Estaban en un centro comercial. Thaily llevaba puesto un buzo azul marino y cubría su cabello castaño rojizo con la capucha. Tenía puestos unos vaqueros rotos y unos tenis naranja, no combinaba nada, pero pasaba desapercibida bajo unos lentes también. 

— Me siento como Perry el ornitorrinco, solo me quitaré los lentes y dirán: "¡Oh, miren a la niña espía!" — dijo con sarcasmo— ¿por qué no cantamos la canción de Perry de una vez? Lo mejor es que Steve sólo debe encorvarse y lo confundiran con Clark Kent

— No es tan malo, Thai— evitó girar los ojos Natasha ante el dramatismo de la menor

— Entendí las referencias— murmuró Steve

— No lo harías si no fuera por mí— respondió Thaily

Natasha estaba a la par de Thaily mientras Steve estaba a unos pasos delante de ellas para no verse sospechosos, pero el rubio veía alerta a todas partes. 

— La primera regla cuando escapase es no correr; camina— le dijo Natasha a Steve

— Y deja de voltear a todos lados, me pones ansiosa— se quejó Thaily

— Haré pedazos estos zapatos si corro— murmuró Steve

— Thaily, tu vigilas alrededor mientras Steve y yo vemos que hay en la memoria, si hay algún problema nos hablas por el comunicador— indicó la pelirroja. 

Thaily asintió y se separó de ambos adultos. Thaily vagaba por el centro comercial sin perderlos de vista, era buena pasando desapercibida y notando irregularidades, así que podía parecer que solo compraba cuando en realidad estaba al tanto de todo lo que ocurría alrededor suyo. 

— Un tipo raro se les va a acercar— murmuró Thaily alertando a Natasha y a Steve

No podía escuchar lo que decían pero los podía ver. Era un hombre alto, rubio con barba y cabello demasiado largo, para Thaily parecía un Hippie que trabaja en la tienda. 

Thaily volvió su vista al piso principal del centro comercial y notó a varios hombres de Strike dispersarse. 

» — tenemos compañía, salgan de ahí— le dijo para ir hacia ellos

Steve y Natasha salieron de la tienda, caminaban varios pasos delante suyo

— Práctica estándar al frente, dos a los lados y dos directo a nosotros, si nos ven Thaily corre al estacionamiento, Natasha a la escalera, yo los atacó— comenzó Steve a planear la huída

— Definitivamente ser espía no es lo tuyo— murmuró con burla Thaily mientras se alejaba y caminaba cerca de un grupo de chicos

— Cállate y abrázame, ríete de algo que dije— cortó Natasha 

— Hola— saludó Thaily entrando en el papel de una chica adolecente con problemas— ¿Alguno de ustedes tiene un cigarrillo? se que no debería fumar y no se los recomiendo, pero enserio lo necesito— actuó 

Natasha frunció el ceño al escuchar "cigarro".

Había dos chicas y un chico, ellos sin ser conscientes de lo que pasaba le sonrieron a la ojiverde. 

— Hola— saludó una rubia— solo Matt fuma de nosotros— señaló a el castaño quien le sonrió de forma coqueta

— Hola linda, ¿Cómo te llamas? — llegó a su lado y la rodeó por lo hombros

" Genial, un chico hormonal " pensó con algo de enojo

— Hola, guapo ¿Me regalas un cigarrillo? — pidió siguiendo su coqueteo— me llamo Katherine

— Okay Matt, suerte— le deseo una chica de cabello negro yendose con la rubia

— Que bien te mezclas Thaily, no lo mates— advirtió Natasha 

El castaño le dio uno de sus cigarros y le dió un encendedor, Thaily lo encendió y le dió una pequeña calada para no comenzar a toser. El humo irritó su garganta y sus ojos se aguaron un poco, pero supo como aparentarlo. 

— Hola Kathy— dijo galante dándole un mote cariñoso— ¿Te invito algo? 

— Claro, ¿Por qué no? 

Thai y el chico llamado Matt fueron por las escaleras eléctricas, la menor trataba de no toser con el humo irritante del cigarro. Vió a Rumlow subir las escaleras justo cuando ella y el chico bajaban de ellas, pero Steve y Natasha se toparian frente a frente con él. 

— Oye, acabo de recordar que mi padre me está esperando y si no llego me ira muy mal, lo siento— se disculpó y salió corriendo de ahí dejando al chico con las palabras en la boca

— Natasha— llamó Thai por su comunicador

— Lo sabemos, ya lo vimos— respondió Natasha— Besame— escucho Thai que le pidió a Steve y Thai frenó en seco ante ello— las muestras de afecto públicas incomodan a las personas

Y Thaily vió como Natasha besó a Steve en las escaleras. Eso definitivamente no le gustó, mucho menos que fuera con Natasha que sabía lo que sentía. Thaily mordió su labio conteniendo una grosería, vió el cigarrillo humeante en su mano y le dio una profunda calada con el enojo brillando en sus ojos. Liberó el humo por la boca sintiendo un muy efímero efecto tranquilizante y salió al estacionamiento a grandes zancadas. 

Natasha la iba a oír. 

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Natasha notó que Thaily estaba molesta, su arruga en su entre ceja no se había borrado y sus ojos estaban fríos. Hasta daba miedo de solo verlos. Ahora iban con rumbo a la dirección que les había dado la memoria para saber que tenía dentro

— El Capitán roba autos, ¿Desde cuándo? — pregunto Natasha

— Los nazis, Alemania… Y es prestado, ¿puedes quitar los pies de ahí? — exigió a Natasha que se contuvo de rodar los ojos y le hizo caso— ¿Y Thaily desde cuando fuma? 

— Desde que entré en mi papel de chica adicta con problemas familiares, a los chicos les gustan las chicas con problemas, son más vulnerables y creen que se las pueden llevar a la cama con facilidad— se alzó de hombros 

— Buen movimiento— felicitó Natasha pero fue ignorada

Thai estaba en el asiento trasero cruzada de brazos y viendo por la ventana. Steven podía notar el ambiente pesado y algo tenso, pero no tenía idea de por qué. 

— ¿Todo bien? — preguntó a ambas mujeres

Natasha hizo una fina línea con los labios. Se imaginaba que Thaily estaba molesta con ella, y sabía perfectamente por que. Sabía que tenía que hablar con ella a solas, pero tratar con Thaily en modo frío y cortante no era bonito. 

El silencio se hizo algo pesado, y hasta para Steve algo asfixiante, así que decidió tratar de cortarlo

— Oye Thai, ¿Es el primer chico al que no amenazas de castrar? 

— Si— asintió— pero si me tocaba le iba a romper la mano

Natasha sonrió un poco, al menos no era fría con Steve. Pero a Natasha le preocupaba que los sentimientos de Thaily por el rubio crecieran. 

— ¿Acaso no dejaras que ningún chico se te acerque?— inquirió con una sonrisa el rubio

— Me lo dice quien evita las citas— arqueo una ceja divertida Thaily

— Bueno, por desgracia no hay nadie que comparta mis vivencias— se defendió 

Thaily enfocó sus ojos fríos en el retrovisor y Steve se sintió intimidado

»— Bueno, que sea de mi edad— aclaró

Thaily mordió su labio y desvío la mirada otra vez a la ventana. Eso definitivamente le había recordado que el jamás la vería como algo más, y le dolía bastante

— Si quieres conocer a alguien de tu edad, vete a un asilo— respondió tajante

El silencio se hizo aún más tenso, pero llegaron a la dirección que había lanzado el USB, bajaron de la camioneta y entraron a lo que había sido una base militar. 

— Es aquí— afirmó Steve 

— El archivo vino de estas coordenadas— apoyó Natasha guardando su pequeño escáner

— Igual que yo… — murmuró Steve— aquí fue donde me entrenaron

— No está mal— comentó Thaily

— ¿Ha cambiado? — preguntó Natasha

— Un poco… 

Steve sentía algo de melancolía al recordar sus años ahí, dejar el pasado atrás era duro, pero debía hacerlo

— Aquí acaba la señal, no hay forma de calor, señal de satélite, ni siquiera de radio— informó Natasha algo extrañada— quién creó el archivo, creó un diccionario para despistarnos

— ¿Y ahora qué? — preguntó Thaily pero noto qué Steve sabía algo que ellas no— ¿Que sucede? 

— El Reglamento prohíbe almacenar municiones a quinientos metros de las barracas— caminó hacia una vieja bodega de municiones — esto tiene porque estar aquí

Steve tomó su escudo y rompió la cerradura del almacen y entraron

— Esto es SHIELD… 

— Tal vez aquí inicio

— hay mucho polvo, demasiado… — dijo entre dientes Thai

Unas fotografías de varios miembros de SHIELD estaban en una de las paredes llamando la atención de los recién llegados

— Es el padre de Stark— señaló Natasha

— Howard— afirmó Steve

— Ella es… — dijo Thaily viendo a Peggy en la pared. Steve le había enseñado su fotografía en la brújula

— Si, es ella— asintió Steve con pesar y siguió caminando

Natasha vió con curiosidad como Thaily sabía de la mujer en la fotografía y ella no sabía de qué hablaban, de cierta forma se sintió excluida. 

»— Si ya trabajas en una Oficina secreta— Steve abrió una especie de estante revelando un asesor— ¿Por qué tienes que ocultar el elevador? 

El elevador los llevó a un piso subterráneo, donde había computadoras antiguas y cubiertas de polvo

— seguramente hay muchos gérmenes y ácaros aquí— se quejó Thaily al ver más polvo. No soportaba ver un lugar sucio

Mientras avanzaban las luces se encendieron, el lugar cada vez se tornaba más extraño y sospechoso. 

— No puede ser este el punto de transmisión, es tecnología antigua— sonrió con escepticismo Natasha

En uno de los escritorios había varias entradas para USB, así que Natasha conectó la memoria y las computadoras comenzaron a trabajar. 

"¿Iniciar sistema? "  preguntó la pantalla

— les diremos que sí— tecleo Natasha

— Rogers Steven, nació en 1918— habló la pantalla mostrando un rostro difuso— Románova Natalia Alianovna, nació en 1984. Thaily Soloviov, nació en el 2000

— Es una grabación de alguna clase— trató de justificar Natasha

— No soy una grabación, tal vez no sea el hombre que el Capitán capturó en 1945 pero aquí estoy— la voz grabada hablaba con suficiencia mientras en una pantalla mostraba el rostro de un hombre que Steve conocía

— ¿Tu lo conoces? — preguntó Natasha a Steve

— Arnim Zola, fue un científico Alemán que trabajó para Red Skrull, murió hace años— explicó Steve

— Primera corrección; soy suizo, segunda; mira a tu alrededor, jamás estuve más vivo. En el 72 recibí un diagnóstico terminal, la ciencia no podía salvar mi cuerpo, mi mente, sin embargo…, valía la pena salvarla en 60 kilómetros de bancos de datos; están de pie sobre mi cerebro 

— Eww— se quejó Thaily

— ¿Cómo es que llegaste aquí? — le preguntó Steve a la computadora

— La operación Paperclip, después de la segunda Guerra mundial reclutó a científicos alemanes con valor estratégico— recordó Natasha

— Creo que lo demás es bastante obvio— concluyó Thaily

— Esperaban que apoyará su causa, también apoyé la mía

— HYDRA murió junto a Red Skrull— espetó Steve

— Corta una cabeza y dos más la reemplazaran

— Pruébalo— exigió Steve tensó

— Accediendo a los archivos— cargó el contenido que mostraría— HYDRA se fundó bajo la creencia de que a la humanidad no se le podía confiar su propia libertad. Lo que no comprendimos es que si tratas de arrebatarles esa libertad, se resistirán.

» La guerra nos enseñó mucho; la humanidad tenía que entregar su libertad por voluntad propia            

» Después de la guerra, SHIELD fue fundada y me reclutaron. La nueva HYDRA creció: un hermoso parásito dentro de SHIELD. Durante setenta años HYDRA ha creado crisis, incitado guerras, y cuando la historia no cooperó, la historia fue alterada—las pantallas mostraban una serie de imágenes donde resaltaban a Zola

— Esto es imposible— murmuró Thaily 

 — Se esperaba incorporar a la señorita Soloviov a nuestro Arsenal de armas, sin embargo, los accidentes suceden y no pudiste reunirte con tu padre

— ¿Q-que? — tartamudeo Thaily sin saber cómo tomar eso

— Heredaste la fuerza de tu padre, y las habilidades de espionaje de tu madre fueron lo que te llevó a convertirte en uno de nuestros objetivos más deseados.— Aclaró Zola sin dar más detalles

— ¿Tu sabes quien es mi padre? —preguntó con incrédulad

— Hay tanto que no sabes Thaily— la voz programada de Zola habló con burla— HYDRA creó un mundo tan caótico que la humanidad por fin está dispuesta a sacrificar su libertad por su seguridad.  En cuanto se complete un proceso de purificación, se alzará el nuevo orden mundial de HYDRA. Ganamos Capitán, tu muerte vale igual que tu vida, un total de cero 

Steve colérico y sin soportarlo más le dio un puñetazo a la pantalla rompiéndola, pero la imagen de Zola apareció de nuevo en otra de las pantallas. 

»— Como les decía… 

— ¡¿Qué hay en la memoria?! — cuestionó con enojo Steve

— El proyecto Insight requiere percepción, por eso creé un algoritmo

— ¿Qué clase de algoritmo? ¿Qué es lo que hace? — preguntó Natasha 

— La respuesta a tu pregunta es fascinante, desafortunadamente, no podrán oírla estando muertos

Las puertas del ascensor se comenzaron a cerrar. Steve le lanzó su escudo pero este no pudo evitarlo y solo rebotó de regreso al capitán. 

Natasha vió el pequeño scanner en su mano

— Se aproxima un proyectil, es un misil de corto alcance. Treinta segundos máximo 

— ¿Quien lo envió? — preguntó Thaily

— SHIELD— respondió Natasha 

— Temo que los hice perder el tiempo, Capitán 

Natasha quitó la memoria del puerto USB

Steve vió unas pequeñas rejas en el suelo, las quitó y Natasha brinco dentro

»— Admitamoslo, es mejor así… a ambos se nos acabó el tiempo

— Vamos Thaily, entra— le dijo Steve

Thaily negó, era muy estrecho a su parecer

— No puedo, es muy pequeño— balbuceo con pánico

— Vamos Thaily— pidió Natasha desesperada

Steve ya no esperó más y la rodeó por la espalda, la obligó a entrar con él y alzó su escudo

El misil impactó con el almacén y todo comenzó a venirse sobre ellos. Steve como podía trataba de evitar que ambas salieran heridas hasta que lo peor pasó. 

Thaily respiraba de forma entrecortada y llena de miedo. Se sentía atrapada y su corazón estaba teniendo taquicardia por estar en un lugar estrecho. Sintió el brazo de Steve aún rodear su cintura y se puso más nerviosa, pero trató de ignorarlo y respirar. 

— Thaily, Natasha— escuchó que Steve las llamó

— Estoy bien— habló Thaily tosiendo pero al no escuchar a Natasha su corazón subió a su garganta con pánico. No podía ver nada— ¿ Y Natasha? Nath… responde...— pidió Thaily cada vez más asustada y casi hiperventilo

— Thaily respira, ella está aquí… creo que se desmayó, pero la tengo— trató de tranquilizar Steve— respira

— No puedo… es muy estrechó— balbuceo sintiéndose cada vez más envuelta en pánico

Steve comenzó a quitar los escombros de encima y dejó a Natasha recargada sobre unos escombros. Thaily apenas vió luz fue hacía ella y trató de respirar, ser claustrofóbica no ayudaba mucho. 

— Hey, Hey— Steve la alcanzó y la atrajo de nuevo— estás bien, mírame… respira— trató de tranquilizar tomándola del rostro pero Thaily apretó los párpados 

Thaily tragó grueso y respiro. Ya no estaba atrapada pero no podía dejar de sentir que sus piernas temblaban. 

— ¿Natasha está bien? 

— Si— respondió Steve— Estás sangrando— señaló preocupado viendo como algo de sangre salía de una de sus sienes

— Estoy bien— Thaily abrió los ojos y notó que estaba demasiado cerca de Steve

Se aclaró la garganta y retrocedió marcando distancia. 

El ruido de los helicópteros llegando los alertó. Steve tomó en brazos a Natasha y huyeron de ahí antes de ser encontrados. 

Rumlow llegó buscando los cadáveres de Steve y las dos agentes, pero solo encontró huellas. No habían podido acabar con ellos

Llevó su mano a su comunicador 

— Traigan al Soldado— ordenó Rumlow

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Pierce entró a la cocina que estaba a oscuras, fue hacia el refrigerador y sacó un cartón con leche, pero una silueta sentada en la isla de la cocina lo hizo frenar. 

— Ya me retiro señor Pierce, ¿Necesita algo más antes de que me vaya? — preguntó la sirvienta desde la entrada sin sospechar nada

— No, estoy bien Renata hasta luego— respondió desde la cocina

— de acuerdo, que descanse— se despidió la mujer abandonando el lugar

— ¿Quieres leche? — le ofreció al Soldado que estaba sentado el silencio 

El Soldado no emitió respuesta alguna

»— El programa se modificó, el intervalo es limitado— Alexander bebió de su leche— tres blancos nivel seis, pero solo elimina a los dos mayores, quiero a la niña viva, después de perder Zola creo que es un precio justo. Confirma su deceso en diez horas— ordenó Pierce

— Lo siento señor Pierce… — entró la sirvienta y notó que su jefe tenía una compañía bastante extraña— olvidé… mi teléfono

La mujer se notó muy confundida por el extraño hombre en completo silencio oculto entre las sombras

— Oh Renata— lamento Pierce— si tan solo hubieras tocado

Alexander tomó su arma y le soltó algunos disparos a la mujer que no tuvo oportunidad de reaccionar, solo atinando a caer muerta

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Natasha estaba inconsciente, Steve la cargaba y ella le seguía el paso, tenían que ser en extremo cuidadosos para no ser notados.

— Es mejor esperar a que Nat despierte— sugirió Thai

Steve asintió y dejó a Natasha recostada en la banca de un parque. Era media noche y no había nadie que los viera. 

Thaily sopló un mechón de su rostro y suspiró. Ese día había sido bastante movido. Steve estaba de pie frente a ella pero con la mirada perdida en algún lado, se veía algo afectado por lo que Zola había revelado, ella estaba igual pero estaba manteniendo todo a raya. No era hora de ser débil. 

Steve trataba de ordenar sus pensamientos, mismos que ahora eran un enredo y que eran difícil de procesar sin escuchar las palabras de Zola en su cabeza repitiéndose una y otra vez, parecía querer usar Insight para algo grande y muy malo, además de que le hubiera dicho que HYDRA siguió ahí aún después de su muerte, aún después de todo lo que había sacrificado… le hacía pensar que todo había sido un desperdicio y estaba en un tiempo que él no había pedido. Él no había pedido todo eso. 

Steve se sentó en la banca y suspiro. Thaily rodó los ojos ante el suspiro apesadumbrado de Steve. 

—  Creo que… hay que ir a… — murmuró Steve algo desconcentrado

Thaily caminó y se detuvo frente al rubio; ambos estaban muy sucios y cansados, anímicamente decaídos y con los pensamientos hechos un remolino, pero ahora había otra prioridad y era hora de que dejaran lo que les estaba afectando atrás. 

— Okay, muévete me voy a sentar— le ordenó y Steve se movió dándole espacio a Thaily— detesto ver a las personas tristes o decaídas, así que les pido que se vayan

Steve frunció el ceño al escuchar eso

— ¿Me estás corriendo? — interrogó él

— No, pero quiero que sepas que esto no lo hago con cualquier persona— dijo Thaily sin darle la cara a Steve, si lo hacía se terminaría sonrojando. 

La ojiverde aclaró su garganta y tomó aire algo temblorosa. No le gustaba estar así frente a él, ella no era una persona vulnerable frente a nadie, pero Steve tenía ese efecto en ella y la asustaba mucho. 

»— No entiendo lo que debes estar pasando ahora, y no estoy tratando de hacerlo— Thaily mordió su labio— créeme, este día ha sido una completa mierda con todos, en especial contigo, pero no eres el único con una lucha interna, así que necesito que mantengas ese cerebro en proceso de descongelar enfocado en lo que haremos ahora— fue directa y con todo el valor que pudo reunir para verlo a los ojos y no flaquear

— No puedo— declaró con honestidad y Thaily hizo una mueca— esto no es lo mío, simplemente dejar todo del lado sin que me afecte, es demasiado y… no soy tan fuerte— confesó con pesar Steve

Thaily se puso de pie y se cruzó de brazos frente a Steve. Sabía muy bien que él no encerraba sus sentimientos como ella, pero ahora le tocaba ayudarlo a él, aún cuando su mente era un completo caos, así que Thai alzó su muro para no dejar ver todo lo que contenía. 

— Escúchame bien Rogers— siseo con dureza— no eres el único con un día bastante jodido, se que es duro y cuando crees que estar por dejar todo atrás viene tu pasado y te arrastra de nuevo… y no te tienes que contenerte, todos tienen diferentes forma de enfrentar el dolor, la mía es encerrarlo, pero aún se que en ocasiones debes dejarlo salir— aconsejó

Steve bajó la mirada y soltó aire con pesadez. Aún no sabía qué hacer

Thaily puso la mirada al cielo. Ser consejera de otra persona era bastante agotador

»— Bien, esto no lo hago seguido así que más te vale que lo aprecies— advirtió Thaily— Yo… Cuando creí que mi pasado estaba dejando de atormentarme un poco, llega este tipo y me recuerda que no se ni de dónde vengo, al parecer sabe más de mi familia que yo misma y de donde proviene mi fuerza, iba a ser un títere para HYDRA y yo ni enterada, mataron a un amigo especial para mi y ahora estoy sucia— parloteo con rapidez suspirando al dejarlo salir

Steve alzó la vista y vió a la pequeña chica frente a él, que parecía no afectarle todo lo que le acababa de decir. Cualquiera que la viera diría que era una chica normal, pero estaba lejos de serlo

— ¿Y cómo es que parece que no te afecta? ¿Cómo puedes estar… sin derrumbarte?—ñ 

Thaily suavizó sus facciones un poco. Tal vez no lo parecía pero tenía muchas ganas de solo encerrarse en su habitación y huir de todo, pero ahora debía enfrentar todo y conseguir respuestas. 

— La vida es una perra, Steve… — declaró en un suspiro— me ha estado tirando golpes desde que nací. Y sé que es difícil levantarse de cada maldito golpe y que es doloroso, pero eso no quiere decir que me vaya a quedar tirada esperando a que me de otro golpe— declaró con convicción— Lo que quiero decir es… la libertad tiene un alto precio, yo lo sé, perdí a alguien importante para obtenerla— dijo con dolor recordando a su tío— pero tu decides si estás dispuesto a pagar ese precio… y no conozco a otro idiota como tú dispuesto a congelarse por ello, así que es hora de que digas, Steve Rogers, ¿Te vas a quedar ahí tirado… o te vas a levantar de una buena vez? — preguntó con voz dura

Steve sonrió a Thai. Una de las cosas que la menor hacía seguido era ser directa y te decía lo que debías oír, podía ser bastante dura pero sabías que lo que te decía era cierto. 

— Bien… — asintió Steve pensativo analizando sus opciones— creo que se a donde debemos ir

— Bien— asintió Thaily algo más aliviada de que al parecer Steve ya estaba mejor— Y bién te dije esta mañana; no estás solo— le recordó con una sonrisa cálida, sonrisa que Steve le devolvió

— Lo sé… 

Thaily suspiró y vio a Natasha aún inconsciente en una de las bancas. Tenía tanto que hablar con ella al respecto de lo dicho de su padre, pero justo ahora estaba molesta con ella y su orgullo era bastante fuerte, pero enserio la necesitaba. 

Steve notó la mirada distante de Thai. Podía notar que algo la estaba agobiando pero no lo decía y no planeaba hablar más de lo que ya había dicho. 

»—sobre tu padre-

— No quiero hablar de ello— interrumpió Thaily— estaré bien

Steve no estaba muy convencido, pero no presionaría. Ella decidiría cuándo y con quien hablar de ello. 

— ¿Quieres un abrazo? — ofreció él

— No