Dieciocho
—¿Estás segura de esto, Tzuyu? —le preguntó Sana una vez estacionó el auto frente a la casa de la pareja sospechosa. Tzuyu tomó aire —entiendo que Taehyung fue tu novio y lo que sucedió con él, no me molesta si prefieres quedarte aquí —intentó sonar convincente, y claro que lo logró.
—No me afecta —le respondió sinceramente mientras se quitaba el cinturón de seguridad —éste Taehyung dejó de importarme de ese modo hace mucho —dijo mientras abría la puerta. Sana asintió.
—Está bien —respondió en una risa antes de hacer lo mismo y bajar del auto —vamos entonces —dijo cerrando la puerta.
Sana y Tzuyu caminaron hasta la puerta de la residencia de Norah Lennon. La menor suspiró intentando contener sus emociones antes de tocar un par de veces la puerta y que segundos después una sonrisa hipócrita abriera la puerta.
—Abogada —dijo extendiendo su mano a ella. Sana miró aquella mano con una sonrisa irónica antes de mirar el rostro de Norah —¿Cómo le va? —preguntó bajando su mano al ver que la mujer claramente no correspondería el gesto.
—¿Podemos pasar? —preguntó ignorándola por completo —quisiera hacerle unas preguntas a usted y a su novio, muy joven por cierto —no pudo evitar ser sarcástica. Norah la miró intentando decir alguna palabra inteligente, no recordaba tener programado un interrogatorio, y su error fue pensar aquello —así que... ¿Podemos pasar o quiere que traiga una orden? —preguntó sin paciencia.
—Cl—claro que sí —respondió en una risa nerviosa mientras se hacía a un lado. Sana simplemente entró a la casa seguida por Tzuyu, y lo primero que vieron fue a Taehyung Walker sentado cómodamente en el mismo sofá donde estaba sentado Mark el otro día.
—Oh, la pareja feliz está reunida —sonrió Sana mirando a ambos. Taehyung se sintió nervioso de inmediato, y más aún al ver a su ex prometida tras Sana —esto lo hará más rápido —dijo mientras se sentaba frente a Taehyung en el sofá que tenía en frente, los separaba una pequeña y baja mesa con cosas encima. Tzuyu se sentó a su lado tímidamente.
—¿Qué necesita, abogada? —le preguntó Norah mientras se sentaba al lado de su novio quien la tomó de la mano sin quitar su mirada de Sana —nosotros no hemos hecho nada —en su voz era obvio que estaba nerviosa y la mirada insensible y llena de odio de Sana no ayudaba para nada.
—Respuestas —suspiró cruzando sus piernas —¿Dónde estaban las noches de los asesinatos?, Saben muy bien las fechas —rió irónica al ver el periódico sobre la mesa —oh vaya, una pareja de ciudad —volvió a reír.
—¿Qué quieres? —le preguntó Taehyung con su ceño fruncido, a Sana no le intimidaría —nosotros no...
—Hemos hecho nada —interrumpió Sana con voz sarcástica —otra excusa sería más útil —volvió a reír —solo logran hundirse más y más —se encogió de hombros.
—Tzuyu —la llamó Taehyung de repente. Tzuyu ladeó su cabeza —¿En realidad me crees capaz de matar a una chica? —Sana miró expectante a Tzuyu, esperando con ansias su respuesta.
—
Los minutos se convertían en horas y Tzuyu se encontraba en la iglesia, esperando a que su prometido cruzara la gran puerta y que dijera alguna de sus tontas excusas para que lo disculparan por llegar tarde, pero no sucedía, no había rastro de Taehyung.
—Hija... —intentó hablarle su padre, destrozado por ver a su hija llorar con el corazón completamente roto. Tzuyu ni siquiera alzó su mirada, estaba sentada en el escalón del altar. Todos se habían ido, todos menos su padre.
—No llegó, papi —le respondió aun con sus manos cubriendo su rostro. Marco suspiró mientras se sentaba a su lado —me dejó.
—No era tu persona idónea, lo sabes —respondió suavemente, y en ese momento los llorosos ojos de su hija se posaron en los suyos —¿Cómo te sientes? —le preguntó con una pequeña sonrisa. Tzuyu frunció el ceño como si fuera obvio —te duele y te dolerá por mucho tiempo, pero debes entender que la decisión de Taehyung fue dejarte y ahora la tuya debe ser superarlo.
—Pero mi vida, toda mi vida... —sollozó. Marco volvió a suspirar, él jamás había hecho llorar a su hija de esa manera precisamente porque no lo merecía, y tener que verla destruida por ese imbécil simplemente lo enojaba de sobremanera —ya no está.
—No sé qué podría ser más importante que tú para él el día de hoy —respondió —pero ya ves que no vale la pena, hija, y...
—Mamá ni siquiera vino —susurró en un puchero. Marco sonrió un poco melancólico pasando delicadamente su pulgar por las lágrimas de su hija —y tú te quedaste conmigo —su padre la envolvió en sus brazos antes de besar su sien. Tzuyu se acurrucó en su pecho sintiéndose una niña pequeña e indefensa otra vez.
—
—No sería la primera vez —le respondió Tzuyu inconscientemente, sorprendiendo a Taehyung.
—¿De qué hablas? —le preguntó el chico confundido —¿Por qué dices eso? —Tzuyu negó con su cabeza.
—No es relevante —respondió simplemente.
—¿Lo dices por nosotros? —preguntó aun con el ceño fruncido. Sana suspiró y Norah veía la escena altamente confunda —yo no quise dejarte en el altar, Tzuyu.
—Pero lo hiciste —se encogió de hombros.
—¿Altar? —preguntó Norah ansiosa. Sana rió al verla tan desconcertada en el asunto, al parecer cierto chico no era completamente sincero.
—Pasó hace años, Tzuyu —le dijo calmando su expresión —hace años —repitió.
—Sí, y aunque ya no me importe —aclaró —no llegaste porque atropellaste a Taehyung Kim con tu auto blanco —agregó. Taehyung Walker abrió sus ojos sorprendido —el día que sería nuestra boda resultó ser el mismo en el que Taehyung Kim murió —Norah llevó su mano a su boca para cubrirla molesta. Sana asintió dándose cuenta de ese abismal detalle, sabía que contarle a Tzuyu antes de llegar sería una buena idea —porque un auto blanco, con placas que coinciden, chocó mientras manejaba su bicicleta —suspiró —¿Cómo pudiste al menos seguir utilizando el mismo auto? —preguntó indignada. Taehyung Walker quedó en blanco, no sabía qué responder, no sabía qué hacer; estaba en una situación en realidad comprometedora.
—Fue Dustin —dijo después de unos segundos. Sana rió irónica, era su turno de intervenir.
—Claro, culpen al pintor humilde sin futuro —dijo sarcástica —a nadie le interesa lo que pueda pasar con el chico —miró a Tzuyu antes de volver su vista a la pareja de sospechosos —oh esperen, a mí si —rió fingiendo sorpresa —y es por eso que voy a defenderlo en el juicio que ya programé. Te voy a hundir —le dijo directamente a Taehyung, quizá olvidando que aun habían tres familias buscando respuestas. Taehyung sonrió al escuchar los golpes en la puerta.
—Llegó mi abogado —rió mientras se levantaba para caminar hacia la puerta, y al abrirla pasó lo inevitable.
—¿Mark? —Sana murmuró con el ceño fruncido.
—¿Sana? —preguntó Mark sorprendido —¿Qué haces aquí? Son mis clientes —en ese momento Sana se levantó.
—¿Vas a defender al asesino de mi hijo? —preguntó en realidad confundida. Mark ladeó su cabeza.
—¿De qué hablas? —preguntó de igual manera. Tzuyu ya estaba preparada para alguna escena desastrosa —¿Quién? —pregunto buscando a cualquier persona con su mirada.
—¡Tu cliente! —soltó sin paciencia —él atropelló a Taehyung, Mark —le dijo ansiosa tratando de hacerlo entender. El hombre dirigió su mirada a Taehyung Walker quien sonrió en realidad nervioso.
—¿Te estás burlando de mí? —le preguntó enojado, él le creería a su ex esposa, le creería a Sana sobre a cualquier persona —¿Por qué mi esposa dice eso? —dijo inconscientemente. Tzuyu puso sus ojos en blanco al escucharlo.
—¡Eres un imbécil, Taehyung! —le dijo furiosa Norah levantándose —¡Eres la única persona a la que se le ocurre contratar a la esposa del padre del niño que mataste! —al procesar sus propias palabras cubrió su boca con ambas manos mientras negaba efusivamente con su cabeza.
En ese instante el mundo se quedó en silencio.
—
—Taehyung, no —susurró destrozada mientras veía la carita de su hijo cubierta de sangre, sintiendo cómo su respiración disminuía poco a poco al mismo tiempo en que dejaba de sonreír —no me dejes —rogó mientras negaba con su cabeza.
El auto blanco simplemente rodeó el cuerpo de Taehyung Kim para seguir de largo, sin importarle que el niño probablemente moriría, lo tenía muy claro.
La primera persona que lo vio abrir sus ojos fue la misma que tuvo que verlo cerrarlos para siempre, Taehyung Kim murió en los brazos de su madre.
—
Mark procesó rápido aquellas palabras, y claro que rió irónicamente, claro que sus ojos se llenaron de lágrimas y claro que le rompió la quijada a Taehyung Walker de un golpe. A Sana aquello no le sorprendió, lo esperaba a decir verdad, y sin darse cuenta la mano de Tzuyu estaba entrelazada con la suya.
—Tú fuiste el imbécil que nos quitó a nuestro hijo —le dijo Mark mirándolo desde arriba ya que Taehyung estaba en el suelo tratando de acomodar su mentón con su mano.
—Amigo, yo... —intentó decir adolorido.
—Yo no soy tu amigo —rió irónico —nos vemos en el juicio —volvió a reír antes de simplemente caminar a la puerta y salir de allí antes de cometer una locura, debía actuar con inteligencia.
Sana miró al hombre que le quitó lo más importante que alguna vez tuvo y todo lo que alguna vez quiso decirle, simplemente no salía de su boca.
—¿Satang? —le preguntó Tzuyu al levantarse a su lado, esperando alguna reacción.
—Te odio —le dijo a Taehyung mirándolo directamente a los ojos —te odio tanto —dijo casi inaudible zafándose del agarre de Tzuyu al verlo levantarse —te voy a hundir, y es una amenaza —asintió antes de, como su ex esposo, caminar hacia la puerta para ella misma salir de allí.
—Vaya —dijo Tzuyu sarcástica al escuchar el estruendoso ruido de la puerta al cerrarse —bien hecho.
—¿De qué lado estás, Tzuyu? —le preguntó con odio —ella está loca —Tzuyu negó con su cabeza.
—Lo suficientemente cuerda como para hundirte —respondió segura —ahora —rió —no tengo ninguna duda —fue lo que dijo mientras se dirigía a la puerta y salía de la casa, dejando a la pareja confundida y nerviosa.
—
Tzuyu suspiró al ver la silueta de Sana dentro del auto, así que simplemente caminó hacia el y al llegar subió. Corazón roto, de nuevo, cuando la vio con sus brazos cruzados sobre el volante y con su cabeza sobre ellos lloraba como si fuera le hubieran arrebatado a su hijo de nuevo.
—Hola Sana —la saludó Tzuyu suavemente mientras sonreía, a pesar de escucharla llorar de esa manera, debía hacer algo para calmarla —mira, mira —susurró sacando una pequeña grabadora de su bolsillo —tú me enseñaste a siempre grabar todo antes de cualquier interrogatorio —Sana la miró levemente —todo está aquí —sonrió. Sana también sonrió un poco al entender —no llores —susurró limpiando sus lágrimas con su pulgar —vamos a meter al malo en prisión —le habló emocionada.
—Oh Tzuyu —sollozó antes de simplemente abrazarla —no sé cómo podría pasar por esto sin ti —susurró mientras sentía los brazos de Tzuyu corresponderle con el mismo amor —me has dado —negó levamente con su cabeza —me has devuelto todo.
—Es reciproco —respondió sin dejar de sonreír. Sana se separó del abrazo de Tzuyu y al ver su reflejo en sus ojos, sin querer retrasarlo más, simplemente la besó, sin importarle el lugar donde estaban o quién las pudiera estar viendo.
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