➹ Capítulo Ochenta Y Uno
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Bad Dreams- Faouzia
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✥ 𝙳𝚎𝚙𝚛𝚎𝚜𝚒ó𝚗
— Thai, ven, corre— alentó Lila corriendo entre el pasto
Thaily se rió siguiéndola y rodando con ella en césped suave. No sabía exactamente por que, pero queria disfrutar el momento como si no hubiera un mañana
— Thaily… Thai— la pelirroja de inmediato se giró en dirección al bosque ante la voz de Pietro, notando su ligera silueta a los límites del bosque
— ¡Pietro! — saludó Thaily feliz, sentía la necesidad de abrazarlo
Pero la silueta no se movió, siguió ahí de pie, viendo en su dirección
Lila corrió en dirección al bosque entre risas, sin darle la oportunidad a Thaily de detenerla.
»— ¡Lila! ¡¿A dónde vas?!
— ¡Papá nos está llamando, Thai! — gritó de regreso la castaña sin dejar de correr en dirección a Pietro
Thaily se puso de pie del pasto, con una extraña sensación en la boca del estómago, y sin poder evitarlo fue tras Lila, con el corazón saltando dentro de su pecho en un mal presentimiento
El cielo de ser de un brillante azul, pasó a ser un repentino grises frío, con un ventarrón de aire que sacudió el cabello de la ojiverde. Lila estaba cada vez más lejos, casi comenzando a adentrarse en el bosque, pero Thaily sentía que no podía llegar a él, como si él camino se hiciera cada vez más largo con cada paso que daba
El pánico llenó su pecho, sofocandola, por lo que se detuvo para mirar a Lila, que ya estaba ahí en el bosque, tomada de la mano de Clint y Cooper. Los castaños le sonrieron a la rojiza, alentandola a llegar.
— Ya casi llegas— escucho la voz de Pietro más cerca de lo que esperó
Thai no esperó más y se echó a correr, con la respiración irregular y el pecho ardiendo por fin sintió que llegaba al bosque, y cuando creía que abrazaría a Clint, un flash de varias luces de colores la hizo rebotar hacia atrás lanzandola al pasto, junto con una ola de dolor que se le hizo demasiado familiar
Alzó la vista adolorida, jadeando por el aire que había perdido, pero solo se encontró con los ojos de sus hermanos que la veían triste.
— Adiós pajarito— dijo Clint, para ser llevado entre cenizas con la brisa junto a sus hijos
Thaily trató de correr hacia ellos de nuevo, pero lo mismo pasó, rebotó de nuevo hacia atrás y gimió adolorida en el suelo
— Papá… — llamó tratando de ponerse de pie— Cooper… Lila..
— No puedes seguirnos, aún estás muy lejos— dijo Pietro tras ella
Thaily, con las extremidades temblando como gelatina, se incorporó poco a poco alzando sus llorosos ojos a Pietro, pero eso solo la hirió mucho más.
Él estaba ahí de pie, con un agujero en el pecho, casi como un cráter abierto sobre el centro de su torso. Sus ojos azules ya no eran de ese color, estaban nublados en un gris muerto, vacíos como si frente a ella estuviera un cascarón sin alma, la boca estaba de un azulado frío con rastros de sangre, y una sonrisa torcida y escalofriante
— P-Pietro…
— Esto es culpa tuya— susurró con desprecio el cadáver de su amigo— por eso no puedes llegar, no puedes seguirnos. Tú estás viva
El pecho de la menor subía y bajaba, tenía los ojos desorbitados de terror y pánico
— Y-yo… lo siento, l-lo… perdóname— lloró de rodillas en el pasto, que ahora también estaba marchito bajo sus manos
— Todo lo que tocas lo destruyes, eres como una plaga, Thai… — escupió con odio el cadáver
— N-no… y-yo…
— Mira lo que nos hiciste
— Yo no quería— sollozo dolida de sus muertos— hubiera dado mi vida por que ustedes vivieran, d-de verdad...
La sonrisa torcida de Pietro aumentó más, se arrodilló frente a ella y tomó las manos temblorosas de la pelirroja entre las frías y muertas de él
— Demuéstralo— susurro dejando una pequeña daga en su mano
Thai vio desconcertada el cuchillo en sus manos, con su corazón teniendo en una horrible taquicardia
»— Solo así podrás venir con nosotros…
Se sentó en su cama de golpe, viendo de forma paranoica a su alrededor, sus ojos estaban desorbitados tratando de enfocar la oscuridad y las sombras alrededor de ella.
Había sido una pesadilla. Una horrible y muy real pesadilla que le helaba las entrañas y la había dejado al borde de la paranoia
Las lágrimas bajaban en silencio por sus mejillas, saliendo sin permiso de sus ojos llenos de pánico, que veían las paredes como si en cualquier momento se le fueran a caer encima
Salió de su cama, tiritando ante los estragos de la pesadilla. Fue a su baño, quitó la tapa sobre la tina del retrete y de ahí sacó un pequeño frasco naranja con píldoras.
Sabía que no debía tomarlas, por que eso significaba una nueva recaída, pero sinceramente solo quería huir de esas sombras aterradoras que la seguían
“— Tu nos hiciste esto” sonó como un susurro en su nuca erizandole la piel
Simplemente ya no pudo más y tomó siete pastillas, que incluían tres para dormir, eso bastaría para dejarla dormir varias horas y dejarla suficientemente sedada en caso de tener una nueva pesadilla que fuera capaz de despertarla
Aun cuando acababa de ingerir una cantidad considerable de medicamentos, la sensación de ser acechada por las oscuras esquinas de su habitación le calaba los huesos.
No soportó más estar ahí, así que salió de su habitación buscando huir de las sombras y los susurros que provenían de su mente rota
— Steve… — llamó tocando la puerta de su habitación con ansiedad. A cada segundo que estaba sola se sentía a punto de caer en la demencia— Steve, puedes… — tocó con un poco más de fuerza también reuniendo la voz que no tenía
Un Steve algo adormilado abrió de inmediato, sin embargo, terminó de despertar cuando notó a Thaily temblar sin parar frente a él como si estuviera en medio de una grave hipotermia
— ¿Thai? ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? ¿Que… ?
— N-no… y-yo… — la ojiverde estaba casi hiperventilando por lo que Steve la atrajo hacia él abrazándola
Las lágrimas de Thai de inmediato mojaron el hombro de Steve, y aún cuando él la tenía entre sus brazos, no dejaba de temblar
— ¿Qué pasó?
— U-una… tuve… una… p-pesadilla— musito con la poca voz que tenía— y-yo quería… n-no.. Pu-pude…
— Shhh… ya pasó, ya estoy aquí— susurró Steve contra sus cabellos— ¿quieres quedarte a dormir?
Ella alzó la mirada aún bastante temerosa, con rastros de lágrimas en su mejillas y los labios temblando
— N-no s-se… s-si quiero dormir… tengo… n-no.. — balbuceo llorando quedito, aún cuando el complejo estaba en completo silencio apenas y podía escuchar su voz
— Ven, debes recostarte
Thaily estaba algo ida, tiritando con el frío de su sangre ante la horrible pesadilla. Podía jurar que a donde quiera que viera, la silueta oscura de Pietro la seguía reprochando por no haber salvado a nadie
»—… Thaily— volvió a llamar Steve buscando sus ojos perdidos, al fin logrando que volviera en sí
— ¿Uhmm? — parpadeo notando que ya estaba en la cama de Steve, sentada con él arrodillado frente a ella buscando que lo viera
— ¿Qué soñaste?
Ella hipo y negó de forma efusiva, no quería hablar de sus pesadillas, ni de como siempre quería ir con las personas que había perdido, el como la llamaban todas las noches y le pedían ir con ellos, pero jamás los lograba alcanzar
— Si-siempre.. E-es lo mismo… sé que… q-que no es re-real pero… pero s-se siente real, incluso duelen… mucho— habló apenas sollozando— n-no sé… no sé qué significan… o si… no sé… pe-pero no los quiero… n-no sé si quiero dormir
Steve la vio con preocupación y pena, besó las manos de Thaily para luego eliminar las lágrimas que salían el silencio de sus temerosos ojos
— Al menos trata, y si vuelven las pesadillas, yo estaré aquí, ¿qué dices?
La pelirroja mordió su labio asintiendo. Ella se recostó aún sin poder dejar de temblar, viendo con temor a todas partes, algo que Steve notó, por los qué se acostó a un lado suyo, rodeándola para que quedará frente a él y enfocará sus ojos verdes en los suyos
»— Mírame a mí, aquí estoy— alentó con suavidad— ¿Quieres decirme qué soñaste?
— N-no… no quiero que sepas, tal vez también te sigan a tí… es horrible… y no puedo escapar— lloró de nuevo sin poder evitarlo, cada vez que cerraba los párpados, la imagen de Pietro con esos ojos grises y fríos estaba ahí
— Shh… aquí estoy, nada te va a pasar…
— Creo que… que estoy loca… y-yo no sé que es real o no…
— Bueno, cuando te conocí no estabas precisamente cuerda— susurro Steve sin soltarla
Una sonrisa temblorosa se formó en su rostro lloroso, y aún cuando estaba aterrada se rió un poco.
Thaily alzó sus ojos hacia Steve, quien la besó con delicadeza, probando de nuevo el sabor salado de sus lágrimas, pero Thaily, en ese pequeño y dulce beso olvido lo que la tenía así de mal, y por fin respiro con algo de regularidad
»— Trata de dormir, ¿si? Aquí voy a estar
Thaily afirmó sin muchas ganas, acomodándose lo más cerca posible de Steve, que fue lo único capaz de calmarla, incluso más que sus drogas
Cuando Thaily por fin se durmió, Steve aún se mantuvo despierto, al pendiente y preocupado por ella y sus recaídas, la última vez que ella había tenido episodios de terrores nocturnos que la dejaban así de mal era cuando recién la conoció, y donde Natasha era la única capaz de calmarla durmiendo con ella mientras le hablaba en ruso
Ahora a él le había tocado calmarla esta vez, y sinceramente temía de lo que ella hubiera visto en ese sueño que la había dejado así de mal
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— ¿Otro episodio de terrores nocturnos? — interrogó Natasha casi sin poder creerlo— no había tenido uno de esos desde los trece…
— Lo sé— suspiro Steve con preocupación— sinceramente, Nat… Thaily está decayendo mucho, la última vez que la vi así de mal… tuvo una sobredosis— dudó vez decir sabiendo que a Natasha eso la ponía sensible
— Ya lo sé… pero no se que hacer, apenas y me deja acercarme, estamos dando pasitos de bebé— habló con algo de frustración la rubia platinada— pero bueno… al menos no me lanza la botella a la cara
Steve hizo una mueca ante el recuerdo de las peleas de ellas. Sin duda una Thaily con problemas y una Natasha terca y en negación no era algo con lo que se lidiará fácil
— Por cierto, ¿dónde está?
— Fue a su grupo de apoyo— informó Natasha frunciendo los labios— pero ya es tarde y no ha vuelto… la voy a llamar
Natasha sacó su teléfono marcando el número de su hija, pero la desagradable sensación de que algo no andaba bien le hizo el estómago un nudo que se retorcía de manera desagradable ante cada timbre que pasaba. No respondió
— Ay carajo
— ¿Qué?
— Punzada— se limitó a decir Natasha marcando a toda velocidad en su teléfono mientras se ponía de pie
Steve lo procesó, se puso de pie como un resorte siguiendo a su amiga que ya estaba entrando en su modo de madre
No muy lejos, en un bar, Thaily bebía ya su novena botella de vodka. Se había escapado a media sesión del grupo de apoyo y había tomado un taxi hacia un bar, solo quería dejar de pensar en la pesadilla y la sensación de culpa que ardía en su pecho
Sabía que no debía tratar de escapar con alcohol o medicamentos que ya habían puesto en peligro su vida más de una vez, pero no podía evitarlo, era desesperante la sensación de estar atrapado en sí mismo, sin poder huir de las sombras que querían arrastrarla
Estaba perdida, se sentía desahuciada, perdiendo el poco aliento que tenía
“ — Todo lo que tocas lo destruyes, eres como una plaga, Thai…”
— basta… por favor… — lloró en una esquina de ese bar casi oscuro
“— Mira lo que nos hiciste ”
Ella gimió, vio a todos lados sintiéndose observada, pero la realidad es que cada quien estaba inmerso en su mismo sin notar a Thaily con la ansiedad apoderándose poco a poco de su nublada mente ebria e intoxicada
— sabes cual es la solución, ¿quieres venir con nosotros? Entonces hazlo
Los ojos perdidos de Thaily enfocaron a Pietro, y las siluetas difusas de todos los que habían muerto por ella. Thaily conocía la sensación de ver fantasmas que de verdad no estaba ahí, eran las drogas de nuevo, pero eran tan aterradoramente real y sabía que no la dejarían hasta que dejara de respirar
No supo exactamente cómo llegó al complejo, solo tenía borrones rápidos de estar sentada en un auto que la dejó justo en los límites de la base de lo que ahora solo eran cenizas de los más grandes héroes del planeta.
Había mucho bullicio in-entendible de las sombras a su alrededor, sus oídos zumbaban y sus turbios ojos estaban perdidos en un interminable vacío
El piso, las paredes, todo se retorcía en su mente, mientras se tambaleaba por el lugar. Cuando menos espero, atravesó la sala principal con el objetivo de llegar a la cocina
— ¿Thai? — llamó Tony bastante aliviado de por fin verla
La ojiverde solo le dio una mirada distante y vacía, pero fue suficiente para Tony para saber que estaba muy intoxicada de nuevo
»— Nat— llamó al teléfono que tenía presionado contra su oído dejando pasar que Thaily entró a la cocina, deslizándose silenciosamente con un objetivo preciso— acaba de llegar, pero… otra vez esta ebria
— Okay, Steve se adelantó, ya debe estar casi en la entrada, no demoró en llegar
Tony soltó un sonido afirmativo volviendo sus ojos a Thaily, que estaba de espaldas a él en una de las barras de la cocina
— ¿Thai? ¿Te sientes bien? — preguntó.
La rojiza solo parpadeo enfocando apenas él cuchillo, que mostraba su arruinado reflejo en el filo de este
“ — Demuéstralo… Solo así podrás venir con nosotros… ”
— Quiero ir con ellos — susurro Thaily posando él frío metal en su muñeca
— ¿Qué estás… ? — Solo bastó un par de pasos para que Tony pudiera ver el pequeño brillo metálico en su muñeca— ¡Thai! ¡Suelta el cuchillo!
— Solo quiero alcanzarlos, los perdí… — habló distante
Tony perdió el aliento sin saber que hacer, jamás había estado en una situación así, solo pudo tratar de procesar lo que estaba pasando frente a sus ojos, pero su mente parecía trabada
— ¡¿Tony?!
— Y-ya… ya lo hice antes… será rápido… — musito despacio Thaily
Fue demasiado rápido, solo pudo ver la piel ser abierta en un parpadeo, y la sangre no espero más para manchar su muñeca en una cortina rojiza que descendió por sus dedos hasta el suelo en un chorro carmesí.
Thaily estaba por cortarse otra vez, pero Tony se obligó a salir de su estupor botando el teléfono y tomó la mano de Thaily que tenía el cuchillo, notando que ella se había dejado caer deslizándose recargada en la barra de la cocina
— ¡Suéltalo! ¡Thaily suelta el cuchillo ya! — pidió entre súplica y coraje Tony
— ¡N-no! ¡Déjame irme! ¡Me están llamando! ¡No paran de hacerlo! — lloró apretando lo más que podía el mango del cuchillo
Tony se sentía atrapado, no sabía si quitarle el cuchillo o tratar la herida abierta que dejaba cada vez más sangre pérdida en el suelo
»— por favor… — lloró Thai quebrando el corazón de Tony.
Los ojos del castaño estaban desorbitados en temor, buscando quitarle el cuchillo y poniendo la otra mano en la muñeca ensangrentada
— ¡VAMOS THAI! ¡SUELTA EL CUCHILLO! — exigió Tony a todo lo que su garganta dió
Thaily solo lloró, con un brazo adormecido ante la pérdida de sangre desmedida
— Déjame ir… déjame ir… por favor… ellos no me dejan… — suplico ante los ojos temerosos y desesperados de Tony
— ¡¿Thai?! — llamó Steve que apenas llegaba a la Sala principal
— ¡ROGERS! ¡AYUDA! — llamó Tony apenas lo escuchó llegar
Steve apenas divisó a Tony y Thaily en el suelo de la cocina, fué.
— N-no… ¡DEJAME IR! ¡YA! — gritó Thaily cuando Steve se arrodilló con Tony, tomó una toalla de cocina y la envolvió sobre su muñeca abierta
Tony por fin logró sacar en cuchillo lanzándolo al suelo ensangrentado, con el corazón casi brincando ante los horribles segundos que creyó la perdería frente a sus ojos
— Ay por Dios… — jadeó Natasha cubriendo sus labios
— ¡Hey Thai mírame! — pidió Steve después de apretar con una increíble fuerza el torniquete alrededor de su muñeca
La menor solo sollozo, rendida cuando el torniquete fue hecho
— ¡Hey, Thai! — llamó esta vez Tony notando los ojos perdidos y apagados de la menor deshecha frente a él
— Hey bonita— susurro Steve tomándola de la mejilla con suavidad viendo sus ojos llenos de lágrimas entre los mechones rojizos mezclados con rubio— quédate, solo aguanta
— Steve… — la voz de ella apenas y fue un hilo ronco— no pude seguirlos…
— ¿Qué dice? — pregunto Tony sin haber entendido el balbuceo
— ¿A quiénes? — preguntó Steve sin dejar de sostener su mejilla
Debajo de la muñeca de Thai, solo había un muy pequeño charco de sangre, era nada comparado al de la última vez, pero aún así estaba muy preocupado
— Yo… traté… traté de seguirlos— susurro ella mientras el rubio la atraía lentamente a su regazo notando que temblaba
El aroma a alcohol y sangre estaba mezclado de una manera bastante desagradable en el ambiente
»— e-ellos… ellos corrieron al bosque… y no pude seguirlos… los perdí Steve… los perdí— lloró de forma débil
— Hay que llevarla a un hospital— apuró Natasha con la voz temblando.
Aún estaba fresca en su memoria la vez que la había perdido de la misma forma, no dejaría que se le fuera otra vez de entre los dedos
La pérdida de sangre se había detenido, pero la menor necesitaba atención lo antes posible
— Ellos querían que fuera con ellos… yo quería ir con ellos— siguió susurrando entre pequeños hipidos
— No puedes ir con ellos, Thai— negó Steve sin hacer amago de levantarse
— Rogers— llamó Tony algo desesperado
— Yo quiero ir con ellos…
— No puedes ir— negó Steve de nuevo— aún te necesitamos aquí… te necesito, ¿me escuchas? Te necesito, quédate
— Creí que me dejarías ir…
— No, ya cometí ese error una vez… Nos hundimos juntos ¿no?
Ella no respondió, solo escondió el rostro en el hueco del cuello de Steve que la alzó y asintió hacia Natasha, quien también asintió para ir hacía el auto y llevarla a un hospital
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Goner- Twenty One Pilots
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