Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Veinte

—¿Hablas de... ahora mismo? —preguntó Sana casi en un susurro. Tzuyu asintió —¿Y qué cambiaría?

—Podrías intentarlo, o descubrirlo —respondió suavemente —en algún momento tendrás que hacerlo, al menos ahora no estás sola —se encogió de hombros mirando su perfil —podríamos hacerlo juntas —Sana suspiró indecisa.

—Cuando Taehyung murió sentí cómo mi mundo se caía a pedazos —susurró casi inaudible —Mark bebía hasta desmayarse, yo lloraba hasta quedarme dormida. Nunca compartí mi dolor con nadie, nadie en la firma sabe que tengo un hijo a excepción de tu padre y BangChan —sintió otra lágrima caer —y BangChan lo sabe porque Mark es su primo —Tzuyu ladeó su cabeza —pero me siento egoísta, sabes. Solo he hablado de mí —la miró, conectando sus ojos con los de ella —cuando pasó lo de tu ex novio... ¿No te sentiste sola? —Tzuyu sonrió un poco —¿Por qué sonríes? No lo entiendo —susurró sinceramente.

—No tienes que entenderlo —respondió sin dejar de sonreír —sin embargo puedes intentar hacerlo también. Me gustan tus ojeras, podrían significar noches riendo, pero no —Sana la miraba sin comprender sus palabras —pasa lo mismo con mi sonrisa, en este caso.

—¿Sonríes aunque sientas dolor? —Tzuyu asintió —¿Por qué lo haces? ¿No es mentir eso? —preguntó abrazando un poco a Mapache.

—Es más fácil que explicar porqué siento dolor ¿O no lo crees así, señorita tengo un pasado doloroso que nadie sabe? —preguntó en una pequeña risa sarcástica. Sana puso sus ojos en blanco —lo escondiste muy bien.

—No quería la lastima de nadie, ya te lo dije —respondió sin darle importancia.

—Y no te juzgo, yo tampoco la quería —dijo sinceramente —es por eso que sonrío, de hecho me gusta hacerlo, es como si nada pudiera hacerme daño de nuevo, porque siempre tendré una razón para sonreír. Tú, de ahora en adelante, por ejemplo —las mejillas de Sana se ruborizaron otra vez, agradecida de que no se notara por la poca luz.

—¿Entonces dices que tengo razones para sonreír aunque mi hijo haya muerto? —preguntó lentamente. Tzuyu hizo un gesto.

—Pues si lo dices así no suena muy bonito —respondió.

—Pero es así —afirmó Sana en un suspiro mientras tomaba la pata del oso —¿Sabes qué? Tienes razón —dijo levantándose de la cama —Taehyung murió, pero yo no tengo que morir también —su voz se apagaba con cada palabra que decía —yo amo a mi niño —miró a Tzuyu con sus ojos cristalizados —pero eso no hará que vuelva —le dijo comenzando a caminar hacia la habitación de Taehyung. Tzuyu rápidamente se levantó a seguirla, debía aprovechar ese momento para ayudarla.

Sana se detuvo frente a la puerta de la habitación con sus ojos cerrados. Tzuyu pudo escuchar otro suspiro.

—Solía encerrarse en su habitación cuando lo regañaba por cualquier razón —recordó con una sonrisa —aunque prefiero el termino "educar". Jamás le grité —Tzuyu asintió mientras se acercaba a ella —lo extraño tanto.

—Lo sé —respondió Tzuyu suavemente —sin embargo, no debes extrañarlo de una mala manera —Sana abrió sus ojos para dirigirlos a ella —lo recuerdas como tu hijo, quien murió.

—Porque es la verdad... —Tzuyu negó con su cabeza.

—Quizá si lo recordaras como tu hijo, quien vivió sus mejores años contigo —se encogió de hombros —quizá sí recordaras a Taehyung como el niño que te hizo feliz por casi cuatro años, en lugar de recordarlo como el niño que murió provocando la infelicidad por el resto de tu vida, dolería un poco menos —Sana ladeó su cabeza —tu hijo es un antes y después en tu vida, lo entiendo. Sé que duele, Sana, pero él ya no siente dolor, en cambio tú sí.

—Wow —susurró Sana —se supone que la muerte te lleva a un lugar mejor ¿No? —preguntó tomando la manija de la puerta —¿Es entonces morir un acto egoísta? —preguntó rodando lentamente la manija —¿Y matar un acto de generosidad? —rió irónica —¿Debo agradecerle a quien mató a mi hijo? —preguntó abriendo la puerta para caminar dentro de la habitación. Tzuyu abrió un poco su boca sin saber qué responder, vaya. Sana era la única persona capaz de dejarla sin palabras.

Tzuyu siguió a Sana dentro de la habitación, notando cómo se sentaba en la cama desordenada del niño.

—Puedes agradecerle a Taehyung por haberte hecho feliz en su estadía en el mundo —dijo suavemente. Sana volvió a reír irónica —no tiene que ser tan complicado, Sana.

—Yo quería verlo crecer —respondió con una suave sonrisa mientras veía a Tzuyu sentarse a su lado —quería verlo ir a la escuela, ir a sus presentaciones, quería verlo enamorarse, verlo llorar por su primer corazón roto —era ella quien lloraba en silencio en ese momento —quería conocer a su primera novia, verlo casarse y formar una familia, verlo cumplir sus sueños. Quería verlo feliz ¿Era eso mucho pedir? —Tzuyu negó con su cabeza.

—Es normal, era tu hijo —respondió —yo nunca he tenido hijos, pero quisiera algún día tenerlos y sé que querré verlos hacer todo eso que dijiste —sonrió sinceramente —pero ahora mismo la realidad es que Taehyung no va a poder hacer nada de eso —Sana hizo un puchero, sabía que tenía razón —y tú tienes que dejarlo ir —susurró intentando buscar su mirada.

—Yo, yo habría querido conocerte en el tiempo en que mi niño murió —susurró casi inaudible, con sus ojos puestos en el oso con el que alguna vez durmió su hijo —yo necesitaba a alguien como tú ¿Sabes? —Tzuyu sonrió un poco —necesitaba a alguien que me dijera lo que necesito escuchar, no lo que quiero. Sé que Taehyung no va a regresar por más que lo desee, sin embargo puedo intentar ser feliz hasta nuestro reencuentro —rió un poco —¿Crees que cuando muera lo vuelva a ver? —la sonrisa de Tzuyu se paralizó.

—No quiero responder algo que pueda incitarte al suicidio —respondió sinceramente, provocándole una sincera risa a Sana.

—Ahora que te conozco, tengo una razón para no hacerlo —se encogió de hombros —de nuevo tengo a alguien esperando por mí en casa —susurró. Tzuyu asintió —te quiero, Tzuyu.

—Yo te quiero incluso más, Sana —respondió sin dejar de sonreír. Sana asintió antes de pasar su vista por la habitación de su hijo.

—¿Qué se supone que debo hacer? —preguntó en un susurro angustiada —¿Ordenarla? ¿Guardar sus juguetes? Desde su muerte, Marino es lo único que he podido tomar.

—Recuerda que, nunca vas a olvidar a Taehyung, solo vas a aprender a vivir con el hecho de su muerte —respondió —me dijiste que no te sientes viva por eso, muy bien, entonces debes dejar de existir a través de la muerte de tu hijo. Vive a través de tu propia vida. No sé si suene lógico, pero estoy haciendo un intento —Sana rió un poco.

—Quieres que dejé de vivir la muerte de mi hijo para así vivir mi propia vida —dijo. Tzuyu asintió, básicamente era eso —puedo comprender eso —suspiró.

—¿Entonces qué dices? —preguntó suavemente.

—Digo que, digo que mañana tenemos que ir a trabajar —respondió de inmediato —se nos hará muy tarde, Tzuyu —dijo levantándose para rápidamente caminar de vuelta a su habitación. Tzuyu suspiró con una sonrisa.

—Yo sé que podemos ganar esto, Satang—susurró antes de levantarse —yo sé que tú puedes ganar —volvió a susurrar antes de seguirla de vuelta a la habitación, donde al entrar la encontró cubierta con una manta completamente. Tzuyu no pudo evitar reír un poco al verla, era como una niña pequeña que quería escapar de sus problemas debajo de las mantas —oh, Satang desapareció —dijo acercándose a la cama para acomodarse en su lado, lado izquierdo.

—Caso de secuestro —escuchó su voz mientras quitaba la manta de su rostro —sabes que parecemos detectives pero no lo somos ¿Cierto? —Tzuyu asintió mientras se acomodaba para mirarla de frente —es porque al ser las encargadas del caso, tenemos que buscar respuestas por nuestros propios métodos —Tzuyu volvió a asentir —por eso estamos calificadas para hacer "interrogatorios", o por lo menos yo lo estoy —rió —nuestro cliente es la verdad, por eso debemos buscarla sobre todas las cosas. No soy fiscal, sin embargo quizá algún día llegue a serlo.

—Lo que tú quieras, Satang—respondió —yo confío en ti —las mejillas de Sana volvieron a sonrojarse —y sí quieres dejar tu carrera para ser escritora, créeme que yo seré la primera persona en apoyarte. Escribes tan maravilloso.

—Muchas gracias, Chewy—dijo aquel apodo que la hacía sonreír, notando cómo los parpados de Tzuyu poco a poco iban perdiendo fuerza —es bueno saber que la chica con la que estoy saliendo me apoya tanto.

—Puntos para mí —dijo en una risa mientras cerraba sus ojos. Sana asintió riendo suavemente —puntos... para... mí —logró decir antes de quedarse dormida.

—Oh Tzuyu —sonrió acercando su rostro al de ella —yo ya estoy enamorada de ti —susurró antes de darle un pequeño beso en su nariz —dulces sueños ¿Cómo me dices? —rió detallándola —dulces sueños, mi amor real —volvió a reír mientras cerraba sus ojos —nuestro amor ya no es hipotético —no se dio cuenta de la sonrisa que apareció en el rostro de Tzuyu, no se dio cuenta de que estaba haciendo feliz a una persona.

💙

Dustin había llegado temprano a la firma, con una caja de donas en una mano y un vaso de café negro en la otra, contento para trabajar de algún modo con la pareja de abogadas. Se sorprendió al no verlas en la pequeña oficina, así que simplemente se sentó en el que ya consideraba su asiento mientras colocaba las cosas sobre el escritorio, a esperar a que llegaran.

Sana, al ser la mejor abogada en su área, tenía muchas rivalidades que personalmente no le interesaban, pero el chico no estaba al tanto de aquella situación, así que cuando vio a otra abogada detenerse frente a la oficina, no le dio mucha importancia.

—¿Vienes buscando a la abogada Minatozaki Sana? —preguntó Margaret con una sonrisa. Dustin frunció el ceño —o debería decir... ¿Escritora? —Dustin ladeó su cabeza sin comprender.

💙

—¿Estás nerviosa? —le preguntó Tzuyu al verla morder su labio justo al lado de ella. Sana dirigió su mirada a ella.

—Claro que no, solo no quiero quedarme sin trabajo —respondió en un susurro —no es que ame este trabajo, de hecho lo odio, sin embargo lo prefiero antes de irme a la firma de Connor Carter o ser abogada independiente. No gracias pero gracias —Tzuyu rió un poco.

—No te va a despedir —respondió sin dejar de reír —no tienes que preocuparte por eso, además no tenemos que decirle sobre lo nuestro hoy.

—¿Sobre qué no pueden decirme hoy? —escucharon la voz del señor Yi Cheng junto a sus pasos caminar hacia ellas. Sana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras que Tzuyu dirigía su mirada al frente donde su padre se estaba sentando —buenos días, por cierto —rió incorporándose.

—Buenos días, papá —respondió Tzuyu. Yi Cheng se sorprendió un poco al no escuchar ese tono caprichoso junto a la palabra "papi" —¿Cómo te fue en tu viaje?

—Muy bien —respondió aun impresionado —¿Y a ustedes? Sana —la miró. Sana alzó su mirada junto a su sonrisa titubeante —¿Cómo se comportó mi hija contigo?

—Muy bien —dijo intentando sonar natural —no me dio problemas, o bueno, no me dio muchos problemas —rió pensando sí ¿Desequilibrio o equilibrio emocional, cuenta como problema? —de hecho me ha ayudado con el caso —dijo cambiando el tema.

—Ciertamente de eso quería hablarles —intervino colocando sus manos cruzadas sobre el escritorio —¿Ya descubrieron al asesino de las tres chicas? —Sana y Tzuyu se miraron entre sí.

—Sí —dijo Sana lentamente —pero es todo aún muy incierto. Lo único que tengo claro es quién es el asesino de mi hijo, señor Yi Cheng —los ojos del hombre se abrieron sorprendidos.

—¿Quién es ese imbécil? Puedo mandarlo a detener ahora mismo —respondió enojado. Sana miró a Tzuyu.

—¿Recuerdas a Taehyung? —le preguntó Tzuyu a su padre.

—Claro que lo recuerdo, un niño de verdad encantador —sonrió un poco al recordarlo —muy curioso e inteligente —Sana sonrió, recordaban a su hijo tal y como era.

—En efecto lo es —dijo Tzuyu utilizando el presente, aunque supiera que era pasado —sin embargo, hablo de mi ex prometido ¿Taehyung Kim, lo recuerdas? —el ceño de Yi Cheng se frunció de inmediato —veo que sí, muy bien, es él quien atropelló a Taehyung Minatozaki —vio cómo su padre tomaba el teléfono de inmediato y marcaba algún número.

—¡Quiero una orden de captura para Taehyung Kim! —exigió casi en un grito —¡No me importa! ¡Al terminar del día debe estar en una maldita celda! —esta vez gritó antes de colgar fuertemente el teléfono.

—¿Papá? —susurró Tzuyu al verlo intentar recobrar la respiración. Sana ladeó su cabeza.

—¿Quién se cree que es? —preguntó furioso —yendo por allí destruyendo vidas —dijo en realidad decepcionado antes de mirar a Sana —¿Ya convocaste la audiencia? —Sana asintió —está bien —suspiró —sigan con el caso de las tres chicas, no las olviden, Sana.

—No lo haremos —respondió —¿Puedo retirarme? —Yi Cheng asintió y Sana simplemente se levantó para caminar fuera del despacho. Tzuyu la siguió con su mirada un poco decaída.

—¿Volviste a verlo? —le preguntó Yi Cheng a su hija quien dirigió su mirada a él. Tzuyu asintió sin ningún tipo de emoción —¿Y cómo puedes estar tan tranquila? Él hizo pedazos tu corazón, hija.

—Es cierto, pero pude unirlos —respondió con una sonrisa —papá, ningún dolor es para siempre, en cambio el amor si lo es —Yi Cheng sonrió, su hija había madurado tanto —y es irónico porque se supone que yo amaba a Taehyung, y sin embargo mírame, soy capaz de amar a otra persona ahora.

—¿Acaso mi hija está enamorada? —preguntó divertido. Tzuyu se sonrojó, no dejó de sonreír.

—De alguien roto —respondió en un suspiro —significa que, como yo, sabe lo que es el dolor —Yi Cheng asintió —es por eso que encajamos tan bien juntas... —sus palabras se detuvieron al escuchar sus propias palabras. Las cejas de su padre se levantaron sorprendidas —¡Me tengo que ir! —dijo al levantarse rápidamente para salir del despacho sin mirar atrás, sin darle oportunidad de que su padre pudiera cuestionarla. Yi Cheng no pudo evitar reír, deseando tener la misma madurez que su hija, él no sería capaz de ver a su ex mujer directamente.

—¿Alguien roto? ¿Minatozaki Sana será tu persona idónea, hija? —preguntó en una risa, como si su hija siguiera allí —no imagino una discusión entre ustedes —hizo un gesto.

💙

Tzuyu caminaba rápidamente hacia la oficina de Sana, sin contar con que Dustin la tomaría de su brazo provocando que se detuviera.

—Hola Tzuyu —dijo sonriente. Tzuyu ladeó su cabeza —¿Qué tan cierto es que Sana es escritora? —se cruzó de brazos.

—¿Eh? —sonrió Tzuyu nerviosa. Si decía que sí, Sana se molestaría, si decía que no, Sana se molestaría.

—¿No crees que deberíamos enviar sus escritos a una editorial? —preguntó en un susurro —me dijeron que es muy buena —Tzuyu frunció un poco el ceño.

—Sí haces eso probablemente ella se enojará muchísimo —respondió sensatamente —así que, mejor busquemos nuestra muerte natural —sonrió intentando seguir su camino.

—No entiendo por qué no mostrar su trabajo, es muy buena —se encogió de hombros —escribe muy genial.

—¿Qué viste? —preguntó sin comprender cómo Dustin sabía todo eso. El chico solo volvió a encogerse de hombros —no puedes enviar nada a ninguna editorial, porque son libros que escribe para su hijo.

—Pero su hijo murió —respondió Dustin. Tzuyu suspiró.

—Exacto —asintió antes de comenzar a caminar hacia la oficina dejando a Dustin confundido mientras la seguía.

El secreto mejor guardado de Minatozaki Sana, había sido revelado en aquella firma desbordada de odio.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro