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Capítulo 53: Asi se Siente Tener El Corazón Roto.

Budo, aún con dolor insoportable, estaba apoyado en un pie y en la pared mientras sostenía la katana.

- D-dijiste que solo saldrían dos. Ninguno de esos dos serás tu, maldito monstruo-.

"Monstruo
Monstruo
Monstruo...".

Budo estaba cojo si, pero sus ganas por acabar con esto le daban fuerzas. Deseaba terminar ya con Megamo Saiko.

El de pelo lavanda se notaba aterrado por primera vez cuando lo ultimo que vio fue al pelinegro acercarsele con la katana. Luego hubo un grito.

- ¡MALDITO! - su camisa se teñia de rojo poco a poco y un dolor punzante en su hombro lo hizo caer en cuestion de segundos. Ayano rápidamente aprovecha para acercarse a él y ver el brazalete en su mano tecnológico, dedujo que este era el que manipulaba las puertas. Entonces ella presiono todos los botones que pudo desesperada por encontrar el que abria las puertas.

De repente, escucho el sonido de unas cadenas caer con fuerza y miro en esa dirección.

- Gracias... - murmuraba débilmente Taro liberado. He aqui otra carga para Ayano, otra vida que salvar.

Con frustración intento arrancar el brazalete de Megamo pero este se las arreglo para extender, con mucho dolor, su otro brazo con el hombro herido y la sostuvo del cabello. Budo al ver esto giro un poco mas la katana haciendola profundizarse más en el Saiko. Entonces le soltó el pelo, ella en ese momento habia tocado un botón azul que, gracias al cielo, abrio la gran puerta. De un tirón ella le logro quitar el brazalete para asegurarse de que no les cuerre la puerta.

- ¡No! -grito sosteniendo su homrbo cuando Budo retiro la espada - Si sales por ahi ¡Te vas a arrepentir, Ayano! ¡¿Me escuchaste?! ¡Te vere rogar por mi! -.

En ese momento Budo tenia intenciones de clavarle nuevamente el arma al hombre en el suelo pero Ayano lo detuvo haciendole una seña para que vaya y ayude a Taro a ponerse de pie.

- ¿Fue esta la mejor manera para ti, Megamo? No puedes obligar a nadie a amar. Yo jamas hubiera querido que esto termine asi- toma una respiración larga - Si te hubieras comportado de una manera mas comprensiva y menos violenta todo seria diferente... Espero de todo corazón que almenos en la cárcel puedas arrepentirte algún dia de todo el daño que haz hecho-.

Megamo la miro alejarse y ayudar a Budo y a Taro cada uno en cada hombro decididos a salir. No pudo evitar recordar su primera vez besandola, cuando la molestaba en secundaria, cuando la llevaba a salir, cuando se la encontro después de año y su primera noche juntos... Y justo ahi se dio cuenta que era tarde para intentar solucionar todo. Ella fue como un vaso de cristal que él rompió y seria difícil repararlo. Pero él nunca fue tanto de arrepentirse. Entonces su mente le dio una mala jugada dandole escenarios donde todas las cosas que él hizo con ella serian ahora junto a Budo, él se la arrebato.

Ella sonreíria con el y Megamo preferia morir antes que eso pase. Como pudo intento seguirlos.

Su corazón se sentía débil a pesar de que latia. Hubiera deseado ser apuñalado ahi y simplemente morir. Se sentia triste al perder al "amor de su vida". La va a extrañar mucho. Cada momento juntos... Su corazón estaba roto. Ella lo rompió.

Se arrastró todo lo que pudo, tal vez si luchaba un poco más podria traerla de vuelta ¿verdad?

(...)

Podia ver la luz filtrarse cerca, la mujer seguia avanzando con ambos hombres feliz. Parecia escuchar muchos autos y motos ¿Donde estaban específicamente? Ha estado caminando por este tunel oscuro un largo rato con el corazón con latidos veloces, jadeos que hacian notable su cansancio y temblores en todo el cuerpo.

Después de unas pisadas más ella pudo contemplar el brillo del Sol deslizarse por su rostro. Se sentia a salvo. Ella vio a Taro lanzarse en la acera y llorar de alivio, ella no sabia cuano habia estado él shi pero si era desde su desaparición... Era mejor darle su privacidad disfrutando su libertad. Ella no olvidaba lo más importante: pedir ayuda.

Al observar el entorno se dio cuenta que siempre estuvieron en la ciudad solo que en un lugar bastante debajo de ella. Salieron como si fuera de una estacionamiento subterráneo y cruzaron por una puerta al salir. Megamo lo tenia todo planeado, absolutamente todo. Les hizo creer que estaban en un lugar apartado de la sociedad que aunque salieran nadie iba a estar fuera ñara recibirlos, resulto todo lo contrario.

El bullcio fue lo segundo en saludarla al volver a la civilización. Estaba mas tranquila sabiendo que si estaban en la ciudad es muy probable que atiendan mas rápido a Budo.

La fémina y Budo se miraron con una sonrisa leve y entendieron que todo esto simplemente los uniría más.

Budo si tenia sus dudas sobre estar con ella pero después de verla arriesgar su vida e incluso su independencia tan valiosa por él fue suficiente para hacerlo escoger la opción de quedarse a su lado.

Aunque ahora lo importante era llamar por ayuda.

- ¡Ayuda! ¡Alguien, por favor! -gritaba Budo mientras su pierna aun seguía sangrando y Ayano lo ayudaba a estabilizarse de pie.

Pero entonces, ahi en sus brazos Ayano se desvanecía.

Budo horrorisado pedía ayuda a los transeúntes quienes rápidamente llamaron al 911 informando sobre 2 personas gravemente heridas (Budo y Taro), y una desmayada.

Ayano tenia los ojos cerrados, por unos segundos escuchó el escándalo y luego todo se volvio negro.

(...)

Peep, peep, peep.

Escuchaba el sonido del monitor cardíaco y los pasos de personas pasando cerca de ella. Abrió los ojos con lentitud dandonde cuenta que estaba en un hospital.

- Qqu bueno que despiertas, Aishi. Tu familia ha estado todo el día esperando por ti-.

Ella miro al dueño de esa voz; un enfermero de pelo rosado y apariencia tierna se encargaba de revisar el suero. Ella notó que tenia una bata azul de paciente puesta.

- ¿Qué me... -.

- Oh, te desmayaste- decía el hombre con guantes de latex mientras cambiaba el suero - Este es uno que te aliviará más - ella se quedó en silencio - Las causas más frecuentes de desmayo son: Emociones fuertes: miedo, el dolor intenso, estrés emocional, angustia... -.

El hombre seguía hablando un rato sobre causas de desmayos y los que él vivió.

- Pero no te preocupes, ambos estan bien-.

Ella estaba aliviada y asustada por un lado ¿A quién más se refería? ¿Alguno de los dos murio? Budo o Taro... Antes de que pueda preguntar el homvre siguió hablando.

- Mareos o la sensación de desmayo es un síntoma normal durante el embarazo. Es más frecuente en el primer trimestre, pero puede sentirlo durante todo su embarazo-.

Entonces ella quedo fría. Veía todo en cámara lenta y ahora estaba segura de que se desmayaria nuevamente.

- Oh, no, no, no. Por favor, calmate. Te dejare procesar esto y te dare privacidad. Pero no comprometas más tu salud- el joven le indicó con una seña que inhale y exhale y se quede más tranquila - Mi nombre es Mujo Kino, estaré al tanto de ti hasta que te estabilices -.

- Por favor, dime ¿Budo esta bien? - pregunto en un hilo de voz.

- Todos los heridos que vinieron contigo estan siendo atendidos por los mejores doctores-. Bien, eso la tranquiliza.

Lo vio irse, ella solo miraba al techo sintiendo que su mundo se caía ¿Embarazada? Solo estuvo con una persona...

¿Cómo iba a tener un hijo de quien la daño tanto?

Sus mejillas se humedecieron por las lagrimas cristalinas que delataban su tristeza. Quizás ni la terapia le permita superar tantos hechos traumaticos.

Con rabi, sus manos se apretaron en un puño y golpeo la camilla, luego, se estrujo los ojos con fuerza. Gritaba en silencio. Abria su boca pero solo salían pequeños jadeos.

Definitivamente se creyó la mujer más desafortunada de Buraza Town.

(...)

Horas antes.

Pocas veces ha sentido cosas genuinas en su vida más allá del deseo de venganza y celos o el amor por su esposo. Incluso, sentir por su hija le era difícil pero no imposible. Desde que recibió esa llamada fue como si algo dentro de ella despertará y la hiciera caerse con fuerza. Su hija, su unica hija, estaba en el hospital de emergencia pues escapó de un secuestro.

Ella se acercó a su esposo quien seguia en recuperación.

- Por favor, dejame ir Ryoba-.

- Lo siento cariño, pero esta vez debes quedarte a descansar- le dijo con suavidad acariciando la cabeza de su esposo.

- ¡Pero somos sus padres, debemos estar ahi! - dijo alterado el pelinegro.

- Y lo estaremos. Solo que uno de nosotros ira en representación del otro y esa sere yo- dijo para después darle un beso en la frente a su esposo y retirarse de la habitación dejanlo completamente sorprendido.

Ahora su semblante mostraba con naturalidad su preocupación por Ayano. ¿Quién seria tan basura para meterse con su familia?

Apretó su mano formando un puño; le haria pagar cada segundo de sufrimiento a su hija al culpable.

(...)

- Ayano, no te tardes tanto- una voz masculina le gritaba.

Ella estaba con una apariencia más mayor y formal. Estaba arreglando el dobladillo de un pequeño de pelo blanco de unos 5 años quien se quedaba quieto.

- Escucha, cuando lleguemos debes obedecer mucho a tu papá y a mi ¿Ok? Lo que menos deseo es que rompas algo- luego al terminar, le sonrió con dulcura y acarició su cabello peinandolo en el proceso - Te amo-.

- ¡AYANO! - escucho un grito desgarrador.

Miro hacia la puerta alarmada viendo como desde debajo de esta salia mucha sangre repentinamente. Con miedo, sostuvo la mano de su hijo y lo apreto contra ella.

De repente, la puerta se abrio y lo que vio la hizo gritar y cubrir de inmediato al niño.

Su pelo color lavanda estaba desordenado y su lujoso traje estaba magullado y con manchas de sangre por todas partes.

- Nunca podrás escapar de mi. De lo que somos, siempre tendrás algo de mi-.

Corrió hacia ella y la fémina por instinto solto al niño y le indico aue corra mientras trataba de alejar a Megamo de ella. Muy ágil, el la acorralo y sus manos le rodearon el cuello.

- Por favor, basta. Tengo un hijo. Piensa en todo el dolor que le darás a un pequeño y a ti mismo matandome. Sueltame ¡SUELTAME! - se desespero y justo ahi Megamo tomo su cabeza y la pego repetidas veces contra el muro.

- ¡AH! - se despertó de repente Ayano nuevamente en la sala del hospital. Ha estado ahi unos 5 días. Sintió el punzante dolor de cabeza que se ha vuelto su amigo unico. Miro a su alrededor todo oscuro y su muñeca aun recibiendo suero. Hace 3 dias había tenido una crisis antes de ser dada de alta y tuvo que quedarse internada nuevamente.

Cada noche ha tenido pesadillas ocasionadas por sus traumas con Megamo. Con miedo se toco el vientre. No deseaba volver a decaer pero es imposible contener su miedo y sus sentimientos... A pesar de saber que Megamo estaba debatiendose entre la vida y la muerte en un hospital siendo vigilado constantemente por policías que esperan a su recuperación para apresarlo.

Un dolor ardiente la llenaba. Pero no era algún órgano o alguna parte de su cuerpo. Sus lágrimas caían demostrando su grave herida mental. Estaba rota.

Desde que recibió la noticia de su embarazo se ha debatido entre tenerlo o no. Pero su lado amable no fue capaz de ser apagado a pesar de sufrir un infierno, quizás con unas buenas sesiones de terapia... Ha estado cuidándose todo lo que puede esperando a poder salir del hospital.

Su padre la ha llamado cada día y noche y su madre solo la llama una vez al día pero ha sido suficiente, aún no les ha contado nada del embarazo y cada que intenta decirlo sus nervios se apoderan de ella y no puede hablar.

Sus mejillas húmedas dejaban deslizar fácilmente las lágrimas cristalinas hasta la barbilla y luego a la camilla.

Extraña a todos, extraña mucho hacer pasteles con Amao y discutir con Osano, extraña la inocencia de Hanako y la seriedad de Osoro. Cada uno de sus amigos que probablemente ni saben lo que le pasó porque ni siquiera se ha contactado con ellos. Solo con Kiba y le hizo prometer no hablar con los demás. También extraña a Budo pero almenos la tranquiliza aue él esta siendo tratado.

Y más que nada desearia estar con su padres. Nunca deseo tanto estar con ellos y ser abrazada, poder sentir que almenos podría tener una vida "normal" después de todo.

Solo le quedaba en la soledad de la noche llorar y esperar a dormir. No queria volver a decaer y arriesgar la vida del bebé más, que de milagro sigue vivo.

(...)

Entre sueños escucho unos murmullos y pisadas que la alertaron. Con lentos parpadeos abrio los ojos detenidamente.

- Vamos, uno, dos y... ¡Tres! - gritaba una voz conocida - ¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti! ¡Cumpleaños, Ayano! ¡Cumpleaños feliz! EH- cantaban todos al unísono mientras aplaudían. Ayano abrió los ojos completamente con una sonrisa mientras con sus manos tallaba su ojo izquierdo para acostumbrarse a la luz.

Pudo identificar a Amao sostenido un pastel pequeño blanco con rosa con un:"Feliz cumpleaños, Ayano" y el número 20 el velitas. Osano estaba aplaudiendo, a su lado estaba Hanako felizmente sosteniendo unos globos. En una esquina estaba Osoro en silla de ruedas y Kiba era quien estaba detrás de la silla.

Nunca se hubiera imaginado a personas tan distintas unidas por una sola persona.

- Vamos, apaga las velas- le dijo Amao acercandole el pastel.

Ella entonces se acomodo y lo hizo. Lo unico que deseaba era poder tener una vida normal después de todo. Los miro nuevamente. Sabía muy bien que quien los informo fue Kiba. Y a pesar de no estar haciendo nada malo se sentía terrible, ellos estaban aquí apoyandola y ella no les habia dicho nada por la vergüenza que la lleno.

Comenzó a gimotear y a llorar a mares mientras se tapaba la cara con ambas manos.

- No, no. Por favor, no llores- se apresuró a decir Amao dejando el pastel a un lado de la camilla.

- Lo lamento mucho Ayano. Cuando me contaste tuve que abandonar todo. No puedo dejarte sola, eres mi amiga casi mi hermana. Tampoco dejaria a los demás sin saber- dijo suavemente Kiba posicionándose a su lado y acariciando su cabeza - No somos amigos entre nosotros pero tú eres quien nos une. Nunca te hubieramos dejado sola-.

- Estuviste para mi cuando tuve mi accidente- dijo Osoro. Ella sabía que él trataba de decir con eso que como estuvo para él, él debe estar ahí con ella.

- Cuando me enferme por intoxicación estuviste conmigo - dijo Osano.

- Hiciste cosas aquí por cad uno de nosotros. No te dejaremos sola con esto-. Ayano quito las manos de su rostro y los miro jadeando, Kiba deslizo su mano a la de ella y la aoreto reconfortandola.

- Además, te necesito después para organizar el Baby Shower- dijo animadamente Hanako.

- ¡¿También dijiste eso?! - dijo ella alarmada a Kiba.

- Si, si. Lo siento, no me mates, please- se protegió con sus manos.

Ella sonrió. Almenos se lo tomaron bien.

- Eh, chicos. El tiempo de visita ha terminado y es momento de administrar su medicina - decia el enfermero de pelo rosa cuando entro.

- Ah, espere ¿Ella puede comer pastel, verdad? -pregunto el castaño.

- Hm, si. Asi es - respondió Mujo Kino amablemente.

Amao entonces corto un pedazo de pastel y se lo entrego a Ayano. Luego, le dio un beso en la frente.

- Espero que te mejores, Ayano -.

Y asi cada chico fue saliendo después de despedirse y haber pasado un momento tan corto pero hermoso junto a ella.

- ¿Ves lo importante que eres? Tienes un montón de amigos que se preocupan por ti -.

Desde que despertó ahi su única compañía más cercana a amistad había sido Mujo Kino. El ha sido muy amable y comprensivo con ella.

- Si, me siento muy feliz ¿Cuándo crees que pueda ser dada de alta? -.

- Probablemente mañana. Te veo mucho más estable y sana ¿Qué harás cuando salgas? - La termino de medicar.

- No estaba segura ayer, pero ya lo he pensado. Cuando salga, me hare estudios para saber el sexo del bebé y le haré una bonita habitación - dijo con ilusión mientras acariciaba su vientre.

- Te deseo lo mejor con eso. Sé que será dura la vida pero... -.

- Estoy dispuesta a golpear a la vida-.

Mujo sonríe carismático - Esa es la mejor forma. Por cierto, feliz cumpleaños Ayano -.

Y salió de la habitación.

(...)

Para quienes la han llegado a conocer tenian claro que saber que pasaba por su cabeza era completamente difícil. Ryoba no era como las personas normales, siempre fue alguien especial. Aveces nisiquiera ella misma sabe como funciona su cerebro pero recientemente ha identificado que sus acciones siempre fueron egoístas. Tuvo que ver como su esposo, lo aue mas amaba iba a morir pero el golpe de realidad le dio cuando vio que Ayano, su única y despreciada hija, fue quien pago la operación de su padre.

Ahi se dio cuenta que solo otra persona aparte de ella ama realmente a su padre y no era necesario tener celos de ella. Su hija, la aue nunca creyo capaz de nada fue incluso más capaz que ella en ese momento.

Ryoba aparte de sentirse feliz por que la vida de su esposo fue salvada se sintió en gran parte vacia y decepcionada de si misma. Por fin, entendía que no fue justa con su hija y ahora lo que más deseaba era su perdón.

La preocupación que la rodeo al enterarse de su estado la incentivo a poder disculparse lo más pronto posible.

Ahora estaba de pie con la mano en la manija de la puerta que daba a la habitación donde estaba Ayano sanando.

Respiro profundamente una... dos... tres y cuatro veces antes de abrir la puerta.

Allí la vio sentada en la camilla con un platillo vacío con migajas de pastel y una pequeña cuchara encima. Inmediatamente ella miro a la mujer quedando paralizada.

- Ma... - Se tapo la boca de la sorpresa para luego destapar y seguir - ¡¿Mamá?! -.

Para Ryoba era tan duro como ver dos miembros de su familia en batas de hospital con suero conectado para estabilizarlos. Vio a Ayano y por un momento pudo divisarse a ella misma una joven Ryoba en una cama de hospital con una bebé recién nacida entre sus brazos mientras la mesia lentamente con Ayato junto a ella.

La mujer inmediatamente imito la acción de su hija tapandose la boca de la sorpresa solo que sus ojos se llenaron de lágrimas y ella se dejo a si misma llorar mientras se apresuraba a acercarse a Ayano. Entonces, ambas conectaron. Un abrazo silencioso pero a la ves tan ruidoso fue lo siguiente que sucedio. Con todas sus fuerzas gritaba "amor".

Ayano ama a Ryoba y Ryoba ama a Ayano.

- Sé que no hay forma de regresar en el ti-tiempo y solucionar todo lo q-que hice. Pero estoy a-arrepentida. Lo siento tanto, hija. Yo te a-. Fue interrumpida.

- Yo también te amo mucho, mamá. También te amo. Siempre te perdone por cualquier cosa desde antes- soltó la pelinegra apretando el abrazo de su madre - Sé que siempre me haz amado. Yo nunca he dejado de amarte a ti. Te perdono, tú y papá son mi familia -.

La señora Aishi se apartó un poco de ella y la miro con tristeza y aparentemente rota por las palabras de su hija. Esperaba más que la aborrezca.

- Estoy más estable. Probablemente me den de alta mañana - dijo ella intentando hacer otra conversación con su mamá sin tener que llorar, queria ponerla al día.

- ¿Y qué hay de... El Saiko? - pregunto la mujer cambiando a preocupación.

- Estará siendo apresado. Estan esperando a su recuperación para llevárselo-.

- ¿Y el de la bandana? -.

- Se llama Budo. Está más grave aue yo por la herida de bala y que que rozó con arterias importantes pero el daño no fue algo incurable- suspira - Cuando salga ire a verlo. Lo unico que sé es que algunos de sus alumnos y padres de alumnos lo han visitado-.

- Hm- Ryoba no sabia exactamente como darle animos a su hija- No sé que decir más que debes saber que no puedes dejar que esto te consuma-.

- Lo se, no quiero que esto nos dañe -.

- No debes preocuparte por mi, yo he salido de peores. Y esta vez a pesar de mi odio- apretó los puños- Y sed de venganza. Quiero dejar todo a la policia y que esta vez la justicia se haga. Hay muchas pruebas en su contra-.

- No, mamá. No hablaba de mi y de ti... - se sostuvo el vientre.

Su madre la miro extrañada sin comprender.

- ¿Budo? -.

- No, estoy embarazada - finalmente confesó.

Su madre entreabrio la boca sorprendida y frunció las cejas hechando la cabeza hcia atrás.

- ¿Qué? ¿De quién? -.

La mujer se quedo en silencio y entonces Ryoba intuyo de quien era y casi se ahoga.

- ¿Y lo vas a tener? - pregunta alarmada en voz baja.

- Si, si quiero. Lo pensé mucho pero lo haré-.

- Si es por presión, quiero que sepas que no tengo nada en contra del aborto-.

- No, no. Yo tampoco. Solo... Quiero tenerlo. Aunque sea madre soltera-.

- ¿No piensas estar con el chico ese? - dijo refieriendose a Budo.

Con vergüenza la fémina agacho ka cabeza.

- Ya le he hecho mucho daño. No quiero que cada vez que me mire recuerde todo lo que paso por mi culpa. Menos que tenga que criar un hijo que quizás sea parecido físicamente a su padre y reviva todos esos recuerdos en él -.

- No seas ridícula. No fue tu culpa, el hombre está más loco que lo que yo estuve a esa edad. Creo- dijo la mujer- Y si él no te quiere por estar en, algún otro lo hará-.

- ¿No me dirás que luche por él y quite de en medio a quien quiera alejarme de él? -.

- No, si después de lo que hiciste para salvarlo no te ama, no sera merecedor ni de que le ruegues. Eres diferente a mi y es algo que me costó aceptar pero lo hago... Eres una mujer independiente y fuerte- sostuvo sus manos con dulzura entre las suyas- Tanto ese bebé como tú no merecen sufrir más por nadie-.

Ella le respondió con una sonrisa mientras asentía con la cabeza estando de acuerdo con su madre.

La visita transcurrió asi: Ryoba le hablaba de la recuperación de su padre, le contó incluso de su pasado con el padre de Megamo y el porqué entendia qué el supiera de ella y enviara a su hijo a espiarla, incluso le conto que lo llego a amar dejando sorprendida a la joven quien siempre pensó que el unico en su vida fue su padre.

Llego la hora de irse después de un tiempo.

- Feliz cumpleaños, no creas que lo olvide. Aqui tienes- le entrego una suma considerable de dinero a Ayano - y además yo te pagare tu primera ecografia - la mujer abraza a su hija. Aunque aún parece algo incómodo, con el tiempo deberá acostumbrarse.

Finalmente se despidio con la mano de la chica y salió.

Ayano se sentía mas plena que nunca. Quizás no todo estaba perdido para ella.

(...)

- Por fin podrás irte- dijo el hombre de pelo rosa. Hace unos minutos después de ver a Ayano se llego a la conclusión de que era momento de darle de alta.

- Me entristece un poco que no te volvere a ver- dice ella.

- Yo estoy para tratar a los enfermos y espero no volverte a verte aquí - aunque pensandolo bien eso sonó muy rudo - O-osea, a-aquí en el hospital. Quiero que te sanes y te quedes sana, si quieres nos vemos fuera de aquí - dijo mas nervioso.

- Siempre te voy a agradecer- ella se colgó en un abrazo de él.

- Yo solo hago lo mejor por mis pacientes - dijo dulcemente a la chica mientras se despedian.

Ella entonces salio de la habitación y se dirigió a la recepción del hospital.

- Buenas noches, me gustaría saber sobre la habitación del paciente Budo Masuta-.

(...)

Holaaa. No me maten xd me desapareci porque no tenia celular un tiempo. Aqui tienen un capítulo mas largo para que no se quejen. Faltan 2 capitulos donde uno de ellos sera un final alternativo de Megamo y Ayano.

Recuerden votar ✨ y comentar. Seguire actualizando pronto. Los amo mucho lectores.

Nos leemos la próxima ❤️












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