Capítulo 10: Peligro.
La mañana había comenzado,un hermoso sábado recibía con los brazos abiertos a Ayano,quién se encontraba en la cocina preparando un sabroso plato de arroz con pollo para ella sola. Con algo de música puesta y tarareando la canción mientras se servía para comer.
De repente,su celular dejo de sonar la música,ella lo miro extrañada y se dirigió a dónde estaba a ver qué había provocado la pausa repentina de la música pero se encontró con una llamada entrante de Hanako,su compañero de la escuela y nuevo pequeño amigo.
– Hola,buenos días ¿Qué pasa Hanako-kun? – pregunto mientras tomaba el teléfono colocándolo en su oreja.
El chico le informo que necesitaba ayuda para comprar algunas cosas para él,pero,como no era tan experto en ropa se le hacía algo difícil. La chica acepto inmediatamente,le hacía falta salir a tomar aire y caminar.
...
– Hace algo de frío– dijo. Miraba por la ventana abierta el vecindario.
Estaba en pleno otoño,en noviembre,ya casi se acerca invierno,en un mes. Las grandes brisas no se hacían esperar. La chica volvió a su habitación y de allí saco un abrigo y una bufanda de color rojo.
Escucho como tocaban su puerta abajo y descendió por las escaleras hasta llegar y abrir la puerta.
– Oh,lo siento si tarde Hanak...– frenó su habla al ver que quien estaba delante de su puerta era uno de estas personas que llevan los paquetes a las casas.
– ¿Ayano Aishi,verdad?– preguntó el señor.
Ella asintió.
– Esto es para usted–le paso un paquete–firme aquí y aquí– y señaló el documento.
La azabache hizo el procedimiento indicado y se adentro a su casa con el paquete entre sus manos. Lo meneo un poco para poder tener una idea más o menos de que se trataba. Pudo escuchar el leve sonido de un cristal chocando y algo más duro,así que decidió abrirlo.
Al abrirlo,pudo encontrar una foto encuadrada de ella y su padre con un lindo cristal adelante en forma de decoración.
Ella recordaba ese día de pequeña, probablemente el día que su madre comenzó a ver qué nada con su hija estaría "bien". Pues este día la chica pudo sonreír con naturalidad y genuinamente para una foto junto a su padre,el primer día donde sintió algo y ese algo fue felicidad al pasar una tarde en la playa junto a su padre,como debía ser una familia normal. Ella también recordaba con cuánto reencor miraba su madre la escena,absetiendose a tomarse una foto junto a su marido y su hija en ese momento con el pretexto de decir que estaba "desareglada",cuando ya sabemos que si se trataba de salir con su esposo,la señora Aishi jamás iría desareglada.
Ella lentamente paso la yema de sus dedos por la cara de su padre sonriente y la cara de ella de pequeña sonriendo como un sol,viendo cómo sus rayos se reflejaban en sus lindos dientes (en los que había,claro,a esa edad le faltaban los dos dientes delanteros de la parte de arriba de la boca). Sintió nostalgia.
<<Como desearía que volvieran esos días,dónde solo podíamos ser papá y yo>>. Pensó con una pequeña sonrisa.
Sintió sus manos entumecer,como si algo casi seco se apegara a sus dedos que sostenían el marco de la foto,entonces,los miró. Lo que vio la sorprendió, tenía manchas rojas en sus dedos,algo pegaso. Se asusto y pensando lo peor acercó sus dedos a su nariz.
Pero,por mas que olía,no se sentía nada de olor,más bien olía solo la madera nueva que tenía la foto de marco. Luego, giró la foto para poder ver mejor de dónde provenía aquellas manchas y solo encontró que era pintura saliéndose de la parte trasera del marco de la imagen. Suspiró aliviada.
Casi mueres del susto ¿Que hubiera pasado si eso era lo que ella suponía que era?
Se burló de ella misma internamente,ahora estaba interesada en saber quién había enviado el paquete,pero a la hora de girarlo para ver quién lo mandaba tocaron su puerta. Entonces,dejo el pequeño paquete en el sofá. Lo vería al llegar a casa.
Salió para encontrarse y saludar amablemente al menor de pelo negro y se dirigieron juntos a comprar.
...
– Fue divertido – expresó una sonrisa acompañándola mientras traía un par de bolsas de ropa.
– Oh claro, ¿Cómo no lo sería? Me tenía poniéndome todo tipo de ropa,no me pusiste tanga porque no había de mi talla– dijo con ironía el chico que también llevaba sus bolsas de ropa y productos.
Mientras caminaba,desde un celular de un chico que camino a su lado pudo ver la hora.
– Wow,son las 6:00 p.m y salimos a las 1:30 p.m de mi casa– expresó con sorpresa. Es decir que han pasado ya casi 5 horas solo comprando ropa y productos.
– Oh,Ayano-chan,recuérdame no volver a pedirte a ayudarme a pedir ropa,eres muy selectiva – dijo riéndo al mismo tiempo.
La chica se sonrojo un poco,le avergonzaba que sea descubierto su peculiar pequeño gusto por la moda.
– Oh,casi lo olvido ¿Me acompañaras al mercado más cercano a comprar algunas cosas para preparar la cena? Lo compraría aquí en el centro pero... Es bastante cara la comida aquí– le preguntó al chico.
El chico asintió,entendía que la chica era algo más madura al tener que trabajar y mantenerse ella sola hasta el punto de deber ahorrar para poder administrar mejor su dinero y en qué lo gasta.
Ambos se dirigieron al mercado que quedaba a unas 2 calles de dónde estaban.
...
– ¿Tienes todo? – pregunto el chico mientras cargaba unos grandes fundones de comida de la chica (además de que ya previamente sostenía sus bolsas de productos nuevos y ropa).
– Si,ahora a casa,y no te preocupes,apenas son las 6:30 p.m,llegaremos en eso de las 7:00 a casa,yo te llevaré a tu hogar para que no tengas problemas– afirmó la chica.
– Ah,no te preocupes Aishi, confío en ti–.
Entonces,ambos emprendieron su camino hasta la casa pero,de repente, Ayano sintió como era básicamente arrastrada por alguien que la sostenía desde su bufanda y en el transcurso la ahorcaba la misma tela. La chica sintió como las bolsas le eran arrebatadas de las manos y ya con las manos libres,intento forsejear con su agresor quien la seguía arrastrando.
No podía gritar por más que intento,la fuerza en su garganta no le permitía pasar el aire suficiente para poder hablar. Con desesperación miro a Hanako,o bueno,lo busco con la mirada y no lo encontro. Fue arrojada, literalmente, hasta una pared de ladrillos en un callejón oscuro.
– Arg– expresó algo mareada mientras con sus manos acariciaba su cuello.
– Bien señor,aquí tenemos un niño y una bella chica,traían artículos de sus interés–. Una persona totalmente desconocida para ambos parecía dirigirse a una fuerza superior.
– Me da igual,solo traigan eso aquí y veremos su valor–. Una voz... Ronca y profunda,con un poco de "me da igual todo" en su tono de voz. Ella pareció estar extrañada con esa voz,pero tenía tanto miedo ahora que solo miro al suelo.
Levanto la mirada,luego,al ver cómo Hanako era arrojado al lado de ella. Ella solo pudo tomar la mano de él con fuerza,para intentar llevarle algo de tranquilidad al chico que ella sabía y ahora mismo estaría queriendo morir.
– ¡¿QUÉ DIABLOS ES TODO ESTO?!– Gritó el hombre de la voz de hace poco,pareció hacer que todos callarán inmediatamente – ¿Jabón? ¿Shampoo? ¿Ropa de deporte? ¿Verduras? ¡Diablos! Aquí lo único que valdría aunque sea 10 dólares serían esos tenis Nike ¡¿Acaso les es tan difícil encontrar víctimas buenas?! – Entonces el mayor empujó con fuerza a uno de los hombres delante de él,apegandolo a la pared con fuerza y dejándolo inconsciente– Solo tomen esos tenis,nada más hagan lo que quieran con esos dos–. Dijo finalmente.
El de la poderosa voz paso enfrente de ambos chicos,Ayano no desaprovechó la oportunidad y miro la cara de chico que cruzaba a paso firme,con una capucha negra en sus hombros y ropa negra puesta. Inmediatamente vio ese cabello despeinado rubio y esos ojos de color amarillo,no tuvo duda de quién era.
Osoro Shidesu.
El mismo chico que solía estar por callejones cercanos a su casa ¿Qué hacía en estas zonas? Ella ya se lo había encontrado en otras ocasiones,se podían llamar conocidos.
Ella se dió cuenta de que quizás, él no la había visto a la chica, nisiquiera se interesó en hacerlo como todo criminal solo quería sus pertenencias y ya. Entonces,pensó en algo. Suspiró derrotada y simplemente se armó de valor.
<<Bueno,quién no quiera morir que no nazca>>. Pensó por último para darse alientos.
– ¡Shidesu! – gritó está para llamar su atención.
Y lo logró.
El chico la miro por el rabillo del ojo, reconoció inmediatamente esa voz.
Vio como el chico se aproximaba hasta ella,estaba más que nerviosa. Habían dos opciones para como terminaría esto: 1- los dejaría golpeados y se llevaría todo y 2- los mataría y se llevaría todo. Ahora mismo,se arrepintió de actuar tan precipitado,arriesgando la vida de un chico de solo 15 años. Jamás se lo perdonaría si salía viva de esto.
El de la cicatriz en forma de X,se agachó a la altura de Ayano haciendo que está se eche hacia atrás hasta quedar su cabeza con la pared,cerró los ojos,rehusandose a ver directamente a los ojos al de ojos amarillos. Él la sostuvo con fuerza de la barbilla,obligandola a mirarlo. Ella abrió sus ojos encontrándose con las orbes amarillas de una vez. Podía ver en sus ojos la ira reflejada. Podía sentir sus vellos por todo su cuerpo ponerse de punta y su respiración entrecortarse.
Simplemente desea que esto se acabe.
Escuchaba al lado de ella la respiración lenta de Hanako,sin poder mirarlo para verificar su estado. Solo apretó su mano entre la suya.
Y ahí,se dió cuenta de la posición en que estaban.
Ella con sus piernas abajo de él y el rubio agachado. Examinó la situación pero,antes de que pudiera pensar más claramente,este la jalo con fuera de la coleta,haciendo que ella se fuera hacia delante y ejecute su plan sin pensarlo mucho,levanto con fuerza su pie derecho golpeando directamente la parte íntima de Osoro. El chico quedó con la vista en blanco momentáneamente.
Aprovecho está oportunidad para sostener a Hanako de la muñeca e indicarle que corrieran lo más rápido que puedan. Ambos jóvenes se pararon con rapidez y movieron sus pies aún más rápido para salir de aquel callejón.
Osoro los miro con odio,su voz retumbó por el lugar al gritar:
– ¡No los dejen escapar! ¡Los quiero vivos! –.
Su grupo de secuaces siguió a ambos jóvenes corriendo,sin poder dispararles por orden de Osoro para no llamar la atención de la policía.
Y ahí estaban,dos adolescentes una chica y un chico siendo perseguidos por un grupo de 6 personas con malas fachas y bates y otras armas en sus manos.
La de ojos negros sentía como sus pies comenzaban a falsear,intentando mantener el mismo ritmo junto con Hanako quien seguía junto a ella corriendo pero luciendo aún más cansado que ella,parecía forzarse a estar a su nivel pero casi desmayandose. Ahora mismo,se lamentaba de haber sugerido ir a comparar allí.
Pedía a gritos a Dios enviarle un milagro ahora,porque sabía que si seguía corriendo probablemente se desmayé y sea alcanzada por los criminales e inmediatamente llevada ante Osoro,quién se encargaría de hacerle pagar por la patada en la entrepierna.
Pero,sus plegarias fueron escuchadas.
Pudo sentir unas manos jalarla a ella y a Hanako con fuerza hacia adentrarse a un callejón.
Los criminales se adentraron a este callejón,sin encontrar nada. Buscaron en los basureros y cada esquina del lugar pero no vieron nada. Fastidiados y vencidos,se alejaron del lugar. Tendrían que lidiar con los reclamos y golpes de su enojado líder.
Sintió paz al ver por la pequeña brecha como los delicuentes se alejaban corriendo al escuchar las sirenas de una patrulla de policía que pasaba patrullando por esa zona.
Suspiró sintiéndose aliviada,miro a la persona a su lado y se encontró con un cabello de color rojo y un par de anteojos del mismo color.
<<Nunca lo había visto>>. Pensó.
Entonces,sintió miedo. Quizás quien la salvó era un pervertido de primera que lo hizo para aprovecharse de ella y matar a Hanako,oh pero aún... ¡También lo haría con Hanako! Y luego,los mataría, tiraría,y ese era el último día que suspiro siquiera. ¿Se iría así sin despedirse de su amado padre? ¿Sin haber recibido amor romántico? ¿Se iría sin reconciliar las cosas con su madre?
– No les haré nada,lo juro– afirmó el chico mientras se arreglaba las gafas y ayudaba a ambos jóvenes a salir del escondite entre la pared como todo un caballero – Los ví correr de ese grupo,pensé que corrían con ellos al principio pero,luego me di cuenta de que corrían de ellos. ¿Asaltantes?–.
– Si...– respondió el joven respirando con dificultad, intentando recuperarse de tremenda corrida.
– ¿Están bien?– preguntó.
– Lograron asaltarnos pero,estamos con vida,gracias a ti... –.
– Gary,Gary Akiyama– se presentó el de ojos carmesí.
– Muchas gracias por todo enserio,pero,debo irme rápido a mi hogar y además,llevarlo a él – señaló a Hanako– a su hogar,un placer conocerte,espero volver a vernos–.
Envolvió su brazo alrededor de los hombros del pelinegro y lo ayudo a caminar,ambos estaban exhaustos y heridos.
El pelirojo no tenía experiencia con amigos,nada de eso,pero supo que debía intentar eso que decían en las películas.
– Yo podría acompañarlos,para asegurarse que nada más les pase...–.
– NO, gracias,estaremos bien– forzó una pequeña sonrisa y siguió con Hanako su camino.
Entonces,el pelirojo dejo de insistir y miro al suelo,encontrándose con la bufanda de Aishi.
– ¡Hey,tu bufanda!–. Le gritó.
– ¡Quédatela! ¡Míralo como un regalo por ayudarnos! –y desapareció de la vista del chico al cruzar una calle a la izquierda.
Miro la bufanda entre sus manos y la apretó,levantando su visita hasta el lugar por donde se habían ido el par de amigos.
Esto de ser el Info-kun y acosador de la Aishi,lo comenzaba a poner en situaciones extrañas.
....
Hasta ahora dentro de mi historia ¿Con quién shippean a Ayano y por qué?
Bueeenas noches chicos :3
Díganme ¿Que les pareció? Dure mucho haciendo este capítulo,espero que les guste.
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