Tick,tick,tick

Hacía sonidos con sus dedos golpeteando contra la madera del escritorio. Hace unas horas se había enterado de la peor noticia para él.

<<¿Cómo dijo que si?>>. Se preguntó.

Sin embargo no estaba decidido a ir y hablarle a la chica,verla lo rebolteaba y sentía una combinación de asco y nervios.

Estaba preocupado por él mismo,no por ella. Sentía que en cualquier momento que ella salga de la ciudad él perdería la cordura completamente (si no es que ya la perdió). Para Megamo todo se salía de control.

¿En qué momento comenzó a interesarse en Ayano Aishi? ¿En qué momento ella se convirtió en "eso" importante?

Golpeó fuertemente el escritorio con frustración.

No pensaba verla ni hablarle,mucho menos reclamarle nada. Ella no es novia,ni su esposa,ni su amante. Ayano Aishi es la piedra más molesta en el camino del futuro empresario más importante de Japón.

Claro que puede soportarlo.

(...)

Han pasado tres semanas y Megamo está al borde de un colapso.

Creyó que podría disimular pero la vio caminar al lado de Budo riéndose de sus chistes. Creyó que podía ignorarla pero su informante no dejaba de molestarlo con ella. Creyó que podía eliminar su sentimientos molestos pero tan solo ver una foto de ella hacia que su corazón se acelerase.

Simplemente no podía más.

El verla pelear en secreto le resultaba cansado sin embargo algo increíble el verla con el pelo mojado de sudor después de cada enfrentamiento. Tampoco puede evitar impresionantes al ver sus elegantes y precisos movimientos durante las peleas que solo la hacen lucir como una perfecta contrincante.

Pero si lo preguntas,hay algo de todo eso que le parece más que horroroso; darse cuenta que quien estaba ahí era el estúpido karateka.

Le parecía la persona más simple y sin importancia del mundo,no era guapo o inteligente y mucho menos era alguien realmente bueno en algo que no sea Karate ¿Entonces por qué alguien "así" podía caminar a su lado tranquilo?

Dentro de sus retorcida mente esto era una aberración,Ayano no debía estar rodeada de gente así. Es más no debería tener a nadie. ¿Verdad? El único que realmente que vale la pena es él Megamo Saiko y se lo hará saber tarde o temprano.

(...)

Una semana más pasó de entrenamiento,ya un mes completo entrenando cada día sin descanso para la competencia.

Ayano estaba feliz por sus rápidos resultados.

<< ¡Mañana es la competencia! Mi primera>>. Repetía emocionada en su mente mientras veía el reloj mover sus manecillas lentamente desesperada porque el tiempo pasé más rápido. Y llegó el momento dónde el timbre sonó anunciando la hora de limpiar la escuela.

(...)

Cruzó caminando cómo siempre,con elegancia e imponente por los pasillos,estaba chequeando que todos estén en sus clubs cumpliendo sus actividades. Normalmente esté no bajaba a hacer esto solo lo hacía cuando estaba especialmente enojado ya que podría desquitarse contra cualquiera, verbalmente,que se cruce en su camino y no esté cumpliendo. Por eso había más nervios una vez que veían al joven Saiko caminar por los pasillos.

Sus pasos fueron más lentos al llegar al pasillo donde más adelante se encontraba el club de artes marciales.

Escuchaba a los miembros felicitarse y darse ánimos para la competencia. Él estaba informado y toda la escuela también lo estaba de que ellos participarían teniendo un apoyo por todos.

A Megamo le parecía algo inútil. Quizás si  es útil pero solo para ellos ¿Que tiene de emocionante ver personas peleando? WWE ¿No? Es casi lo mismo solo que con disciplinas y más reglas. Pero evidentemente lo que más le molestaba era que tenían que ir a otra ciudad.

<< ¿Porque? ¿No podían esperar a que sea aquí alguna?>>. Pensaba.

En verdad,no quería que Ayano se fuera... Sabía perfectamente que ella no estaba dispuesta a acercarse a El después de lo que hizo. No podía evitar recordarlo y sentirse aveces bien (hasta excitarse) o aveces mal (hasta pensar en pedir disculpas). Tenía sentimientos encontrados por esa mujer ¿Acaso ya ella no se dió cuenta? No podía dejar de pensar en su pelo o en sus ojos,su galería estaba llena de sus fotos de distintos ángulos,tenía toda su información archivada y le seguía los pasos desde la casa hasta la escuela y de la escuela hasta la casa.

Deseaba aveces probar sus macarrones o también su soba, cualquier cosa que salga de sus manos finas. Deseaba hablar con ella durante las tardes y a pesar de que odia las artes marciales estaría dispuesto a apoyarla en ello. Pero... Lo que más deseaba era probar sus labios rosados. Estuvo a punto de hacerlo.

No le gustaba dejar las cosas por la mitad pero esa vez actuó con inteligencia (según pensaba él).

Con modestia y bien escondido la observó siendo abrazada por cada miembro del club en un abrazo de apoyo para todos. No pudo evitar fruncir el seño cuando su mirada captó a Budo muy cerca de ella luego apartándose ambos rápido con una actitud nerviosa.

– ¿Qué? – se preguntó en un susurró.

Oh no,lo que tanto trato de ignorar se le lanzaba a la cara como un balde de agua fría. Pensaba enserio que no pasaría,que no había forma de llamar su atención pero lo logró... Apretó sus puños y afiló su mirada.

Budo Masuta.

¿Qué tenía ese karateka que Megamo no? Incluso Megamo tenía más que él.

Pero ¿Qué haría ahora? Quedarse en una esquina criticando el dudoso gusto de Ayano o haría algo para plasmarse en ella?

Siguió caminando mientras su mente divagaba.

(...)

Se despidió de Budo,el chico no podía acompañarla a casa porque pasaría por la tumba de su madre antes de irse mañana. Acordaron verse en la estación de Bus a las 7:00 a.m.

De repente y antes de bajar los últimos escalones sintió una mano en su muñeca cerrarse con fuerza y jalarla rápidamente.

Apenas podía ver de quién se trataba ya que todas las luces de la escuela habían sido apagadas debido que está ya estaba cerrandose. Solo sabía que quién la llevaba la estaba jalando fuerte y caminando apresurado sin siquiera mirarla,ella intento liberarse pero fue arrojada hasta uno de los cursos, específicamente al de química.

Tambaleó al ser arrojada adentro sin embargo no cayó pero estuvo a punto,se sostuvo mareada contra uno de los estantes para no caer y se sobó la muñeca que le ardía por el anterior fuerte agarre.

Escucho como la puerta del salón donde estaba fue cerrada violentamente y se le colocó seguro.

Para este punto estaba muy asustada y confundida ¿Quien la llevó? No paraba de preguntarse. Rezaba a Dios que sea quien sea no quiera hacerle daño.

Tenía miedo de levantar la cabeza y ver a quien acababa de pararse frente a ella,estaba tensa y temblando. De pronto sintió como alguien la sostenía de la barbilla y la elevaba obligándola a verlo directamente.

Megamo Saiko...

Ella apretó los labios y levanto las cejas de la impresión. No podía evitar pensar que algo malo ocurrirá. Estaba paralizada.

– Se que te irás... Por una semana – dijo.

Podía ver sus ojos afilarse mirándola, lucía enojado. Apretó el agarre en su mandíbula y hablo nuevamente:

– No puedes hacerlo–.

Ella intentaba hablar pero su mandíbula siendo apretada era un problema.

<< Puedo hacer lo que quiera>>. Se repetía la chica en la mente.

– Creí que había sido claro la última vez contigo ¿Eh?– giro el rostro de ella de una forma que él quedaba muy cerca de su oreja – Siempre estoy cinco pasos por delante de ti– le susurró.

Ella aparto la cara rápidamente mientras sentía sus nervios aumentar junto con su presión cardíaca. De repente fue tirada hasta más atrás hasta chocar con la pared ¿De dónde Megamo sacaba tanta fuerza? ¿Práctica algún deporte que nadie sepa? Es un riquito de los que creerías que juegan golf o esas cosas finas que no sudas mucho.

Fue acorralada contra el muro,ambos brazos del masculino a cada lado de su cabeza. Ella cerró los ojos sin querer mirarlo.

Estaban solos ¿Porque no se defendía? ¿Porque su cuerpo no reaccionaba más que sus ojos? Estaba en un shock increíble.

Sintió las manos del de pelo lavanda posarse en su cuello y apretarlo levemente. En estos momentos sus instintos Aishi querían salir. En su mente rezonaba un "matalo,matalo" al que ella no haría caso.

– ¿Quién te crees tú para alejarme? – decía muy cerca de su rostro– podría organizar alguna tonta actividad entre clubs obligatoria y hacer que su patético líder tenga que cancelar la salida a última hora– advirtió.

– ¡No!– por fin logro hablar la joven pelinegra – T-tu no deberías hacer eso,N-no estamos ha-haciendote nada malo. Porfavor basta – hablababa entrecortada mente suplicándole que se detenga.

Megamo mostró una cara de pena (hipócritamente),la cuál paso rápido a ser una sonrisa de satisfacción.

– Ellos no me hacen nada,Ayano... Eres tú el problema– respondió el chico sin abandonar su sonrisa y obligándola a mirarlo – Estás volviendome loco ¿Cómo no le dijiste a nadie lo que te hice? ¿Tratas de ser piadosa conmigo? Tu y yo no tenemos ningún lazo ni lo hemos tenido antes. Estás siendo idiota,como siempre... ¿Acaso no ves lo que provocas en mi?–.

No,ella no quería verlo ni aceptarlo por más que sospechara de que se trataba. Sintió un fuerte golpe al lado de su cabeza; Megamo había golpeado la pared haciéndola cerrar sus ojos nuevamente más asustada.

Él muchacho por otra parte comenzó a experimentar esos sentimientos bruscos que lo azotaron la otra vez después de que la había dejado marcharse. Una descarga eléctrica sentía en su corazón que se agitaba rápido y sus dedos temblaban. Verla en shock lo emocionaba más de lo que desearía,se sentía con mucho control sobre ella y eso lo excitaba al mismo tiempo pero aún así no tenía la fuerza de hacer lo que tanto su mente lo estaba incitando.

– Megamo,no puedes hacer esto... He estado entrenando todo este tiempo... No le dire a nadie de esto,solo déjame ir y termina esto,no ganas nada– insistía Ayano tratando de liberarse de él – No voy a cambiar nada de esto por ti. Si continuas no importa si me sacan de la escuela por ti, participaré quiera o no– retó sacando fuerzas y hablando.

Megamo soltó una pequeña carcajada.

<< ¿Enserio esperas que crea eso? Sé que querés estudiar y no beneficiaria nada ser expulsada>>. Pensaba el chico.

Le apretó las mejillas a la chica y la obligó a mirarle nuevamente, él tenía una mirada retadora junto con una sonrisa ladina y ella paso de una cara de terror a una de clara molestia. No iba a rendirse ante él (aunque su cuerpo aún no se ha recuperado del shock).

La vista del joven paso por los ojos de ella,admirandolos en secreto,luego paso a ver sus mejillas ahora rojas por su fuerte agarre y finalmente en sus labios.

– Bien,participarán en paz pero...– soltó las mejillas de la chica y pasó a sostener su nuca– No te irás limpia–.

Ayano no creía lo que pasó después,para cuando se había dado cuenta ya sus labios estaban siendo presionados con los de Megamo. Ella quería apartarse. Sentía como sus pulmones se quedaban sin aire y su mente daba vueltas y vueltas como en un rápido carrusel,quería llorar pero sus lágrimas eran retenidas por una fuerza invisible. Comenzó a dar golpes al pecho del chico para que la suelte pero este no cedía,al contrario,apretaba más de ella y la acercaba más a él.

¿Este era el fin? Su corazón se estrujaba con cada caricia que recibía en su espalda por el chico. No podía borrar la cara de Budo de su mente mientras esto pasaba. Sentía que en cualquier momento morirá de un ataque cardíaco.

El beso subió de tono rápidamente volviéndose uno desesperado ya que Megamo estaba ahora más emocionado,este tenía mucho conocimiento sobre el tema y quería intentar cada cosa con ella.

Ella no reaccionaba,solo tenía sus ojos cerrados mientras el de pelo lavanda devoraba sus labios con desesperación.

<< Entonces este es mi primer beso... Con la persona que peor me cae>>. Pensó mientras lentamente su mente pintaba sus paredes de blanco y dejaba guardado en cajones escondidos cualquier otro pensamiento que pueda surgir. Ya no le quedaba más que hacer ahora tan solo ceder.

Él de repente se detuvo y pegó su frente a de ella.

– ¿Quieres seguir?– preguntó suspirando sobre sus labios mirándola fijamente a sus oscuros ojos que se abrieron inmediatamente él se detuvo.

Ella apenas podía hablar. Ya para este punto ¿Qué más podía perder? Había perdido su dignidad al dejar que él la traiga a este curso,perdió el valor al no poder apartarlo y poco a poco perdía su autoestima,lo único que le quedaba era su fuerza para luchar contra sus instintos de asesina.

Lo miro inexpresiva sin una pizca de amor u odio en sus palabras le dijo:

– Si–.

Lo siguiente que sintió fue al chico levantarla hasta ponerla en el escritorio que se suponía que era de profesores,ahí él la colocó en la orilla sentada y abrió sus piernas poniéndose entre ella él estando de pie mientras la besaba apasionadamente. Ella enrolló sus brazos  alredor del cuello del Saiko y solo movía sus labios con la misma intención que el heredero. Ella no sentía nada romántico por él,podía decir que lo que hacía era simple movimiento que solo su cuerpo quería.

Entonces entendió que: Megamo era capaz de arruinarla para su beneficio,que su papá estaría decepcionado de ella si supiera a lo que cedía,que su madre le diría "te lo dije" las veces que le aconsejo seguir adelante con el legado Aishi.

Con cada beso subido de tono solo sentía que se metía en más problemas,con cada caricia en sus caderas sentía que caía a un profundo agujero sin fondo,con cada momento que sentía ambas lenguas tocarse y disfrutarse sentía sus pulmones rogar por qué se le acabe el oxígeno y muera allí mismo.

Sintió como el chico pasaba sus manos al cabello de Ayano jalandolo hasta apegar su cabeza más a la de él. Ella solo pasaba sus manos acariciando el pelo suave de Megamo.

Jamás se hubiera imaginado cediendo a algo así.

Él chico se sentía en el cielo por cada caricia,su cuerpo pedía más y él estaba dispuesto a tener más. Bajo de sus labios hasta la mandíbula de la chica llenando el camino de besos mojados,la sintió temblar al momento de hacerlo y siguió bajando con sus besos hasta su cuello. Beso su clavícula lentamente mientras ella solo suspiraba eróticamente.

<<¿Qué haces?>>. Se preguntaba ella misma.

De pronto, él paro.

La miro a la cara con desprecio y se apartó de ella. Ella solo cerró sus piernas,captando el mensaje y se bajó del escritorio.

– No te dije que te bajes– aclaró él.

– No tienes que decírmelo– pronunció cabizbaja– Quiero irme– dijo.

Él chico levanto una ceja confundido. Esta chica hace menos de 1 minuto estaba besándolo borasmente.

– Son las 7:00 P.M,Aishi –.

– Lo sé– solo respondió ella mirándolo de forma neutral.

– Y ¿Porque me dices que te quieres ir y no te vas y ya?–.

– Tienes la llave de este salón,ábrelo o dame la llave, da igual. Solo... Quiero salir– dijo.

Apenas podía hablar al final,ahora sí estaba reaccionando y se llenaban sus ojos con lágrimas amenazando con salir.

Megamo no dijo nada,solo rió levemente burlándose de ella y se acercó a la puerta,saco una llave de su bolsillo y la abrió. Ella camino firme sin tambalearse hacia la puerta. El heredero estaba reclinado sobre el porte de la puerta  simplemente observándole por ratos mientras escribía algo en su teléfono.

– ¿Quieres que te lleve a tu casa?– preguntó él seriamente.

Ella enverdad quería irse rápido,ir a pie sería un peligro viendo que son las 7 de la noche y sin Osoro ahí estaría indefensa contra algún criminal más que con su karate que con un grupo de hombres no funcionaría. Además,no quería pasar vergüenza en la calle llorando,si se iba rápido se ahorraría bastante.

– Si– respondió cortante.

Ambos iban bajando hasta llegar a las puertas de la escuela en total silencio. No pasó mucho para que escucharán un auto estacionarse en frente,o bueno un auto muy lujoso.

Ayano y Megamo entraron atrás,ella le dijo al chófer la dirección y fue llevaba a su hogar. En ningún momento ambos cruzaron palabra, nisiquiera para despedirse.

(...)

– ¿Papá?– preguntó la pelinegra con el celular.

"Si cariño" se escuchó a través.

Ella gimoteaba debido a que ellas llorando bastante hace más de una hora.

– Y-yo necesito hablarte de algo,muy importante–.

"Claro cariño,estoy para escucharte" dijo el hombre.

– Yo tengo problemas. Un chico... Que no me gusta quiere algo más conmigo y Y-yo no se q-que hacer ¿Sabes? Es difícil porque yo tengo una competencia mañana – paso de un tema aa otro– necesito tu apoyo con eso también... Siento que no ganaré nada. No me siento con emoción– decía rápidamente.

De todo lo que dijo su padre solo entendió lo de la competencia.

" Oh,una competencia. Eso es genial quería. Tu puedes". De repente escucho como el celular de su padre tenía una intervención "No deberías hablarle sin mi permiso" se escuchó al fondo. Ayano reconoció perfectamente la voz de su madre. Luego solo el teléfono fue cerrado.

Ayano no tenía el apoyo se madre. Pero,se sentía feliz de aunque sea tener algo de apoyo de su padre aunque lo más probable es que él ni sepa que ella está aprendiendo karate.

Se cubrió los ojos llorando desconsolada en su cama.

¿Porque no podía tener una vida normal? Incluso si no seguía su legado como Aishi porque quería ser "normal" ¿Porque no lo es?  Debería estar feliz e inspirada para mañana que iría a una nueva ciudad a tener su primer enfrentamiento serio.

Algún día... Ella espera poder recordar todo esto y solo reír. Porque ahora mismo,estaba en ese estado deplorable sintiendo dolor. Dolor porque no pudo ser tan fuerte como se prometió ser.

<< ¿Qué fue lo que hice mal?>>.

(...)

Buenas! He aquí el capítulo de hoy. Está algo intenso y con contenido 16+.

¿Qué opinan del capítulo de hoy?

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¿Alguna curiosidad?

Estaré viendo sus comentarios.

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