Capítulo 20: Ruta de Escape.
Sus ojos rojos merodeaban por los alrededores,buscando a alguien en específico. No estaba desesperado pero tampoco quería tardar en poner su plan en marcha. Se ajustó los anteojos y arregló su corbata.
Veía a los estudiantes pasar por la entrada, él siendo el único de pie contra el muro de la entrada recargado. Veía a las personas conversar,reírse,saludarse... Se pregunto si en algún momento,luego de que esté terminé su trabajo para la Aishi,podría quizás establecer relaciones amistosas. Lo ponía en duda,no sabía enrealidad si eso funcionaría ya que al estar tantos años lejos de esta sociedad tan tóxica sus conocimientos de socializar eran nulos.
Pero tenía sus conocimientos.
Veía como el chico Ronshaku utilizaba los chismes para socializar con sus amigos,como los ocultistas hablaban de demonios,y así sucesivamente. ¿Enserio era importante tener amigos? ¿Porque lo es? No ha sentido en su ser ninguna necesidad de tener algún amigo,llamaría a esto más bien curiosidad ¿Qué de sentía tener algún amigo? Toda su vida ha estado rodeado de gente si,pero no es tan estúpido para no darse cuenta que simplemente es una relación tan sencilla como alguien dispuesto a hacer trueques y nada más que eso (intercambios de favores).
Suspiró algo fastidiado,en estos momentos su mente lo traicionaba,debía enfocarse en su objetivo: hacer que Ayano por fin quedé con Taro Yamada. Incluso si con esto que tiene en mente arruinaría una de las dos vidas.
Pero no es algo de lo que se arrepentiría ¿Verdad?
De su bolsillo saco algo de dinero y entro a la escuela ¿Porque? El hambre lo consumía,debía rápidamente comer algo o sino se desmayaría ahí mismo. Después de todo, él también es humano,aunque él mismo entiende que sería difícil de creer luego de los actos que ha cometido.
(...)
Ayano caminaba junto a Kiba y Hanako de camino a la escuela.
– Hey Ayano ¿Porque no haz pasado otra vez por el club de deportes? – pregunto Kiba.
– Sabes que a la hora del club tengo que ir al club de Karate ¿No? –.
Kiba puso sus labios en forma de "O" de manera que recordaba aquello,solía ser un despistado muchas veces.
– Por cierto ¿Qué pasó con Osano? Ha estado raro... Bueno,en si es raro todo el tiempo pero ahora parece estar ¿Decaído? Algo así,parece un idiota más de lo normal – confesó el castaño.
Lo dudo antes de responder,su objetivo no era esparcir rumores de sus compañeros (menos cuando las cosas con Osano iban tan bien),Budo ha confiado en ella y no lo iba desperdiciar.
– Ah ya sabes,sus "cólicos" extraños – soltó una carcajada – Pero,ya está todo bien. Quizás la próxima vez que lo veas no sea tan histérica –.
– Si es así te daré 10,000 dólares. NADA en este mundo cambiará esa actitud de él ¿Verdad que sí Hanako?– pregunto incluyendo al callado chico a la conversación.
– N-no lo s-se,creo que todo el q-que desee podría cambiar–.
Ayano se acercó a Hanako y la abrazo por los hombros y esbozó una gran y reluciente sonrisa y pronunció con orgullo:
– ¡Claro! Concuerdo contigo Hanako-kun– exclamó feliz.
Hanako se ha sonrojado un poco en esta situación,suele ser algo tímido desde que se ha sanado. Sobre todo agradece a Aishi su preocupación por él como amigo por su enfermedad.
Posteriormente,llegaron a la escuela en dónde después de cambiar sus zapatos e intercambiar un par de palabras se fueron en direcciones diferentes.
(...)
Ayano caminaba por los pasillos de Suru, meticulosamente tratando de no encontrarse a ciertas personas. Se sobresalto al escuchar como en el pasillo al que se aproximaba,la voz de Megamo Saiko retumbó mientras insultaba a algún desdichado estudiante por cruzarse en su camino.
<< Otro problema>>. Pensó Ayano.
¿Se lleva mal con él? Enrealidad no,o bueno,no lo sabe con certeza. Tenían una relación voluble,podrían un día conversar bien y al otro por alguna extraña razón solía estar más insoportable que nunca. Prefería no cruzarse con él en estos días que Ayano apodaba como:"Los días menstruales del Saiko". Claro,el nombre le quedaba perfecto. Entonces, escuchó como Megamo se acercaba a su pasillo a paso firme,sonoro e intensamente molesto.
Rápidamente,desvío su ruta hasta una nueva de escape: la puerta hasta el área trasera fuera de la escuela. Al salir,se sintió más aliviada al cerrar inmediatamente la puerta detrás de ella sin llamar la atención.
(...)
Caminando y recorriendo con sus ojos negros cada detalle que decoraba los alrededores de Suru. Unas hermosas flores pequeñas alineadas junto al camino y árboles teñidos en flores rosas y violetas deleitantes para la vista.
Mientras sus pies se guiaban por el camino, escuchó un par de sonidos provenientes de una persona que no lograba reconocer del todo. Se acercó un poco más y dobló la esquina encontrándose con un muy cansado pelinegro,con un poco de sudor y con su típico traje de karate colocado. Budo Masuta se encontraba calentando.
Justo en ese momento,al sentir la prescencia de alguien,Budo giró encontrándose con los ojos negros de Aishi.
– ¡Buenos días, Aishi-chan! – saludo amablemente el joven deteniendo su entrenamiento.
Ella sonrió y respondió su saludo,no lo dudo mucho para acercarse a él.
–¿Dónde están los demás? – preguntó la chica.
– Todos están ayudándose entre si a estudiar,resulta que algunos tienen pruebas académicas hoy– respondió mientras esté se sentaba en la manta que descansaba en el suelo.
– Ya veo– comprendió ella.
Hace un tiempo no se acercaba tanto a sus compañeros del club ahora que lo analizaba.
– ¿Todo bien,Aishi? – preguntó Budo,quién ha notado a la pensativa chica.
– Budo,algún día salgamos con los chicos del club ¿Qué te parece? No sé a dónde,por si quieres preguntar,pero estaría genial salir un día de estos próximos y con nuestros amigos tener un descanso bien merecido– sugirió Ayano.
Solía ser una chica agradable a los ojos de Budo,algo misteriosa y con un aura tranquila desbordando de si misma cada vez que caminaba por la escuela. Pero... Ahora que lo notaba,o pensaba,la chica no solía estar rodeada de amigos y esas cosas,es más,podría asegurar que no es una chica muy popular.
– Me parece bien ¡Apoyo tu compañerismo! Estaría mejor informarle a los chicos luego de su examen,así no los distraeremos– aclaró alegremente.
Para Budo ayudar era una afición.
Estaba acostumbrado a ayudar personas,nunca esperaba algo a cambio y si se lo ofrecían solía rechazarlo. Hace no mucho tiempo no fue así,fue un chico tímido que por más que quisiera ayudar le era casi imposible poder hacerlo.
Por eso aprovechaba la ocasión.
Admiraba a Ayano por eso,a pesar de no ser una chica popular,no es como si le interese serlo. Solía lucir feliz con su pequeño grupo de amigos,sin buscar fama o aceptación de nadie más. Le demostró ser una verdadera amiga con sus amigos, importandole su salud,apoyando a Kiba en sus torneos y apoyando a Hanako a ser más sociable y dejar de tener tanto miedo a expresarse.
La miró nuevamente,ella estaba prestando atención a las plantas que los rodeaban. Tranquilidad desbordaba, como siempre ¿Y él? Pues,lucía cómodo con ello.
– Aishi,te desafío hoy a un combate– soltó de repente llamando su atención rápidamente.
Ella sonrió desafiante.
– ¿Está seguro,Sensei? ¿Tantas ganas tiene de que alguien le patee el trasero?– bromeó cruzándose de brazos.
– Eso lo veremos Aishi,quiero ver qué tanto haz practicado éstos días por tu cuenta–.
– Bien–.
En ese momento ella se paró para salir del lugar pero,la voz de Budo la ha detenido.
– Apostemos– dijo el pelinegro.
Ha ganado su total atención.
– Quién pierda llevará al contrario a la feria más cara y pagará todo– retó Budo.
Ayano lo miro confundida al principio pero,luego sonrió.
– Trato hecho,Sensei– dijo la chica para después alejarse del lugar.
Budo quedó allí sentado observando la dirección en la que Ayano se fue.
Tenía mucho,mucho,mucho tiempo sin tener una conversación en dónde sentía que puede entender a la persona a la que le está hablando. Aunque no lo dijera, sentía que Aishi era una gran amiga con la que coincidía en pensamientos la mayor parte del tiempo,además de que,está presenta un gran interés por el arte marcial del Karate y no es mala par amada practicándolo.
Simplemente,lo inspira a enseñarle.
(...)
Organizaba unos papeles en el escritorio junto a un gran libro,algo estresado sin duda con su típica expresión de que todo le molesta.
En eso,recibe una llamada.
– ¿Todo listo?–.
– Si,solo esperamos sus órdenes para comenzar–.
Miro la foto de la pelinegra en su computadora,había sido tomada mientras estaba desprevenida una mañana llegando a la escuela. Con su brillante y cuidado pelo negro desordenado por el viento y sus ojos negros y brillantes mirando al este.
Lo estaba reconsiderando.
– ¿Señor?– se escuchó hablar desde la otra línea.
– 2 meses– y dió una pequeña pausa– 2 meses para comenzar,no quiero que sea ni más ni menos que en 2 meses exactos– hablaba mientras su mano se extendía a la computadora y lentamente acariciaba la imagen de la cara de la chica – Todo debe salir de acuerdo al plan– finalizó.
– Si,señor– y la llamada llegó a su fin.
Quedó observando la foto de la chica de apariencia inocente.
– Sacaré tu peor forma a la luz,pequeña Aishi...– susurró.
(...)
La hora del almuerzo ha llegado,Gary Akiyama miraba nuevamente su entorno,rogando por encontrar a la pelinegra que no ha hecho más que poner fin a sus días de tranquilidad. Frunció el ceño y se dirigió a paso veloz al baño para hombres.
Una vez allí,saco su teléfono y reviso cada camara de seguridad.
Entonces la encontró:
Frente al club de Karate, junto a Budo,Sho,Juku,Mina y Shima aparentemente almorzando gustosamente.
Y él solo deseando borrar esa sonrisa de su cara,hacer que está sea dirigida exclusivamente al Yamada y dejé de joderle la existencia.
Frustrado,guardo su celular y salió del baño.
(...)
Ayano caminaba sola de regreso a su curso luego de ya finalizado el receso para almorzar. Había tenido ya una breve conversación amistosa con sus compañeros del club,se sentía muy feliz por ello. Muchas veces socializar se le complicaba (vergüenza, quizás),y solía travarse,sin embargo,está vez fue totalmente diferente dándose cuenta que poco a poco adquiere una excelente forma de comunicarse con sus seres queridos.
De repente,se da cuenta de que ha chocado con alguien en el momento que exploraba entre sus pensamientos. Entonces,sostiene su cabeza algo movida por el golpe y luego,alza la vista.
Lo primero en ver fue ese típico fleco de pelo suyo color lavanda que era más largo que el resto y estaba en el centro de su rostro de forma algo ondulada.
Megamo Saiko.
Por dentro,la chica hiperventiló.
<<Claro... Este día iba demasiado bien para ser real>>. Pensó.
Él la observaba de brazos cruzados y con su ya típica expresión antipática.
– ¿Qué se supone que haces Aishi que no estás atenta a tu entorno? ¿Piensas chocar a alguien,eh? – preguntó con un notorio desagrado en su cara.
– Lo siento... No volverá a ocurrir– se disculpó la chica intentando salir rápido de esa situación. Entonces,cambio para seguir su camino...
Pero una mano la detuvo.
No,no.
LA mano de Megamo la detuvo.
– ¿Haz considerado lo que te dije,Aishi? –pregunto.
Ella rebuscó en su mente hasta encontrar con lo que decía. Anteriormente él la había invitado a su club.
– Lo siento, Saiko-San pero,no me interesa unirme a su club– soltó.
Entonces él comenzó a caminar mientras decía:
– No es como si perdieramos algo al no tenerte,Ayano Aishi... Después te darás cuenta de cuando has perdido pronto– finalizó al subir al 3cer piso siendo este fuera del rango de visión de Ayano.
<<Que extraño>>.
(...)
Después de las clases,ha llegado la hora de limpiar la escuela.
Ayano junto con una esponja y una cubeta con agua de jabón estaba ayudando a limpiar su curso. Poco a poco los demás estudiantes salían después de terminar ¿Y ella? Maldecir haber dibujado en su pupitre cuando estaba aburrida durante clases,ahora debía de limpiar todo eso y llevaba más tiempo.
Así fue hasta que quedó completamente sola en su curso,la mayoría de los estudiantes estaban en sus respectivos clubs mientras que los demás se habían marchado a sus hogares.
Estaba agachada concentrada en limpiar su asiento cuando,de repente,la puerta es tocada tres veces llamando así la atención de Ayano.
<< ¿La puerta no estaba abierta?>>. Se preguntó.
Y entonces miró.
Se congeló al observarlo.
<<¿Mido... Rana?>>.
El profesor estaba de pie en la puerta,muy bien uniformado (sin dejar nada a la imaginación),y con una expresión de preocupación.
– Ayano Aishi ¿Podemos hablar?–.
(...)
Hola mis lectores queridos! Lo siento si me esfume dos semanas,es que he tenido mucho trabajo con la escuela pero en compensación aquí tienen un capítulo largo de 2,200 palabras para ustedes uwu 💖
¿Qué les resulta curioso de la historia?
¿Cuál es su personaje favorito?
Nos vemos en la próxima actualización 💖✨
Comenten ¿Qué les pareció el capítulo? Y no olviden votar ✨.
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