Mientras sus manos recorrían su cuerpo y su lengua bailaba contra la de ella, la mente de Hermione gritaba "Estoy besando a SNAPE. Estoy besando a SNAPE. Oh, Dioses. ¡Estoy besando a SNAPE! Oh Dioses, se siente maravilloso". Sin saber dónde poner las manos, Hermione se aferró a sus hombros y le devolvió el beso con ganas. No supo cuánto tiempo estuvieron besándose apasionadamente, pero se sentía tan bien que podría haberlo besado todo el día. Cuando finalmente rompió el beso, ambos estaban sonrojados y jadeantes.

Después de luchar por controlar su respiración, Snape finalmente habló. Se agachó y recogió la nota. "Ahora, por muy excitante que suene eso de "follar contigo sobre mi escritorio", dijo, con voz baja y sexy. "En realidad he fantaseado con algo un poco más urbano para nuestra primera vez".

"¿Has fantaseado con tener sexo conmigo?", susurró Hermione, claramente sorprendida.

Sonriéndole, Snape la abrazó con fuerza por la cintura. Riéndose, se enderezó, levantándola fácilmente de sus pies. Hermione se quedó boquiabierta cuando él giró de repente en círculo.

Al parpadear, vio que ya no estaban en el aula de pociones. Estaba de pie en una habitación débilmente iluminada, frente a una ornamentada cama de cuatro postes. Estaba cubierta con una rica manta negra. Snape estaba de pie detrás de ella, con las manos apoyadas ligeramente en sus hombros.

"No hemos podido aparecernos", murmuró, casi para sí misma. "Eso es imposible".

"Sólo un poco de magia propia". Le susurró al oído.

"¿Así que este es tu...?", dijo ella nerviosa.

"Dormitorio", terminó él por ella.

"¿Y esto es tu...?

"La cama". Pasando por encima de los hombros de ella, le desabrochó la túnica del colegio y la tiró a un lado. Se encogió de hombros para quitarse la camisa blanca. El estómago de Hermione se agitó cuando él agarró el dobladillo de su camisa y se la puso por encima de la cabeza. Besando ligeramente su cuello, le desabrochó el sujetador de algodón y lo dejó caer al suelo. Sin dejar de besar su cuello, la levantó y la colocó en el centro de la cama. Tomando su varita, la agitó sobre su estómago y murmuró. Hermione sintió calor en su centro y adivinó que él había realizado un hechizo anticonceptivo. Hermione observó fascinada cómo él se desabrochaba lentamente los pantalones y se los bajaba junto con los bóxers. Temiendo que él la viera temblar, imitó sus acciones y se quitó los vaqueros y las bragas, arrojándolos a la creciente pila de ropa.

Hermione dejó que sus ojos recorrieran su cuerpo desnudo. Era hermoso. Pálido y bien musculado, con una ligera salpicadura de pelo negro que le cubría el pecho, los brazos y las piernas. Sus ojos se abrieron de par en par cuando miró entre sus piernas, su polla estaba erecta, parecía grande y pesada. Ella gimió suavemente cuando él se deslizó en la cama junto a ella, su cuerpo desnudo presionando contra el de ella. Hermione suspiró cuando las manos y los labios de él comenzaron a recorrer su cuerpo. Gimió mientras él le mordía suavemente el cuello. "Señor", dijo ella, con la voz temblorosa.

Snape se levantó sobre sus brazos y le sonrió. "Hermione", dijo lentamente, "aunque me resulta extrañamente erótico que me llames "señor" en la cama. Creo que Severus sería más apropiado en esta coyuntura de nuestra relación, ¿no crees?"

Ella asintió con la cabeza. "Severus. Creo que debería decirte que ...." le falló la voz. Intentándolo de nuevo, "soy ah..." de nuevo titubeó.

"¿Qué intentas decir, Hermione?" preguntó él, con su mano frotando su estómago.

"Soy virgen", siseó ella.

La mano de él dejó de moverse y se posó con fuerza sobre el estómago de ella. Nerviosa, giró la cabeza para mirarlo, su rostro estaba impasible. Tomando su silencio como una decepción o tal vez incluso asco, Hermione se esforzó por sentarse. "Ya me voy", susurró.

Empujándola ligeramente hacia atrás, Severus susurró: "No te he pedido que te vayas. Sólo estoy sorprendido. Había asumido que usted y el señor Weasley habían..."su voz se desvaneció.

Hermione negó con la cabeza. "Esa es una de las razones por las que rompimos. Él quería hacerlo, yo no".

"Sin embargo, ahora estás aquí. Conmigo". Parecía confundido.

"Supongo que no era al sexo a lo que me oponía, era al sexo con Ron lo que no me gustaba". Dijo Hermione con amargura. "Supongo que quería que mi primera vez fuera, especial". Se sonrojó acaloradamente, avergonzada por lo infantil que sonaba.

"Especial", susurró él. Inclinándose, capturó los labios de Hermione en un beso, su lengua rozando tiernamente la de ella. Rompiendo el beso, la miró. Ella se sorprendió por la tierna mirada de él. "Me siento honrado", dijo profundamente. "Intentaré que sea una experiencia memorable".

Le cogió la cara con las manos y la atrajo suavemente hacia él. Besándola con ternura, gimió suavemente: "Eres tan hermosa. He querido tocarte durante mucho tiempo".

Hermione jadeó cuando la gran mano de él le acarició ligeramente el pecho. El pulgar de él rozó el pezón endurecido, provocando sacudidas de placer que recorrieron su cuerpo. Movió la mano hacia el otro pecho y lo masajeó suavemente.

Hermione se inclinó hacia él y le besó, introduciendo su lengua en la boca de él para bailar con gracia con la suya. Empujando ligeramente su hombro, le instó a tumbarse sobre su espalda. Mirándolo, empezó a pasar los dedos por su pecho. Él se estremeció un poco cuando ella le pellizcó ligeramente el pezón. Lentamente, su mano bajó, frotando y tirando del pelo negro de su estómago. Con delicadeza, le pasó el dedo por el ombligo. Él observó con atención cómo ella exploraba metódicamente su torso.

Su polla palpitaba y pedía ser tocada. Gimió cuando su mano se deslizó lentamente por su estómago. Ella se detuvo, sin mover la mano, claramente insegura de lo que debía hacer a continuación. Tomando la mano de ella con suavidad, Severus rodeó con sus dedos su dolorida polla. "Tócame", le dijo al oído.

Hermione se sorprendió al sentirlo. La piel era aterciopelada al tacto. Pero al mismo tiempo era tan dura y grande. Deslizó la mano hacia arriba y hacia abajo de forma experimental. Mirándolo nerviosamente, apretó con fuerza. Se sorprendió cuando él gimió al aumentar la presión. Subiendo hasta la cabeza, frotó su pequeño pulgar sobre la punta, sintiendo la textura y pasando su dedo por la raja. Sintiéndose más segura, metió la mano entre las piernas de él y le agarró ligeramente los testículos, palpándolos suavemente.

Severus había cerrado los ojos y se deleitaba con la sensación de que ella lo tocaba. Jadeó audiblemente cuando sintió los labios de ella besar tiernamente la cabeza de su polla. Abriendo los ojos, miró a Hermione. Ella le sonrió dulcemente y le lamió la cabeza del pene.

"Oh, Merlín", siseó, observando la mirada perversa que había aparecido en el rostro de Hermione. Gimiendo, le apartó el pelo y la vio llevarse la polla a la boca.

Experimentalmente, ella pasó su lengua por la punta aterciopelada. Animada por los sonidos y la mirada de puro placer que había aparecido en su cara, continuó chupando y lamiendo su polla.

Severus sintió que debía detenerla, pero la boca de ella sobre él se sentía mejor que cualquier otra cosa que hubiera experimentado en tanto tiempo, y no pudo apartarla. Gimiendo, se recostó y disfrutó de las sensaciones.

Hermione observó su cara mientras lamía y pasaba la lengua por su polla. Estaba sorprendida y emocionada por la expresión que había aparecido en su rostro. Bajó la mano y volvió a tocarle los huevos. Se sorprendió cuando los ojos de él se abrieron de par en par.

"Para, para, para". Él gimió, empujando ligeramente su cabeza. "Oh, Merlín. Por favor, para". Quitando sus labios, ella vio como él se desplomaba hacia atrás, jadeando.

"¿No está bien?", preguntó ella.

"Oh, Dioses", gimió él, frotándose la mano en la frente. "Todo lo contrario. Fue demasiado bueno", gimió. "Nos acercamos rápidamente a un final para el que no creo que ninguno de los dos esté preparado".

"Oh." Dijo Hermione, ligeramente confundida. Arrugó la frente. Girándose para mirarlo, comprendió: "Oh". Sonrió con malicia.