Trece
—Me pondré mi pijama, ya está anocheciendo— rió Sana una vez cerró la puerta de su casa— ya regreso, Tzuyu— la chica asintió mientras la veía irse rápidamente.
Tzuyu suspiró con una sonrisa al verla tan feliz, y funció el ceño al darse cuenta de que lo había hecho. Se dirigió a la cocina a sacar el helado que había comprado, también se dio cuenta de que le había comprado helado y galletas a Sana. Sacudió su cabeza apartando cualquier pensamiento que tuviera que ver con Sana pero simplemente ahora solo podía pensar en ella, quizá por la confianza que le había dado, quizá por cómo habían pasado ciertas cosas juntas... no lo sabía en realidad.
—¿Verás la película con esa ropa?— rió Sana apareciendo por la cocina—con tu overol y tus zapatitos blancos —volvió a reír. Tzuyu parpadeó varias veces sonriendo ¿Era la misma mujer que le era indiferente chocar su auto?
—Sí, es muy cómoda— rió un poco—mira, helado— volvió a reír extendiéndole una taza con helado de chocolate y galletas.
—Muchas gracias, Tzuyu— sonrió Sana recibiendo la taza— ya puse la película. Ven o comenzará y no vas a entenderla—rió mientras caminaba a la sala, de todos modos no verían la película. Tzuyu asintió tomando la otra taza para así poder seguirla a la oscura sala sólo iluminada por la luz del televisor.
—¿Qué veremos? —le preguntó Tzuyu mientras se sentaba a su lado en el sofá.
—Esta película—respondió Sana subiéndole el volumen al televisor con el control remoto —trata de parejas y amor —rió dejando el control a un lado— como lo que hablaremos hoy —dijo dirigiendo su mirada a Tzuyu.
—Claro— rió al recordar la verdadera razón del por qué estaban allí —bueno, puedo comenzar por cuando íbamos a casarnos. Taehyung se veía en realidad emocionado— comenzó a contar intentando mantener su mirada en Sana mientras la veía comer helado muy atenta a ella— nos conocimos en la escuela y nos enamoramos en la preparatoria. Dejé todo por él— suspiró un poco dolida —íbamos a casarnos y a formar una familia, ese era mi nuevo sueño—Sana sonrió un poco —cuando él no apareció en la iglesia, mi mundo se vino abajo. Lloré mucho... y lo hice sola. No tenía amigos— se encogió de hombros —pasé por ese momento sola y cuando quise llorar en un hombro, solo veía espaldas.
—Entiendo —susurró Sana —entiendo perfectamente a qué te refieres—Tzuyu asintió.
—Entonces cuando ocurrió aquello, simplemente decidí dejar de perder el tiempo y estudiar— suspiró —quería ser mejor de lo que alguna vez fui. Demostrarle a Taehyung que pude haber sido su mejor decisión—Sana negó con su cabeza.
—Tú no tienes que demostrarle nada a nadie, tienes todo que demostrarte a ti misma—respondió Sana con seguridad —cuando comencé a escribir, nadie creía en mí, ni siquiera mis padres. Mis mayores fans eran Taehyung, Mark y Eunha—rió un poco— los únicos que han leído mis escritos.
—Entonces yo también soy tu fan— dijo Tzuyu de inmediato —porque leímos juntas Súper Taehyung. Soy tu fan —asintió con una sonrisa.
—Gracias, Tzuyu— asintió Sana sonrojándose de manera inevitable.
—Escribes maravilloso, de verdad —dijo Tzuyu sinceramente— ¿Hay algo que no hagas bien?
—Cocinar— rió —creo que ni siquiera en algún mundo alterno sé cocinar.
—No puedes ser tan mala— la miró expectante. Sana se encogió de hombros.
—Mañana en el desayuno me dirás qué tal —sonrió después de unos segundos y Tzuyu asintió.
—Básicamente esa es mi historia con Taehyung —dijo de repente —no es muy larga, bueno sí lo es, pero al llegar el momento en el que me deja plantada en el altar, se vuelve corta. No lo he visto desde entonces, no sé si tiene novia, o sí ya formó una familia con otra persona.
—¿Aun lo amas?— preguntó Sana inocentemente. Tzuyu la miró negando con su cabeza.
—No. Lo amé, claramente —rió un poco— pero ya no lo;amo, ni siquiera lo extraño—Sana sonrió ampliamente. —Quizá él no era tu persona idónea— dijo divertida recordando las palabras de Tzuyu quien la miró sonrojada
—Taehyung no era la persona idónea para Tzuyu— rió.
—Mark no era la persona idónea para Sana— dijo de igual manera. Sana negó con su cabeza.
— Mi persona idónea eres tú —bromeó poniendo a Tzuyu instantáneamente nerviosa —broma, Tzuyu— rió al verla sonrojada.
—Claro— susurró antes de que reinara el silencio en la casa.
— ¿Y qué más? —preguntó Sana luego de unos segundos —¿Taehyung y tú? ¿Algo más?—Tzuyu negó con su cabeza muy segura de no haber omitido nada— oh, en ese caso... —rió un poco dejando su taza vacía a un lado del sofá —veamos la película.
—Sí —dijo Tzuyu haciendo lo mismo pero a diferencia de Sana, ella no había tocado su helado.
Pasaron algunos minutos en los que Tzuyu veía a Sana mientras ella veía la película, notó que Sana tenía helado seco en su mentón, si no lo limpiaba sería un problema.
—Sana—la llamó Tzuyu acercándose a ella— tienes... —señaló su mentón riendo un poco.
—¿Qué? ¿Tengo helado? —rió viendo cómo Tzuyu asentía —oh— dijo llevando su muñeca a su boca para intentar limpiarse —¿Ya?—Tzuyu negó con su cabeza acercándose un poco más, ella misma la limpiaría. Con su pulgar talló suavemente su mentón hasta que la mancha desapareció.
—Listo —susurró alzando su mirada y notando que sus labios estaban a escasos centímetros uno del otro. Tzuyu miró los ojos de Sana los cuales estaban fijos en sus labios. En ese momento solo existían ellas dos, nadie más. Tzuyu no entendía, pero estaba acercando lentamente su rostro al de Sana, sintiendo la tensión, sintiendo su respiración. Cerró sus ojos, iba a besarla y no tendría arrepentimientos después de hacerlo. En el momento en que uniría sus labios con los de ella, Sana cerró sus ojos... y bajó su cabeza. Tzuyu terminó por besar su frente.
—Yo... yo no quiero que sea así— susurró con sus ojos cerrados, en cambio Tzuyu abrió los suyos sin despegar sus labios de la frente de Sana—sí vas a besarme, quiero que te enamores de mi primero —susurró sinceramente sintiendo las lágrimas formarse en sus ojos —cuando mi hijo murió, todo perdió significado para mí... quiero que... al menos esto, tenga uno—Tzuyu comprendió a qué quería llegar —sí no estás segura, por favor, no me beses—Tzuyu tomó delicadamente las mejillas de Sana con sus manos y alzó su rostro con tal suavidad que la hizo abrir sus ojos— no quiero perder de nuevo— sus ojos conectados con los de Tzuyu.
—No vas a perder —le sonrió con ternura— no vamos a perder—Sana hizo un puchero intentando no llorar —más entiendo a qué te refieres, yo no voy a presionarte. Vas a enamorarte de mí —asintió muy segura sin procesar sus propias palabras, sólo diciendo lo que sentía— y vas a escribir sobre una maravillosa pareja —la menor rió —un poco sobre Sanake y Chewy— susurró con una sonrisa.
—Mi corazón es muy frágil— susurró Sana llevando su mano a la que Tzuyu tenía en su mejilla —cada día se cae a pedazos, cada día se rompe un poco más.
—Sí le faltan piezas entonces yo le daré las mías— sonrió sinceramente. Nunca habría creído lo que estaba sucediendo, nunca lo habría imaginado, pero así era el amor, incierto. Vio cómo las lágrimas de Sana bajaban por sus mejillas, estaba asustada de sentir de nuevo —no llores, no pasa nada. Nunca estarás sola, nunca otra vez—Sana sonrió un poco al escuchar eso.
—Quiero hacer las cosas bien —asintió Sana presionando un poco la mano de Tzuyu sobre su mejilla —no quiero arrepentirme de esto, no quiero arrepentirme de intentar rehacer mi vida.
—No lo harás. Te enamorarás de mi —rió Tzuyu muy segura —ya verás —dijo antes de besar su nariz— quizá no fue en tus labios, pero es porque creo que la persona que no está segura es otra— bromeó en una risa— y está bien.
—Wow —suspiró Sana sonriendo —la muerte de mi hijo me enseñó que la vida es muy corta, pero podemos hacer un momento eterno cuando ambas estemos seguras de lo que sentimos —susurró— y mientras eso sucede será un honor descubrir si eres mi persona idónea, Tzuyu —la sonrisa de Tzuyu hizo presencia, al igual que el tono rojo en sus mejillas.
—Lo soy, claro que lo soy —rió —y tú eres la mía.
— Será divertido descubrirlo— susurró apartando suavemente las manos de Tzuyu de sus mejillas —buenas noches, Tzuyu —dijo antes de levantarse del sofá y sin más irse directo a su estudio.
— Buenas noches, Sana—suspiró repasando en su mente lo que acababa de suceder. Se creía totalmente heterosexual hasta ese momento.
Quizá se dejaron llevar por el momento, quizá ninguna entendía lo qué sentían pero ambas conocían el dolor y sabían que lo que sucedió entre ellas esa noche, fue porque así lo querían, porque así debía suceder.
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