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HyunJin despertó abriendo sus ojos lentamente, estiró su mano en busca de la bolita que debía estar durmiendo a su lado pero no encontró nada. Se giró frunciendo el ceño.

Había decidido estudiar arquitectura al igual que su padre, era un trabajo que le apasionaba más cuando podía trabajar al lado de BangChan, quien había sido su ejemplo a seguir desde que era un adolescente. Su bolita en cambio había decidido por estudiar informática, estaba muy orgulloso por el excelente trabajador que era.

— JeongInnie, ¿dónde estás? —lo llamó sin recibir una respuesta— Bolita, respóndeme —se levantó de la cama dispuesto a buscar al chico que había logrado enamorarlo y que aún continuaba enamorado— JeongIn, bebé, estoy hablando en serio.

— ¡Me puedes poner un radar para la próxima! —escuchó como el pelirrojo gritaba desde la cocina. Sonrió y comenzó a caminar en su dirección. Su bolita se encontraba sentado mientras comía, su hermosa gata llamada Afrodita estaba sobre sus piernas mientras ronroneaba.

Tadeo, el gato gordo, había fallecido hace un par de años lo que había puesto muy triste al pelirrojo, luego de pensarlo, HyunJin decidió regalarle un gato aunque no fuera muy fan de los animales. Afrodita era una gata enorme de pelaje gris, a veces solía ignorarlo pero mientras fuera JeongIn esa gata hacía lo que fuera. Después de que se les escapara y no volviera hasta tres días después, se enteraron que estaba preñada y así fue como JeongIn convenció a BangChan que dejara a SooBin tener una gata. Y como el rubio tenía una fascinación con su bebé le había permitido rápidamente, además de que al parecer quería a JeongIn más de lo que demostraba.

— Me dió hambre y tú no despertabas, tuve que patearte para que me soltaras, desde ahora no te dejaré hacerme cucharita mientras dormimos porque después no me sueltas —comenzó a hablar apenas lo vio. El más alto se acercó para dejarle un pequeño beso sobre sus labios rojos.

BangChan siempre solía hacer bromas sobre que JeongIn había logrado domarlo ya que ahora era mucho más tranquilo y cariñoso, ahora él era la garrapata de su relación.

— Hola, ¿quieres que te prepare el desayuno? —preguntó sonriendo. Sus pecas seguían exactamente iguales, como estrellas repartidas sobre su preciosa piel.

— Yo lo hago, no te preocupes —le respondió alejándose para hacerse el desayuno.

— Me gusta que nos tomemos algunos días libres, no soporto tener que verte poco tiempo. Antes pasábamos siempre juntos, en clases, en los recreos y luego en tu casa o en la mía —hizo un puchero haciéndolo reír— Tenemos que visitar a tus padres, porque Chan me llamó.

— Al parecer a mi papá le está pegando fuerte la vejez —le respondió sentándose a su lado.

— No seas así, yo lo comprendo, no debe ser fácil dejar ir a un hijo. Mírame a mí que lloré todo un día cuando tuve que dar en adopción los bebés de Afrodita —le recordó. Sus conversaciones seguían siendo así, JeongIn bombardeando información y el respondiendo algunas palabras. HyunJin no era una persona muy habladora así que amaba que su novio no tuviera cansancio para hablar.

— Menos mal la esterilizamos, ya no quería más gatos pequeños y llorones —se quejó arrugando su nariz.

— ¡Eran maravillosos! Mis cositas pequeñas —se quejó golpeando su brazo levemente.

HyunJin sintió como su celular sonaba avisando sobre una nueva llamada. Al ver la pantalla sonrió.

— ¿Qué pasa, papá? ¿Quieres que te visitemos ahora? —bromeó.

No. Bueno, sí quiero que me visiten ahora pero no es para lo que te estoy llamando. Y primero que nada buenos días, ¿así te eduqué? ¿Dónde están tus modales? Al parecer los perdiste todos cuando te fuiste de la casa.

El pelinegro sonrió divertido.

— ¿Me llamas para reclamarme que me fui de la casa hace dos años? —preguntó.

¡Por supuesto que no! Me distraes... Necesito que me hagas un favor.

— Dime.

TaeHyun y SooBin tuvieron problemas en el colegio, ni yo ni tu mamá podemos ir por ellos, ¿podrías ir a ver qué pasó?

HyunJin arrugó su frente preocupado, más si se trataba de SooBin quien estaba en problemas, su pequeño bebé nunca se metía en conflictos así que la situación le parecía muy rara.

— Claro que sí, ahora mismo vamos —respondió seguro.

Otra cosa... Si alguien se atrevió a meterse con SooBin me lo agarras a puñetazos.

— Cuenta con eso.

Le indicó al pelirrojo sobre el problema de sus hermanos, ambos se alistaron rápidamente para dirigirse hacia el establecimiento. Al llegar el portero les indicó la dirección. Ahí encontraron a sus dos hermanos sentado uno al lado del otro, mientras que otros tres chicos se encontraban en otro asiento.

— Hola, mi nombre es HyunJin, soy el hermano de TaeHyun y SooBin. Mis padres no pueden asistir, por esa razón me pidieron que yo viniera. ¿Qué sucedió con mis hermanos? —preguntó intentando sonar amable.

— TaeHyun primero se metió en una pelea con un chico menor que él y luego con otro muchacho. Por su parte SooBin no hizo nada, pero tampoco intentó separarlos —informó la directora. La miró incrédulo, no porque creyera que Tae se hubiera metido en una pelea, si no porque ella quería que su pequeño bebé se metiera, ¿qué estaba loca esta mujer? SooBin no mataba ni una mosca.

— Por la primera pelea pido perdón, aunque no le niego que lo volvería a hacer —comentó Tae mirando con odio al otro chico— Por la segunda pelea no pienso pedir perdón hata que el idiota este le pida perdón a BeomGyu.

¿Quién carajos era BeomGyu?

— Usted no pone las condiciones aquí, joven —le regañó la directora.

— La primera pelea fue por algo tonto, pero en la segunda mi hermano estaba en todo su derecho —habló SooBin recibiendo la atención de todos.

— ¿Por qué dice eso? —preguntó la directora.

— Porque este chico estaba insultando a BeomGyu —informó SooBin.

— ¿Insultando? Solo estaba diciendo la verdad —habló el chico.

— Verdad es la que te voy a partir —gruñó TaeHyun.

— Cállate que no hablaba contigo, hablaba con el bonito de tu hermano —respondió el estúpido. Bueno, ahora estaba totalmente de acuerdo de que su hermano le diera su merecido.

— Sigue hablando que te voy a poner una silla de sombrero y no te la vas a poder sacar jamás —le respondió el otro chico ahí presente. ¿Y ese de que lado estaba?

— Cállate niño tonto, mejor estudia para que dejes de ser la burla del colegio.

HyunJin contuvo sus ganas de insultarlo solo por el hecho de que ahora él era un adulto responsable.

— Bueno directora ¿le va decir algo o no? Porque además de tratar mal a YeonJun lo hizo con BeomGyu, mínimo lo suspenda —pidió SooBin.

— Aquí no pongo en duda tus palabras, SooBin, porque todos conocemos como eres. Pero creo que TaeHyun, BeomGyu, YeonJun y este otro muchacho merecen un castigo por pelear. Los golpes no son la solución a los problemas —respondió la directora.

Todos se quedaron callados.

— Así que ustedes cuatro tienen como castigo hacer horas comunitarias en el colegio los días martes, jueves y viernes. Si los veo en otra pelea me veré en la obligación de suspenderlos.

Dicho esto les dejó conversar en privado unos minutos para que luego los jóvenes volvieran a sus clases. 

— ¿Qué pasó con nuestros padres? —preguntó SooBin.

— Están ocupados, debe ser por el trabajo —respondió HyunJin tirandolo hacia sus brazos para abrazarlo.

— HyunJin, ya no tengo cinco años —se quejó SooBin.

— Que está chiquito dice —dijo TaeHyun acercándose para abrazar a sus hermanos dejando a SooBin entre los dos más altos— Ven acá, garrapata —estiró sus manos logrando acercar a JeongIn para que se uniera al abrazo.

HyunJin y JeongIn levantaron sus manos golpeando la cabeza de Tae.

— ¡Ay! ¿Y eso porqué? —se quejó.

— No me digas garrapata, que al único que le permito llamarme así es a tu padre —le respondió el pelinegro.

— Y el mío fue porque peleaste, obviamente le voy a contar todo a nuestros padres —informó HyunJin.

— Admito que la primera pelea fue algo estúpida, pero la segunda estaba en todo mi derecho como dijo mi chiquito —respondió Tae.

— ¿Algo estúpida? Fue el motivo más estúpido —le regañó SooBin.

— Tú estás defendiendo mucho al tonto este ¿Qué acaso te gusta? —preguntó TaeHyun a la defensiva. Los dos mayores se alejaron del pequeño para mirarlo fijamente.

SooBin rodó los ojos— Y si me gustara ¿qué? —respondió quitándole importancia.

— ¡Ese es mi chico! —lo felicitó JeongIn recibiendo una mala mirada de parte de su novio.

Los chicos iban a reclamar pero SooBin no los dejó continuar— Debo irme porque se me hace tarde, gracias por venir, los quiero. Adiós.

Se despidió dándose media vuelta para caminar hacia su salón.

— ¡Sobre mi cadáver! —le gritó HyunJin.

— ¡Y sobre el mío! —agregó TaeHyun comenzando a perseguirlo— Antes tendrían que matarme, quemarme, asegurarse de que no vaya a revivir y después...

[ ... ]

SooBin estaba un poco aburrido, su profesor de biología era monótono, habla muy alto además de tener pésimo carácter. Entregaba las notas solo dejándolas sobre sus mesas y diciendo palabras hirientes sobre los que no lograban obtener las mejores calificaciones.

Al recibir la suya se dio cuenta que había obtenido la mejor calificación aunque no fuera algo nuevo. Odiaba la gente que se le acercaba solo por sus notas, o por su cara, odiaba también que se le acercaran por su hermano, creían en realidad que odiaba a las personas de ese colegio.

— No tengo nada que decir para ti, YeonJun, como siempre la peor calificación, ¿no has pensado retirarte del colegio? Porque ya vimos que para ser estudiante no sirves —escuchó como su profesor regañaba a su compañero. YeonJun lo miró avergonzado y triste.

No pudo evitar las palabras que salían de su boca— Quizás el que está mal es usted y no él.

Todos lo miraron como si no creyeron lo que había dicho.

— ¿Disculpe? —preguntó su profesor notablemente enojado.

— Quizás él no es mal estudiante, si no que usted es mal profesor, porque envés de ayudar a sus alumnos usted los menosprecia —siguió hablando sabiendo que eso le traería problemas.

— ¡Llevo muchos años como profesor y nadie nunca se había atrevido a faltarme el respeto de esta manera! —gritó haciéndolo sobresaltar.

— Pero no le grite —le reclamó YeonJun.

Por esas pequeñas cosas era que YeonJun era uno de los pocos alumnos que soportaba realmente. Siempre lo trataba amable, lo defendía, le permitía ir primero, en deportes nunca lo golpeó con algún balón, nunca hizo comentarios tontos, nunca lo hizo sentir incómodo, incluso se sentía a gusto con su presencia.

— ¡Cállese! —le gritó a YeonJun pero este ni se movió acostumbrado a los regaños de los profesores— Si tanto cree que hago mal mi trabajo desde ahora usted será el tutor de YeonJun —le informó tomándolos por sorpresa a los dos— Y si YeonJun reprueba usted también lo hará, ¿entendido?

Mierda.

— No, no... —comenzó a hablar YeonJun pero SooBin lo interrumpió.

— Está bien —habló con toda la seguridad del mundo.

YeonJun lo miró nervioso y aterrado.

Bien, no sabía cómo haría que YeonJun aprendiera todo lo que no había aprendido todos estos años, pero estaba seguro que lo haría. Les demostraría que el chico no era un tonto como todo el mundo creía que era.

— ¡YeonJun te sientas desde ahora al lado de SooBin! —le gritó el profesor. El más alto con algo de duda se sentó a su lado.

El profesor continuó dando su clase de mala gana hasta que tocaron el timbre y todos comenzaron a salir del salón.

— No debiste hacer eso —le dijo YeonJun.

— Yo hago lo que quiera —respondió SooBin.

— No te lo tomes a mal —pidió— pero no sé cómo harás que un tonto como yo aprenda.

SooBin levantó su vista para mirarlo.

— Debes tenerte un poco de confianza, si tú crees que eres un tonto le estás dando la razón a todos los idiotas que hablan de ti. Yo te enseñaré y tú vas a aprobar ese estúpido exámen. ¿Me entendiste? —habló seguro-

— Sí, mi capitán —respondió haciendo una pose de militar.

SooBin intentó ocultar su sonrisa.

[ ... ]

¡gracias por leer!

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