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*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantasma se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*

Capítulo II: Los periodistas son un estorbo

Narra Moony :

C

uando el último invitado se marcha, dejando tras de sí el eco de risas, murmullos y brindis, el silencio de la mansión Wayne resulta casi ensordecedor.

Estoy acostumbrada al bullicio de Gotham, al ruido constante de la ciudad que nunca duerme.

Pero aquí, entre los pasillos inmensos, los techos altos y el aire cargado de lujo, el silencio parece opresivo.

Bruce fue amable, siempre lo es, supongo que es una de las cosas que me gusta de él

Antes de retirarse, me entregó un pijama sencillo, nada demasiado llamativo pero cuando me lo dio sonreí porque yo le conté que no me gustaban esas cosas, aunque la tela suave al tacto grita que es caro y me indicó dónde estaría mi habitación.

---No tienes que preocuparte por nada esta noche, Moony ---dijo con ese tono calmado y seguro que parece llevar siempre consigo

---- puedes llamarme Lily, bueno Lilith es mi nombre, no hace falta que me llames Moony--- le confesé y en el fondo hasta yo me sorprendi, era la primera vez que le decía mi nombre a alguien que no eran los rectores de la universidad

--- lily, es un nombre precioso, igual que la dueña--- me dijo y no pude sonrojarme más

--- ya empezamos siendo cursi--- le digo en tono de broma y él se encoje de hombros

--- buenas noches lily--- me dice alejándose de mi

Asentí, agradecida por su consideración

Me había asegurado que Alfred me trataría con el mismo respeto que a él.

Era un gesto pequeño, pero que significaba mucho para mí

Sin embargo, estar sola en esa habitación gigante resultó ser más abrumador de lo que pensé.

A pesar de la comodidad de la cama y el silencio absoluto, no podía dormir.

Mi mente estaba llena de pensamientos, preguntas, dudas.

Todo esto aún se sentía irreal, como si estuviera viviendo dentro de una película.

Finalmente, decidí que necesitaba aire.

Salí al jardín, envolviéndome en una bata sobre el pijama.

El aire nocturno era fresco, con una ligera brisa que llevaba consigo el aroma de las flores que bordeaban los senderos de piedra.

Caminé hasta encontrar un lugar bajo un árbol grande y majestuoso, con ramas que parecían extenderse hacia el cielo como si quisieran alcanzar las estrellas.

Me senté apoyando mi espalda contra el tronco, dejando que la calma del lugar me envolviera.

Miré hacia arriba y me quedé absorta en el espectáculo que tenía frente a mí.

Las estrellas, esos puntitos brillantes tan bonitos

Brillaban con una intensidad que jamás había visto.

En Gotham, el cielo nocturno siempre estaba cubierto por una capa de humo, contaminación y luces de neón

Pero aquí, lejos de la ciudad, cada estrella parecía contar una historia, cada constelación un secreto.

Me perdí en ese cielo, en su inmensidad.

Pensé en lo pequeña que era mi vida en comparación con el universo que se extendía más allá de mi comprensión

¿Cómo había terminado aquí, en este lugar tan ajeno a todo lo que conocía?

Entonces, escuché pasos suaves acercándose

Giré la cabeza rápidamente, sobresaltada, y ahí estaba Bruce.

Llevaba una camiseta gris y pantalones de pijama oscuros, su cabello ligeramente desordenado, como si hubiera estado dando vueltas en la cama sin lograr dormir aunque aún así se veía bien

Joder siempre se veía bien

---¿Te asusté? ---preguntó con una pequeña sonrisa, pero sus ojos reflejaban algo más: curiosidad, tal vez preocupación.

---No esperaba verte aquí ---respondí, tratando de ocultar mi nerviosismo y más por el hecho de estar em pijama

Él se acercó y, sin pedir permiso, se sentó a mi lado, apoyando su espalda contra el mismo árbol.

---Yo tampoco puedo dormir ---admitió después de un momento, mirando hacia el cielo como si entendiera perfectamente por qué estaba aquí.

La cercanía me ponía nerviosa.

No porque no confiara en él, sino porque todo esto era tan extraño para mí

¿Cómo se supone que debía comportarme con mi "esposo"? ¿Qué se suponía que debía decir?

Tal vez, hola amor ¿como te fue la noche? No, parezco una de esas esposas de la televisión

---¿Estás bien? ---preguntó de repente, girando la cabeza para mirarme.

Suspiré.

---No lo sé ---respondí con sinceridad--- Todo esto aún se siente como un sueño, o más bien, como si estuviera viviendo la vida de otra persona.

Bruce asintió lentamente, como si entendiera exactamente a qué me refería.

---Es un gran cambio, lo sé ---dijo---Pero no tienes que cargar con todo tú sola, Moon... Lily, quiero decir, esto es un acuerdo, y estoy aquí para ayudarte.

No pude evitar reírme, aunque no era una risa feliz.

---Lamento haberte metido en esto--- responde

Bruce negó con la cabeza, su expresión seria pero tranquila.

----No tienes nada que lamentar, si algo he aprendido en estos últimos años, es que la vida rara vez sigue el camino que planeamos---- me dice--- Siempre supe que, en algún momento, tendría que hacer algo... inesperado, no pensé que sería casarme a los 20 años, pero aquí estamos.

Sus palabras me sorprendieron....

No había enojo ni resentimiento en su voz, solo una aceptación tranquila de la situación.

---¿De verdad no estás molesto? ---pregunté, dudosa.

Bruce sonrió ligeramente.

---Los medios y los periodistas pueden ser muy desagradables--- admite---Entiendo por qué sentiste que no tenías otra opción.

Las palabras "medios" y "periodistas" despertaron un recuerdo incómodo en mi mente.

El día que todo cambió comenzó como cualquier otro.

Después de una jornada interminable en la universidad, salí agotada, con la mochila llena de apuntes y mi cabeza dando vueltas sobre los exámenes que se acercaban, además de que tenía que irme a la cafetería y por la noche tenía doble turno en el club

El sol ya había caído, y las calles de Gotham estaban teñidas con el resplandor anaranjado de las farolas.

Cuando llegué a casa, no esperaba encontrar nada fuera de lo común.

Mi madre, en su estado habitual de abandono, apenas levantaba la mirada del sofá cuando entraba.

Pero ese día fue diferente...

El aire dentro de nuestro pequeño apartamento estaba cargado de un hedor químico que conocía demasiado bien.

Mi madre estaba tirada en el suelo de la sala, su cuerpo frágil e inmóvil.

----¡Mamá! ---grité mientras corría hacia ella.

Su piel estaba pálida, casi translúcida, y sus labios tenían un tinte azul.

Busqué desesperadamente un pulso en su muñeca, y cuando finalmente lo encontré, era débil, apenas perceptible.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, el pánico apoderándose de mí.

No tenía idea de cuánto tiempo llevaba así ni qué había consumido esta vez.

Mis conocimientos de medicina no eran suficientes para enfrentar algo como esto. Necesitaba ayuda, y la necesitaba rápido.

Salté de pie, tomando el poco dinero que quedaba en mi bolsillo, y salí corriendo hacia la farmacia más cercana.

Mis pies apenas tocaban el suelo mientras corría por las calles, mis pensamientos completamente centrados en conseguir algo, cualquier cosa, para ayudar a mi madre

Aunque se que ella luego siempre prefiere a su camello

Fue entonces cuando alguien apareció frente a mí, deteniéndome en seco.

---Moony--- escuche que me llamaban

La voz me resultaba familiar, pero en mi estado de pánico, apenas podía concentrarme.

Era Bruce

---¿Qué estás haciendo aquí? ---le solté, mi tono más brusco de lo que pretendía.

---He estado siguiéndote ---admitió, su mirada sincera--- Quería volver a hablar contigo.

Mi corazón seguía latiendo con fuerza, pero no por las razones habituales.

----Bruce, no puedo hablar ahora, ¿vale? Tengo que llegar a la farmacia, tengo...--- no podía apenas apenas hablar

Él frunció el ceño, notando mi estado.

---¿Qué ocurre? ¿Estás bien?--- me pregunta parecía ¿preocupado por mi?

---¡No importa! ---respondí, pasando junto a él con intención de seguir mi camino.

Entonces, algo llamó su atención---Llevas el anillo--- me dice sorprendido

Me detuve, sin darme cuenta de que todavía lo tenía puesto.

Había sido un regalo inesperado, y aunque no lo usaba con frecuencia, ese día lo había llevado por simple inercia, y se lo mostré

Bruce sonrió, su expresión iluminándose.

---Te queda bien ---dijo suavemente---Me alegra que lo uses, me encanta como se te ve

---No quiero perderlo--- admití, aunque mi tono aún era nervioso --- Nunca he tenido una joya antes, y... bueno, me gusta tener algo bonito, ¿vale?

Él asintió, sin dejar de mirarme con esa mezcla de fascinación y calidez que siempre me desconcertaba.

Pero no tenía tiempo para explicaciones. Intenté seguir mi camino, desesperada por llegar a la farmacia antes de que fuera demasiado tarde, cuando de repente, un ruido detrás de nosotros me hizo detenerme.

De la nada, un grupo de periodistas apareció, cámaras y micrófonos en mano, todos dirigidos hacia Bruce.

Gritaban su nombre, lanzando preguntas sin parar.

---¡Bruce! ¿Es verdad que estás comprometido?--- preguntaban

-¿Quién es esta chica? ¿Es ella tu prometida?--- me decian

-¡Hemos visto las fotos del anillo! ¿Cuándo será la boda?--- seguían hablando

Mi estómago se hundió.

¿De qué estaban hablando? ¿Cómo sabían sobre el anillo?

El caos era abrumador.

Intenté escabullirme, pero de alguna manera, las cámaras comenzaron a apuntar hacia mí.

----¿Cómo te llamas?--- me decian---¿Eres la prometida de Bruce Wayne? ¿Es verdad que estás estudiando medicina?

Cada pregunta era como un golpe, y mi mente seguía centrada en mi madre, en lo que necesitaba hacer

En un intento desesperado por escapar, solté lo primero que se me ocurrió.

---¡Sí, soy su prometida!--- dije y me di cuenta que lo fastidie todo

El mundo pareció detenerse, por favor que la tierra me trague

Los periodistas se quedaron en silencio por un segundo antes de que el ruido regresara con más intensidad.

Pero yo no estaba mirando a los reporteros; estaba mirando a Bruce, que se había quedado inmóvil, sus ojos fijos en mí.

Su expresión era imposible de leer.

¿Estaba molesto? ¿Confundido? ¿Decepcionado?

Mi corazón se hundió aún más cuando me di cuenta de lo que acababa de hacer.

Bruce dio un paso hacia mí, apartando a los periodistas con una calma impresionante.

---Sí, es verdad---dijo con una voz firme que cortó el ruido de inmediato poniendose frente a mí---Ella es mi prometida.

Lo miré, incrédula. ¿Por qué estaba apoyando mi mentira? Pero antes de que pudiera decir algo, él me hizo una señal con la cabeza, indicándome que me fuera.

----Haz lo que tienes que hacer y ve a ayudar a tu madre, yo los entretengo ---murmuró lo suficientemente bajo para que solo yo lo escuchara.

No lo dudé.

Aproveché la confusión para escabullirme y correr hacia la farmacia, sintiendo el peso de lo que acababa de ocurrir.

Esa noche, después de conseguir el medicamento y estabilizar a mi madre, no pude dejar de pensar en Bruce.

En cómo había manejado a los periodistas, en cómo había apoyado mi mentira sin siquiera dudarlo.

Había arruinado su reputación con una palabra, y él no solo me había perdonado, sino que me había protegido.

Miré el anillo en mi dedo, recordando cómo comenzó todo.

Jamás pensé que un objeto tan pequeño podría cambiar tanto mi vida.

Y, sin embargo, aquí estaba, con la certeza de que mi vida nunca volvería a ser la misma

El silencio volvió a caer entre nosotros, pero esta vez no era incómodo.

Ambos miramos hacia el cielo, hacia las estrellas que seguían brillando con una intensidad que no podía ignorar, ambos parecíamos recordar el momento donde todo esto empezó

----¿Te gusta estar aquí? ---preguntó Bruce después de un rato--- podría hacerte un banco o ponerte una manta para que sea tu sitio especial y puedes invitarme claro

---Es hermoso ---respondí, dejando que mi mirada vagara por el horizonte---Nunca había visto las estrellas así

---Son increíbles, ¿verdad? ----dijo él, con una sonrisa que podía escuchar en su voz--- Creo que a veces olvidamos lo grande que es el mundo fuera de Gotham.

Me recosté un poco, dejando que la hierba fresca tocara mis manos.

---Es extraño, pero... aquí me siento más pequeña, pero también más tranquila--- Le confieso--- Como si todo lo que me preocupaba en Gotham fuera tan insignificante en comparación con esto.

Bruce no respondió de inmediato, pero cuando lo hizo, sus palabras fueron suaves, casi un susurro.

---Tal vez eso sea bueno, tal vez este sea el lugar donde podamos empezar de nuevo--- me dijo con una sonrisa

Lo miré, sorprendida por la sinceridad en su voz.

Él me dio la mano y dejó un beso en mi mejilla que me hizo sonrojarme pero también me hizo sentir cosas que nunca antes había sentido por nadie

Y aunque todavía tenía dudas y preguntas, en ese momento, bajo ese cielo estrellado, me permití creer que tal vez tenía razón

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Capítulo dos publicado ✅️

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¿Que les ha parecido el capítulo?

Os dejo unas fotos de ellos dos:

Gracias por todo su apoyo de verdad

Espero que les guste tanto leer esta historia como a mi escribirla

Espero que disfruten y nos vemos pronto en el siguiente capítulo 👋 ♥️