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2☑

Regresaron de la misión una semana después y Jungkook estaba más que cabreado, habían logrado cumplir su propósito, pero no resultó del todo bien. Una persona inocente resultó herida y odiaba que hubiera sucedido cuando él era quien lideraba la misión.

En una guerra, todo era posible, habían infinidades de situaciones que les podían llevar a perder una batalla e incluso a sus compañeros. Aún así, odiaba que civiles se involucraran y terminaran heridos o en el peor de los casos muertos.

Cuando regresaron a las instalaciones ya era entrada la noche así que se dirigió directo a su habitación, no se molestó en informar nada, dejó a Taehyung a cargo de ello y se perdió entre los pasillos hasta llegar a la cabaña donde estaba alojado.

Cerró la puerta con un fuerte estruendo y se dirigió a grandes pasos hasta el cuarto de baño para una ducha fría. Necesitaba relajar su cabeza antes de que explotara. Habían sido siete días de mierda y sólo quería descansar su cuerpo inundado en agotamiento.

Incluso para él, que tenía músculos proporcionalmente fuertes y podría soportar horas y horas en duros entrenamientos aquello era agotador. Quizás fuera en parte una máquina y animal en otra, pero aún así continuaba con una parte humana dentro de él.

Salió del baño con una toalla enroscada en su cintura y se dejó caer sobre la blanda superficie de su cama, no se molestó en secarse, le gustaba mantener el agua en su cuerpo para estar más fresco. Le costó trabajo quedarse dormido aún si estaba cansado, pero finalmente lo hizo.

Despertó con el incordioso sonido de la alarma a la mañana siguiente. Eran apenas las cinco, una persona normal dormiría más tiempo, Jungkook no. Tras levantarse y alistarse se dirigió a hacer su ejercicio matutino.

Lo que empezó con un simple calentamiento terminó en un recorrido a la redonda por todas las instalaciones, era sencillo ir trotando aunque fuesen más de cincuenta kilómetros a la redonda. Iba por la cuarta vuelta cuando lo vió.

Enfundado en un enorme abrigo tan rosa como su cabello, con pantunflas adorables en forma de conejito y un gorro en su cabeza como si estuviese haciendo el peor frío del mundo. Los humanos exageraban todo.

Se detuvo detallando cada pedazo de lo que sus ojos veían, era un pequeño muñequito de porcelana. Tenía la piel tan blanquecina y aterciopelada, juraba que se sentiría tan suave como se veía. Sus preciosos ojos azules como el cielo le daban un aspecto angelical y las hebras rosas en su cabello denotaban pura inocencia en él.

Hermoso, inocente y frágil.

Una presa.

Jungkook no tuvo suficiente tiempo para pensar en el hermoso chico durante la misión, y logró controlar eso que estaba dentro de él en esos días. Pero estando de pie allí observando a Park Jimin su pecho se había removido otra vez en esa intensa necesidad.

Necesidad de tener, de poseer.

Relamió sus labios pretendiendo acercarse a él, sus pies ya se estaban moviendo solos en dirección al hermoso chico rosita de labios durazno y delicadas facciones. Sus pantalones se apretaron cuando estuvo a tres metros de distancia y el delicioso aroma a caramelo que emanaba el hermoso muñequito de su cuerpecito inundó sus fosas nasales.

El chico, quien al parecer había salido a dejar algo en la basura hizo el amago de entrar a la casa. Jungkook fue testigo de como se enrredaba con sus propios pies y se caía. No tuvo tiempo de evitarlo, solo pudo presenciarlo deteniendo su andar para observarlo.

Intentó ponerse en pie y esta vez el abrigo no lo dejó, enviándolo al suelo de nuevo. No pudo resistir la risa ronca que surgió de entre sus labios al ver la torpeza del pequeño humano.

Simplemente adorable.

Jimin levantó la vista hacia la persona que se estaba riendo de su desgracia, tenía intenciones de decirle mil y una ofensas; lástima que las palabras se atascaran en su garganta cuando visualizó a Jeon Jungkook frente a él.

Se quedó sin habla detallándolo de pies a cabeza. Lucía tan bien como lo primera vez que lo vió

Vestía un pantalón militar al igual que aquel día una semana atrás. Llevaba su cabello recogido en un moño en lo alto de su cabeza, dejando las hebras mojadas y rebeldes caer en su rostro.

Se veía jodidamente sexy desde donde estaba.

Este hombre era un gigante en comparación a su diminuta figura, con grandes hombros y cuello grueso. Lleva una camiseta totalmente negra que se deforma en su cuerpo cuando sus pectorales se estiran.

Las mangas están ajustadas alrededor de sus bíceps y los tatuajes decoran todo su brazo hasta perderse debajo de las mangas. Hasta donde llegan exactamente no se puede ver, pero es increíble todo lo que muestra.

Porta unas botas increíblemente enormes, y se ven tan duras como todo él. Si antes no conseguía ponerse en pie solo, Jimin estaba seguro de que ahora teniendo semejante prototipo de hombre frente a él no podría ni respirar bien.

Para su asombro, Jungkook le brinda una de sus enormes y fuertes manos para que se ponga en pie. Estira su brazo, pero no tiene idea de donde ponerlo. ¿Debería tocarlo? Taemin había dejado clara la orden de que no podrían tener ningún contacto con ellos.

Antes de poder tomar una desición, quedarse tirado allí y seguir pasando vergüenza o tomar la mano que el sexy personaje le brindaba él lo agarró primero y lo levantó de golpe, pegándolo contra su pecho del impulso.

Aspiró el aroma varonil que llevaba encima y se sintió mareado, jamas había estado tan cerca de ningún hombre, excepto por Seokjin. Mucho menos con alguien tan enorme y musculoso como lo era él. Se sintió de gelatina atrapado contra el gran cuerpo bañando en sudor.

El frío se esfumó de su cuerpo en un instante siendo remplazado por calor y agitación. Jeon Jungkook podría romperlo con una mano y obviamente tenía miedo del imperioso hombre. Pero estaba esa vocesita en su cabeza que le rogaba una y otra vez porque pasara sus manos por el musculoso pecho.

Alejó su cuerpo siendo cuidadoso en no tocarlo de más, si se enfadaba no le iría muy bien. No esperaba para nada que algo parecido a un gruñido saliera de sus labios entreabiertos.

Levantó la vista hacia él cuando estuvo alejado unos centímetros. Encontró sus ojos bañados en un color naranja que lo dejó pasmado. Hace nada eran rojos y ahora... Era como si estuvieran bañados en fuego.

Podría haberse quedado a admirar lo hermosos que se veían así, pero estaba más preocupado por mantener más espacio entre su cuerpo y el de Jeon.

Él no dijo nada cuando Jimin dió unos pasos atrás, continuaba mirándolo con aquella mirada indescifrable. Parecía enfadado. No había hecho nada, ¿cuál sería la causa de su enfado? El primer día lo había mirado de la misma forma, intuía que no era de su agrado.

Así que tomándose el atrevimiento intentó volver dentro de su casa hogar.

ㅡ¿A dónde crees que vas rosita? ㅡAvanzó un paso hacia él, su mirada era como la de un depredador. Jimin bajó su vista no pudiendo mantenerse viendo esos ojos tan intensos.

Mala idea, se encontró con sus pantalones envueltos sobre sus musculosos muslos, el calor aumentó en su cuerpo. Jungkook se agitó y gruñó por lo bajo, tensó la mandíbula y su nariz se ensanchó. Oliendo.

¿Qué estaba...?

Oh dios, Jimin esperaba que él no pudiera oler la excitación, porque definitivamente se sentía caliente con sólo observar todo su cuerpo. Jungkook irradiaba fuerza y sensualidad y aunque nunca antes había mirado a un hombre con ojos lujuriosos, él no era como cualquier hombre.

ㅡ¿Tienes miedo? ㅡLas botas hicieron eco sobre el asfalto anunciándole que estaba caminando, pero ni siquiera tenía fuerza de voluntad o vergüenza para comprobarlo. No hizo falta, su mano tomó su mentón y levantó su rostro obligándole a mirarlo a los ojos.

Jungkook lo contempló en silencio, sin perderse el más mínimo detalle de su bello rostro, su lengua salió para humedecer sus labios, mordió el inferior tentadoramente y él quiso besarlos.

Su rostro debió reflejar sus pensamientos, porque sus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa que rebosaba en arrogancia.

ㅡ¿Quieres besarme? ㅡEstaba demasiado cerca de su cara como para que su cálido aliento chocara directo en su mejilla.

ㅡN-no. Yo no...

ㅡ¿Seguro rosita?

El miedo fluyó en su cuerpo cuando divisó el par de caninos filosos sobresaliendo de sus labios entreabiertos y quiso salir corriendo aunque sabía que sería en vano. Él podría alcanzarlo si quisiera con lo rápido que era.

ㅡNo me hagas daño. ㅡPidió, no tenía claro que era lo que quería este hombre pero si no le caía bien dudaba que en verdad deseara besarlo y no morderlo. En otro momento se hubiera reído de su propio pensamiento. Morderlo, claro, más bien sería arañarlo si era un gatito.

Un gatito grande y salvaje.

Y sexy.

ㅡNo me tengas miedo rosita, lo que menos quiero es hacerte daño. ㅡRonroneó olfateándolo sin reparo alguno. Maldito descarado que fuera un animal no le daba el derecho de tratarlo como una presa.

ㅡM-me llamo Ji-Jimin... ㅡLogró articular a puras penas. Jungkook apretó sus dedos sobre su mandíbula y lo acercó más a él. Apenas centímetros separaban sus labios.

¿Lo iba a besar? ¿A él? ¿Por qué? ¿Qué demonios le pasaba a este hombre?

ㅡSé como te llamas. ㅡGruñó rozando su nariz. ㅡPero me gusta más rosita. ¿Algún problema?

ㅡNinguno. ㅡNegó, lo mejor era no jalar la cola al gato.

ㅡBien, rosita.

Jimin gimió frustrado sin comprender que estaba sucediendo, él sólo había salido a sacar la basura y se había encontrado con un tigre jodidamente caliente y enfadado con ¿él?

El latido de su corazón aumentó al darse cuenta de que estaban prácticamente rozando sus labios. ¿Debería apartarse? ¿Pero por qué? Él era quien lo quería besar no al revés. O bueno no de esa manera, también quería besarlo, pero si alguien veía las cámaras no podrían acusarlo de ser quien se acercara antes.

Claramente no, Jungkook era quien había aparecido de la nada con su aspecto caliente y todo demandante y ahora lo tenía contra su pecho a punto de juntar sus labios. En su defensa, él era más fuerte y luchar sería en vano.

Justo cuando pensaba que tendría esos perfectos labios contra los suyos, Jungkook se apartó y enterró su cabeza contra su cuello.

Algunos mechones de su suave cabello rozaron contra su mejilla y reprimió un gemido, no sabía si era por miedo o por...

La presión en su piel lo hizo abrir sus ojos de golpe, ni siquiera era consciente de en que momento los había cerrado.

ㅡ¿Qué crees que estás haciendo? ㅡSe felicitó porque sus palabras salieron sin titubear.

Jungkook lo olisqueó más fuerte y otro gruñido salió de su garganta. Sus manos apretaron su delgada cintura y lo levantaron del suelo. Estuvo a punto de creer que lo tiraría sobre su hombro y se lo llevaría. Eso sería muy caliente.

¡No! ¡No debería estar pensando en esas cosas! Lo que debía hacer era alejarse y cerrarle la puerta en la cara.

Pero él era muy fuerte...

ㅡHueles tan jodidamente bien Jimin. ㅡFinalmente, sacó su cabeza de su escondite, unió sus frentes y lo apretó contra la pared detrás de ellos arrimándolo a la puerta de la casa.

Abrió los labios y los cerró sin saber que decir.

ㅡQue sólo quiero rasgar toda esa ropa estorbosa que llevas y saborear hasta los lugares más recónditos de tu delicioso cuerpo.

Un suave jadeo de la impresión escapó sin permiso, Jungkook movió sus manos por su abdomen acariciándolo y colándola bajo la tela, tocando su piel.

ㅡTan suave. Frágil. Sería muy fácil alzarte sobre mi hombro y tirarte en mi cama donde podría hacerte todo lo que se me antoje.

La fría mano subió tentativamente por su cuerpo rozando su pecho y sus pezones. Jimin colocó su mano sobre la suya deteniéndolo en ese lugar.

ㅡSoy un hombre. ㅡFue lo único razonable que encontró en su perturbada cabeza para inistarlo a alejarse. Él ni siquiera se inmutó.

ㅡYa lo veo. ㅡContestó, sacando su lengua y probando su sabor, lamiendo desde su mandíbula hasta su mejilla y la comisura de sus labios. ㅡImagino que debes estar tan, pero tan apretado allí abajo. ㅡSusurró en su oído atrapando su lóbulo con sus colmillos.

Su mano se movió sobre su pezón y lo atrapó entre dos de sus dedos.

ㅡApuesto que nunca te han tocado allí. ¿No es así? Jimin. Imagina, tener algo grande y grueso enterrado dentro de tí presionando en todos los lugares correctos, gemirías de puro y crudo placer cariño. ¿Quieres tocarme? Se que te gusta mi cuerpo tanto como a mí el tuyo.

Jimin gimoteó negando, abrumado por cada descarga eléctrica que recorría su cuerpo a medida que su mano hacía énfasis sobre su protuberancia erguida y sensible al tacto.

ㅡ¿No nene? Seguro de que no quieres saber que se siente tenerme moviéndome sobre tí. Probándote, saboreando tu sabor y tocando con mis duras manos esa hermosa piel de porcelana que tienes. Cómo se sentiría tomarme en tu interior y estrangular mi miembro con tus calientes paredes. Uhm... A mí me suena fantástico. Se me hace agua la boca de solo imaginarlo.

ㅡEsto... Esto no... Es- está... ㅡBalbuceó enrredando sus dedos en las hebras oscuras intentando sujetarse a algo. Estaban en medio de la acera donde cualquiera podría verlos. Debería estar empujándolo lejos pero sólo se aferraba a su cabello imaginando sus palabras en su mente.

Sería, sería fantástico. Si así era en una fantasía, realmente quería saber como se sentiría en la vida real.

¿Prohibido? ㅡJungkook rió negando y mordisqueando su cuello con la punta de sus caninos.

ㅡSí.

ㅡEso sólo lo hace más emocionante cariño. Nadie tiene que saber de esto, será un pequeño secreto entre tú y yo bebé. Nadie tiene que saber que seré yo quien tome tu pequeño y apretado agujerito nene.

Quizás... No era tan mala idea después de todo, si él lo proponía era por algo y, Jungkook tenía un método de persuasión demasiado efectivo. O él era demasiado débil y curioso...

ㅡEres tan inocente Jimin. ㅡDejó de jugar con su cuello y volvió a su boca, esta vez no se detuvo. Se aprovechó de él como si fuera un juguete de su propiedad. Invadió su boca como si le perteneciera desde siempre.

Su pecho se agitó y un gruñido escapó desde lo más hondo de él cuando su lengua violó la cavidad  suave y dulce del hermoso humano encerrado en sus brazos. Presionó su cuerpo contra el suyo hasta casi dejarlo sin aire.

Sin dar tregua para respirar. Saboreó cada mínimo lugar dentro de su boca a su antojo, sentía el calor recorrer y llenar cada parte de su cuerpo, toda su sangre corriendo al sur, llenando su polla, la presionó contra su muslo para que supiera como estaba por él.

Por un humano.

Su humano.

El animal lo quería. Y él también.

Jimin sólo permaneció allí, recibiendo, aceptando gustoso todo lo que le estaba dando. Receptivo hasta al más pequeño toque en él, a sus manos enterradas en la blanquecina piel de su cintura y a su lengua rasposa y dura arrasando con su cordura.

Jungkook se separó con un gruñido feroz cuando Taehyung se metió en su cabeza de nuevo llamándolo. Jimin no entendió que había pasado, él sólo quería seguir besándolo.

Con un suspiro inconforme, Jeon lo dejó ir suavemente. Su pulgar acarició su mejilla, la mirada hambrienta no despareció de sus ojos.

ㅡCreo que eso es suficiente respuesta. ㅡMusitó entre divertido y agitado aún. Jimin se limitó a mirarlo con las mejillas más rojas que los ojos contrarios y labios brillantes. Bien besados.

Jungkook le guiñó un ojo coqueto y relamió sus labios antes de alejarse.

ㅡEsto no va a quedarse aquí rosita. ㅡDijo, con una última mirada que prometía muchas cosas, buenas para ambos. ㅡYa nos veremos luego.

Jimin tomó aire sin poder creerse lo que había sucedido. Jungkook desapareció en un abrir y cerrar de ojos de su campo de visión y él se dejó caer contra la puerta de nuevo con el corazón en la boca y su cuerpo ardiendo en deseo.

Jodida mierda.

😳Qué es eso señor 👀

¡Buenas! Lo prometido es deuda así que aquí les dejo el capítulo tal y como eligieron ustedes 😽

Como dije esto es una historia corta e intensa🙊 so, las cosas se van a descontrolar muy~ rápido por aquí. Jajsjsjs espero que les guste.

Déjenme saber sus comentarios.
¿Les gusta este Jungkook? Porque a mí me encanta, y tendremos unos más intensos en los dos libros siguientes de esta mini saga.

He dicho todo. Nos leemos. Los ama 💗🌹

Lele♡

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