Había salido de la universidad hace ya unas horas, tenía así delantal puesto y su cabello atado en una coleta. Se podía detectar inmediatamente entrabas el aroma a pan caliente y a ricos pasteles. Ayano terminaba de decorar una bandeja de pastelitos mientras Amo organizaba unas mesas.

Ha estado ganando bien en aquel humilde trabajo y le parecía cómodo con su horario así que no fue una mala decisión trabajar aquí. Los Odayaka la trataban bien y le apoyaban a invitar amigos a la tienda (lo cuál ella hace). No estaba en la pastelería en las mañanas por la universidad pero oía a Amao mencionar a joven pelinegro de apariencia adorable mencionar a Ayano y comprar pedazos de pasteles todas las mañanas.

<< Debería reclamarle por eso>>. Pensó.

Lo que menos quería era que Hanako deteriorará su nutrición solo por apoyarla en el trabajo. Aveces pensaba en pasar por su casa o invitarlo a cenar a la suya pero era casi imposible,salía muy tarde del trabajo y a esas horas no le permitirían salir además probablemente esté descansando a esas horas.

Se escuchó el sonidito de la campana de la panadería pero ella no giro a ver de quién se trataba y siguió sumida en la decoración de los pequeños pasteles.

– Buenas tardes,Najimi – dijo Amao.

En ese momento Ayano dejo lo que estaba haciendo y levanto la mirada dirigiendola hasta la puerta.

Osano miro de arriba hacia abajo a Amao y solo le hizo una señal de saludo y se sentó en una de las mesas. Amao solo sonrió de lado burlándose de la actitud de Osano que no ha cambiado tanto.

La pelinegra se acercó hasta él a recibirlo cambiando de papeles con Amao.

– Hola Osano– saludo alegremente mientras limpiaba los restos de pastel de sus manos y tomaba uno de los cuadernos para apuntar – ¿Qué deseas hoy?–.

Él solo la miro irritado y abrió su boca – Me hablas como si nada ahora,que tonta. Tienes una semana sin llamarme si quiera y cuando te llamo estás "ocupada". ¿Sabes? Si andas de noviecita con Budo no me importa pero ¡No puedes dejarme de lado! ¡Soy tu amigo!– reclamo el chico cruzando sus brazos.

Su cabello naranja estaba atado en una coleta baja y llevaba ropa negra.

– Lo siento mucho, Osano-kun. Tuve muchos problemas está semana y la pasada es un caos. De verdad hubiera querido contestarte o llamarte incluso ir a visitarte pero Dios... El tiempo no me da para mucho– y luego se cruzó de brazos – Además,Budo y yo no somos novios–.

– ¿Todavía no lo son?– y levanto una ceja incrédulo – No puede ser que después de 3 años no te ha confesado sus sentimientos– tomo el menú y señaló lo que quería ordenar – Y tampoco puedo creer que tú no lo haz hecho. Las chicas puedes confesarse también ¿Lo sabes?–.

Ella asintió y comenzó a escribir el pedido – Lo se,lo se pero es que no quiero arriesgarme a hacer una estupidez. Además Budo me trata como una amiga muy cercana ¿De verdad crees que siente algo por mi? –.

El pelinaranja solo negó divertido – Es notorio que si. Se comporta como yo lo hacía contigo solo que algo más educado–.

Ayano rió y se fue a buscar el pedido de Osano.

El año pasó un pequeño "incidente" entre Osano y Ayano. Él chico confesó que estaba profundamente enamorado de ella pero ella simplemente no pudo aceptar porque el sentimiento no era correspondido,almenos no de esa forma, ella le quería y lo amaba pero solo como su amigo. A pesar de todo Osano entendió que no podía forzarla y que su amistad era demasiado valiosa como para perderla. La apoyo en sus sentimientos por Budo y no guardo ningún rencor.

Además,Osano maduro bastante. Quizás no es perfecto pero no trata a las personas con histeria.

Pasaron unos minutos de conversación y luego de Osano comer tuvo que irse a resolver unos trabajos. Se despidieron y él se marchó.

Luego de unos minutos inicio el descanso de Ayano,ella había preparado una bebida nutritiva para ella. Se sentó frente a la cafetería y lo bebió allí mientras disfrutaba del aire de la noche.

(...)

El peli-lavanda estaba totalmente estresado y su característico rostro de molestia no se iría por ahora.
Ha estado caminando de aquí para allá y andando en auto todo el día para extender la mercancía y que sea vendida en más tiendas en Buraza.

Definitivamente necesitaba un descanso.

No pudo evitar sentir un dolor insoportable de cabeza mientras conducía. Hace mucho que este no quería chóferes ¿Para qué? Si tenía dos manos y estaba dispuesto a aprender a manejar hace mucho.

Lo más rápido que pudo divisó una farmacia en una esquina y sin dudarlo se dirigió hasta ahí.

Compro un par de pastillas acetaminofén para su dolor de cabeza y se regresó al auto. Le era casi imposible no fijarse en su torno al caminar,recordando que algo quedaba cerca (si es que no estaba confundido). Entro al auto y siguió un camino que le era conocido.

¿Y cómo no saberlo?

Ha estado pendiente de ella estos años y sabe perfectamente que trabaja cerca de aquí. Y le atinó. Nisiquiera tuvo que esforzarse mucho cuando vio a una chica de piel blanca,pelo negro en una coleta mientras bebía algo sentada en la acera.

Se generaba una pelea de sentimientos en su interior al verla. Nunca la agrado completamente verla tranquila o disfrutando de la vida y mucho menos en soledad, aunque en verdad la prefería así que son esa molestia compañía del de la bandana. Prefería verla inquieta,nerviosa,con un nudo en la garganta y a su lado dispuesta a hacer lo que él le dijera.

Eso le encantaba.

Nunca se paró a preguntarse si eso estaba bien o mal y hoy tampoco sería ese día.

(...)

Inmediatamente termino la bebida entro al local y se dirigió a la cocina mientras sacudía su delantal. No pasaron ni 5 minutos cuando Amao entro algo inquieto a la cocina y le indico que deberían cambiar AHORA. Ella extrañada tomo el pequeño cuaderno para apuntar y se dirigió hacia la única mesa con personas ahí,más bien,con él ahí.

Quedó helada. Podía jurar que sus pies se movían sin saber a dónde ya que su mente se desconectó. ¿Acaso Megamo la acosaba o algo así? Siempre desde la secundaria sabía dónde encontrarsela.

Ella recupero por breves segundo la compostura y habló con un poco de nerviosismo:

– Buenas noches, ¿Qué desea ordenar?– mientras se concentraba simplemente en el cuaderno y el lápiz en su mano.

– Hm– sonó mientras él levantaba una ceja mirándola fijamente – ¿Así atiendes a todos sin mirarlos? Ten un poco más de respeto– le reclamó.

<< No hay nada que deba respetar de ti después de lo que me dijiste>> pensó con molestia.

Ella solo obedeció a levantar la mirada (el cliente siempre tiene la razón,claro), y observarlo intentando no flaquear. El hombre sonrió ladinamente retandola mientras sus miradas se cruzaban.

– Ayano Aishi una panadera ¿Y tu título de profesora? –.

Ella suspiro cansada – ¿Vas a ordenar o no,Saiko?– No quería referirse a él por su nombre.

El apunto lo que deseaba,lo cual era algo que ya estaba listo y no fue difícil solo dárselo. Mientras se lo llevaba pedía a Dios que fuera algo para llevar y no se quede un minuto más pero no fue escuchada. Megamo se encargó de comer y comer y pedir y pedir para nisiquiera irse.

El ambiente se torno incómodo y más cuando él solo la observaba y ella no tenía dónde poner la cabeza. Se sentía nerviosa a su lado y no era precisamente por sentimientos amorosos sino todo lo contrario. Ella sabía que él solo quería molestarla y hacerla sufrir por no haberse contactado con el todo este tiempo.

Ahora que lo notaba no lo había visto comer tanto nunca, nisiquiera en la hora de almorzar en Suru. Si comía tanto ¿Cómo diablos hace para mantenerse con ese cuerpo?

¿Acaso no le preocupaba que le dé diabetes por consumir tanto azúcar?

(...)

Pasaron largos e incómodos 30 minutos de Megamo vigilando a Ayano mientras comía. Amao le había mencionado al verla incómoda que él lo hubiera hecho pero el Saiko pidió específicamente ella lo atienda.

Lo vio pararse del asiento mientras se limpiaba,con buena etiqueta siguiendo el protocolo, con una servilleta. Quiso gritar ¡Aleluya! Porque ya se iba. Nisiquiera se molestó en mirarla,ella conocía que él nunca fue un hombre de despedidas, y salió.

No podía negar que tan incómodo fue todo. Una forma simple de describirlo es como que tu ex el tóxico vaya a tu lugar de trabajo a burlarse de ti por 30 minutos para incomodarte. Y maldición... Que molestia.

Sonó la alarma que indicaba el fin de su trabajo así que rápidamente tomo su celular para llamar a quien la recogería.

(...)

Al salir,ya que no había pasado ni 3 minutos de que Megamo salió,lo encontró justamente subiéndose en su automóvil. El hombre parecía pensativo mientras abría con llave la puerta del transporte.

Intentando disimular lo observó desde atrás y analizo sus características físicas: pelo largo y cortado de forma prolija a excepción de un mechón en su frente,un cuerpo fuerte,una cara de antipático y unas vestimentas que ella no podía comprarse ni con 2 sueldos ahorrados.

De repente el chico no entro y cerro la puerta del auto girandose inmediatamente para mirarla. Ella se sonrojo por la vergüenza de ser descubierta observándolo así que desvío la mirada hasta el pavimento mientras sostenía sus dos manos.

– ¿Qué tanto miras? – le pregunto reclinandose en su propio auto.

– Nisiquiera te estaba mirando a ti, miraba el auto– respondió mintiendo.

El soltó una sucurrona sonrisa ladina – Hm, ¿Te quieres subir?–.

Ella se indignó – No soy una prostituta,Saiko. No me subiría ni aunque fuera el más lujoso del mundo y menos si eres tú el que conduce–. Y frunció su ceño.

Él entonces levanto una ceja incrédulo – Como quieras – levanto los hombros y los bajo – Espero que con tu sueldo puedas comprarte uno así en 10 años– y se subió.

Ella tenía tantas ganas de sacarlo de los pelos ahí mismo y golpearlo hasta matarlo.

<<No,no>>. Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos,no le daría la satisfacción de llamarle denuevo por ese apodo estúpido en la secundaria:
"Mounstro".

Entonces el auto arranco y el hombre desapareció de su vista en poco tiempo y ella suspiro más calmada. Pedía a Dios que esto no se repita por el resto de la semana o del mes ¡O del año!

Escucho una motocicleta acercarse y sabía quién era.

Puesto que de antemano sabía que Budo no estaría disponible para buscarla hoy, por visitar a sus abuelos, ella se encargó de llamar a cierto masculino que tenía un medio de transporte.

No tardó mucho en hacerse presente frente a su rango de visión un chico con chaqueta de cuero,una motocicleta algo ruda que combinaba perfectamente con su apariencia,su pelo rubio bajo el casco atado en una coleta ir con el viento en la velocidad y solo sus ojos amarillos visibles por el casco. Se estacionó frente a ella.

– Buenas noches, Osoro-san. Gracias por aceptar llevarme de verdad,te lo pagaré– se subió detrás de él y lo abrazo cuando arrancó.

– Hey,hey. No tan fuerte– pidió – Y no necesitas pagarme,con mi sueldo basta– dijo para luego aumentar un poco más la velocidad del transporte y ocultar un pequeño sonrojo que la había generado la cercanía con la chica.

(...)

Desde una esquina oscura en un callejón estaba oculto a la vista el lujoso auto de Megamo Saiko quien se encontraba disgustado observando la escena de aquellos dos marchandose juntos.

– ¿Debería preocuparme por eso,Ayano? – susurró para si mismo mientras apretaba una foto de ella que tenía.

(...)

En Estados Unidos y con una hermosa sonrisa de victoria estaba Ayato Aishi mientras abrazaba fuertemente a su esposa ¿La razón? Ganó el caso que tenía pendiente y ahora ya sin ninguna intervención debía irse a Buraza a su casa,con su hija y su esposa,tener paz en su corazón y juntar a su familia.

¿Podía describir lo mucho que amabas a ambas mujeres? Estaba enganchado definitivamente con Ryoba y Ayano su querida hija estaba más que orgulloso por ella.

Ryoba disfrutaba del abrazo de su esposo quien la levanto en el aire y la tiró a la cama para proceder a besarla.

No veía a su esposo tan feliz desde que Ayano tenía su fiesta número 3 de cumpleaños.

Sabía que solo faltaban días para mudarse definitivamente a Buraza y debía empezar a recoger todo. Pro primera vez rechazo la propuesta de su esposo de acostarse juntos y solo comenzó a organizar la habitación con nerviosismo.

Hasta Ayato se sorprendió mucho,su esposa casi siempre iniciaba cualquier acto sexual y si no era ella y era el nunca lo rechazaba. Pero hay una primera vez para todo,a pesar de que mostraba una sonrisa preciosa sabía que no era exactamente sincera. Con los años ha aprendido a desnudar a su esposa de muchas formas incluyendo sus emociones. Quizás estaba nerviosa por convivir con Ayano,estos días ha expresado que de verdad siente curiosidad por ver ella misma la mujer en la que se ha convertido su hija y las cosas que sabe hacer.

Abrazo a su esposa cálidamente por la espalda y le susurró:"Deja de preocuparte tanto,serás un buena madre para ella".

Ella asintió mientras se volteaba y correspondía el dulce abrazo de su marido,pero,mientras él no miraba ella hacia una cara de duda notable.

¿Estaría bien solo aparecer después de años en la vida de su hija?

(...)

Este fue el capítulo de la semana uwu ❤️

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