajeando el glande constantemente para soltarlo y bajar hasta la base, delinear su circunferencia y acariciar sus dos pelotitas más abajo. Jimin realmente encontraba que eso era una tortura y que le dolía, como le habían dolido las mordidas.
Pero él había provocado a Jungkook así qué... Ahora le tocaba abstenerse a las consecuencias de su provocación y además... No era como si no lo estuviera disfrutando...
—Bien. —Lo masturbó sin quitarle la ropa mientras intercalaba entre un pezón y otro chupándolo como un niño pequeño que es amamantado por su madre.
—Ah, ah, ah. Ko-kook~ mi, ah... Mi espalda está... Incómoda, ¡Ah~!
Jungkook lo arrastró hasta acostarlo en la cama nuevamente, más no fue lo único que hizo, antes de que pudiera terminar de hablar, había metido la mitad de su dedo medio dentro de su culo de un solo golpe sonsacando ese grito de Jimin.
—Ugh~ Kook no... Espe-
Jungkook movió su dígito en su interior, su precioso bebé estaba apretado como el infierno y apenas podía moverlo bien. Hubiera sido delicioso torturarlo así, penetrarlo hasta que se mojara como una mujer, por las buenas o por las malas su agujero tendría que abrirse para él, y luego le metería la polla hasta el fondo sin piedad. Cogerselo hasta que no pudiera respirar...
Pero Jungkook no era una bestia, aunque lo pareciera. Así que se deshizo de los pantalones de su rosita y lo dejó con la camisa arremangada hacia arriba. Dejó caer sus labios sobre su suave abdomen y besó con delicadeza hasta abajo, hasta que su lengua encontró su miembro que rezumaba líquido preseminal de la punta y estaba duro y adolorido.
Regaló una última mirada a su amante antes de tragarse su polla completa, hasta el fondo de su garganta y succionarla con fuerza.
—¡Nghh~! ¡Oh~!
Jimin se atragantó del placer y se agarró a su cabello desordenado. Sus manos rozaron inconcientemente sus orejas y Jungkook apretó sus labios envolviendolo más fuerte.
Su lengua recorrió su extensión y lo acarició a medida que succionaba, el dedo que antes había estado hasta la mitad dentro de él ahora se encontraba jugando contra su abertura y presionaba contra su agujero, sin entrar. Jimin apenas había tenido su primera vez con un hombre por la mañana, con Jungkook, apenas habían pasado algunas horas y cuando el comandante los llamó para verlos ni siquiera tuvo tiempo de limpiarse correctamente.
Así que ahora, además de que le dolía y estaba sensible allí abajo, puede que también tuviera algo del semen del mayor dentro de él y el hecho estaba carcomiendo su cabeza.
Estaba tan avergonzado, tenía su polla metida en la boca de Jungkook. Oh, de ese Jeon Jungkook que lo había acosado durante días hasta que finalmente lo hizo ceder y estaba haciendo con él lo que le daba en gana.
El mismo que se arriesgó hasta el punto de recibir un disparo por protegerlo y del que posiblemente no tardaría mucho tiempo en enamorarse... Así que, ¿qué más daba? ¿Ya le pertenecía no?
—Bebé~ ¿Se siente bien? —Jungkook preguntó y, sin esperar respuesta alguna se deslizó hasta su agujero, pasó la lengua sobre él, levantó sus piernas sobre sus hombros y se enterró en su culo mientras lamía perezosamente sobre su abertura, el dígito curioso le hacía compañía y se restregaba contra la raja de su culo. Turnaba entre su lengua y su dedo para penetrar poco a poco, disfrutando todas las palabras sin sentido que salían de la boca del menor y sus gemidos y balbuceos preciosos.
Detuvo sus movimientos para alcanzar el cajón de su mesita de noche, no tenía algo como lubricante en él, pero había algunas cremas y aceite que podrían funcionar como lubricante. Tomó lo primero que encontró, que resultó ser aceite de coco y vació un poco en sus dedos, luego separó sus glúteos y llevó dos dígitos a su entrada. Empujó uno dentro, esperó a que Jimin se acostumbrara y después metió el segundo. Los movió en círculos, imitó el acto de penetrar y luego los abrió en forma de tijera.
—¡Uh! Mghm~ ah~ Jungkookie sé... Un poco... Más suave... Mi, ah~, mi agujero du-duele~...
La cara de Jimin pasó por un millón de colores mientras decía esas palabras, su cuerpo estaba flácido, su polla hinchadita se balanceaba de un lado a otro, le dolía y quería correrse, pero Jungkook mantenía un dedo apretado contra la punta evitándolo. Saliva escurría de la comisura de sus labios y sus ojos se mantenían hinchados y llorosos.
Una sonrisa socarrona se dibujó en los labios de el mayor y sus colmillos brillaron cuando mostró sus dentadura blanquecina. Jimin se estremeció y apretó los, ya tres dedos en su interior que entraban y salían, se estiraban y lo continuaban aflojando tortuosamente.
—¿Te duele? —Preguntó, pero no l dejó responder. —Pero me dijiste que no te dolía antes. ¿Ahora no puedes soportarlo? Dime Jimin... ¿No te gusta esto? Ah, a mí me parece que estás hecho para ser follado por hombres. Solo mira como me estás tragando los dedos como una puta hambrienta. Me estás diciendo que te duele pero quieres más. Quien te entiende lindura...
—N-no yo, yo no, ah~
Jungkook empujó contra su próstata con su dedo medio, apretó la punta de su polla mientras masajeaba su punto más sensible dentro de su cuerpo. Jimin lloraba y se retorcía sobre la cama, piernas temblando y sus dedos enterrados en la ropa de cama oscura del mayor.
—¿Tú qué? ¿Qué quieres Rosita?
—Ah, ah, ah, yo quiero... Qui-quiero. Jungkook. Te quiero. Y-ya basta... —Jungkook alzó una ceja, presionó otro de sus dedos contra su próstata y se inclinó sobre él hasta su oído.
—¿Qué es bonito? ¿Quieres correrte? —Jimin asintió con ahínco. Jungkook se burló: —¿Pero no quieres mi polla? ¿No quieres que te abra con ella y te folle hasta dejarte deshecho sobre mi cama?
—Sí, sí, sí, yo quiero. Yo quiero Jungkook, ah~, Jungkook, mete- métela...
—¿Ajá? —Él susurró y mordió su lóbulo. —¿Qué meto? —Mientras preguntaba, Jungkook se separó para desabrochar su pantalón y bajarlo un poco. No sé lo quitó por completo, solo lo suficiente para dejar su duro pene fuera, porque sí, Jungkook no tenía bóxer debajo. Jimin lo miró y rogó con los ojos llenos de lágrimas a su torturador.
—T-tú pene, t-tu po-polla, métela. Fóllame, Jungkook fóllame. Tú, tú, fóllame, quiero que me folles ahora yo, ¡Ah!
La cabeza gorda y furiosa se estrelló contra su abertura y lo penetró un poquito, lo suficiente para que su agujero se estirara por él y Jimin jadeara de dolor. Sólo lo habían hecho una vez, no estaba acostumbrado a esa sensación aún y casi se quedó sin aire.
—Shh~ cosita preciosa. Relájate.
Jungkook pasó sus dedos por el borde hinchado y estirado que estaba tenso por la intromisión y lo masajeó. Los ojos del menos casi se salen de sus órbitas por la sensación tan abrumadora de dolor sumado con placer.
—¿No estabas suplicando por mi polla ahora mismo? ¿Qué pasó? Ni siquiera he metido la mitad y ya estás lloriqueando así. Mmm, sé un niño bueno y separa más las piernas para mí, vamos. Abre Jimin...
Jimin estaba a punto de perder la conciencia de tantas sensaciones intensas que sólo hizo lo que le dijo dócilmente, separó sus piernas lo más que pudo y se forzó a relajarse, subió una mano temblorosa que fue sujetada por Jungkook hasta posarla en su rostro. Los bigotes aún permanecían y Jungkook se veía aún más caliente de esa manera.
El pensamiento de estar follando con un animal salvaje destalló en la mente confusa de Jimin y finalmente no lo pudo soportar más, se corrió y Jungkook apartó el dedo que presionaba sobre su polla para dejarlo correrse a gusto, pero continuó acariciándole mientras el semen salía disparado. Al mismo tiempo que aprovechaba el estado de embriaguez de Jimin durante el orgasmo para empujar más de la mitad de su miembro dentro de su cuerpo.
—No, no, no, no, no Jungkook...
Jimin balbuceó casi perdido sobre la cama sientiendo como su pene se enterraba más en su agujero. Jungkook lo ignoró y acercó dos dedos a sus labios, recogió la saliva que escurría de estos y la arrastró hacia dentro junto con sus dedos.
—Chúpalos. —Instó. —Piensa que es mi polla lo que tienes en la boca y chupa mis dedos. —Contrario a sus quejas Jimin cerró los ojos e hizo lo que se le ordenó. Su lengua envolvió ambos dedos y comenzó a chuparlos. —¿Lo estás imaginando verdad?—Jungkook murmuró. —¿Estás imaginando que chupas mi pene?
Jimin asintió suavemente con la mirada perdida.
Sí, él realmente estaba imaginando que tenía esa monstruosidad en su boca.
Pero la realidad era otra porque donde realmente se encontraba esa monstruosidad no era en su boquita deliciosa sino apretada dentro de su agujero, violando su entrada que había dejado de ser virgen unas horas antes y se quejaba por la intromisión.
El dolor continuaba allí presente, Jungkook era consciente de ello y por lo mismo no hizo ningún movimiento durante un rato, se entretuvo viendo como Jimin chupaba sus dedos, la forma en que su boca succionaba como si realmente fuera su pene lo que tuviera dentro y sus pestañas temblaban mientras se relajaba chupando, sus preciosos labios abultaditos estaban enrojecidos e hinchados, contrastaban de manera preciosa con su cabello rosa que estaba mojado pegado a su frente.
Finalmente, no pudo soportarlo más. Jungkook se deshizo de su camisa, inclinó su cuerpo hasta él y juntó piel contra piel, sacó los dedos de su boca y los sustituyó por su lengua, dejó que Jimin la chupara de la misma manera que lo hizo con sus dígitos antes y luego la enredó con la suya en un beso hambriento.
Movió sus caderas delicadamente como si tuviera miedo a romperlo. Hubo un quejido por parte del menor que quedó perdido en su boca cuando sintió el miembro grueso acariciar su interior. Sin embargo, Jungkook no se detuvo esta vez, continuó penetrándolo con ritmo calmado, abriéndolo un poquito más cada vez, hasta que Jimin estuvo lo suficientemente suave como para que su polla se deslizara completa y sin problemas dentro de su ano.
Entonces la habitación que ya estaba parecida a un horno se calentó cien grados más cuando Jeon sacó su polla hasta dejar solo la cabeza gruesa, palpitante y roja en el borde, separó sus labios de los de Jimin y lo miró fijamente. Sus ojos volvieron a la normalidad justo en ese momento. La parte que estaba totalmente de negro volvió a su color blanco natural, pero el color anaranjado fuego persistió. Jungkook apretó sus caderas, los dedos se enterraron en la carne y era seguro que dejarían marca luego.
Lo penetró hasta el fondo, se estrelló contra su próstata en la primera estocada y Jimin gritó tan alto que estaba seguro de que si había alguien caminando fuera le escuchó. La idea misma idea cruzó por la cabeza de Jungkook y se volvió aún más loco. Desenfrenado, salió y se introdujo de nuevo con fuerza obteniendo el mismo resultado.
A Jimin le resultaba tan vergonzoso estar gritando de esa manera, pero no podría controlarlo, su cuerpo no aguantaba más, estaba a punto de desmayarse en cualquier momento. Habían sido demasiadas sensaciones para un sólo día... Jaló de Jungkook hacia sus labios para callar sus gritos en ellos.
El mayor aceptó el beso sin rechistar, lo besó profundo y se tragó cada uno de sus gemidos a medida que lo follaba como un animal salvaje. Jimin estaba temblando completo debajo de él. Sus uñas enterradas en su espalda ya le habían hecho sangrar, su miembro salía y entraba sin descanso y el sonido de la piel contra la piel chocando llenaba los sentidos de ambos.
Ese bendito sonido de chapoteo hacía todo más morboso de lo que ya era. Jimin jamás en su vida se hubiera imaginado que sería follado por un "hombre" como Jeon Jungkook, pero aquí estaba, siento presionado debajo de él en la cama, comiéndose su polla como una puta... Por segunda vez en un día. Jungkook se deslizó con facilidad dentro y fuera en unos minutos. Su agujero se aflojó y se acomodó al tamaño de su polla.
Presionó su mano derecha sobre su vientre, dejó sus labios y le susurró al oído: —Jimin... ¿Lo sientes? Llega hasta aquí. Mi pene está tan profundo dentro de tí que si me corro aquí creo que podrías quedar embarazado.
—Ah, ah, ah, cá-cálla-te... Eso n-no es po-posi- ah~...
Jungkook atrapó su mandíbula con su mano izquierda y sin dejar de embestir y fijó sus miradas.
—¿Eso piensas? —Jadeó bruscamente mientras hablaba. La sensible entrada hizo un sonido de "pop" cuando Jungkook retiró su pene, lo masajeó contra él varias veces y se adentró de nuevo en una penetración tortuosamente lenta. —¿Y si te dijera que sí puedo dejarte embarazado eh? ¿Qué harías? Ya te tragaste todo mi semen en la mañana y ahora... Volverás a comerte todo.
—Nghh, ah~ no, no es posible. Es-tás inventando-lo...
La risa de Jungkook resonó en la habitación mientras negaba, alcanzó una almohada y la colocó debajo de su espalda, alzando su trasero más arriba para poder penetrarlo más profundo.
—Ah...
—Luego tendremos esta charla nene. Ahora... —Una nalgada resonó.
—¡Ah!
—Sólo déjame alimentarte. Vamos nene. —Empezó a empujar como loco dentro de su culo, dejándole toda la polla adentro mientras apuñalaba su punto sensible constantemente. Sentía como el cuerpo de Jimin se estremecía con cada empuje y su agujero lo apretaba con fuerza. —Sigues apretando tan fuerte Jimin ¿Es que acaso me quieres romper la polla cariño?
Jimin no le contestó porque no tenía fuerzas para hacerlo y porque ni siquiera pudo entender lo que le estaba diciendo. A estas alturas lo único que sentía era el placer cada vez que su pene chocaba contra su punto P adentro.
Cerró los ojos y se aferró al cabello de Jungkook murmurando su nombre sin parar hasta que le faltó el aire, sintió el calor precipitarse dentro de su cuerpo, bajar por su vientre y finalmente explotar.
Con una última embestida casi bestial de Jungkook sumada a una sonora nalgada en sus glúteos, Jimin se corrió por segunda vez, su semen salió salpicando el abdomen de Jungkook, le temblaron las piernas y abrió la boca intentando aspirar aire mientras jadeaba y gemía sin control.
Su agujero apretó tanto la polla dentro que Jungkook al fin, gruñó, gimió y se vino en su trasero disparando chorros de espeso y caliente semen en su interior mientras le susurraba palabras obscenas y jugueteaba con sus pezones maltratados.
—Eso, eso bonito, cosita hermosa, trágalo todo. Déjame alimentarte con mi polla, sé que te encanta, nada más mira como tiemblan tus piernas. Voy a darte de comer mi semen todos los jodidos días a partir de ahora. ¿Lo quieres verdad? Yo sé que sí mi amor... Aprietame más... Agh... Y chúpame hasta que no quede na...
"Pa"
Jimin le espetó una bofetada y Jungkook se tragó las demás palabras sucias que iba a decir a continuación.
—...da.
Su mejilla se tornó roja del golpe y sus ojos se abrieron como platos. Nunca, nadie, se había atrevido a pegarle, excepto por los enemigos de ejército Alemán durante las batallas.
No le dolió, apenas y sintió una pequeña picadura, pero quedó estático un instante procesando que Jimin, su cosita tierna que huía de él cada vez que intentaba acercarse hace tan sólo unas semanas ahora le acababa de pegar. Dirigió su mirada al culpable, los preciosos ojos azules estaban rojos de la vergüenza e inundados en lágrimas lo miraban con reproche y pena.
—Cállate. Tú. Sucio. Sólo. Sabes. Decir. Puras cochinadas. Uh, ah. Ya, ya sácala... ¿Q-qué es eso? P-por qué, s-se sien-te tan... Extraño...
Jungkook pasó saliva anonado, el asombro que le había causado la bofetada desapareció y fue reemplazado por una sonrisa llena de ternura en sus labios. Aún estaba excitado, continuaba corriéndose dentro de su precioso chico, pero ya no podía embestir, por lo que solo se movía suavemente.
—Shhh, no llores bonito ¿Duele? —Jimin asintió sin fuerzas entre pequeños sollozos. Jungkook estaba... La base de su polla estaba hinchada, en el momento en que se había corrido, se hizo más grande. Lo había sentido, pero no esperaba que... —Creo que no puedo sacarlo por ahora... —Murmuró, acarició su rostro y besó las lágrimas en él.
Retiró la almohada debajo de su cuerpo y rodó junto con Jimin a un lado. Estaba, literalmente atascado dentro de su trasero. Quería reírse, pero si se movía de más a Jimin le dolería así que se contuvo.
Había dejado todo su semen dentro de Jimin y, como si no fuera suficiente ahora estaba atorado dentro de su culo y lo estaba taponeando de forma tal que no había manera de que su esencia saliera.
Joder, no esperaba que pasara algo como eso. Quizás porque su cuerpo había tenido esa reacción extraña y había sido más animal que persona reaccionó de manera distinta cuando alcanzó el orgasmo. Sabía que en algunos animales caninos ocurría algo así. El macho se hinchaba en la base cuando se corría y se quedaba dentro de la hembra durante un tiempo... Era alguna forma de marcar territorio.
Bueno, Jimin era su hembra así que...
Sin embargo hasta donde Jungkook estaba informado su ADN estaba mezclado con el de la raza felina, así que no tenía la más mínima idea del por qué había sucedido algo así.
Pero la situación era tan graciosa que aunque no quería no pudo evitar una pequeña carcajada. Jimin se mantenía quieto abrazado a él como un pequeño koala, con sus piernas y sus brazos envueltos a su alrededor y su cara escondida en su cuello mientras intentaba establecer su respiración.
Amasó las nalgas, que estaban rojas con suavidad y acarició su cabello, su nuca y besó el lugar donde lo había mordido antes. Cuando lo besó allí él salió de su escondite, un par de ojos somnolientos lo observaron con cautela.
Jungkook entrecerró los ojos.
—Me has dado una buena bofetada rosita. —Se burló con una sonrisa cariñosa y restregó sus narices.
—Lo siento... Tú no, dejabas de hablar esas cosas tan... Y bueno... —Su voz fue un susurro. Pequeñita.
—¿Ah? Si no mal recuerdo hace unos minutos alguien aquí también estaba diciendo cochinadas. —Las mejillas de Jimin se encendieron.
—Cállate. —Jungkook lo besó de nuevo. Esta vez suave, como disculpa por haberlo maltratado tanto antes durante el sexo. Realmente no había podido controlarse mucho.
—Lo siento bonito. ¿Te traté muy mal? —Dfinitivamente no esperaba que Jimin asintiera enseguida y otra carcajada se le salió. Jimin abultó sus preciosos labios en protesta.
—¿De que te ríes?
—Uhm, eres jodidamente adorable cariño.
Jimin frunció el ceño.
—No lo soy. —Refutó.
—Claro, tratando de negar lo obvio. —Tomó su cara en sus dos manos y depositó besitos por todos lados hasta que le sacó varias risas a Jimin que fueron como una melodía para sus oídos. Le encantaban sus gemidos, pero su risa era algo de otro mundo.
Se mantuvieron abrazados un rato más, sin palabras de por medio, sólo sintiendo completamente el cuerpo del otro (Los pantalones de Jungkook desaparecieron en algún momento...) y escuchando sus latidos que poco a poco volvían a la normalidad.
Pasados unos minutos la hinchazón bajó y Jungkook logró salir de su interior. Como resultado, todo el semen que había sido apresado dentro escurrió por las piernas de Jimin y su cara se puso tan roja como un tomate.
Intentó incorporarse en la cama torpemente, lástima que hubiera sido follado dos veces en un día por un hombre, mitad animal, y que estuviera tan flojo que ni siquiera pudo sentarse sin que le dolieran hasta los dedos de los pies.
—Pffft, jajaja dioses. Ven aquí lindura. —El culpable de sus dolores, que se estaba burlando de él, lo cargó en sus brazos y caminó hasta la bañera. Abrió las llaves y esperó unos minutos a que se llenara antes de adentrarse en el agua caliente con Jimin reposando en su pecho.
Se sentó y lo acomodó sobre sus piernas, tomó una jarra pequeña que mantenía al lado de la bañera y la llenó de agua para lavarle el rostro. Enjabonó una esponja y acarició su cuello, donde lo había mordido, con ella. Jimin se estremeció un poco.
—¿Arde? —Asintió con un puchero. Jungkook besó ese puchero. —Perdón por eso.
Continuó limpiando su cuerpo, sus pezones estaban hinchados y las marcas de dientes se veían claras alrededor. Algo dentro de Jungkook se sentía muy orgulloso con ese resultado. Ver al menor con su cuerpo lleno de pruebas de que era suyo era simplemente satisfactorio.
Para cuando terminó de lavarlo, el pelirosa estaba casi dormido en su pecho mirándolo embobado. Cuando Jungkook encontró con su mirada sonrió, alzó una mano y acarició su cara.
—Tu rostro ha vuelto a la normalidad. —Musitó.
Jeon miró al espejo y efectivamente, los bigotes y el aspecto animal ya no estaban, las orejas super sensibles tampoco, pestañeó unas veces observándose y devolvió la vista a Jimin que no dejaba de verle.
—Te veías bien. —Murmuró, cerrando los ojos. Los volvió a abrir con pereza. —Te ves bien de cualquier forma Jeon Jungkook.
—Gracias. Lo sé. —La diversión se escuchaba en su voz y sus ojos se encontraban brillantes cuando me sonreía. Jimin lo golpeó sin fuerzas en el pecho y se rió también.
—No era para inflar tu ego.
—También lo sé. Es que yo simplemente soy irresistible. —Se puso de pie, envolvió a Jimin en su toalla y lo llevó al sofá. —Espera un momento aquí. Voy a cambiar las sábanas.
—Está bien.
Recostó su cuerpo dolorido en el sofá mientras le observaba. La residencia de Jungkook era un poco más grande que la suya, pero no tenía sala. Era sólo una cama king zize en medio y dos sofás un poco más adelante. Tenía una cocina a la derecha y el baño a la izquierda. No tenía adornos u fotos. Apenas un cuadro con una pintura de la luna decoraba las paredes celestes.
Jimin detalló todo en silencio y se dió cuenta de que no sabía casi nada de Jungkook aún. Las cosas se habían dado tan rápido que sólo se conocieron en lo básico. Como su día a día y algunas boberías más. No sabía cuál era su color favorito, ni su comida favorita. Estaba enterado de que no tenía familia. Pero le gustaría saber si tuvo una antes de ser un soldado especial del ejército.
También quería saber por qué había decidido participar en el experimento para ser un SOP.
Ansiaba saber muchas cosas de él. O quizá quería saberlo todo de Jeon Jungkook. Tenía un sentimiento tan cálido en el pecho mientras le veía cambiar la ropa de cama con una toalla envuelta en su cintura. El agua goteaba por su cuerpo y se perdía debajo de su abdomen, recorría sus fuertes muslos y bajaba hasta perderse en sus pies. Jimin se grabó cada centímetro de su cuerpo.
Su sueño se evaporó mientras estudiaba a Jungkook de pies a cabeza. Nunca había conocido a alguien tan guapo como él y dudaba que conociera a alguien así en el futuro. Además, tampoco tenía intenciones de conocer a alguien más... Mientras estuviera Jungkook.
—Ya sé que soy hermoso. Pero si me sigues viendo así temo que todo el trabajo que he hecho caminando la ropa de cama habrá sido en vano.
El susodicho se acercó y el señorito acosador se atragantó con la saliva avergonzado.
—Idiota.
Refunfuñó y volteó el rostro. Jeon besó su cabello con una risita, pasó un brazo por debajo de sus muslos y otro debajo de sus brazos y lo alzó para llevarlo a la cama de nuevo. Desenvolvió su cuerpo de la toalla y le colocó una de sus camisas. A Jimin le quedaban súper anchas y hacían el doble de él, se veía jodidamente adorable para Jungkook, pero contuvo sus palabras.
—¿Vamos a dormir? ¿O quieres comer algo antes? —Preguntó en cambio.
Jimin lo jaló a la cama. Tenía hambre, pero el sueño era mayor y le daba miedo quedarse dormido mientras masticaba algo. Así que la comida podría quedar para más tarde.
—Dormir.
—Bien. —Alcanzó un cobertor y los cubrió a ambos, Jimin llevaba su camisa y Jungkook ya se había colocado unos bóxers azul oscuro antes de llevarlo a la cama. —A dormir entonces.
Colocó una de sus piernas dentro de los muslos de Jimin y sus manos en su trasero, tocando por debajo de la camisa la piel lastimada por las nalgadas que recibió antes. El menor no dijo nada, se abrazó a su cuello y se removió hasta que estuvo cómodo apretado contra él.
Jungkook dejó un beso en su frente y cerró los ojos.
• • •
Cuando volvió a despertar, era de día, pensó que no había transcurrido mucho tiempo ya que aún no anochecía. Luego observó la fecha y se asombró al ver que en realidad ya era el día siguiente. Habían estado dormidos por más de doce horas.
—Jesús. —Murmuró. Miró a Jimin que continuaba acurrucado contra él, con los labios semiabiertos y los ojos cerrados totalmente relajado en su sueño. No tuvo valor para despertarlo, así que solo besó su mejilla y salió de la cama dejando una almohada en su lugar que el menor abrazó instantáneamente.
Después de tomar un baño, fue a la cocina, llevaban más de veinte horas sin comer nada, él tenía buena resistencia y podía permanecer sin comer durante más de una semana, pero dudaba que a Jimin le hiciera bien estar tanto tiempo sin nada en su estómago.
Bueno, nada a excepción de su semen.
—Eso es buen alimento. —Comentó y abrió el refrigerador entre risas. Solo entonces cayó en cuenta en que no tenía nada de comida saludable allí. Con una maldición, tomó su teléfono y llamó al incordioso de Taehyung para que les llevara algo.
El susodicho apareció en unos minutos con un montón de comida chatarra... Que Jungkook se abstuvo de metérsela por el culo, porque claramente le había indicado que fuera algo saludable. Olvidaba que su amigo era subnormal.
Así que le agradeció por nada y cerró la puerta en su cara.
En el momento en que se giró, había una bolita con cabello rosa despeinado, envuelto en sus sábanas, sentado en la cama restregándose los ojos desorientado. Jungkook se quedó sin aire en sus pulmones con la imagen.
Joder...
Podía acostumbrarse a ver eso el resto de su vida.
Antes de conocer a Jimin quizá nunca se lo hubiera planteado, pero él era tan precioso, tan bonito, tan jodidamente adorable, una persona tan linda por dentro y por fuera que simplemente, Jungkook podía habituarse a ese sentimiento.
—Buenos días rosita. —Dejó las cosas que Taehyung había traído en uno de los sofás y caminó hasta él, se sentó en la cama y palmeó sus piernas llamándolo. Jimin gateó y se sentó sobre él, recostó su cabeza en su hombro y bostezó. Luego sonrió, con sus ojitos desapareciendo en dos preciosas medias lunas y dijo:
—Buenos días Jungkookie.
Jungkook lo sujetó del mentón y atrapó sus labios en un beso suave, lento y lleno de ternura. Jimin gimió contra su boca y se abrazó a su cuello. Había tiempo de sobra para conocerse a fondo y vivir momentos preciosos. Tiempo para enamorarse más de ese chico que debería ser jodidamente prohibido por tanta belleza y tiempo para iniciar una vida, juntos.
Jungkook liberó sus labios y suspiró sobre ellos.
Sí... Definitivamente podía acostumbrarse a esto todos los días...
Fin
Ayyy, voy a llorar wuwuwu
No me gusta finalizar historias
༶ඬ༝ඬ༶ *crying*
Pero todo tiene que llegar a su final y esto bueno como que se me había atrasado demasiado (¬_¬) así que llegó la hora de decir adiós a este Jungkook mamón y este Jimin que le gusta hacerse el duro pero es más blandito que un pancito xd.
Ah, ¿comentarios? ¿Dudas? Me dejan aquí esas cositas ¿shi?
No les voy a llenar de cháchara del por qué me demoré en actualizarlo :v mi vida es un caos últimamente y apenas y tengo ánimos de abrir los ojos cada mañana ptm. Sáquenme de este país 😂 me lo tomo a broma pero que feo todo.
Espero que les haya gustado el mini fic xd. Nada del otro mundo pero algo es algo. Ah, no pude actualizar anoche porque estaba(estoy) con mucho dolor por culpa de Andrés que hasta lancé el celular. Mis disculpas...
Oh oh, dios mío me morí de risa cuando JK estaba diciendo su retahíla de palabras sucias y Jimin simplemente "pa" le espetó la bofetada 😳🤣 jajaja eso te pasa por boqui sucio Jungkook.
Uh y cuando Jk le pregunta si le duele y Jm que sí, pero no es como el meme: "Ay pobrecita mira como llora... Ah no, lo está disfrutando la muy perra" 🙈🤣 lo pensé cuando lo estaba editando jajjssjjs
Hace mucho que no me divertía tanto escribiendo algo akdjsfdjksjkdsf espero que ustedes también hayan disfrutado el cap ^~^.
Nos leemos en otro de mis fics o en el segundo libro de esta mini saga que de hecho...
Desean que sea de, los personajes de:
1: ¿Taehyung y Seokjin?
2: ¿Hoseok y Yoongi?
De ustedes depende amores de mi vida :)
Gracias por esperar mis actualizaciones cada mil años TwT
Beshitoss
Les amo<3
Lele♡
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