Treintaitres
—Estás embarazada —fueron las palabras que hicieron reaccionar a Sana, sacándola de sus pensamientos para llevarla a la realidad.
Sana miró a Tzuyu quien la veía con una sonrisa y ojos cristalizados, mientras que la doctora las veía con los resultados en sus manos.
—¿Estoy embarazada? —sin embargo le preguntó a su novia sin poder creerlo.
—Lo estás, mi amor —respondió Tzuyu, no negaría que se sentía muy feliz, pero tampoco que sentía un poco de miedo —vamos a ser madres. Bueno, tú ya lo eres, tú entiendes —Sana asintió sonriendo mientras que pasaba su muñeca por sus ojos para limpiar sus lágrimas.
—Pensé que nunca volvería a sentirme así de nuevo —le dijo sinceramente. Tzuyu ladeó su cabeza.
—¿Cómo, mi amor? —le preguntó suavemente.
—Completa —respondió sin poder o querer dejar de sonreír. Tzuyu lo entendió, estaba feliz y quería estar así con ella, por el resto de su vida.
—Felicitaciones —intervino la doctora con una sonrisa. La pareja dirigió sus ojos a ella —Sana, sé que no es la primera vez que serás madre... —Sana asintió.
—Tuve un hijo —interrumpió, refiriéndose a Taehyung en pasado —murió antes de cumplir los cuatro años. Creo que ya le comenté sobre eso —la doctora asintió.
—Y eso no quiere decir que debes tener miedo esta vez —le habló con cuidado —la vida te ha dado otra oportunidad de continuar con tu vida. Tienes a tu pareja y ahora tendrán a un bebé —Sana sonrió, era cierto —así que, no más lágrimas, solo de felicidad —rió un poco la mujer —muy bien, estos son los cuidados que debes tener de ahora en adelante... —pero Sana ya no estaba prestando atención, simplemente su mente estaba en el futuro, imaginándolo con una sonrisa.
–
Cuando Sana despertó en la madrugada y no encontró a Tzuyu a su lado, se preocupó de inmediato. Se levantó de la cama y caminó fuera de la habitación, encontrándose con la luz de la cocina encendida. Confundida bajó las escaleras y al llegar encontró a su novia sentada frente a la mesa tomando café.
—¿Tzuyu? —preguntó acercándose a ella. Tzuyu alzó su mirada con una sonrisa —¿Por qué no estás en cama? ¿Te sientes mal? —la chica negó con su cabeza —¿Pasa algo? —se sentó a su lado para tomar su mano.
—Estoy un poco, ya sabes... asustada —respondió siendo sincera. Sana sonrió, sabía exactamente a qué se refería.
—¿Por qué? —sin embargo preguntó. Tzuyu se encogió de hombros.
—¿Qué pasa si no soy una buena madre? —preguntó nerviosa. Sana la miró de manera divertida —¿Qué tal sí no me quiere?
—Va a adorarte, como yo —respondió suavemente —es normal sentir miedo, y es bueno ¿Sabes? porque significa que te importa —decía acariciando el borde de su mano con su pulgar —cuando quedé embarazada de Taehyung no tenía nada de lo que hoy tengo, ni siquiera tenía trabajo —rió un poco. Tzuyu la miraba como de costumbre, con adoración —fue muy difícil y tuve que sacrificar muchas cosas por él y la pequeña familia que éramos, sin embargo no lo cambiaría, volvería a elegirlo. Ahora tengo la oportunidad de tener otro bebé y lo mejor es que ahora sé que lo tendré con el amor de mi vida —la primera lágrima cayó del ojo de Tzuyu, y aun así no dejaba de sonreír —ahora tengo trabajo, estabilidad económica, una casa, a ti... —besó su mano —siento que nada podrá volverme a hacer daño, si estás conmigo me siento invencible.
—Sabes que te amo ¿Cierto? —le preguntó en un susurro. Sana asintió —y que te amaré por el resto de mi vida ¿También lo sabes? —Sana volvió a asentir —entonces... sé mi esposa —Sana ladeó su cabeza —haré lo que quieras —dijo sinceramente, estaba dispuesta a cualquier cosa sí era por ella —primero puedo ofrecerte que te adoraré por todo lo que me queda de vida, incluso mi último aliento será para ti —ahora Sana era quien estaba derramando lágrimas —¿Qué dices? ¿Te quieres casar conmigo?
—Yo iba a proponértelo —susurró mientras que asentía.
—Promete que no me dejarás plantada —bromeó, entonces Sana sin querer aguantarlo más, besó a su novia cortándole las palabras, la adoraría por lo que le quedaba de vida.
7 meses antes.
—¿Estás lista? —le preguntó Sana.
—No —Tzuyu respondió nerviosa. Sana solo soltó una risa antes de girar la manija y abrir la puerta del despacho del señor YiCheng. Tzuyu estaba nerviosa, en ese momento le diría a su padre que se casaría y que, de hecho, su prometida estaba embarazada. No estaba lista para ver su reacción —Satang, no tiene que ser hoy —le susurró casi inaudible. Sana solo volvió a reír.
—¿Prefieres que se entere cuando le llegue la invitación a la boda? —preguntó divertida, entonces Tzuyu se sintió aún más nerviosa.
—Sana, yo... —Tzuyu se vio interrumpida.
—Señor YiCheng, buenos días —le dijo deteniéndose frente al escritorio con su novia a su lado a quien se le estaba olvidando cómo respirar.
—Buenos días, Sana. Buenos días, hija —saludó con una sonrisa —¿Qué las trae por aquí? —preguntó cruzando sus manos sobre el escritorio.
—Tzuyu tiene algo que contarle —la miró con una sonrisa.
—Ah, eh, ah —tartamudeó nerviosa, pero al ver los ojos llenos de brillo de Sana, sintió el valor que le hacía falta —Sana y yo nos vamos a casar —dijo sin más sorprendiendo a su padre —y, y vamos a tener un bebé. Sana está embarazada —Sana asintió con una pequeña sonrisa llena de ilusión.
YiCheng ladeó su cabeza y sin decir una palabra se levantó para caminar lentamente hacia ellas. Tzuyu estaba preparada para lo que tuviera que decirle, no se esperó que su padre en lugar de darle un sermón, les diera a ambas un gran abrazo.
—Felicitaciones —fue el susurro que se escuchó por parte del hombre, feliz.
—¿Es todo lo que dirás? —le preguntó Tzuyu confundida. YiCheng terminó el abrazo en ese momento para mirarla a los ojos.
—Encontraste a tu persona idónea, hija —fue su respuesta —y me siento el hombre más feliz del mundo. Te veré feliz y... ¡Seré abuelo! —sonrió emocionado —Sana —la miró al escuchar su risa —eres maravillosa y sé que cuidarás a mi hija del mismo modo en el que ella te cuidará a ti.
—Claro que lo haré —dijo segura tomando la mano de su novia para entrelazar sus dedos con los de ella.
—No lo dudo, te estoy entregando lo más preciado que tengo —le dijo sinceramente —al amor de mi vida quien escogió al suyo —Sana sonrió, como quisiera que su padre pensara así de ella —hazla muy feliz.
—Así será —susurró Sana.
—Esto es maravilloso —dijo YiCheng —déjenme darles un regalo por adelantado —en ese instante Sana dejó de sonreír —¿Dónde quieren que esté ubicada su nueva casa? —preguntó rodeando el escritorio para volver a sentarse.
—No, no, no —Sana negó de inmediato. YiCheng la miró confundido —no aceptaré, señor YiCheng.
—¿Qué? ¿Por qué no? —preguntó.
—Porque he trabajado mucho para tener lo que tengo hoy allí —respondió sinceramente —y trabajaré aún más para darle a Tzuyu y a nuestro bebé la vida que merecen —Tzuyu asintió, aunque estaba acostumbrada a obtener todo de manera "fácil", apoyaría a su novia en su determinación —agradezco su preocupación pero no necesito que me regalen nada, para eso puedo trabajar —asintió. YiCheng suspiró con una sonrisa, no esperaba menos.
—Como ordenes —dijo alzando sus manos de manera divertida —sin embargo aún quiero darles un regalo ¿Qué creen que podría ser?
Sana llevó su mano a su mentón intentando pensar, no creía necesitar nada, en cambio Tzuyu sabía exactamente qué pedirle.
–
5 meses antes.
—Abre tus ojitos, mi amor —le pidió Tzuyu tiernamente, entonces Sana obedeció.
—¡Wow! —dijo impresionada —¿Qué es esto, Tzuyu? —preguntó en un susurro.
—Es un taller de escritura y arte —respondió mirando el pequeño local del cual la puerta se abría dando paso a un apuesto pintor que escondía algo tras su espalda —es nuestro regalo de bodas, Satang —sonrió emocionada. Sana la miraba sin poder creerlo.
—Tú podrás escribir todas las historias que quieras y yo podré pintar todos los cuadros que quiera, al igual que todos los niños que quieran inscribirse —dijo Dustin caminando hacia ellas. Las palabras no salían de la boca de Sana —Tzuyu me dio trabajo aquí y con eso pagaré mis estudios en la escuela de derecho —rió ansioso —queda a menos de un minuto de tu casa, Sana. Puedes venir cuando quieras —volvió a reír —y este —dijo entregándole un pequeño objeto envuelto en papel regalo —es mi regalo para ti —Sana lo tomó con una imborrable sonrisa y se sorprendió grandemente al romper el papel regalo ver un libro —espero que no te enojes, pero por si acaso diré que fue idea de Tzuyu —la chica lo miró con su semblante serio.
—La publicación de una de mis historias —susurró sin poder creerlo —¿Soy escritora? —le preguntó a su novia con lágrimas en sus ojos.
—Oh, Satang, tú siempre has sido escritora —respondió con una sonrisa mientras que asentía. Sana abrazó el libro a su pecho mientras que Dustin miraba aquella escena feliz —ahora, creo que debemos darle la noticia a Dustin —la sonrisa del chico se paralizó y Sana asintió antes de que dirigieran su mirada a él.
—Dustin, estoy embarazada —le dijo con una sonrisa. Dustin procesó aquellas palabras rápidamente y llevó sus manos a su cabello emocionado antes de cubrir el cuerpo de Sana con sus brazos mientras que escuchaba la risa de las chicas.
—¡Esto es asombroso! —dijo en realidad feliz una vez terminó el abrazo —estoy muy muy muy muy muy feliz.
—Te dije que era una buena decisión —le dijo Sana a su novia, viéndola encogerse de hombros con una sonrisa.
—¿A qué se refiere? —le preguntó Dustin llevando su cabello hacia atrás con su mano.
—Nunca lo dudé —le dijo Tzuyu en una risa a su novia.
—¿Chicas, de qué... —intentó intervenir.
—Su nombre —Sana lo miró —es Dustin —la boca del chico se abrió enormemente y de repente ya estaba llorando.
—¿Es en serio? —susurró emocionado. Sana y Tzuyu asintieron al mismo tiempo —no, no sé qué decir —dijo limpiando sus lágrimas —¿Por qué yo?
—¿Por qué no? —contradijo Sana —me gusta tu nombre, además podré regañarlos al mismo tiempo —rió, provocándole una pequeña risa al chico.
—Al final fuiste la única persona que nunca nos dejó solas —le dijo Tzuyu. Dustin la miró —a pesar de todo, siempre estuviste allí y eso es muy valioso para nosotras. Mereces mucho, y al menos nosotras lo vemos así.
—Soy afortunado —asintió completamente convencido —¿Quisieran adoptarme? —preguntó deseando obtener un "sí" como respuesta —me declaro hoy niñera oficial de Dustin Junior —Sana rió fuerte —no les cobraré ni un centavo —rió.
—igual no íbamos a pagarte —le dijo Sana. La sonrisa de Dustin desapareció solo para provocar la risa de las chicas.
Todo estaba saliendo bien.
–
2 meses antes.
—Estás embarazada de Tzuyu —repitió Mark sin poder terminar de entender. Sana asintió —pero es una chica —Sana puso sus ojos en blanco —ella no tiene, ya sabes, o sí...—las mejillas de Tzuyu se tornaron rojizas.
—¡Mark! —interrumpió Sana de inmediato —estoy embarazada y me voy a casar, ¿Serás el padrino o no? No tengo más amigos —Mark sonrió de manera sugestiva.
—Acepta que me sigues queriendo así sea de lejos —le dijo divertido. Sana se cruzó de brazos mientras que apartaba la mirada —yo sé que sí —dijo acomodándose en el sofá.
—¿Eso es un sí o un no? —preguntó Sana ignorando su comentario. Mark rió.
—Es un obviamente si, cariño —respondió en una risa.
—Entonces ya me voy —dijo levantándose del sofá que estaba frente a él.
—¿No quieres helado? —preguntó tratando de convencerla para que se quedara más tiempo. Sana lo miró de reojo —chocolate es tu favorito —canturreó, entonces Sana volvió a sentarte. Mark no pudo evitar volver a reír —¿Chou Tzuyu, podrías ayudarme? —le preguntó levantándose del sofá para caminar hacia la cocina. Tzuyu miró a su novia quien solo le hizo un gesto con su sonrisa para que fuera con él —con que serás la madre del hijo de mi ex esposa —le dijo una vez la vio llegar mientras que sacaba el helado del refrigerador. Tzuyu solo lo miraba.
—Si —fue su simple respuesta.
—Me da un poco de celos ¿Sabes? —le dijo inocentemente. Tzuyu ladeó su cabeza —vas a vivir lo que siempre quise para mí —suspiró colocando el helado sobre la barra.
—Lo siento... —intentó decir.
—No tienes que disculparte —interrumpió de inmediato —esto iba a suceder tarde o temprano, y me siento feliz de que haya decidido hacerme parte de esto —rió —aunque duele porque te prefirió a ti.
—Creo que ustedes tienen una conversación pendiente —le dijo Tzuyu con cuidado. Mark sonrió irónico dándose la vuelta para conectar sus ojos con los de ella.
—Cuando Sana me amaba, me sentía invencible —dijo sinceramente. Tzuyu ladeó su cabeza al reconocer esas palabras —ahora ella te ama a ti y tú lo eres, nunca lo olvides —le dijo antes de volver su vista al helado, en cambio Tzuyu dirigió la suya al amor de su vida quien la estaba viendo con sus ojos somnolientos, su sonrisa cansada y su cabeza recostada en el sofá, completamente enamorada de ella. Solo pudo sonreír, sintiéndose invencible.
–
Día de la boda, día del parto.
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