Capítulo 44: Sentimientos desenlazados.
⚠️Un poco de contenido 16+ dentro de este capítulo, de recomienda discreción.
La tarde ha estado calmada y ella ha estado prosperando con sus clientes. Extrañamente ha estado llena de pedidos hoy así que se ha mantenido demasiado ocupada como para cotorrear con Amao.
Estaba en la cocina probando como le quedó un pastel cuando el castaño entro a la cocina y le solicito salir de la siguiente forma:
- Ayano, eh, alguien te está buscando- y le indico con la cabeza dónde era.
Ella asintió y cambió rápidamente de lugar con el joven. Al salir un par de pasos después ubico en la mesa del fondo a un hombre con una elegante vestimenta, guantes y una mirada particularmente neutra.
<< Ah, Megamo>>.
¡Cierto! El chico había dado una referencia a qué iría allí hoy.
Sacudió su delantal y se acercó a él chico con su menú en la mano.
- Buenas tardes, Saiko-san ¿Qué desea ordenar? - dijo de forma respetuosa.
El solo levanto una ceja - Te ves extraña hablando así. No te queda intentar lucir refinada-.
- A usted tampoco creerse el gracioso- susurró - ¿Qué quieres Megamo?-.
Él sonrió obteniendo justo lo que quería: su nombre salir de esos labios.
- A ti-.
- ¿Disculpa?- ella cruzo los brazos - Tengo demasiado trabajo y tú aquí haciéndome perder el tiempo-.
- No ahora, después de que trabajes te lo diré. Aunque... Depende de que tan bien me puedas atender-.
- Suelta ya lo que quieres pedir. Tengo el la cocina 7 pedidos pendientes, muévete-.
Entonces, comenzó a apuntar.
(...)
El joven pelinegro de sentía sucio.
Sucio desde tu cabeza hasta sus pies, desde sus ojos hasta sus entrañas y solo podía verse como alguien desagradable.
¿Porque?
Ha tenido un sueño totalmente erótico con Ayano.
Ahora estaba en el borde de su cama sentado mientras se tallaba los ojos y no porque se acase de despertar. Sino, porque estaba cansado.
Apenas se despertó recordó la viva imagen de la chica desabrochando sus pantalones y haciéndolo sentar en el mueble, bajando su boxer y sacando el llamativo bulto que ahí estaba. Con deseo observó su intimidad masculina y con ambas manos comenzó a masajear mientras Budo solo soltaba gruñidos y gemidos. En un momento su boca se dirigió hasta su falo y comenzó a darle lamidas a cada parte de él haciéndose que el azabache se desespere por más. En un momento que sus ganas incrementaron la tomo de la cabeza e introdujo todo de él en su boca, poco a poco fue moviendo su cabeza y el agarraba sus cabellos para marcar el paso.
¡Oh Dios! Cuánto hubiera dado por seguir en ese sueño.
El Masuta apenas se despertó y notó la tremenda erección en él. No es como si fuera anormal en un hombre de 21 años pero, está vez era por una razón diferente.
Quizás debió aguantarse las ganas o bañarse para disminuir la excitación que lo llenaba pero, fue imposible casi. Poco a poco bajo sus boxers mientras cerraba los ojos y tomaba su miembro mismo entre sus manos y comenzaba a darle masajes que solo terminaban llenando lo de éxtasis más y más hasta que su ritmo era rápido y constante.
Jadeo y jadeo mientras se masturbaba en su cama recordando los labios de la chica sobre el, bajando y subiendo hasta hacerlo perder la cordura. Todo termino cuando algo blanco salió escurriendo desde su miembro y el chico rápidamente soltó. Su pecho bajo u subió mientras trataba de respirar y regular.
Se tocó la frente y notó que estaba lleno de sudor. Cuando ya estuvo listo para ponerse de pie lo hizo y se fue hasta su espejo y se miró.
<< Estoy hecho mierda, soy una mierda de persona>>. Aún creía que jamás sería perdonado por Ayano si se llegase a enterar, creyó en que rompía con l confianza de ella de esta forma.
Se pasó la mano por el pelo hasta llevarlo todo hacia atrás con un cepillo. Ahora notaba que su pelo estaba más largo aunque siempre llevaba ese característico peinado rebelde, peinado hacia abajo llegaba hasta sus hombros. Tomo una liga y amarro su pelo en una coleta corta pero en medio y así procedió finalmente a irse al baño.
Después solo siguió su rutina: ir al dojo con los niños, descanso para comer, seguir ahí... Ahora tocaba ir a visitar a Ayano.
<< ¿Y como le verás a los ojos después de haberte masturbado pensando en ella? >> Se dijo a si mismo.
Intentaba vagamente darse alientos mientras manejaba, subió la música a todo volumen mientras escuchaba Queen. Quería olvidar por un momento su desastrosa mañana.
Estacionó su auto frente a la panadería Odayaka y se bajó después de apagar su auto y guardar las llaves. Camino hasta la entrada y abrió la puerta.
Lo que vio le desconcertó.
Ayano estaba hablando animadamente con alguien mientras dejaba algo de galletas y pasteles en su mesa. Examinó con la mirada a ese chico de vestimenta elegante y pelo liso color lavanda... Se le hacía conocido. Demasiado conocido.
Dió un pequeño viaje por su mente hasta hacer click en la identidad de este chico. Serio, mandon y con esa mirada que juzgaba a todos: Megamo Saiko. ¿Qué hacía él aquí en vez de un restaurante en Dubai? Siempre alardeaban las chicas que lo rodeaban sobre la cantidad de dinero que este chico manejaría una vez fuera adulto, y recordaba que eran de la misma edad.
¿Acaso está coqueteando con Ayano?
Budo se dió cuenta de lo patético que se veía solo parado en la entrada mirándolos sin decir nada con el caldo fruncido, gracias a Dios nisiquiera se dieron cuenta, avergonzado se sentó en la primera mesa que vio que estaba bastante alejada de ellos.
Luego, vio a Ayano alejarse y nisiquiera notar la prescencia de él y entrar a la cocina. Luego Amao solo lo atendió excusando que Ayano no podía salir por muchos pedidos que tenía que hacer.
Posteriormente vio al Saiko salir sin siquiera mirar a atrás y marcharse. Aunque claro ¿Qué iba él a hacer relacionandose con Budo? Nunca se cayeron bien debido a las exigentes formas de él para su club. ¿Porqué debía poner aromatizante en un club donde lo que se hacía era especialmente sudar?
Pasó una hora, luego dos y finalmente tres para cuando por fin se canso de esperar a Ayano, salió y se subió a su auto.
<< ¿Ves como tiene tiempo para salir por otro y no por ti? No le gustas>>. Su mente le atacaba.
Él se sentía abrumado porque ya no podía soportar estos sentimientos dentro de él y creía en que en cualquier momento explotaría. No sabía que hacer. De repente a su mente llego la imagen de un amigo que estaba en la cuidad recientemente: Juku.
Su amigo era un galán y estaba casado (no hizo una ceremonia, solo papeles firmados y esas cosas), probablemente él sepa más de amor y le ayude.
Se dirigió hasta su dirección y bajo del auto hasta llegar y tocar la puerta.
- ¡Sssh!- salió el chico con una mano entre sus labios y nariz haciéndolo callar - Mi esposa por fin se durmió y creeme que está insoportable con el embarazo ¿Podrías callarte? -.
Budo asintió divertido - Felicidades al futuro padre- y le puso una mano en el hombro en forma de apoyo.
- Claro, claro. Padre de gemelos- aclaró mientras ponía cara de sufrimiento - ¿Qué haces aquí Budo? -.
- Bueno, es vergonzoso- y se pasó una mano por la frente para calmarse - Tengo problemas-.
- Si es de dinero lamentablemente no tengo que darte ahora mismo, mi familia está llena de necesidades ahora compadre ¡El que necesita dinero soy yo! - dijo sostenido a Budo de su camiseta.
- ¡No! ¡No! No es de dinero, cálmate - se apartó un poco del chico - Es una mujer-.
El hombre miro de forma pícara a su amigo y se acercó aún más para tener privacidad.
- ¿Una mujer? De casualidad esa mujer ¿Es Ayano Aishi?- le susurró.
Budo se sorprendió y sintió como sus mejillas se calentaban de la vergüenza - ¿Se nota mucho?-.
- Lamentablemente para ti si- le dijo - Venga, pasa y siéntate en la sala-.
Entonces así lo hizo, la casa era hermosa y se veía bien cuidada.
- Entonces, aver si entiendo. Tienes desde ¿Qué edad enamorado?-.
- Desde los 18-.
- Desde los 18 años enamorado de Ayano, hace 3 años que no te le declaras. Nunca pensé que mi sensei se convirtiera en mi alumno finalmente- se le iluminaron los ojos mientras daba pequeños aplausos - Perdona, pero que perdedor eres-.
- Lo sé... - se hecho hacia atrás en el mueble - Pero es que espere un tiempo para cuando sea mayor de edad, pero no pude declararme por miedo-.
- ¿Miedo a qué?-.
- Miedo a qué pensará que todos estos años solo estuve cerca de ella porque quería ser su novio, y no es así. Siempre quise ser su amigo a pesar de todo- dió un largo suspiro - pero ahora estoy aterrado de perderla, últimamente notó que como mujer hermosa que es le interesa a muchos hombres-.
Juku a su lado le quitó el brazo de la cara y le dijo:
- Pues declarale tu amor-.
- Lo haces sonar como si fuera lo más fácil del mundo-.
- ¿O prefieres que aparezca un valiente y le confiese su amor y ella acepte?-.
- ¡No! - dijo rápidamente - Pero es que, ¿Cómo lo hago sin parecer raro?-.
- ¿Acaso haz visto una declaración de amor que sea "normal"? - le pregunto sarcásticamente - Solo hazlo de una manera especial para ambos. Además, yo sospecho que tú también le gustas pero ha esperado tanto que como no perder esperanza de estar contigo-.
- ¿Y como se supone que debo citarla? ¿Y dónde? - pregunto más interesado.
- Escríbele o llámala, da igual. Haz algo que se note tu interés por salir con ella, respecto a lo del lugar no te preocupes, yo te ayudo con eso- se apuntó a si mismo - Tomaste la mejor decisión al venir a consultar al hombre más activo con su mujer-.
- ¡CARIÑO, TRAEME UN VASO DE AGUA!- grito la mujer de Juku desde el piso de arriba.
- Bueno, ya ves que el deber llama- ambos se pararon para despedirse - Un placer verteeeeee - y se dieron un abrazo - Que no se te olvide decirle lo que sientes, eh. No te eches para atrás como un cobarde-.
Entonces Budo salió y subió a su auto. No había puesto ni la llave cuando tomo su celular entre sus manos con nerviosismo.
¿Escribir o llamar?
Más valiente Budo le marcó y puso el celular en su oído. Después de sonar y sonar finalmente lo mando al buzón pero eso no lo desanimaría.
- A-Ayano, yo...- se recompuso - Yo quiero invitarte a salir formalmente como una cita, te llevaré a un lugar sorpresa para ti. ¿Qué dices?- le dejo en el audio y cerro.
Ahora sostenía su volante entre sus manos con una sonrisa plena, por fin después de tanto tiempo tomaba el valor para hacer lo que realmente quería.
(...)
La azabache termino de decorar con glaseado la última planta de un pastel de 3 plantas. Completamente concentrada en lo que hacía.
- Eh Ayano, creo que te estaban llamando- dice Amao con su teléfono en la mano y el cargador.
- Oh, gracias- ella tomo el teléfono y justo cuando iba a revisar la llamada perdida su teléfono sonó denuevo indicando en la pantalla a su madre y entonces contestó- Hola, mamá ¿Sucede algo?-.
- Si, ya te depositamos algo de dinero tu padre y yo. Retiralo después del trabajo- le dijo.
- Muchas gracias, no debieron haberse molestado. Los amo, te amo mamá-.
- I-igualmente- y cerró.
Ayano ha notado que a su madre le avergüenza mostrar mucho afecto con su hija pero eso es porque poco a poco se ha vuelto genuino y su madre está interesada en saber más de ella.
- Ah, por cierto. Budo estaba aqui- le dijo como si fuera lo más normal Amao.
- ¡¿Qué?! ¿Hace cuánto? ¿Porque no me lo dijiste?- le reclamo la chica.
- Hace una hora, duro como tres horas esperando y se fue. Te lo iba a decir cuando vino pero estabas muy ocupada -dijo - Además le pasaste por delante, pensé que estaban enojados o algo porque no le hablaste-.
Ella solo se palmeo la frente frustrada ¿Cómo Budo la perdonaría? Amao es un tonto aveces.
Pronto su hora de trabajo termino y se alistó para salir. Para su sorpresa un auto lujoso la esperaba fuera, sabía que era a ella por el hombre que conducía y bajo el cristal mientras le decía:
- Sube, yo te llevaré- dijo.
Extrañada la chica lo miro, y estado actuando muy extraño desde que hablaron ayer.
- Eh, no se... ¿Está vez no intentas matar animales?-.
El levanto una ceja y negó.
Consideraba seriamente en subir, probablemente Budo este tan enojado que no iría a buscarla y lo entendía.
- Bien, pero por favor solo llévame rápido. Tengo que hacer algo importante-.
Tenía pendiente primero que nada llamar a Budo y luego llamar al padre de Osoro a preguntarle por su estado ya que él fue quien lo visito hoy.
- Sube- le ordenó.
Ella lo hizo y se sentó nuevamente en el asiento trasero. El auto comenzó a avanzar hasta su dirección.
- ¿Porque te gusta trabajar ahí? - le dice Megamo.
- Me ayuda a desestresarme, además hago algunas cosas para mi-.
- Nisiquiera lo haces tan bien- dijo el hombre sin quitar los ojos del camino - Conozco un lugar donde hacen los mejores postres aqui-.
- ¿Ah sí? Que bien- y cruzo los brazos solo observando el paisaje atraves de la ventana a su lado.
- Te lo voy a enseñar-.
- No gracias-.
- No me estás entendiendo-.
- ¿Y qué debería entender?-.
- Te estoy invitando a salir-.
Ella se sorprendió y entreabrio sus labios confundida.
- ¿Enserio? -.
- Si-.
- No saldré contigo-.
El chico se limito a observarla por el retrovisor unos segundos antes de volver a mirar el camino.
- ¿Estás consiente de que podría volcar el auto ahora mismo?-.
Manipulación.
- Pero no lo harás-.
- Probablemente, sin embargo, podría pasar que un auto clandestino nos volque-.
- ¡Dios, no digas esas cosas!- le dijo con terror - ¿Ves porque no quiero salir contigo?-.
- Solo inténtalo -.
- Lo consideraré, pero debes prometerme que dejaras de ir a mi trabajo-.
Uff, golpe bajo. Megamo disfrutaba de molestarla ahí.
- Bien, trato hecho. Dejaré de ir-.
- Perfecto-.
- Mañana a las 9 PM-.
Unos minutos después ya había llegado y la dejo en su casa donde otra vez no se despidió y se fue.
(...)
Ayato suspiró profundamente al terminar de contar el equipaje. Ryoba a su lado lo tomo de la mano para tranquilizarlo.
Han tenido mejor comunicación en estas semanas y al parecer la tensión disminuye cada vez más.
Todo estaba listo ya para partir a Buraza y encontrarse con su amada hija. Su esposa lo abrazo por la cintura y acurrucó su rostro contra su cuello.
- Ryoba ¿Que tal si hacemos algo antes de irnos?-.
- ¿Qué cosa cariño?-.
- Ya sabes- y le dió una caricia en su espalda baja.
Ryoba inmediatamente entendió la indirecta y asintió mientras se apegaba más a el para darle un beso.
- Pero antes avisemos a Ayano- sugirió Ryoba.
(...)
Ayano apenas entraba cuando su celular sonó indicando que su madre llamaba, ella lo tomó y contestó:
- Buenas noches mamá ¿Qué sucede?-.
- Tenemos noticias de nuestro viaje- le dijo la mujer tratando de sonar misteriosa- ¡Todo está listo para mañana!-.
Ayano casi se cae con la noticia, era muy rápido y estaba muy feliz.
- ¡¿De verdad?!-.
- Si, llegaremos en la tarde- escucha algo en el fondo, parecía la voz de su padre - Bueno, solo eso ¡Adiós!- y cerro rápidamente.
Ayano sabía que ahora debía organizar toda la casa para su llegada, así que manos a la obra.
Nisiquiera reviso el audio que tenía en el buzón esperando por ella que nunca fue revisado esa noche...
(...)
Budo había pasado por la panadería en busca de Ayano cuando le informo Amao que ella ya se había marchado. Fue extraño porque cuando no era él que la buscaba era Osoro y el está hospitalizado... ¿Habrá sido Megamo?
Por alguna razón pensaba que fue el y todo señalaba a que si. Pero ¿Porque? Si Ayano sabía que él iría...
Ahora solo estaba sentado en su cama sin recibir respuesta en todo el día de ella.
Que injusto es el amor.
(...)
¡Capítulo de la semana! Espero les haya gustado.
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La historia está llendo por un buen camino y de seguro se van a sorprender con lo que viene.
Nos vemos en la próxima actualización! Xoxo.
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