➹ Capítulo Doce
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Tal vez debería rendirme, si alguna vez me pondré a la altura, no creo que sea lo suficientemente bueno
No quiero vivir mi vida así
Ansioso
Tengo mucho bien en mí para dar
Pero estoy ansioso
Tantas cosas que sé que extraño
Porque estoy ansioso
Ojalá pudiera sacudir esto
No quiero estar ansiosa
Anxious- Sarah Reeves
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Thai estaba terminando de pintar su dibujo. Esa sesión de "Terapia grupal" había sido entretenida, tenían que seguir los pasos que según Fury los ayudarían a lidiar con sus problemas. La dinámica de ese día: hacer un dibujo que sintieron que los representará
— ¿Listo? — pregunto Natasha viendo a Thai que estaba por terminar
— Si— asintió Thaily aunque no estaba muy convencida de su dibujo
— Okay… ¿Quién muestra el suyo primero?
Thaily negó, no quería ser la primera, su dibujo era muy malo y le avergonzaba
»— ¿Steve? — le preguntó
Steve sonrió y dio la vuelta a su cuaderno mostrando a un soldado. Thaily alzó una ceja, pero tenía que admitir que dibujaba bien
— Realmente no me sorprende— le dijo Thaily— pero te queda mejor un cubo de hielo derretido
Natasha contuvo una carcajada y Steve entrecerró los ojos hacia la menor. Esos días ya no era tan esquiva ni sarcástica, pero aún así no tenía su confianza. No del todo
»— aunque también podría ser un fósil, ya sabes… quedó bien conservado bajo el agua— rió Thai
— Muy graciosa— dijo sarcástico
— Okay, mostraré el mío— Natasha giró su cuaderno y mostró una araña negra con un resaltado punto rojo
— Un Súper soldado y una viuda Negra— repasó Thaily— no me sorprende
— ¿Por qué una viuda Negra?— interrogó Steve
— La Habitación Roja forma viudas negras, las viudas negras son asesinas letales, con habilidades muy bien desarrolladas… Natasha y yo somos viudas… o bueno yo casi, no terminé todo mi entrenamiento— explicó Thaily divagando un poco
Natasha pasó una mano por su hombro. Sabía que era difícil hablar de ello, pero era necesario para dejarlo ir.
— ¿Y que es tu dibujo?— preguntó Natasha sacando a Thaily de sus recuerdos
Thaily arrugó la nariz sin querer mostrarlo, mordió su labio y giró su cuaderno mostrando un pájaro. Era un ave parecida a un águila, tenía las alas abiertas y estaba colorada de naranja, amarillo y rojo
»— Es una linda flor— halago Natasha
— No es una flor— Aclaró Thaily
— ¿Eso es un pájaro? — preguntó Steve sin encontrarle del todo forma
— Si… Es un Fénix— asintió Thaily — o bueno...— Miro con detenimiento su dibujo— un intento de Fénix. La verdad es que en mi mente se veía mejor— aceptó con una mueca
— ¿Por qué te gusta tanto el Ave Fénix? — interrogó Natasha— se que es un ser mitológico pero he notado que tienes preferencia por ella
— Es un ave que jamás muere; sin importar el daño que le causen siempre renace y se eleva por el aire. Me gusta pensar que soy como ella, que a pesar del dolor jamás me dejaría de levantar y alzaría en vuelo lejos de lo que me lastimaba— confesó con una sonrisa melancólica
— es una linda forma de verlo— susurro Natasha
Admiraba el espíritu guerrero que tenía, por qué a pesar de que flaqueaba lograba reponerse y llegaba lista para dar pelea con todo lo que tenía
— Si, lo sé… además de que el Ave Fénix calcina a sus enemigos vivos— rió pilla
Natasha puso los ojos en blanco y rió
— Bueno, hay que preparar la cena— se levantó Natasha y Thaily recogió lo que habían usado
— Yo te ayudo— se ofreció Steve
— No te preocupes, ahora Thaily me ayuda— negó Natasha
— No tengo problema— insistió
— estámos bien, en serio— siguió negándose Natasha
— ¡Por mi amor a las hamburguesas! — exclamó Thaily deseperada— Steve, te lo diré sin tacto alguno; tu forma de cocinar no es buena, hierves todo y le quitas el sabor— declaró sin pena
Natasha se dió una palmada en la frente ante la honestidad de la más joven.
»— No cocinas del todo mal… pero tampoco cocinas bien— asintió Thaily
— Son más de dos meses desde que vivimos juntos… ¿Y apenas me lo dicen? — preguntó Steve sin saber si estar ofendido por decirle que cocinaba mal o por no decirle
— Es que no queríamos hacerte sentir mal— se excusó Natasha
— Yo si te lo iba a decir… pero Natasha me dijo que no lo hiciera, lo cual considero una locura por que teníamos que comer tu mala comida y no es lindo comer algo que no te gusta a fuerzas y poner buen-
— Respira— le cortó Natasha
Thaily tomó una bocanada de aire y respiro
— Ya respire— respondió
Les dio una sonrisa a ambos y desapareció por el pasillo
Natasha puso los ojos al cielo y rió yendo a la cocina
— ¿Enserio cocino tan mal? — le preguntó Steve a la pelirroja yendo tras ella
Thaily se les unió a cocinar después de unos minutos. Podía decirse que había bajado la guardia -solo un poco- con el capitán. Aun así, de vez en cuando se alejaba y no le permitía indagar sobre su vida.
— ¿Y esta noche que planean ver? — preguntó Natasha que estaba en la estufa cocinando mientras Thaily picaba verduras junto al Capitán
— No lo se… he escuchado de la películas de Disney— respondió con duda Steve
— algunas son lindas…— asintió Thaily— pero no te recomiendo ver a las princesas de Disney, son una vergüenza para las mujeres, se enamoran del primer tipo que le da una sonrisa y les habla bonito, es tan...— hizo una mueca mientras picada con fuerza incensaria las verduras— Eww…
— Okay ya entendí, no te gustan— concluyó Steve retirando el cuchillo de la mano de la menor
Para ser pequeña daba miedo y se veía muy amenazante
Thaily le cedió el cuchillo y dejó que él continuara con las verduras.
— ¿Qué hay de una romántica? — opinó Natasha
— Uhmm… no lo sé, prefiero Star Wars— le respondió Thaily a Natasha
— Has visto Star Wars muchas veces, ¿No te cansas?
Thaily llevó una mano a su pecho y jadeo con falsa indignación ante las palabras de Natasha
— ¡jamás! Star Wars jamás me cansara— asintió decidida
Natasha río y continuó con la cena.
Thaily sintió una opresión en el pecho, suspiró y cerró los ojos tratando de serenarse. Inhalo con calma y se sentó en el comedor en silencio
Escuchó los murmullos lejanos de Steve y Natasha, pero era opacado por el sonido de su pulso en los oídos. Apretó los puños y soltó el aire despacio. Debía mantener el control, no debía ceder ante el pánico y la ansiedad.
Thaily se levantó de forma rápida y fue hasta el pasillo para ir a su habitación. No quería tener un ataque estando expuesta ni que la vieran débil. No Steve que no tenía su confianza.
Thaily se recargó en una pared y respiró temblorosa, los temblores estaban llegando y su corazón estaba comenzando a tener taquicardia. Presionó en su pecho y colocó su frente en la pared. Solo debía llegar a su cuarto y podría derrumbarse
— Ah… Natasha— llamó Steve al ver a Thaily jadear y recargarse en la pared
Natasha giró y al ver a Thaily tratando de respirar apagó la flama y corrió hasta Thaily, que en un segundo sus piernas cedieron y se dejó caer en el pasillo.
Steve dejó las verduras y fue a ver que estuviera bien
— ¡No me toques! — alejó Thaily con la poca voz que pudo reunir
Steve frenó y Natasha pasó de largo llegando hasta Thai.
— Thaily, mírame… shhh… tranquila— se arrodilló Natasha en el suelo tratando de enfocar la mirada llena de pánico de Thai en ella
Thaily jadeaba y no dejaba de temblar. No podía calmarse, no con alguien en quien no confiaba viéndola así.
Natasha vió a Steve y le hizo señas de que se fuera y lo hizo. Solo así Thaily podría calmarse.
»— Vayamos a tu cuarto— alentó Natasha a Thaily.
La mayor pasó una mano por su espalda y la ayudó a ponerse de pie. Thaily se aferró a Natasha y se dejó caer en el suelo haciéndose un ovillo apenas entró a la seguridad de su cuarto.
— Ya no quiero esto— lloró Thaily y Natasha la atrajo a su pecho— cre-creí que iba bien… — sollozo de forma entrecortada por la falta de aire
— Shhh… — arrullo Natasha acariciando su cabello— lo estás haciendo bien. Vas muy bien Thai
— No es cierto… soy un fracaso, ni siquiera sé por qué sigo… — admitió entre jadeos
Natasha cerró los ojos con dolor y tragó el nudo creciente en su garganta
— No eres un fracaso, vas muy bien… los ataques se han reducido— recordó
A Thai le dolía el pecho y la garganta; los temblores que recorrían su cuerpo la hacían sentir vulnerable y frágil. Natasha la mantuvo en su pecho y acarició su cabello hasta que todo pasó. Thaily tardó cerca de una hora y media en poder calmarse, quedando agotada.
Natasha la dejó en su cama y fue hasta el baño de Thaily buscando sus píldoras para dormir. Thaily estaba negándose a descansar pero debía hacerlo. Natasha se extrañó al ver el bote de píldoras vacío, cuando su contenido era de más de cincuenta pastillas
— Thaily— la llamó mientras salía del baño con el recipiente vacío— ¿Qué le pasó a tus pastillas?
Thai mordió su labio y negó con una espantosa sensación de vértigo. No quería que supiera que había tenido pensamientos suicidas, pero sabía que no podía mentirle.
— Yo… yo las tire— confesó con un hilo de voz
Natasha frunció los labios y se sentó a un lado de Thai en la cama. Trató de pensar los que estaba por decir y preguntar, pues si sus sospechas eran ciertas no sabría qué hacer
— ¿Hay una razón en específico de por qué lo hiciste?
La castaña jugó con el borde de su blusa y tragó en seco ante lo que estaba por soltar
— Ya no quería tomarlas… — balbuceó y relamió sus labios con nerviosismo— además de que me sentía tentada a tomar más pastillas
El pecho de Natasha se contrajo con temor y su estómago se hizo un nudo
— ¿Tu… ? — Natasha no pudo terminar, sentía que las palabras se habían quedado atoradas en su garganta— ¿Has querido desaparecer? — dijo después de tomar aire
Thaily bajo la mirada y sus ojos se aguaron. No respondió y limpió las lágrimas que estaban saliendo de nuevo sin poder frenarlas.
— Estoy cansada… muy agotada de todo— la voz de Thaily era un hilo— ya no quiero vivir así…— sollozo— tener ansiedad y pánico es una tortura de la que no puedo escapar y…-
Natasha se levantó y cubrió su rostro sin saber qué pensar. Una cosa era sospechar de su depresión y otras muy diferente escuchar de sus labios que había pensado quitarse la vida
— No puedes rendirte Thaily, no debes— dijo más como una orden— t-tu no sabes lo que estás pensado, eres muy joven y no sabes las consecuencias— regaño Natasha
— Yo no intente nada, por eso tiré las píldoras—aclaró con voz rota
— ¡Pero es como si lo hicieras! — gritó envuelta en pánico— ¡No debes pensar eso, Thai!
— eso es lo que trató de hacer… — sollozo— estoy tratando de seguir pero siento que más me hundo— susurro frustrada
— ¿No soy de ayuda? ¿No se supone que yo sería ese sostén? Si lo soy ¡¿Por qué me ocultaste eso?!
— ¡POR QUE TENÍA MIEDO! — grito al punto que le dolió la garganta— siento la presión en el pecho, no puedo respirar aunque si lo estoy haciendo, es la sensación misma-de-morir— remarcó cada palabra— y trató, en serio trató todo el tiempo pero es más fuerte que yo— lloró mostrando todo el dolor en sus ojos— y-y en ocasiones siento que no soy suficientemente buena para esto… pero enserio trató de serlo, por qué no quiero vivir así
Natasha negó y caminó como león enjaulado por la habitación. No podía permitir que Thaily se quitara la vida, no después de todos los años buscando y sin saber nada de ella
— N-no puedes hacer esto, Thai… so-solo no, ni siquiera lo pienses— balbuceó Natasha y salió dejando a Thai con una enorme culpa de haber pensado aquello
Ahora se sentía peor por haber decepcionado a Natasha, por haberla asustado y ser una carga. Ella en serio no quería eso, no quería sentirse así pero no podía evitarlo. Cada vez que veía a las personas con su vida resuelta, con su mente en orden y siendo lo que querían, le era imposible no tenerles un poco de envidia, pues ella jamás tendría eso. Odiaba sentirse así, estar ansiosa todo el tiempo y tan inestable. Quería superar sus traumas pero en ocasiones era demasiado difícil seguir.
Thaily se hizo un ovillo en la cama y se cubrió con su manta, se sentía fría y sola. Muy incomprendida y algo dolida por la mirada de Natasha.
Steve vió como Natasha salía de la habitación de Thai y se encerraba en la suya después de azotar la puerta. No sabía que había pasado, pero por los gritos se imaginó que habían peleado o algo así.
Steve tocó la puerta de la rusa mayor y entró después de recibir un 'adelante'
— ¿Ella está bien? — preguntó desde el marco de la puerta
Natasha negó mientras retenía sus lágrimas. No podía imaginar a Thaily fuera de su vida, no de nuevo. La simple idea le ponía los vellos de punta y con muchas ganas de llorar. No podía dejar que ella se lastimara o intentara algo que pudiera costarle la vida.
»— ¿Qué pasó allá adentro? — Steve no sabía cómo interferir, sobre todo si Thaily no quería que se acercara
— So-solo… soy mala en esto, es todo— rió con dolor y culpa— creo que ella no confía en mí lo suficiente y… -
Natasha negó sin poder seguir. Justo ahora no sabía qué hacer, jamás había imaginado que la maternidad fuera difícil, mucho menos a la distancia.
— Ella si confía en ti, en quien no confía es en mí— habló Steve y Natasha fijó sus ojos en él— solo intente acercarme y me alejó, en cambio a ti si te permitió estar cerca... solo digo que no presiones, he notado que la presionas mucho— declaró con honestidad— Tu y Clint son como figuras paternas para ella, y por ello teme decepcionarlos y hacer lo que ustedes le piden aunque no esté de acuerdo— trató de explicar
— ¿Estás tratando de decir que es mi culpa que tenga pensamientos suicidas?— preguntó Natasha sintiéndose aún peor
Steve abrió los ojos espantado a lo que acababa de escuchar. Él no tenía idea de eso para nada
— ¿Pensamientos suicidas? Yo no tenía idea de eso— aclaró
— Por supuesto que no sabías, ni siquiera yo lo sabía— se reprochó Natasha
Steve la vió con compasión. Natasha se preocupaba por Thaily como si fuera su madre, y admiraba eso
— Solo digo que ella necesita saber que la apoyan y no que la presionan, pero tal vez necesite a alguien que no vea como una figura paternal, algo más como un amigo— analizó el ojiazul
Natasha asintió ante las palabras de Steve y soltó de forma temblorosa él aire en sus pulmones
— ¿Por qué algo me dice que quieres intentarlo? — le preguntó Natasha con una sonrisa
Steve se encogió de hombros
— Ya me involucre en esto— respondió con simpleza
— Bien, pues suerte… la vas a necesitar— rió Natasha
Steve ni sabía exactamente qué haría, tal vez y Thaily lo lanzaría fuera de su habitación apenas asomara las narices, pero aun así lo intentaría.
Fue al congelador y tomó uno de los bowls de helado. Clint le había dicho que era fácil acercarse con comida de por medio. Tomó una cuchara y fue hasta el cuarto de la menor. Tocó la puerta, pero no recibió respuesta, volvió a tocar pero fue lo mismo. Insistió un poco más pero el resultado no cambió.
Decidió abrir la puerta él mismo, tal vez estaba dormida o en el baño, prefería no pensar la posibilidad de que estuviera en el baño autolesionándose. Apenas asomó la cabeza vió una pantufla volar hacia su cabeza que apenas y esquivó
— Largo Rogers, no estoy de humor— dijo el bulto bajo las sábanas
— ¿Cómo sabías que era yo?— ignoró su pedido entrando y cerrando la puerta tras él
— Te demandaré por invasión a propiedad privada— amenazó— y Natasha al ver que no abría hubiera derribado la puerta— respondió con la voz amortiguada por las sábanas— largo de mi habitación
— Thaily, solo quiero hablar— insistió el rubio
— largo, no quiero hablar… y si no te vas te lanzaré otra cosa y mucho más peligrosa que mi pantufla— advirtió
Steve vio algo divertido como ella sacaba la mano de debajo de las sábanas y tomaba su otra pantufla
— Solo será una charla. Te prometo que seré breve
— Te lo advierto por última vez,Capitán entrometido". Largo— ordenó
— Tengo helado— ofreció Steve
Hubo silencio. Vio cómo Thai solo mostraba ligeramente el rostro con sus ojos entre cerrados
— ¿De qué sabor? — preguntó Thaily con desconfianza
— Es de chocolate con trozos de galleta— respondió con una sonrisa
Al parecer Barton tenía razón
— Okay… solo tienes cinco minutos para decir lo que sea que quieras, después de ello te vas— aceptó saliendo de debajo de sus sábanas y extendió el brazo querido el helado
Steve le dió el bowl y la cuchara. Thaily se acomodo mejor en su cama y comenzó a comer. Tenía los ojos y la nariz enrojecida, además de que la almohada estaba húmeda seguramente de lágrimas. Steve la vió con compasión, ninguna persona debía pasar por tanto y sentir que su vida no servía
»— Te quedarás viéndome así o vas a hablar. Ell tiempo corre
Steve tomó aire. Esperaba poder ganar su confianza
— Nunca sabré por lo que has pasado, Thaily.. y no intento saber o entender tu dolor— inició Steve y la ojiverde se limitó a comer de su helado— nadie sabe por lo que has pasado, no realmente y no llegaremos a comprenderte del todo… pero eso no significa que no podamos ayudarte, impulsarte… luchar contigo— hizo una pausa y Thai solo concentró su vista en su helado— he visto que escondes demasiado en tus ojos, pero lo cubres con indiferencia y frialdad… y no soy nadie para juzgarte porque es tu modo de protegerte… pero me gustaría ayudarte
— Nadie puede ayudarme… Esta es mi lucha y solo yo puedo pelear— negó y su voz salió ahogada. Clara señal de que contenía el llanto
— En eso te equivocas Thaily… no estas sola, y no luchas sola— remarcó Steve — y sé que no confías en mí, que no quieres que yo sepa por lo que pasaste ni lo que te causó eso… y no te pido que me lo digas, solo… solo te pido que conmigo no sonrías cuando no lo sientas. Fingir sonrisas cansa, Thaily…
Thaily trago en seco y asintió ante las palabras de Steve. Se llevó una cucharada de helado a la boca
— Es cierto, cansa mucho… es muy doloroso— le dió la razón reteniendo sus lágrimas
— Y quiero que sepas que no es tu culpa sentir… por que eres solo una humana. Tal vez seas fuerte, pero todo el mundo se rompe alguna vez en su vida… todos alguna vez han sentido que todo se les viene encima— Steve buscó los ojos de Thaily pero ella solo tenía la mirada fija en su helado
— ¿Tu también lo has sentido? — preguntó con duda
— Si… — asintió Steve recordando cuando despertó y se dió cuenta de que había dormido por setenta años— pero tu no estas rota Thaily, solo herida y con tu confianza robada… y se que yo no tengo tu confianza pero solo pido una cosa; se tu misma, y yo puedo solo sentarme contigo o ser tu hombro o… hacerte compañía en silencio si lo prefieres
— Entregar tu confianza es como entregar una daga con la que pueden defenderte o apuñalarte, Steve… y soy muy cuidadosa de a quien se la confío— balbuceó con la voz ronca— yo solo soy una carga para Clint y Natasha. Ya me siento mal de haber hecho que ella se molestara conmigo, así que solo vete… por favor solo vete— suplico jugando con sus helado y la cuchara
— No es tu culpa— negó Steve
— Si lo es— insistió Thaily— yo los arrastre a todo esto… hubiera sido mejor si solo no hubiera escapado— Thaily contuvo un sollozo y llevó su palma a su pecho. Ahí era el dolor
— No es tu culpa, tu no pediste haber crecido en ese lugar ni tener ansiedad; tu no pediste tener esa fuerza ni nada de lo que te pasó. Tu misma lo dijiste… para poder seguir debes dejar la culpa y el pasado atrás
Steve notó que Thaily alzó los ojos y le sostuvo la mirada
» — No es tu culpa, nada es tu culpa, ni sentir, ni querer desaparecer… nada
La menor mordió su labio y sintió que su corazón se apretaba. Justo era lo que quería oír. Sentir que todo era su culpa era como ser hundida cada vez más, y que alguien le dijera que no lo era se sentía liberador. Steve estaba viendo más allá de su muro, no sabía cómo pero era como si lo estuviera derrumbando desde fuera, y no sabía si era bueno o malo
Steve le sonrió con calidez y empatía, no sabía por lo que pasaba, ni qué había en su cabeza, pero no debía saberlo para poder ayudarla. Solo sería lo que ella necesitará
» — Solo puedo ayudarte a luchar, solo si lo permites… si me permites ser tu amigo
El silencio se hizo presente, un largo y pesado silencio donde solo se escuchaba la respiración algo entrecortada de Thai por tratar de mantener su llanto dentro
Steve creyó que los cinco minutos habían pasado, así que se dió vuelta y tomó la manija de la puerta dispuesto a salir
— ¿Estás consciente del problema qué te cargas conmigo como amiga? — preguntó con una pequeña sonrisa Thai
Steve giró y sonrió. Le gustaban los retos y tener una amiga lo haría no sentirse solo
— Estoy consciente de lo que implica y dispuesto a ayudar…
La sonrisa de Thaily aumentó y asintió convencida. Entregar su confianza no era sencillo, pero él se lo había ganado dándole su espacio, sin pedirle que hablara de su pasado ni presionar por que sonriera
— bien…
— que duermas bien, Thaily— se despidió Steve
— Thai— le corrigió— mis amigos me llaman Thai. La lista es muy corta pero estás en ella…
━━━━━*•°•༻𝓟𝓱𝓸𝓮𝓷𝓲𝔁༺•°•*━━━━━━
" Cuándo quieres salvar a alguien de ahogarse, corres peligro de hundirte junto a él "
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Nadie sabe por lo que estás pasando
Así que tú solo serás tú, y yo seré eso, también
Nadie debe saber si sangras rojo o azul
Sólo te sangra, y me sentaré contigo
It's On Us - AJR
━━━━━━━ •♬• ━━━━━━━
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro