El día ha comenzado para Ayano,la suave brisa acaricia la piel expuesta de sus brazos mientras camina por la calle en dirección a la escuela. Sus amigos Kiba y Osano la acompañaban actualmente,hablando de cosas triviales.

– ¿Y...– Pronuncia el castaño.

– ¿"Y" qué? – Responde Aishi.

– En clase de Karate ¿Qué tal te fue? –.

En eso,Osano se tenso. Tenía mucho sin escuchar de ese club... O más bien,evita saber si quiera un poco de ello.

– Pues,bien. El líder... - fue interrumpida.

– Budo–.

– Si,si,Budo piensa que tengo la capacidad para hacer muchas cosas más–  dice con emoción. La alegraba saber que alguien que no era Kiba creía en qué ella puede lograr mucho más.

– Pufff... No te ilusiones mucho, Aishi-chan... El líder acostumbra ser un asqueroso mentiroso para lograr sus objetivos– escupió de forma incómoda con una pizca de rechazo en sus palabras el peli-naranja.

Tanto Kiba como Ayano se sorprendieron y quedaron confundidos. Pero,por otro lado,Osano solo mostraba un ceño fruncido con la vista fija en el camino.

– ¿Pasa algo,Osano-kun? –.

Este nisiquiera la miro,cerró los ojos de golpe irritado.

<<Odio recordar>>. Pensaba.

Adelanto su paso firmemente mientras dejaba a el dúo que lo acompañaba detrás.

– Apresuren el paso,se hará tarde–. Fue lo único que dijo mientras seguía su camino.

Ambos jóvenes se miraron con confusión,Kiba levanto sus hombros en señal de que no sabía que ocurría y siguió caminando al lado de Ayano sin decir nada.

(...)

En el momento que llegaron,Osano se separó de ellos con la excusa de que iría a comprar el desayuno. No rodearon más en el tema y siguieron caminando por los pasillos Kiba y Ayano,pero,en cierto momento Kiba se encontró con miembros de su club y se fue junto con ellos a un juego rápido antes de clases para calentar. La pelinegra siguió el camino a su clase sola,mientras tarareaba una canción en su mente.

Un rubio carismático cursaba por el mismo pasillo desde un punto de partida contrario al de la fémina,estaba riendo con sus compañeros,queriendo alcanzar a los otros que se dirigían (junto con Kiba), a la cancha de Basketball. Este se dió cuenta de la prescencia de la chica al cruzar a su lado,ella a diferencia de él no lo notó.

Seguía en su mundo,mirando hacia adelante concentrada en llegar a su aula.

<< ¿Aishi-chan?>>.

Y sus ojos se quedaron mirando el pelo negro mientras sus pies se movían al ritmo de sus compañeros.

– Los alcanzó en 5 minutos– dijo separandose del grupo para luego devolver su caminar hasta llegar a la chica.

– ¡Buenos dias, Ayano-chan! – saludo cortésmente y con una sonrisa adornando su rostro.

Ella sonrió como respuesta y movió su mano en señal de saludo hasta él.

– ¿No vas a entrenar con los chicos? – pregunto curiosa.

– ¡S-si! Eh... Escuché que eres la nueva integrante del club de Karate ¿Es cierto?–.

– ¡Si! Es lo que necesitaba para mi– expresa con aire de seguridad al joven.

Él lo entendía,ella buscaba más que solo entrenar y pelear por una pelota,quizás tenía sus propias razones para estar en karate ¿Defensa personal,talvez?

– ¡Me alegra escuchar eso,enserio! Ya sabes lo que digo,dónde está tu felicidad está tu futuro– y enrollo una mano alrededor de sus hombros con una gran contagiosa sonrisa.

– Ah, próximamente romperé paredes en vez de tablas– bromeó.

Ambos rieron ante el comentario. Aso recordó la práctica.

– Tengo que irme Ayano-chan– decía avanzando – ¡Saluda a Budo de mi parte! – y se despidió moviendo su mano – Nos vemos–.

Sonrió para sí al ver al chico cruzar el pasillo, exactamente era como lo pensaba. Alguien bueno, carismático y agradable.

Continuó su camino hasta su aula.

(...)

La directora había organizado una reunión con los estudiantes de Suru en la tarima de la cancha de baloncesto. Informaba con educación y disciplina que las decoraciones de otoño debían ser colocadas por cada estudiante en sus respectivos cursos,recordaba sobre la responsabilidad que cada estudiante debía tener,entre otras cosas que suelen decir las directoras durante esas reuniones.

Ayano observaba a sus compañeros algo aburrida mientras seguía de pie en la fila de su curso,se dió cuenta de la prescencia de Aso del otro lado junto a líderes como Megamo e Budo. Todos ahí atentos a la palabra de la directora.

<< Digno de líderes>>.

Prestando atención a sus mayores.

En eso,se encuentra con la mirada de uno de sus líderes quien la desvío hasta ella exactamente hacia ella. Con desprecio la miro, fijamente mantuvo su mirada en ella. Sintió un escalofrío recorre su pescuezo terminar al final de su espalda.

¿Porque este chico trataba tan duro de asustarla?

Si hubiera sido "eso" que su madre Ryoba quería que fuera,hace mucho lo habría asesinado solo por molestarle. Pero,ahora solo le tocaba aguantar eso ¿Qué tan malo podría ser?

Solo desvío ella su mirada hasta la directora nuevamente,no estaba interesada en una pelea de miradas con Saiko.

(...)

Hora del almuerzo.

Estaba cansada ya hace rato de todo el tiempo que tardo de pie escuchando a la directora cotorrear,su estómago gruñía. El timbre había sonado hace pocos minutos,sabía que tanto Osono como Hanako solían llevar cosas de sus casas para almorzar,aunque no estaba segura de si el peli-naranja estaría dispuesto ahora a almorzar con ella,tenía el presentimiento de que había estado evitando contacto con ella desde que hablo sobre su entrada al club de Karate.

Cuando se dió cuenta,ya era la única en su curso que se quedaba dentro,se apresuró a levantarse y sacar algo de dinero de su bolso para ir a la cafetería. Le urgía comer.

Gracias a su descuido por la rapidez de llegar por el hambre dentro de su ser,choco con Kiba en el camino,quién le dijo que no podría almorzar con ella porque estaría con los chicos entrenando un poco más,espera tener más resultados para un futuro torneo deportivo que haría Suru junto a otras escuelas al final del otoño.

Entendió lo dicho por su compañero y siguió caminando hasta la cafetería.

(...)

– Si,solo eso por favor–.

Tomo su pedido con alegría, aún se discutía en su mente si ir con sus amigos a almorzar o esta ves tomarse un tiempo para disfrutar la comida sola. Hoy extrañamente tenía el deseo de estar sola consigo misma.

Se fue por la segunda opción.

Busco con la mirada una mesa vacía (que extrañamente casi todas lo estaban) pero,detuvo su búsqueda al observar una mesa en la esquina.

Su cabello rojo brillante y peinado adornaba su cabeza,unos audífonos de casco rojos con detalles se observan en su cuello posados y él con sus manos llevando una cuchara con comida directo a su boca.

Lo conocía.

Entonces,no fue un espejismo,este chico si estudia ahí.

Gary Akiyama.

Sin preguntarle,se acercó a su mesa y se sentó delante de él en el asiento obviamente solitario.

Él la miro excéntrico. No planeaba que ella se le acerque tan rápido.

– ¿Te duele algo?– pregunto sarcástico refiriéndose al porque ella se acercó a él.

– N-no,solo vine porque m-me caes bien– algo avergonzada respondió.

Debía pensarlo ¿Estaría bien tratarla mal de repente? Sería sospechoso... No es buen actor como Kizano,tampoco tan doble cara como Megamo. Simplemente haría algo normal.

– ¿Ustedes se encuentran bien,ya? Ya sabes,después de... – preguntó dejando sus pensamientos de lado.

– Si,te lo agradecemos infinitamente– contesto con una reverencia.

– Bien,pero,no por eso deberías sentarte... Aquí. No quiero que te sientes por pena o esas cosas,puedes irte a almorzar por ahí con tus amigos o amigas,no lo se– soltó cerrando los ojos mientras introducía una cucharada de su comida.

– N-no... – luego de notar la duda en sus palabras,se recompuso y con una mirada sería le dijo– Quiero decir NO,no necesito acercarme a ti por eso. Quería agradecerte,y lo hice,y estaré aquí para ti por si necesitas algo–.

– ¿Y cuando ya hagas ese algo que yo necesite?–.

– Pues,dependerá de nuestro desarrollo como amigos–.

– ¿Amigos? No soy tu amigo–.

– Aún... – susurró – Y ¿Qué es eso que comes?– pregunta desviando la conversación.

– Wasabi– respondió secamente el pelirojo.

– Oh ¿Cómo soportas cosas tan picantes? – hizo una nueva de susto.

– Hm,me acostumbré a comer cosas así cada día ¿Qué más da? Lo dulce me repugna– dijo mientras miraba disimuladamente el plato de Ayano que contenía cosas dulces como un gran dango.

– Las cosas dulces son buenas,cuando comes algo así sientes que una dona te da un beso en el pecho–.

– Arg,exageras. Lo he probado y no es tan bueno como dices,es empalagoso–.

– Quizás si,pero cuando las hago yo creo que haría comerlas hasta el más amante a lo agrio–.

– No a mi–.

– ¿Porqué tan seguro?–.

– Porque si,odio el azúcar–. Repitió frunciendo el ceño mientras la observaba.

– O,el azúcar te odia a ti– bromeó la chica.

– Que te guste no significa que deba gustarme a mi– e introdució otra cucharada de Wasabi a su paladar.

– Te gustará una vez que lo pruebes,no te arrepentirás– sonrió por última vez y prosiguió a comenzar a comer ella igual.

Debía admitirlo,era buena buscando temas de conversación con él. Podía decir que era la conversación más larga que ha tenido con algún estudiante de Suru, a pesar de saber sus nombres y tener información,no sentía que simpatizaba con ninguno de ellos.

Sentía paz... Y eso es extraño. Siempre está caminando de un lado a otro en su habitación,en su propio universo,ideando planes para corromper a la chica que tranquilamente come delante de él justo ahora, irónico ¿No?

Sabía que sus días cambiarían al llegar a esta academia, pero...

No pensó que cambiaría tanto.

Pero,no eran tan estúpido para dejar de vigilar su entorno aún almorzando. Tenía 10 minutos que se había dado cuenta de la mirada grisácea que observaba a la fémina desde hace rato. Con odio,con frustración y enojo. Cómo buscando respuesta a algo.

¿Qué le pasa a ese chico?

....

Hola :3 aquí su capítulo de la semana,este se dividirá en dos partes,la parte 2 será el próximo capítulo el cual será la continuación de este día.

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