Estaba frente al espejo del baño. La hora limpieza ha concluido y acababa de mostrarle fotos y contar las historias a sus amigos de como la paso de vacaciones.

Ayano dudaba de aceptar si o no la petición de Megamo.

Budo le gusta ¿No?

Pero no sabía si esto era correspondido y enrealidad no quería desaprovechar su adolescencia por un "quizás si o quizás no". Simplemente no estaba dentro de sus planes merodear a un chico por mucho tiempo sin tener señales de si le gusta o no,lo mismo que pasó con Taro Yamada.

¿Entonces estaría bien aceptar? No es como si tuviera muchas cosas que hacer en su casa.

Tomó el celular y anotó el número del papelito que le pasó Megamo. Con algo de nerviosismo lo agrego.

<< Ok,esto es una locura... Tarde o temprano me arrepentiré>>.

”Si, iré” le envío en un mensaje de texto. No tardó mucho en mostrarse las dos flechitas azules de confirmación de leído.

”Ven”.

La pelinegra guardo su celular en uno de sus bolsillos y salio algo inquieta hasta el tercer piso,camino por el pasillo recto hasta doblar y entrar al club estudiantil. Rezaba para que nadie más que Megamo este adentro pero... Nisiquiera él estaba dentro.

Encontró encima de un sofá rojo con bordes dorado un paquete que llevaba un escrito:

Ponte esto.

Leyó y lo tomo,se apresuró en salir sin ser vista.

"7:30 P.m" logra leer el mensaje que le envío el chico.

(...)

Estaba entrenando junto a sus amigos en el club de Karate cuando de repente sin querer golpeó su propia frente al intentar cambiar de postura.

– ¿Estás bien,Aya-chan?– pregunto Budo notando el accidente de la pelinegra.

– Si,si,no te preocupes– y se puso en la postura nuevamente.

Budo frunció los labios no muy convencido con su respuesta y siguió el entrenamiento.

Hace rato que el pelinegro se había dado cuenta de que la mente de la joven fémina estaba en otro universo y sus movimientos eran vagos. Algo que es muy raro en ella ya que no suele tener mal desarrollo durante sus actividades.

(...)

Hace un tiempo el joven se encontraba apuntando breves frases en su cuaderno.

"Haz sido la mejor,por eso quiero invitarte a salir-" se arrepintió y borro la frase. Con frustración hecho su cabeza hacia atrás y se despeinó el cabello.

Budo no encontraba lo ideal para invitarla a salir. Se estaba arrepintiendo de la idea.

¿Cómo un chico invita a alguien a salir?

Buscar videos o leer libros no era opción ya que el quiere que sea algo "natural".

<< ¿Natural? Pero estás ensayando en un cuaderno como decirlo,tonto>>. Se reprendió.

Además tenía un conflicto mental increíble   en qué no había pensado hasta esta mañana.

<<Ayano tiene 16... Yo 18>>.

Budo es prácticamente un adulto ¿Qué haría con una joven hermosa y noble como Ayano? No quería corromperla con todo ese conocimiento de más que él tiene.

Siempre odio a los pedófilos y no quería ser algo "hipócrita" al terminar siendo prácticamente uno.

Algunos decían:"no es pedofilia si tienes su consentimiento" pero enrealidad ¿La gente vería eso? Son las leyes,es la verdad y la verdad le dolía. La verdad pregunta al final era:

¿Cuánto podría esperar por Ayano realmente?

(...)

Desde el despacho de la directora estaba Megamo organizando unos papeles de información de los clubes y archivandolos junto a la secretaria. En un momento paro y envío un mensaje de texto y siguió en lo suyo.

Aunque su rostro se vea neutro y molesto (como normalmente se ve),dentro de él estaba la sonrisa más plena y alegre que quizás no demostraría tan fácil. Tendría una cita real con Ayano. No iba a mentir,le sorprendió que ella aceptará pero no debía descomponerse por ello.

Miro el reloj que anunciaba que eran las 6:00 P.M osea hora de irse de la escuela para cualquier estudiante en club o personal de la escuela que se haya quedado.

(...)

Tenía una crisis existencial increíble en ese momento,ella apenas lucía maquillaje (había aprendido en uno de sus empleos de verano gracias a su jefa) pero no estaba mal intentar ¿No? No sería problema si no hubiera olvidado más de la mitad de como ponérselo. Procedió a buscar tips rápidos y tutoriales de 10 minutos que expliquen lo escencial en vídeos.

Se decidió por fin a abrir la caja que le dió Megamo encontrando allí un vestido negro apretado de la cintura y con mangas largas y cuello de tortuga,el largo del vestido llegaba hasta sus tobillos. Junto eso estaban unos tacones (dos pares de size diferentes con el escrito "no me sabía tu talla,el que te quede te pones".

(...)

La examinó de arriba a abajo.

<<Justo como quería>>.

El pelo negro de la chica estaba envuelto en un moño enrollado alto con los flecos de su flequillo fuera,sus labios rojos (a los que trato de no mirar tanto tiempo) y sus ojos con pestañas rimeleadas (¿Acaso existe esa palabra?),su cuerpo se marcaba perfectamente con el vestido y sus tacones la hacían casi tan alta como él.

Sonrió de lado y le extendió la mano a la chica. Ella de forma dudosa la acepto y entraron a la gran estructura frente a ellos: un restaurante. Adornado con grandes lámparas de techo,buena ventilación y luces cálidas junto a música tranquila perfecta para comer. Mesas con manteles y platos hermosos.

<< ¿Y para que son esos cubiertos pequeños>>. Pensó Ayano mirando esos utensilios de diferentes tamaños y formas.

Ella caminaba junto a Megamo sosteniendose de su brazo izquierdo con algo de fuerza para no caer por lo tacones.

<< Está fue una pésima idea a la que no debí ceder>> se dijo.

El de pelo lavanda fue guiado hasta una mesa para 2 en la terraza. Ayano movió su visita por todo el alrededor sorprendida y entreabrio lo labios fascinada.

Desde ahí se veía todo Buraza en su máximo esplendor. Su pequeña ciudad y calles se veían ahí.

– Sientate– le indico el chico.

Después de ahí,lo que pasó fueron algunos 5 minutos de silencio mientras Megamo solo la observas y ella miraba el plato vacío frente a ella esperando que les lleven el menú.

– Hablame de ti,Ayano–.

– Si claro,como si quisieras escuchar realmente–.

Él levanto una ceja y seriamente habló:

– ¿Estás bien con quedarte en silencio una hora o dos?–.

¿Qué? ¿Pasarían dos horas ahí?

– Hm...–Miro a otro lado – Bueno,¿Qué quieres saber exactamente?–.

– ¿Que tal si me hablas sobre tus padres?–.

– Papá trabaja como abogado y mamá solo ama de casa ¿Contento? No tengo la misma vida que tú Megamo,yo no tengo tanto para decir de mi familia–.

– Probablemente tengas más que decir que yo– dijo el de pelo lavanda – Me quedaba en casa a estudiar desde que aprendí a leer a los 4 años,no tuve amigos en la infancia y nunca salía a fiestas o me fue celebrado un cumpleaños– habló.

Ella se sentía algo chocada por las declaraciones del chico,parecía esforzarse por lograr una conversación. Con algo de pena ella decidió ceder.

– La mía fue muy diferente. Me gustaba salir a jugar al parque y allí hice un gran amigo– recordó con nostalgia a Osoro – Mi padre siempre celebraba mis fiestas de cumpleaños y se vestía de payaso,me reía bastante de sus chistes malos. Recuerdo como una vez por no reírme me lanzó un pedazo de pastel a la cara... - y siguió hablando.

Megamo escuchaba atento y no podía evitar soltar unas pequeñas risas en sus  relatos.

– ¿Y cómo diablos limpiaste eso?–.

– Bueno,mamá siempre tenía técnicas increíbles de quitar manchas de la ropa que después me enseñó. Fue una sorpresa que se me quitó la gasolina del uniforme–.

– Yo nunca pude ensuciarme de pequeño,hubiera sido castigado y enviado a Dubái–.

– Uf,debías hacerlo. Así me salvaba de muchas cosas– bromeó. Él la observó reír.

No podía simplemente dejar de admirar a la belleza que tenía en frente resultando ser interesante y graciosa,algo que pensó que jamás sería con él.

– ¿Y qué es lo que quieres ser profesionalmente?– le pregunto el chico.

Ella miro sus manos y acaricio sus dedos.

– Es que te vas a reir si te digo... No,no,te voy a decir pero si te ries te voy a tirar por la terraza– amenazó.

El joven solo sonrió de lado y le hizo una seña con la mano para que continúe.

– Yo quiero ser profesora–.

– ¿De qué?– pregunto levantando una ceja.

– De niños... – miro a una mesa que quedaba a unos 5 metros de ellos en dónde estaban una pareja de mujeres con sus dos hijo e hija – Me gustan los niños. Sé que hay muchos que a pesar de que tienen padres necesitan a alguien que los escuché,los entienda y los proteja– miro al Saiko – Yo quiero ser ese alguien. Dirás qué es raro... Porque estoy en el club de Karate en vez de tu tonto club estudiantil para tener esas notas "estrella" y ser recomendada a un mejor lugar–.

– No es un tonto,tampoco te dan notas extra por estar en club–.

– Sabes a lo que me refiero– él asintió– Bien. Yo solo quiero lograr llegar lejos por mi,no por ventajas de amigos o "suerte". Alguna vez desee tener quizás tanto dinero como uno de tu familia– él la vio cambiar a una expresión triste – Pero me di cuenta que no me haría feliz–.

– El dinero no es para ser feliz o infeliz,es solo algo material–.

– Ese material hace falta a muchos ¿Lo sabes? – dijo – Pero a mí no. Lo entiendo. Por eso no pienso en dinero al pensar en ser profesora,quiero...– miro al cielo nocturno – ayudar a niños con que lo hubiera deseado que me ayuden a mi–.

Megamo entendió y la observó más de cerca.

<< Tan perfecta...>>.

Incluso con ese aire de nostalgia su belleza no se retira. Su pelo hermoso y negro brillaba con destellos la luz de la Luna impactando. Si tan solo pudiera...

– Su orden– anuncio un mesero mientras otros venían con unas bandejas que fueron destapadas mostrando la comida.

– ¿En qué momento ordenaste?– pregunto sorprendida la pelinegra.

– Mientras hablabas de que no te sabías peinar sola hasta los 13– dice este poniéndose una servilleta – Provecho–.

– ¿No te indignante ni a preguntarme,Saiko?– vio como los meseros se iban dejando ver en la mesa mariscos con arroz y salsa con una hermosa presentación – ¿Y si algo de eso me da alergia? Por Dios,no puedo creer que pediste por mi– le reclamo ella cruzando de brazos.

– Bien, entonces no comas– dijo simplemente el chico mientras se servía en el plato de las bandejas y tomaba una cuchara.

Ayano no podía negar que todo eso estaba muy rico a simple vista,que su lengua le gritaba que debía probar. Ella en verdad no era alérgica de nada de allí,pero claro,no había forma de que Megamo "supiera" que ella no es alérgica a eso ¿O si?

No pudo más y se rindió. Ver a Megamo comer + la comida básicamente hablándole era el colmo. Suspiró rendida y tomo un plato procediendo a servirse.

Megamo solo sonrió en su mente y comió también.

La pelinegra está pasándola bien,muy diferente a como pensó que sería todo. Pensó que él la trataría indiferente como siempre y más por no saber cómo comportarse en esos lugares refinados. Pensó que se irritaria con escucharla hablar y que probablemente no duren mas de 30 minutos ahí pero, él rompió con cada estereotipo que ella tenía de él.

Los estaba disfrutando.

Él estaba escuchándola.

Esto era bastante diferente...

(...)

Budo se maldecia una y mil veces en su habitación.

1- No se acercó a preguntarle a Ayano el porque de su actuar distraído. 2- No la pudo invitar a salir.

<< Cobarde,cobarde,cobarde, cobarde...>> Se repetía en su mente.

Pero el lo ignoraba.

¿Porque?

Para él ella era menor,y ahora estaba dispuesto a esperar aunque se arriesgaba a quedar como un idiota no le importaba. Está es la segunda y última vez que decidía enamorarse.

No planeaba arrepentirse,no quería actuar apresurado por ello.

Pero... Budo no se imaginaba que el valor que no tuvo para invitar a la pelinegra dulce a salir lo tuvo otro y con el justo ahora estaba haciendo lo que con Budo no pudo.

Pero claro,no lo sabría nunca.

Quizás...

(...)

Ok este es el capítulo de esta semana querido lectores,apenas tuve tiempo de escribir.

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¿Qué opinan del desarrollo de Ayano?

Tengo para decirles que disfruten está historia mientras está en actualización por qué está por terminar en el momento que menos se lo esperen,tampoco haré un libro 2 solo será éste el principio y final. Estando separando en 2 tiempos.

Nos vemos en la próxima actualización!

🇩🇴❤️