➹ Capítulo Catorce
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Me diría a mí misma que no quieres decir nada
Y lo que tenemos, no me agarró
Pero cuando no estás ahí me desmorono
Me digo a mí misma que no me importa tanto
Pero siento que moriría hasta sentir tu toque
Sólo el amor puede doler así
Only love Can Hurt Like This- Paloma Faith
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Los dos últimos días Steve había notado que Thai lo esquivaba. Se comportaba extraño y trataba de huir. No entendía su extraña actitud y el solo pensar que ella estuviera alejándolo de nuevo le dolía, pues era una de sus pocas amigas.
Natasha estaba a unos minutos de llegar de su última misión, así que tal vez con la llegada de ella las cosas volverían a ser las de antes, o eso era lo que quería pensar Steve.
— ¡Ya llegué! — gritó Natasha entrando al departamento
La pelirroja se quitó los zapatos, la chaqueta y los botó sin cuidado en la entrada. También dejó la maleta y se tiró en el sofá, estaba cansada y hambrienta
— Natasha Romanoff— llamó sería Thai— acabo de limpiar y ya es todo un desorden— regaño con molestia la menor
Natasha rió ante la expresión enojada de su hija. La había extrañado tanto; su pequeña, dramática, esquiva y muy tragona hija.
— Yo también te extrañe— alzó una ceja con diversión y su voz llena de sarcasmo
Thai rodó los ojos y negó. Natasha era muy desordenada en ocasiones, pero lo dejaría pasar
— ¿Cómo te fue en París? — preguntó Steve llegando a la Sala
— ocupado— respondió Natasha con simpleza— ¿Y a ustedes como les fue? — preguntó interesada
— Bien, solo que Thai por poco y mata a un agente— contestó Steve y Thai desvío la mirada
Natasha enfocó sus verdes con curiosidad en la menor
— ¿Y ahora qué hiciste Thaily Soloviov? — inquirió viendo seriamente a la pequeña ojiverde
— Él se lo buscó— se encogió de hombros sin
mostrar importancia
— Thai— suspiro Natasha— te he dicho que que controles tus impulsos— regaño
— Como sea— dijo seria y se fue de ahí
Lo último que escucharon fue un portazo de la puerta de su habitación
Natasha frunció el ceño con preocupación. Thai estaba muy tensa y extraña, más de lo normal. Algo andaba mal y le había afectado bastante
— Rogers— llamó seria— ¿Qué le pasa a Thai?
Steve sintió los penetrantes ojos de Natasha sobre él, como si lo culpara de el comportamiento de la rusa menor
Steve suspiró sin saber que decir. No tenía idea del cambio de Thai.
— No lo sé, todo estaba bien, pero hace dos días ella se la ha pasado en su habitación casi todo el tiempo y se comporta extraño— respondió con duda— he tratando de darle su espacio pero aún así ha estado muy distante
Natasha temió que tuviera una recaída emocional que pudiera estar pasando por otra crisis e hiciera una locura.
— yo me encargo— dijo Natasha para ponerse de pie e ir tras Thaily
Era como si su interruptor "madre protectora en acción" se hubiera activado
Abrió la puerta sin tocar y se topó con Thaily extendida en toda su cama, con sus audífonos puestos y la mirada perdida en el techo. Mantenía la mirada ahí como si la respuesta a lo que fuera que estuviera en su caótica mente le fuera a caer del techo.
— ¿Ya uno no puede dejarse morir en su habitación en paz? — Natasha alzó una ceja ante el dramatismo de Thaily
Pero definitivamente algo andaba mal
— ¿Qué tienes, Thai? — interrogó con seriedad
Thaily cubrió su rostro y negó. No quería hablar de eso, no estaba lista. Solo quería desaparecer esos sentimientos y las sensaciones que el rubio le causaba con sonreírle, con esa hermosa sonrisa y esos azules ojos que… -
Thaily gruñó ante sus pensamientos enamoradizos y se esforzaba por enterrar en lo profundo de su desordenada mente y su ahora débil y enamoradizo corazón.
Ella era una asesina, espía, mentirosa, casi una viuda negra y ahora parecía adolecente hormonal que se sonrojaba por una sonrisa del rubio ¡Eso estaba mal!
Thaily se quejó y Natasha no supo cómo tomar aquello. Parecía que Thaily tenía un enorme debate interno del cuál no encontraba respuesta o solución
— ¿Alguna vez has querido arrancar un sentimiento? ¿Uno que es hermosamente aterrador y que sabes que no está bien pero aún así lo quieres conservar porque te da un nuevo propósito y una especie de impulso, pero aunque sea hermoso sabes que te dolerá en lo profundo de tu corazón y te desgarrara desde dentro? — Thai jadeó ante lo que acababa de soltar
Había hablado muy rápido y sus pulmones se habían quedado sin aire, pero se sintió muy bien decirlo
Natasha se sentó con lentitud a la orilla de su cama y trató de analizar lo que Thai acababa de soltar. Eso parecía bastante complicado y de cierto modo muy familiar, le recordaba a sus sentimientos por… James
Natasha giró a ver a una abrumada Thaily queriendo saber más sobre lo que estaba hablando.
— He estado en una situación similar… si— aceptó — ¿pero qué es lo que te pasa Thaily? Por favor se clará— le pidió
Thaily se quitó los audífonos y le dió una corta mirada a la pelirroja. No sabía cómo decirlo, le daba miedo y era muy vergonzoso, la simple idea de que Steve lo supiera la hacía querer que la tierra se la tragara
Thaily sintió sus mejillas calientes de nuevo y gimió cansada de esa sensación. No le gustaba estar sonrojada.
— Creo… — Thaily carraspeo al escuchar su voz salir algo temblorosa— creo que tengo sentimientos por alguien… y… ¡Ugh! ¡Es tan bochornoso! — cubrió su rostro de nuevo
Natasha abrió los ojos a más no poder al escuchar eso. Thaily no era apegada a nadie, no tenía amigos de su edad, solo el pequeño Cooper pero era como su hermano menor, ni siquiera tenía amigos, solo… Steve
Natasha se levantó de golpe. No había que ser muy inteligente para saber de quién hablaba, era como sumar dos más dos. Llevó una mano a sus labios buscando retener una maldición y su mente comenzó a trabajar de forma rápida, pero el resultado era el mismo: Thaily herida y con el corazón destrozado, pues eso era prácticamente imposible.
— Primero que todo, por favor dime que no es quien pienso— casi suplico Natasha
Thaily se sentó en su cama y mordió su labio, la arruga se hizo presente en su entre ceja e hizo un pequeño mohín
— en mi defensa yo no lo elegí, solo comenzó a suceder, así— inició Thai gesticulando con las manos— y fue como ¡Puf! — aplaudió y gruño— y no se quien piensas, no soy telépata
Natasha cubrió su rostro y negó. Se iba por poco más de una semana y cuando volvía su hija estaba en crisis por haberse enamorado.
— Dime que no es un rubio de ojos azules que viene de otra época
Thai hizo una mueca y se dejó caer en cama de nuevo
— Es muy malo que sea él, ¿Cierto?
Natasha tomó aire tratando de serenarse. Al parecer Thai sabía que aquello era imposible
— Thaily… ¿Me dices cómo pasó? — pidió
Thai soltó aire por la nariz con pesar. Recién había estado procesando todo lo ocurrido los últimos meses, pues había algunas situaciones que recordaba la hacían sentir extraña con el rubio, sin embargo, no les había tomado demasiada importancia. Como cuando no le gustó como una camarera veía a Steve, o las miradas que había alcanzado a ver de la enfermera del apartamento de enfrente le daba al rubio, y cada vez que lo veía conversar con la tal Kate, le caía más mal la rubia. Hasta ahora se daba cuenta que estaba celosa y eso no le gustaba, no le gustaba para nada ¿Qué derecho tenía ella a ponerse celosa? Solo era su amiga, su muy joven y caótica amiga.
— No sé cómo pasó realmente. Solo pasó. Estos meses conviviendo con él han sido lindos y mis ataques se han reducido mucho, creo… ¿Y si es por él? Se que suena descabellado pero de cierta forma estar con él me da tranquilidad— trató de explicar
Natasha si había notado el cambio en las más chica. Era muy linda la amistad que tenía con el rubio e incluso se podría decir que Steve también tenía más ganas de conocer lo que lo rodeaba, pero solo podían ser eso: amigos, ya que la diferencia de edad entre ambos era abismal.
— Thai, el mucho mayor que tu— dijo sentándose a un lado de ella
Thai se sentó de nuevo de forma muy rápida y entrecerró los ojos
— Gracias, no lo había notado— dijo con sarcasmo — ya lo se. Viene de otro jodido siglo
Natasha rodó los ojos. Solo quería que Thaily supiera que aquello jamás sucedería.
— Solo estoy diciendo que-
Natasha no pudo continuar. Thaily estaba pasando por sentimientos que todo ser humano debía sentir alguna vez en su vida, amar a alguien era maravilloso, pero también dolía. Natasha lo había vivido en carne propia, además de que su romance con el padre de Thaily había sido a los quince años y él también era bastante mayor que ella. Pero no creía que Steve la llegara a ver de ese modo, era distinto, además de que según sabía, Steve había estado profundamente enamorado antes de quedar atrapado en el hielo. A Natasha le dolería romperle las ilusiones a su pequeña Thai.
»—… No debes ilusionarte o…
— No me estoy ilusionando, solo quiero arrancar este sentimiento que yo no elegí tener— cortó las palabras de Natasha— el amor es debilidad, la debilidad significa muerte, y es muy cierto— sentenció cruzándose de brazos— además no lo amo, solo me gusta, es guapo y todo eso, y un muy buen amigo que me entiende y me da mi espacio, ¡Pero yo no quiero sentir esto! — casi dijo en un berrinche— ¡Natasha ayúdame! — le suplico
Natasha vió a Thai sin saber que decirle, en eso no podía ayudarla. Estar enamorado debía ser maravilloso, pero también podía ser muy amargo.
— Nosotros no elegimos de quien enamorarnos Thai— acarició su cabello castaño rojizo— solo pasá, y si es muy aterrador, pero también es maravilloso, dulce y hasta mágico… amar no te hace débil— aseguró con seriedad ante la creencia de Thaily
— Si lo hace— asintió Thaily con algo de dolor— cuando amas a alguien, cuando una persona entra a tu corazón y se gana un lugar ahí, cuando esa persona decida ya no estar contigo o simplemente la pierdas, te dejará un gran y doloroso vacío… estoy harta de sentirme vacía y herida— declaró mostrando el profundo temor que sentía ante lo que Steve le hacía sentir
Natasha tomó aire y vió los ojos de su hija. Era cierto lo que decía, cuando perdías a la persona que amabas quedaba un gran vacío en tu corazón.
— Si, el amor duele— aceptó Natasha— pero solo el amor lastima asi Thaily, es un dolor fuerte pero vale la pena— asintió Natasha
— Yo ya me cansé de sentir dolor, así que no, gracias. No lo quiero— sentenció
Natasha sonrió con melancolía, ella también había estado aterrada cuando se había enamorado de James, pero no se arrepentía de nada en absoluto -excepto de dejar que se llevarán a Thaily.
— Cuando yo era joven… tenía quince años, cuando me enamoré perdidamente de un hombre— declaró y Thaily la vio atenta— yo también entré en pánico, era uno de mis maestros— Thaily abrió los ojos ante lo dicho por Natasha
— pero no podemos involucrarnos con nadie, además eras muy joven y los maestros son mayores— balbuceo Thaily sin creer lo que Natasha le decía
— Vaya que se que esta prohibido, pero era muy rebelde además de insensata— sonrió Natasha— bueno, solo diré que el si me notó, y comenzamos una pequeña aventura él y yo— declaró
Thaily boqueo sin saber que decir. Eso era impactante
— ¿Y-y qué pasó? ¡Cuenta mujer! — pidió con curiosidad Thaily
Natasha movió un mechón de su cabello detrás de su oreja de forma maternal. Era increíble como le estaba diciendo a su hija como conoció y se enamoró de su padre.
— Hay muchas cosas que pasaron no aptas para menores de dieciocho años
Thaily hizo una mueca imaginando que era lo que pasó. Eso no lo quería de imagen en su mente
»— pero lamentablemente eso duró poco, el se tuvo que ir— susurro con tristeza
— ¡Ves! Eso es lo que digo. El amor duele—señaló Thaily
— Si es cierto— aceptó Natasha— pero no me arrepiento, valió cada momento y fue mi más grande amor— susurro
Thaily la vió sin comprender. No le encontraba lógica a encariñarse de alguien y cuando esa persona se fuera te dejará un doloroso vacío y dolor
— ¿Por qué? ¿Qué es lo que te impulsa y te hace pensar que valió la pena ese dolor? — interrogó queriendo saber la causa
"Por que te tuve a ti" pensó Natasha con una pequeña sonrisa
— Es un dolor dulce, es como si quemará, pero aún cuando duele en lo más profundo, los recuerdos se vuelven parte de ti— respondió sin dudas la pelirroja— no llores porque terminó, sonríe por que sucedió
Thaily mordió su labio sin saber qué pensar, pero la historia de Natasha era diferente a la suya, muy diferente.
— Tal vez a ti si te quizo ese hombre, pero no creo que sea lo mismo conmigo— arrugó el gesto Thai— solo mirame, tengo trastornos psiquiátricos, ¿Quién me querrá así de caótica?
— Hey— pico uno de sus costados Natasha— no digas eso, eres maravillosa y Clint y yo te queremos, también Cooper y Lila te aman, no digas eso— regaño
— Lo sé, pero es distinto— su voz salió apagada y sin emoción— él jamás me verá como una pareja, además está su antiguo amor. El aún quiere aferrarse al pasado, ¿Sabes?— soltó— además tu te enamoraste, lo mío solo será algo pasajero… soy una chiquilla hormonal— trató de restarle importancia
Natasha no le creyó del todo, pero el que Thaily tuviera claro que eso no era posible la tranquilizaba, así no se haría ilusiones y terminaría herida
— Bien— aceptó Natasha— sabes que te apoyaré y cuidare, aquí estoy para escuchar tus dramas amorosos— sonrió Natasha
Thaily sonrió de vuelta y le dio un abrazo
— ya te quería de vuelta, estos días fueron un caos total sin tí— admitió Thaily
Natasha sonrió y la recibió gustosa. No había nada mejor que eso, aún cuando no la veía como una madre podía estar presente en su vida y era todo lo que quería, además de verla bien.
— No puedo creer que tienes tu primer Crush
— ¡Nat!
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Steve salió de su cuarto y entró a la sala, donde vio a Thai leyendo un libro y escuchando música por sus audífonos. Así había estado los últimos días, las pocas veces que no estaba encerrada en su habitación estaba inmersa en sus pensamientos o leyendo uno de sus tantos libros con los audífonos puestos.
Había notado que con Natasha no era tan esquiva, que solo cuando lo veía a él, su actuar y actitud cambiaban y lo comenzaba a esquivar de nuevo. Era como si todo el avance que habían tenido los últimos meses se hubiera esfumado.
Thaily sentía la penetrante mirada azulada de Steve sobre ella, lo que la ponía nerviosa y con ansiedad. Trato de ignorarla por algunos minutos pero él seguía viéndola así, hasta parecía que sin parpadear. Solo debía alzar su muro y que no viera a través de ella, no debía y tenía que mantener sus sentimientos ocultos todo el tiempo, pero su mirada era como una daga perforando su alma.
Thaily contuvo un gruñido y se levantó dispuesta a irse de ahí. Debía reforzar su muro y que él no viera nada.
Estaba por irse pero él se interpuso en su camino
— ¿Qué te sucede? — le preguntó buscando sus verdes
— Nada— respondió neutra queriendo esquivarlo pero él se volvió a interponer— ¿podrías dejarme pasar? — pidió molesta
— algo te pasa, me has estado evitando— acusó
Thaily trató de irse por otro lado dándole la vuelta a la mesa de centro pero el se interpuso de nuevo
— ¡Con un demonio Rogers! déjame pasar— demandó Thaily cansada de ese extraño juego
— No hasta obtener respuestas a tu actitud— sentenció Steve
Thaily alzó una ceja, dejó su libro en la mesa y se cruzó de brazos
— Leé mis labios; No— sentenció
Thaily trató de esquivarlo pero él se interpuso. No se dió por vencida y trató por otro lado, pero en un mal cálculo su pie descalzo dio contra la pata de la mesita dándose un golpe en su dedo meñique del pie
Thaily contuvo un grito agudo del dolor y gruño molesta
— ¡Mierda! — siseo con dolor y se dejó caer en el sofá para sobarse su adolorido dedo
— Lengua-… — iba a regañar pero la mirada molesta de Thaily lo corto. En ocasiones ella daba miedo— ¿Estás bien?
Steve hizo una mueca ante el golpe que la menor se había dado
— ¡De a puta madre!— respondió con acidez— ¿No se nota? — hizo una mueca ante el dolor en su pequeño dedo. Ese golpe si dolía
— A ver, déjame ver— intentó acercarse Steve
— No toques— le alejó ella— como duele— se quejó tratando de aminorar el dolor
Steve suspiró. Ahora se sentía mal por haberla hecho golpearse el dedo
— ¿Estás molesta conmigo? — por fin preguntó
Thaily lo vio con confusión y algo de enojo, pero al verlo preocupado y con mirada algo decaída suavizó sus facciones
— Por el golpe, si, vaya que estoy molesta— declaró honesta— pero por otra cosa no, ¿A qué viene esa pregunta?
— Me has estado evitando— repitió Steve— casi no me miras y siempre huyes
— Ni que fuera tu esposa— murmura Thaily con una sonrisa burlona— ¿Solo por eso?
— ¿Como que solo por eso? Se nota que no quieres ni hablar conmigo, ¿te hice enojar? ¿Dije algo que no te gustó?
"Solo te robaste mi corazón, y ahora estoy loca por ti, gracias" pensó con sarcasmo
— No— respondió simple— no estoy enojada contigo, ¿Feliz?
— Si no estás enojada ¿por qué me evitas entonces? — insistió y Thaily rodó los ojos
"Por que con solo verte toda yo tiemblo y me remueves por dentro"
— ¿Sabes? soy una adolecente hormonal y con muchos cambios de actitud, pasó por etapas y además soy emocionalmente inestable… — comenzó a explicar su muy elaborada mentira— En ocasiones una chica necesita su espacio, privacidad y distancia, así que es solo eso, estoy bien y no estoy enojada contigo— explicó sin mostrar duda
— ¿Es solo eso?
Thaily hizo una mueca ante la pregunta del rubio
— Si— asintió mintiendo como le habían enseñado. Sosteniendo la mirada sin titubear
Eso lo hizo sentir aliviado. No estaba molesta con él y no había perdido su confianza, eso lo dejaba tranquilo
— Lamento… eso— se disculpó Steve al ver como Thaily aún masajeaba su adolorido dedo
— Oh no, tus disculpas no me quitan el dolor— negó con una sonrisa— me debes un helado
Steve sonrió ante lo dicho por Thaily y ella se puso de pie yendo a la cocina
— Okay, un helado— aceptó Steve
— Te preocupas demasiado, solo necesitaba espacio— murmuró con confusión
— Eres mi mejor amiga, el que fueras fría de nuevo me hizo creer que ya no confiabas en mí— declaró Steve y Thaily frenó en seco
— ¿Que soy tu que de que? — lo vio confundida
— Mi amiga, creo que tu me entiendes mejor que nadie— aceptó Steve
Thaily hizo uso de toda su fuerza para no sonrojarse y que su corazón se mantuviera calmado, aunque lo último no se pudo
— ¡Oh!... — soltó asimilando— no soy muy buena con las relaciones amistosas y sociales, pero si, eres un gran amigo y me entiendes bien, eres mi único amigo así que… ¡Okay! — aceptó dándose vuelta de nuevo para ir por hielo
A Steve le agradaba que Thaily no se guardará lo que pensaba de las personas. Era muy honesta y eso le agradaba.
Thaily colocó hielo en su pequeño y punzante dedo. Estaba muy feliz. Que Steve la viera como su mejor amiga aún con la diferencia de edad era muy especial, sabía que él jamás la vería como algo más que eso, pero eso no significaba que se alejaría de él. Lo quería mucho, pues era su único amigo, Clint era más como un padre, Laura como una tía, los niños sus pequeños hermanos y Natasha… Natasha era especial, era como una figura materna, pero no quería aceptar eso, no cuando ella tenía una madre allá afuera tal vez buscándola.
Tal vez lo que sentía por Steve no era amor, solo simple atracción de una chiquilla adolecente. Solo era como algo platónico, así que trataría de no mostrar eso, se esforzaria por continuar las cosas como eran antes e ignorar los sentimientos que encerraba con candado en su pecho.
Steve se había convertido en una especie de balsa en su mar de depresión y ansiedad. Se aferraría a él y buscaría salir para después soltarse y continuar sola, solo sería un especie de salvavidas.
Una sonrisa triste se formó en sus labios. Sabía que un futuro con el rubio era imposible, pero con ser su amiga estaba bien, solo tenía que asegurarse de que nadie notará sus sentimientos, era buena en ello, a excepción de Steve que parecía ver a través de ella, pero estaría bien. Era doloroso de aceptar, pero sabía que sobreviviría.
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