Capítulo 27: Entre las ratas de la escuela.
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Cruzaba por cada pasillo siendo firme,luciendo tan fuerte y rígido como una roca. Serio,las únicas expresiones que podría hacer era de desagrado,la gente le desagrada. Su uniforme siempre bien planchado y su cabello nunca rebelde denotaban la perfección que al le encantaba monstrar.
Si le gustaba a la gente o no,no era su problema. Solía rechazar de una manera cruel y poco humana a las estudiantes que se atrevieran a confesarle sus "absurdos" sentimientos. Podía decir que a la única que no rechazo "tan mal" fue Kizana la líder del club de drama. Con un "No estoy interesado" fue suficiente.
¿Cómo iba a cambiar todo eso por encontrar a una caprichosa mujer millonaria? Ni el mismo se aguantaba aveces ¿Cómo aguantaría a alguien más como él o peor que él? Su único final.de aquella relación solo indica al suicidio.
Estaba intranquilo mientras caminaba por los pasillos monitoreando las actividades de los estudiantes. La noche anterior recibió una llamada indicandole sobre algo que no hacía más que perturbarlo.
Para él,este sentimiento era nuevo. Nisiquiera podía aceptarlo. Quería solo olvidar eso pero,no podía. Su mente por más que intentará divagar en otras cosas,siempre terminaba en lo mismo: ella.
¿Porque le importa tanto?
Se adentro a los baños para pensar.
Nunca iba a estos,le parecen asquerosos solo por el hecho de que todos van.
Se pasó la mano frustrado por la cara frente a los enjuagues,se despeinó un poco el cabello con desesperación y se miro con seriedad al espejo.
<< ¿Enserio llegaste a tanto... por una Aishi? Es un mounstruo... Te convertirás en un loco>>. Pensaba mirándose a su mismo como un estorbo en la cristalina superficie donde él mismo se reflejaba.
Cansado de perder el tiempo,salió por la puerta.
De repente,su caminar se frenó. Sintió como si todo pasará lentamente cuando vio una cabellera negra envuelta en una coleta moverse levemente con los pasos de la joven y entrar a la biblioteca al otro lado del pasillo,al lado de las escaleras.
Boom,boom,boom.
Su corazón joven palpitaba con aceleración. Su boca estaba abierta levemente mientras sus cejas estaban fruncidas con sorpresa.
Tardo en darse cuenta que estaba caminando,y no a cualquier dirección,en dirección a la biblioteca. Pensaba en detenerse pero sus pies no respondían. Normalmente la biblioteca estaba con un par de cerebritos pero ¿A la hora de descanso? Probablemente ni la bibliotecaria esté ahí ¿Estara sola allí Ayano? Se adentro al sitio con desesperación en su ser (ya que tiene 3 días sin verla desde su viaje importante de negocios).
Quería verla...
Necesitaba verla.
Asomó su cabeza entre los pasillos con libros,con cuidado de no hacer mucho ruido y se acercó a la joven que estaba de espaldas. Con lentitud intento acercar su mano a ella tan cerca...
Ella se giró,demostrando su rostro. Megamo no pudo evitar alejar su mano de inmediato y cambiar su expresión a una de sorpresa.
Está no era Ayano,era una de las chicas del club de Jardinería.
– ¿P-pasa algo,Saiko-san?– pregunto la chica asustada por la prescencia del MUY conocido joven.
– Nada que te interese– Tomó un libro al azar y se giró rápidamente para irse dejando a la chica confundida.
Estaba hirviendo de rabia,esto no le pasaría dos veces. Miro el libro que tomo en sus manos y leyó "Guía del amor,una comedia aveces". Dios le daba señales de que no era lo suyo y sería un payaso el resto de su vida. Su ánimo de verla solo se convirtió en ganas de ahuyentar un par de almas en desgracia que se crucen por su camino.
Por un lado fue bueno para el,la olvidaría por un rato largo.
(...)
Corría de aquí a allá por su espacio,calentaba antes de hacer los ejercicios fuertes. Aso últimamente no tenía tiempo que compartir con sus amigos,participaba activamente en cada competencia que se acercaba y si tenía que salir de la ciudad para competir,lo hacía. Ha logrado trofeos y medallas y claro que está orgulloso de eso.
A su lado,estaban otros miembros del club de deportes;a su lado Kiba el amigo de Ayano. Hace mucho que no la veía. Creía en qué esforzandose un poquito más podría ser su amigo,no le caía mal pero al parecer el destino tenía otros planes ya que el tiempo se le acortó radicalmente.
En lo que sus pies ase movían por el territorio de carreras escuchó como una voz femenina llamaba a Kiba. Aunque no era su asunto,se paró y giro a ver con curiosidad.
– Kiba,traje papas fritas– Era Ayano con una cálida sonrisa llamando a su mejor amigo.
Kiba miro a Aso como preguntando:"¿Puedo?" Y el joven de tez morena solo asintió.
El castaño y la de pelo azabache se sentaron en unas bancas fuera.
<< ¿Cuál es su relación realmente>>. Se preguntó.
Desconocía de cuando era su amistad o todo eso. Pero,sabía que había una gran cercanía entre ellos. Kiba aveces lucía preocupado por irse inmediatamente terminara la hora del club solo para acompañar a Aishi a su casa.
En verdad ¿A él qué? No es su asunto,movió su cabeza dispersando los pensamientos y solo siguió corriendo.
(...)
– Tienes 3 días hablándome de lo mismo, Ayano-chan ¡Realmente te gusta mucho!– exclamó Kiba.
Ella se ruborizó bastante y agachó un poco su cabeza para ocultarlo.
– Ay no seas tonto. No estoy centrada en el amor –.
– Eh,dije que te gusta no que lo amas– rió – ¿Porque no estás en el club ahora mismo? Aprovecha y pasa más tiempo con él,no sabrás jamás si siente mismo si no te acercas un poco más– aconsejo a su mejor amiga.
– Bueno,Budo solo dió un par de clases de entrenamiento y se irá. Irá hoy a visitar la tumba de su madre–.
– ¡¿Su madre murió?!– grito sorprendido.
– ¡Ssh,Ssh!– le tapo la boca rápidamente presionando con sus manos– ¡Maldición,Kiba! Se supone que es un secreto,nadie más puede saber,tarado– le recriminó susurrándole.
– Aah– entiendo – ¿Y está bien?–.
– Va a visitar su tumba ¿Tu qué crees? La extraña–.
Ayano no entendía su dolor ya que no ha pasado por algo así,pero intentaba comprenderlo con empatía.
¿Qué sería de ella si su madre moría? No tendría felicidad nunca... A pesar de lo ignorante que su madre podría llegar a ser con ella nunca la odiaria. Ama a su madre como nada en el mundo y sabe que algún día eso sería correspondido. Estaba muy al tanto de que su madre probablemente no sentía lo mismo,pero su fé no menguaba y ella creía en qué la amaría.
(...)
Falta una solo 2 días para las vacaciones de invierno. La escuela estaba teñida de blanco por la nieve que caía,los deportistas entrenaban dentro de la cancha,el baseball estaba suspendido hasta el término de la temporada de invierno y la jardinería por igual.
Ella se dirigía al techo para matar el tiempo mientras apuntaba ideas en su cuaderno para algún proyecto que piense hacer. Escucho a las personas del club de música tocar,luego al seguir caminando a los del club de arte discutir de anatomía del arte,subió las escaleras.
Vaya sorpresa
Ella subiendo y él bajando las escaleras.
Megamo Saiko.
Tan solo verla y frunció el ceño. Todo el día evitando verla para nada... Ella se tensó al pasar a su lado y mantuvo la vista en el suelo.
– ¿Qué haces fuera de tu sudoroso club?– preguntó.
Ella nisiquiera se molestó en frenarse a responder y siguió subiendo las escaleras al techo. Se dirigió a la puerta derecha y salió a allí,se sentí en una banca rápidamente.
Ay,cuánto le incómoda la prescencia de ese chico aveces. No entendía como un día podía ser tan bueno y otro tan malo.
– Aishi,no está permitido estar fuera de los clubs a la hora del club– me recriminó apareciendo frente a ella ,– ¿Qué carajo haces aquí? No deberías estar en este centro si tú club no tiene actividades hoy–.
Ella lo miro desafiante.
– Yo solo quise quedarme aquí en paz,leer y escribir sin molestar a nadie ¿Te molesta,Megamo? Pues bien– se paró con su cuaderno en manos– Todo estaba taaan tranquilo cuando no estabas ¿Lo sabes?– hablo refiriéndose sus 3 días de ausencia.
El chico sintió un punzón en su pecho,su cálida sangre se calentó y sus cejas se fruncieron aun más. Sentía está rabia increíble navegar por su ser tomando control de su cuerpo,no cayó en cuenta de sus acciones hasta que se percató que desde hace unos segundos tenía a la azabache sostenida por el cuello con algo de presión contra el duro muro.
– ¿Quien... te dió el derecho de llamarme por mi nombre siquiera?– preguntó con sus ojos fijos en los oscuros de la fémina– No importa si no estoy aquí físicamente,lo sé todo,incluso lo que haces tú y todos las ratas de esta maldita escuela–.
Estaba horrorizada,siempre ha pensado que es un chico que puede llegar a ser terrible ¿Pero esto? Se está saliendo de control. Una nueva faceta que está segura que es la única que lo ha visto así.
– A mi no me molesta lo que hagas con tu maldita libreta,rompes las reglas y eso te hace escoria– le soltó con pudor – Siempre haz estado por ahí retandome y creyendote lo mejor,Ayano Aishi. No lo eres y nunca lo serás–.
– ¿De qué... Hablas?– pregunto confundida.
Él ejerció más fuerza sobre su cuello para callarla– ¡Cállate! ¡No quiero escucharte más! Eres un problema,siempre haciéndote la que nunca hace nada ¿Crees que puedes engañarme? Soy más rápido que tú,siempre estaré cinco pasos por delante de ti...–.
La soltó repentinamente pero no sé apartó de sus cercanía. Ella estaba helada mirando con terror y nerviosismo los ojos oscurecidos del hombre frente a ella. En este momento el shock era tan grande que no podía pensar con claridad.
¿Utilizaría su karate con él? No podría... Sería expulsada y no quería decepcionar a su padre. ¿Gritarle? Imposible,tendría el mismo resultado anterior.
El chico cambio de actitud repentinamente y lucía más calmado mientras acercaba su mano y tomaba uno de los mechones de cabello del flequillo de Ayano. Ella no se apartó.
– Siempre pareciendo tan perfecta...– acaricio el mechón – "Ayudando" a los demás para tu beneficio ¿No?– suelta el cabello – Es como si tu verdadera "tu" solo saliera a la luz cuando yo estoy. Convirtiéndote en una bestia que ruge más y más... –.
Para este momento Ayano se encontraba soltando lágrimas. Sabía que Megamo desconocida su historia y su familia (o almenos eso creía),sabía que decía esto para romperla pero... No podía evitar pensar que si él supiera probablemente estaría ahora diciéndole que es igual de asesina que su madre. Pero ella sabe ir no,ella es todo lo contrario a su amaba madre y lo ha demostrado desde el momento que tuvo conciencia de sus actos.
El joven Saiko con una sonrisa de burla acerco sus manos a los ojos de Ayano y limpio sus lágrimas con sus guantes.
– No te odio... Pero en verdad Ayano Aishi,eres un ser que puede llegar a ser... despreciable– con sus dedos delineó la línea de su mandíbula hasta la barbilla– Me gustaría que me muestres ahora de lo que eres capaz ¿Porque no me empujas? ¿Porque no me haz golpeado,eh Ayano? ¿Dónde quedó la chica karateka?– decía con burla sin eliminar su sonrisa.
Ella cerró los ojos de golpe e intento apartar su cabeza de él y alejarse un poco pero él la detuvo.
– No,no. Mírame– le ordenó y ella obedeció – Quiero que te grabes está cara–.
Claro que lo haría,no olvidaría algo así. El chico se inclinó acercándose más a ella hasta que ella sentía la respiración de el chocar contra sus labios. Ella estaba más que nerviosa,no deseaba que su primer beso sea con él.
– Vete a tu casa,Aishi,es tarde– le susurró.
Luego,solo se apartó de ella y se paró firme para después marcharse a paso firme sin mirar atrás.
Ella solo se arrodilló en el suelo sin creer que eso le había pasado a ella. Tomo todas sus cosas y se fue por otra de las salidas del techo (no quería irse ni loca por dónde se fue Megamo). Su rostro oscurecido y su actitud violenta junto con sus duras palabras jamás serían olvidadas.
Nisiquiera pudo esperar a Kiba con miedo de quebrarse y llorar frente a el,no quería tampoco difundir con nadie lo que le había sucedido con Megamo Saiko. Solo se fue a su casa.
(...)
Nadie le podía quitar la sonrisa ahora mismo,encerrado en su habitación y acostado en su gran y lujosa cama estaba el hombre de pelo color lavanda sintiéndose victorioso.
Se sentía tan bien. No podía ignorar la éxtasis que sintió cuando la tenía sujetada por el cuello tan débil ante él. Sus ojos llenos de terror era fantástico. Pudo cumplir su fantasía de tocar esa melena negra y si que era tan suave como lo imaginó. Pero lo mejor no fue nada de eso...
Lo mejor fue que casi la besa.
Claro que no tenía pensado hacerlo,pero la tentación estaba ahí. Fue una forma cruel de acercarse lo sabe, ¿Pero debería arrepentirse? Para nada. A estas alturas no le importaba si ella descubrió los sentimientos de él o si pensaba que era odio o cualquier cosa.
Aunque no lo quiera admitir,hubo un momento dónde su corazón se contrajo y fue al verla llorar. Por eso seco sus lágrimas. Pero eso solo hizo alimentar más a la bestia dentro de él.
Se pasó la mano por la entrepierna levemente notando el bulto que se endurecía allí al recordar su encuentro con la joven pelinegra. Le excitaba como nunca recordar eso. Después de todo,era un hombre que sentía mucha atracción por una mujer (aunque lo demuestre de una manera muy poco convencional).
Y ahí,poco a poco sin que se dé cuenta estaba convirtiéndose en el mounstro que cree que Ayano es.
(...)
Hola! Queridos lectores eso es todo por hoy. Les he dado un capítulo muy especial y avanzo más con la trama de esta historia.
💖¿Qué les pareció este capítulo?💖
-Cuéntenme ¿Cuál de los pretendientes de Ayano es que peor les cae y porqué?-.
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Nos vemos en una próxima actualización! Los amo.
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