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 Creo que hay coraje
 Pero arde como ceniza en el viento
 Y estoy rota en pedazos
 Rogando estar completo de nuevo

Make me believe 

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El tiempo había pasado muy rápido para Thai y el cambio había sido bueno, es su opinión: demasiado para ser verdad. Pero los episodios de pánico no se habían reducido con los días como se esperaba que hiciera al estar alejada y con los niños. Tenía al menos un ataque diario y en ocasiones era demasiado fuerte. 

Clint podía notar que Thaily en serio trataba de no derrumbarse, pero cada ataque era un golpe que parecía sacudirla y dejarla más y más débil. 

Las pesadillas eran constantes y a veces gritaba despertando a todos en la casa. Natasha era la que más la consolaba durante las noches de insomnio y recurrentes pesadillas. Tenía que admitir que Thaily era una guerrera para afrontar todo, pero la muerte de la única persona que vió por su bien emocional la había dejado más desecha de lo que pensaba. 

El convivir con Cooper y con la pequeña y traviesa Lila era una gran ayuda. Thaily se mostraba animada después de ver una película o jugar con ellos, era como si la desconectan de la realidad y el dolor que vivió. 

El período de prueba que había impuesto Fury había pasado, y al no ver mejoría en el estado de Thaily había decidido mandar a un psicólogo para que tratara de ayudar

Ahora estaban Clint, Natasha y Thaily en la sala esperando al psicólogo que atendería su caso. Cabe recalcar que Thaily no estaba de acuerdo. 

— No necesito que un extraño venga a querer que me desahogue con él— murmuró cruzándose de brazos

— Esto te ayudará a superar tus episodios de pánico, Thai. Quiere ayudarte— repitió Clint

— ustedes son suficiente ayuda, hoy no tuve ningún ataque y ayer solo fue una pequeña pesadilla… estoy avanzando— asintió no muy convencida de sus propias palabras

— Escucha— Natasha se arrodilló frente a Thaily y tomó sus manos dándoles un apretón— se que no es cómodo que un desconocido venga a querer indagar de tu pasado, pero no estarás sola, ya te lo he dicho: estaremos aquí y podremos detenernos cuando no te sientas cómoda, ¿Okay? 

Thaily soltó el aire por la nariz y asintió no muy de acuerdo. Solo lo haría por que ambos se lo pedían. Sentía que les debía mucho y sabía que solo querían verla bien, pero era difícil abrirse a una persona que no conocía y que no le tenía ni una pisca de confianza. Así era ella, desconfiaba de los demás y costaba bastante ganarse su confianza, pues entre más personas fueran cercanas, más probable era que le hicieran daño y rompieran su desgastado muro. 

Hubo unos golpes en la puerta y Clint fue a atender. Laura había salido con los niños para brindarle más espacio al médico y a Thaily.

Un hombre castaño, alto y pálido entró con un pequeño maletín y fue guiado hasta la Sala donde estaban Thaily y Natasha. Cuando Thaily vio al doctor alzó su muro y sus ojos se mostraron distantes y sin expresión. 

— Hola, soy el Dr. Patrick Brown. Tu debes ser Thaily, me enviaron para evaluarte— saludó tomando asiento en un sillón mientras sacaba una pluma y libreta de su maletín— me han dicho que sufres de trastorno de pánico y terrores nocturnos, quiero aclarar que quiero ayudar y ayudarte a superar tus problemas

Thaily mordió su labio, eso era incómodo y no le gustaba, no le gustaba para nada. 

»— Empezaremos con algo de rutina— sonrió el doctor— te mostraré unas imágenes y me dirás que ves en ellas, ¿Okay? 

Thaily asintió sin muchos ánimos. Clint y Natasha veían en silencio como trabajaba el doctor

»— ¿Qué ves aquí? — mostró una mancha y Thaily frunció el ceño

— Es no es una imagen, es una mancha irregular de tinta— respondió seca

— El ejercicio trata de que trates de buscarle una forma a la mancha, ¿Le encuentras alguna? — insistió

— Es solo una mancha, no tiene forma— espetó sin tratar de ver nada

El doctor suspiró con algo de cansancio y sonrió de forma forzada. 

— ¿Puedes tratar?

Thaily giro los ojos y asintió sin muchas ganas. 

— parece… un pájaro con las alas abiertas— dijo con los ojos entrecerrados

El médico asintió y anotó en su pequeña libreta. 

— Bien ¿y está?— mostró otra imágen y Thaily lado el rostro buscándole forma

— parece… una pistola, una nueve milímetros— respondió sin mostrar expresión. 

El médico anotó, y terminando de hacerlo jugueteo con el anillo de bodas en su dedo. Eso no pasó desapercibido por Thaily

— ¿En esta que ves? — pregunto de nuevo. 

— parece una flor— respondió viendo de forma penetrante al Dr. Patrick que se sintió algo intimidado— ¿Cuánto tiempo seguiremos haciendo esto? — preguntó con cansancio

— Es solo algo de rutina— repitió y mostró otra hoja con una mancha de tinta— ¿Que ves? 

— ¿Qué es lo que usted ve? — preguntó Thaily

— No estamos aquí para evaluarme a mi, si no a ti— rodo los ojos el psicólogo

— Usted está tensó— señaló Thaily— para llevar poco con esto ya se cansó de mi actitud esquiva y está irritado; ha girado el anillo en su dedo tres veces y me sonríe de forma forzada; sus ojos muestran que está molesto pero lo oculta en una sonrisa que se ve muy poco creíble— señalo lo que vió en pocos minutos

Patrick parpadeo confundido y asombrado por la perspicacia de la menor y giró a ver a Natasha y Clint quienes también estaban asombrados

— Ha sido un mal día es todo— se limitó a responder el doctor— ahora, ¿Cual es tu color fa-... ? 

— ¿Problemas en el matrimonio? — cuestionó Thaily— ¿su esposa le reprocha por su trabajo?— intentó adivinar

— Eso no es algo que tu debas saber, ahora podemos-

— ¿Es otra mujer? — inquirió y notó como el médico bajaba la mirada — sí lo es, conviven seguido y duda de los sentimientos por su esposa— aseguró más que una pregunta— supongo que hoy discutió con su esposa y por eso está de mal humor

— Thaily— llamó Clint— basta

— Él viene aquí a analizarme, ¿Yo no puedo hacer lo mismo?— alzó una ceja

— Estoy aquí para evaluarte a ti, no tu a mi y a mi vida personal, ¿ahora podrías contestar mis preguntas? — casi gruño Patrick

Thaily alzó una ceja con indiferencia y asintió

— Bien, gracias… ¿Tu color favorito? — preguntó por fin

— Naranja, pero el naranja de un atardecer— aclaró

— ¿Hay algo que aparezca seguido en tus pesadillas? 

— Eso no se lo diré. No confío en usted— afirmó Thaily

— Soy tu psicólogo, debes tenerme confianza para poder ayudarte— rebatió

— ¿Para que me termines dando la espalda o traicionando mi confianza como a tu esposa? No gracias— soltó con acidez

— Thaily… — está vez fue Natasha quien la llamó

— Es que es cierto— señaló al médico— él viene aquí a querer "ayudarme" a superar mis problemas cuando él no puede ni con su vida. Me exige confianza cuando traiciona la de su esposa… no voy a hablar con alguien en quien no confío— sentenció

— Tus ojos son fríos, no muestran sentimiento alguno— señaló Patrick— he visto pocas veces eso, que alguien pueda mostrar tal indiferencia y frialdad… pero en realidad en un muro, escondes y encierras tus sentimientos para no mostrar absolutamente nada— comenzó a decir de forma despectiva— pero la verdad estás herida y vulnerable, pones ese muro por temor a que te vean débil y lo patética que puedes ser. Eres solo una pequeña cobarde que se muestra fría para que no vean lo rota que te sientes por dentro. Dices que te proteges pero solo escondes todo lo que sientes

Clint y Natasha fruncieron el ceño ante lo que le acababa de decir a Thaily. Prácticamente la había ofendido y había perdido la postura

— ¿Perdón? — inquirió Nasha tensa 

— Y tú solo eres un puto médico que busca sacudirme insinuando mi estado psicológico y como me escondo, cuanto el verdadero cobarde eres tu. No eres más que un fracasado que busca distraer su caótica mente en el trabajo, que por cierto; eres muy malo en ello— respondió con sorna y una sonrisa fría— ¿Como podrías ayudar a los demás cuando estas cayendo sin rumbo a un pozo de desesperación que tu mismo te causaste y no encuentras salida? Tal vez yo esté herida, pero fue por otras personas lo causaron. En cambio tu estas en ello por que así lo decidiste… Ahora dime ¿Quién es el patético? — insinuó y sus ojos estaban completamente fríos, como si una capa de hielo los cubriera.

El castaño se levantó y tomó sus cosas saliendo de ahí a grandes zancadas

Natasha cubrió su rostro con su mano y negó sin creer lo que acababa de presenciar. Clint frunció el ceño sin saber qué pensar

— Eso fue… Inesperado— murmuró el arquero

— Vaya que fue de ayuda— dijo Thaily con sarcasmo— ¿ahora ven que estoy mejor con ustedes solamente? 

— ¿Hiciste eso solo para que nosotros te ayudemos? — preguntó con incredulidad Natasha

— En parte… y también es un idiota— asintió Thaily— ahora… Tengo que ir a limpiar mi baño… de nuevo— dijo para ponerse de pie y subir a su habitación. 

Thaily acostumbraba a distraer su mente limpiando. Lo hacía cuando no quería pensar ni que su mente se enfocará en el pasado, era terapéutico y al mismo tiempo era útil. 

El psicólogo había atinado a lo que su muro era y con que propósito estaba hecho, pero Thaily no lo había puesto ahí por gusto, lo había hecho para protegerse y llegar a lo que Madame B. quería que fuera. Con el tiempo noto que servía para no ser herida y la protegía de todo el dolor que las personas pudieran causarle. 

Thaily limpió a profundidad su habitación y baño, quería mantenerse lo más ocupada que pudiera y no quería darle el rostro a Natasha o Clint por el día. Sabía que querrían preguntar y primero quería poner sus emociones en orden. Thaily sabía que podía ser muy despectiva y fría si no estaba de un buen humor

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Natasha se tumbó a un lado de Thai en el césped, quien no se inmutó de su presencia. Sólo seguía con la mirada vista en las estrellas y jugaba con la cadena que rodeaba su cuello. 

— Thai

— Sé lo que vas a decir… mi respuesta sigue siendo no. No voy a abrirme a un desconocido— insistió con terquedad. 

— ¿Es cierto lo del muro emocional? — cuestionó Natasha con curiosidad

— Si… dentro de mi muro nada puede dañarme, y no planeó romperlo. Me protege de todo— admitió. 

— No te protege, Thai. Sólo bloquea tus sentimientos y tus lágrimas. No puedes encerrar todo— trató de convencerla

— Yo no encierro nada— insistió reacia— mantengo lo que puede dañarme fuera

— No lo creo. Creo que encierras tus sentimientos y por eso no lloras y esquivas al psicólogo— declaró Natasha— eso no es sano. 

— Me es difícil hablar de mi pasado— despegó sus ojos de las estrellas y los clavó a los de Natasha de forma penetrante— tú mejor que nadie entiende lo que pasé, y lo duro que es todo— gruño— tu me has visto romperme en pedazos y eres la única que lo hará, para mi es difícil ser abierta, mucho más con alguien en quien no confío

Natasha vió el dolor reflejado en los ojos de su hija y asintió. Enfrentar el pasado era duro y ella se lo pedía, una mujer que no podía decirle a su hija de frente que era su madre y ahora le exigía enfrentar sus miedos cuando ella misma no lo hacía. 

— ¿Cómo puedo ayudarte si no te dejas ayudar, Thai? 

Thaily volvió sus ojos al cielo y tomó aire. 

— ambas venimos de un lugar cubierto de oscuridad, donde rompen tu espíritu, voluntad y hacen que tu corazón muera de a poco por dentro… hasta que sólo queda un simple cascarón— los ojos de Thai brillaron ante las lágrimas que retenía— Pero aún hay coraje en nosotras, por eso escapamos y no dejamos que nos sometieran y perdiéramos lo que somos en realidad.. ¿No?... 

Natasha abrió la boca, pero no supo qué responder

»— o eso me gusta pensar, que no acabaron con mi espíritu y que puedo levantarme…pe-pero… en ocasiones me siento tan rota y sola y-y quiero estar completa y se que puedo estarlo— apretó los puños sobre su pecho— pero a veces siento que todo se viene ensima de mi y lo único que puedo hacer para protegerme es alzar ese muro en medio… ese muro me mantiene cubierta y a salvo, lejos de lo que me quiere lastimar— la voz de Thai murió y parpadeo espantado las lágrimas— pero en ocasiones se agrieta ¿Sabes? — sus bonitos ojos vieron a Natasha con estos empapados en tristeza— Me siento tan perdida y como todo a mi alrededor se caerá tarde o temprano y-y yo— jadeó por aire y respiró—... y yo necesito creer que podré levantarme pero… simplemente siento que todo se va desvanecer frente a mis ojos y no podré hacer nada— sin poder más un sollozo salió de sus labios y cubrió su boca impidiendo que más salieran

— No tienes que encerrar todo, Thai, puedes hablar de lo que abruma cuando lo necesites— Natasha tomó su mano entre las suyas y le dió un apretón. 

— Es por eso que te estoy diciendo esto— susurro — Necesito que me hagas creer en mí, necesito alguien que me ayude a mantener mi muro, porque más se agrieta y se rompe… y no dejaré que se rompa— las lágrimas salieron viendo con súplica a la mujer en la que había encontrado el consuelo de una madre. Era una niña desesperada por consuelo — por favor… Necesito una señal cuando sienta que todo me hace caer en la oscuridad, porque todo se cae a pedazos incluyéndome y necesito saber que no estoy sola… por que se que no lo estoy… pero los gritos— señaló su cabeza— a veces son más fuertes que yo, caigo de rodillas y ya no puedo respirar sola… necesito que seas mi fuerza y mi salvavidas

— Thai… y-yo… No creo que debas encerrarte— susurró con lágrimas Natasha— no debes torturarte así

— Está bien— asintió Thai sin despegar sus ojos de los de Natasha— estoy bien así, sólo necesito saber que estarás ahí para sostenerme cuando me desmorone, que me harás levantarme y creer que puedo, y que a pesar de que todo se caiga a pedazos, tú estarás… 

Sus ojos eran suplicantes, Natasha tragó su creciente nudo en la garganta y apretó más la mano de Thai entre las suyas. 

— Te lo prometo, seré quien te ayude a respirar 

— Pero no sólo lo prometas, necesito saber que lo cumpliras. Bogdan prometió estar conmigo y ya no está. Y temo que tú hagas lo mismo… Temo estar sola, odio estarlo— Thaily limpió sus lágrimas con brusquedad— en ocasiones pienso que… qu-que la desgracia me persigue, ¿Sabes? — volvió sus ojos al cielo y mordió su labio— Me separaron de mi madre y Bogdan murió por mi culpa… y-y si alguno de ustedes les pasa algo por culpa mía jamás me lo perdonaré… — expresó con dolor— a veces creo que hay algo en mi que esta demasiado mal y que lo mejor sería desaparecer

— No nos pasará nada Thai, y no pienses eso— dijo con tono un poco duro

— No puedes estar segura de ello— respondió Thai— nadie puede… siempre temo a que todo desaparezca, que todo se esfume de la noche a la mañana... Pero aún me aferro a que encontraré mi camino y-y mi propio propósito… pero mientras tanto necesito un pilar para mantener mi muro… 

— ¿Y quieres que yo sea ese pilar? — preguntó Natasha con el corazón latiendo desbocado. 

Thai asintió, la necesitaba a ella, quería saber que no estaba sola en todo su dolor y Natasha la comprendía como nadie, por eso quería saber que estaría ahí para ella. 

En poco tiempo ya estaba admirando la valentía de esa mujer inquebrantable

— Necesito una señal que me diga que hay alguien ahí para mi cuando la oscuridad me rodea… y que no moriré sola

Natasha asintió hacía la pequeña ojiverde. Su pequeña recurría a ella en busca de un refugio y algo en que sostenerse y no se lo iba a negar. El ser esa persona la hacía sentir tan feliz y que de alguna forma compensaba lo que había hecho pasar a Thaily. 

Sería esa persona que mantendría su cabeza en alto para ayudarla a afrontar lo que viniera. Por que todo lo que podía hacer para mantenerla a salvo, era mantenerla junto a ella, cerca y viendo que nadie pudiera hacerle daño. La sujetaria y no la dejaría caer ante la ansiedad

— Bien— asintió Natasha— si es eso lo que quieres que te ayude, lo haré, pero estoy segura de que podrás, eres muy fuerte Thaily

— No lo suficiente… pero solo necesito que estés ahí— susurro con la voz quebradiza

— Y lo haré, estaré ahí para ti, al igual que Clint y Laura, jamás lo olvides, ¿bien? 

— Si— asintió Thaily limpiando sus lágrimas— jamás lo olvidaría

Thaily enfocó su mirada al cielo de nuevo, viviendo los puntos lejanos y brillantes. Siempre le encantó verlos junto a Bogdan y aunque ya no estuviera con ella podía sentir como si lo estuviera, como la nana que solía cantarle

— ¿Por qué te gustan tanto ver las estrellas? — le preguntó Natasha después de durar un rato en silencio

— Las veía junto a mi tío, nos encantaba verlas y solo estar escuchando música… en ocasiones las cosas simples y pequeñas te traen placer y felicidad— susurro con melancolía

— Eres demasiado filosófica— río Natasha

— Bogdan me decía lo mismo, supongo que es por leer y escuchar música todo el tiempo— río la menor

Natasha disfrutaba de eso, de cómo poco a poco la iba conociendo y aprendiendo todos los días de su hija. La sensación era simplemente hermosa pero al mismo tiempo lejana e inalcanzable. 

— ¿Cómo es que viste todo eso en el psicólogo? — no pudo evitar preguntar

— Uhm… Hubo una nueva idea en la Habitación Roja— comenzó a relatar— el plan o nuevo estudio es analizar al enemigo u objetivo, desde su lenguaje corporal hasta sus pequeños gestos. Todo el mundo manda mensajes entre líneas todo el tiempo, así que me enseñaron a captarlos… era la más buena en ello— confesó 

— Esa es una habilidad impresionante— alabó Natasha— fue increíble como lo leíste

— Sus ojos, transmitían amargura y coraje hacia él. Los ojos son las ventanas del alma— explicó— ver a los ojos puede mostrarte muchas cosas, como el que tú estás triste— Thaily vió a los ojos a Natasha— ¿También te atormenta tu pasado? 

Natasha temió a la mirada de la pequeña ojiverde, pero asintió. Su pasado la perseguiría por siempre. 

— Todo el tiempo

Thaily suspiro y sintió empatía. Había tantos recuerdos dolorosos, además de los gritos diciéndole que eso siempre estaría tras ella. Sin importar cuanto luchará, las sombras la perseguirían por siempre. 

— Bogdan decía que solo enfrentando la adversidad puedes saber lo fuerte que eres. Que un pájaro se eleva yendo contra el aire, no a su favor… pero eso se vuelve difícil y a veces solo quiero dejarme caer— dijo con pesadumbre

— ¿Y qué es lo que te hace mantenerte en pie? — cuestionó la pelirroja 

— Supongo que me aferro porque pienso que algún día vendrá la verdad. Desconozco mi pasado pero espero algún día encontrar respuestas— Thaily contestó mientras sostenía la cadena en su cuello

Natasha fijó sus ojos al cielo y utilizó toda su fuerza de voluntad para no llorar y para no desmoronarse ahí. Thaily no debía verla débil, pues ahora sería quien la ayudaría a levantarse.

— pues iremos contra la corriente juntas… y no te voy a fallar— prometió 

— Lo sé… lo sé… 

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Agárrate fuerte, estás volviendo lentamente a la vida

Mantendré tu cabeza en alto

Deja ir todos tus sueños embrujados esta noche

Mantendré tu cabeza en alto

Todo el mundo mantiene un lugar más oscuro
Para perder el control, no estás solo
Y cuando vienes en busca de abrazo
Conozco tu alma, seré tu hogar
Hasta que puedas respirar por tu cuenta
Y no te defraudaré

Birdy - Keeping your head up

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