Está era de esas pocas ocasiones durante el día que podía estar sola,no le era desagradable ya que aveces disfrutaba de estar así y explorar. Vivió gran parte de su vida sola cuando era pequeña,no era su forma favorita de estar pero podía soportarlo.

En el techo de la escuela se encontraba con un pequeño cuaderno en sus manos haciendo unos apuntes sobre:" Cosas que debería decir hoy". Si,estaba muy nerviosa por su salida de hoy con Budo después de la escuela. Nunca había salido con un chico,mucho menos sabía de qué hablar.

Sabía que si se ponía nerviosa todo se iría al carajo ya que perdería la capacidad de comunicarse y se tragaria todas sus palabras y comenzaría a ser presa de los nervios y no quería eso,no quería arruinarlo.

Beep,beep.

Vibraba algo en su mochila,reconocía eso como alarma de alguna llamada. Tenía el celular en vibrador en caso de que sonara durante clases.

Toma el celular y responde la llamada. Su padre era quien la llamaba. Estaba feliz de poder comunicarse ambos ya que tenía un tiempo largo sin escucharlo.

– ... Si cariño,debes cuidar tu alimentación. Tu MADRE y yo te hemos depositado ya... – Hablaban ambos ( enrealidad no creía tanto en que su madre se haya preocupado "tanto" por ella,pero agradecía el gesto). – ... Lo siento mucho Ayano-chan,no podremos estar ahí para Navidad contigo...– luego lo escucho despedirse y cerrar.

Suspiro algo frustrada dándole una ojeada al cielo.

Era doloroso.

Demasiado doloroso.

Sabía que su padre hablaba siempre el supervisación de su madre,Ryoba era algo obsesiva con saber todo de su padre y lo que este hacia. Él nunca mostró estar en desacuerdo pero Ayano sabía que en lo profundo de su corazón,su padre lentamente moría a pesar de que amaba a Ryoba como a nadie, comenzaba a hacerle daño.

Extraña a su padre,extraña como nunca al primer hombre que siempre ha amado.

Le gustaría contarle sobe su primera "cita". ¿Así le podría llamar? Sentía el caliente subir a sus mejillas,estaba sonrojada. No le había dado la mente suficiente a esa salida ¿Enserio era una cita?

Dejo su cuaderno a un lado de ella y se puso de pie,camino hasta el barandal y se dispuso a observar a las personas. Quería distraerse de esos pensamientos que la mantenían confundida y triste.

Lo primero con lo que sus ojos hicieron contacto fue con una gran banca llena de hombres sentados ahí. La reconocía. Vio al líder ahí.

Osoro Shidesu.

No ha hablado con él desde ayer,incluso no se tomó ni la molestia en despedirse de ella. Aunque,tenía razón en que nada cambiaría de repente,quizás lo haría pero lentamente. No quería apresurarlo.

Vio luego como un chico de cabello azul y largo que le tapaba el rostro y una banda de líder en su brazo cruzaba junto a ellos. Los insultos y burlas no se hacían esperar,viendo como Osoro mismo lo empujaba y le hacía señas para que se largue se ahí.

<<Hm,idiota>>. Pensó la chica.

Comenzaba a sentirse furiosa. Si era necesario que bajara y jalara a Osoro delante de sus "amigos" y se lo llevará a algún lugar X para reclamarle lo que hizo,pues lo haría. Lo que menos ella soporta es los abusos contra las personas indefensas.

Ese chico,lo conocía,era el líder del club de ocultismo,ya una vez lo vio ser burlado por Megamo y a Megamo le reclamo, entonces ¿Porqué a Megamo si (que era líder del club más arrogante de la escuela),y a Osoro no? (un líder del grupo de "delincuentes").

Decidida tomo un rumbo hacia el patio de la escuela. Mientras más escaleras bajaba,más pensaba en lo que diría a continuación al rubio.

Pero,no contaba con qué sus palabras iban a ser tragadas en ese mismo momento. "Alguien" se acercaba corriendo. Ese alguien iba a subir las escaleras mientras ella también a toda prisa las bajaba. El choque no tardó en producirse.

Ambas cabezas habían chocado y retumbado, inmediatamente ambos cuerpos fueron impulsado uno lejos del otro pero sin caerse. La chica no tardó en colocar su mano en la zona de su frente afectada por el golpe y sobarse.

– ¿Estás bien? Lo siento,no mire por dónde iba– dijo rápidamente. Levantó su vista y vaya sorpresa,se ha cruzado con el chico gótico líder del club de ocultismo.

El joven al parecer le había afectado más el choque,estaba sosteniéndose la frente con una expresión de dolor.

– N-no te preocupes,yo tampoco ví por dónde iba y estaba corriendo,s-soy un torpe – respondió – estoy bien–.

La chica arrugó la frente algo excéntrica – ¿"Bien"? ¡Estás sangrando! – se acercó a él y reviso su herida.

A ella no le afecto tanto el golpe,solo un pequeño chichón.

<< ¿Porqué todo esto me pasa a mi?>>. Se preguntaba el chico.

– Tranquilo,iremos a la enfermería. Me hago responsable de ti– y lo agarro de la muñeca y se lo llevó.

No esperaba eso, pensó que solo se disculparía y seguiría su camino.

(...)

La razón por la que corría era simple, los nervios y el terror que le provocaba cruzarse con el grupo de Osoro. Siempre,luego de esas burlas,solía irse al techo a estar solo,mirar por el barandal y pensar en su vida.

Mayormente sufría. Sufría porque no podía tener amigos como los demás, sufría porque no podía ser entendido y sufría porque no era notado. Su alma solitaria pedía a gritos un poco de compañía,pero no se atrevía su boca a comunicarlo ni su mente o corazón a cambiar su personalidad. Aveces se odiaba.

Cualquiera que lo vea pensaría que quizás su mamá es una borracha que no le da atención y que su padre nunca le da atención. Aunque,algo de eso es cierto,su padre no está con él pero, ¿Su madre? Ella es un pan de Dios. Una mujer amorosa de la que él es hijo único.

Le había prometido a su madre tener amigos,estudiar,ser exitoso... De eso solo pudo cumplí lo de estudiar. Amaba a su madre y estaba seguro de que era la única mujer que ama.

Por eso también intenta entender ¿Porque con una madre así el nació "así"? Tan distante a lo normal... Ella incluso es comprensible con el,lo apoya en todo incluso si no está de acuerdo con el ocultismo al que su hijo era fanático.

Lo amaba.

Pero él no entendia porque.

¿Porqué lo amaba después de todos los fracasos que ha hecho? Por eso intentaba buscar que "maldición" tiene para que sea así él, ¿Porque es tan diferente a su madre?

(...)

La ha visto un par de veces a esa chica,no recuerda haber sabido su nombre alguna vez. Quizás si,pero se le olvidó. Ahora la veía mejor,estaba sentado en la enfermería sintiendo el frío ungüento humectar su herida después de que haya sido desinfectada con alcohol.

– No es tan grave,no dejará ni un marca en una semana– dijo la enfermera. Y le coloco una curita al chico.

– Gracias por todo– dijo la chica sonriendo.

Esa sonrisa.

Ah,esa sonrisa.

Es tan parecía a la de su madre,incluso,reconoce que esa chica se parece a ella. Pelo negro,tez blanca,ojos oscuros...

– Bueno,perdimos la segunda hora de clases– dijo la chica al salir – Probablemente Kiba y Osano estén dispuestos a acribillarme más tarde, tocará disfrutar mis últimos momentos– bromeó.

Él chico tímidamente sonrió.

– ¿Usted es Oko Ruto,no? Líder del club de ocultismo– menciona mientras caminaban.

– S-si– cabizbajo responde – ¿Y tú? –.

– Ayano Aishi,como verás– señaló su banda distintiva del club de Karate– soy miembro del club de Karate,pero no te preocupes,solo doy patadas durante el entrenamiento. Eso de hoy,no fue nada planeado–.

El chico evitaba mirarla,ella lo noto. Quizás estaba muy abrumado,todo eso paso en orden ese día. Primero bullies,luego un golpe en la frente.

<< Me compadezco>>. Pensó.

Ayano se disponía a dejarlo en paz,tuvo un mal día y no quería saturarlo. Además de que,ella también tiene sus propios asuntos que atender.

– Entonces, iré a las bancas junto a mi curso a esperar que toquen el timbre para el almuerzo– dijo – Nos vemos!–.

El chico rápidamente habló:

– E-espera– la chica seguía ahí– Y-yo también provoque una he-herida en ti– .

– Ah ¿Esto? – señaló el pequeño bulto en su frente – No se preocupe,Ruto-san. No me duele– aclaró.

– Almenos déjame recompensartelo– dijo,aunque es algo un poco doble sentido así que para aclarar– déjame acompañarte,yo tampoco iré a mi curso. Es muy tarde para entrar–.

La chica asintió y abrió un espacio junto a ella para él.

(...)

Su trabajo y rutina era el mismo,atender la compañía,aprender de ella,si es posible hasta respirar de ella e incluso si puede hasta soñar con eso. Su padre así lo había inculcado en él. Pero ahora surgía otra nueva "afición" en el,no,una responsabilidad que su padre le ha llenado los ojos.

Aishi,el apellido que últimamente rondaba tanto por su mente como ningún otro. En este momento,hasta un poco más importante que el de él le resultaba.

No entendía porque hederaban eso,pero lo descubriría. Planea descubrirlo y si es posible pues intentar salvar la flor con espinas que crece dentro de la escuela: Ayano Aishi.

Lucia siempre tan delicada, comprensible y perfecta... Pero él sabía que eso era mentira, que detrás de eso estaba una hederada de psicopatía de parte de su madre,abuela y más allá.

Pero, honestamente,no sabía que hacer. Si meterla a la cárcel justo a tiempo o salvarla de eso. Pero no tenía idea de cómo. Por eso en sus tiempos libres (como ahora),estudiaba a la mente humana. Buscaba una forma de "arreglarla" y que todo ese criadero de asesinos llegué a su fin de alguna forma.

Su padre le insistía en jugar sucio,pero él a pesar de intentarlo,no se atrevía aún. No había algo que lo impulsase a hacerlo. Si lo hiciera,debería ser tan cauteloso como un doctor en cirugías. No es como si operaria a alguien,pero entienden a lo que se refiere ya.

Se ha dado cuenta de algo desagradable: los amigos de ella. Tan extraños todos y diferentes. Ninguno se asemejaba a lo que ella era. No tiene idea de porque siempre están con ella.

Pero siempre estaba él.

Él mas desagradable de todos: Osano Najimi.

Siempre tratandola como si fuera una persona cualquiera,gritándole y reclamándole. Si fuera por él,lo hubiera expulsado de la escuela hace mucho.

Se ocupará de eso quizás,bajo perfil todo el tiempo.

– Pff– hizo un gesto con su boca al ver en su pantalla un nuevo mensaje de una persona no muy desconocida para él.

Leyó y se quedó algo sorprendido ¿Cómo no había leído eso? El mensaje era de anoche,pero,por alguna extraña razón le llegó justo ahora.

¿Porque lo interesante tenía que pasar cuando él estaba fuera?

Rápidamente llamó a un número guardado en su celular.

– Olvida los 2 meses. Quiero que la veas desde hoy– ordenó.

– Si,señor– se escuchó desde la otra línea.

Y este,era el comienzo de algo tan irreversible como aquel árbol que de retorció con el tiempo.

(...)

Hola queridos lectores,he aquí una nueva actualización de esta bella historia. Los amo mucho más de lo que se imaginan ❤️ ¿De qué país me leen?

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🇩🇴❤️.

Nos vemos en la próxima actualización 💖💖