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Era día martes y como la directora les había impuesto un castigo estaban TaeHyun, YeonJun, BeomGyu y el otro tipo esperando las instrucciones de lo que debían hacer. También se encontraba SooBin que por alguna razón Tae lo había convencido de ayudarlos siempre y cuando se mantuviera alejado de YeonJun.

— Lo que tendrán que hacer es limpiar el gimnasio, ordenar el salón de deportes y recoger la basura —explicó la directora sin dejar que los chicos reclamaran aunque sea solo un poco.

Todos caminaron hacia el gimnasio con flojera y con cierta tensión. TaeHyun sentía que en cualquier momento alguno decía algo que desataría una pelea, aunque tenían a SooBin para ser la cabeza del grupo aún así creía que esto podía terminar mal. El gimnasio era un honor, habían pelotas y útiles repartidos por todos lados, papeles, colchonetas, cuerdos. No sabía si estaban haciendo eso a propósito pera ya se estaba arrepintiendo un poco sobre las peleas, solo un poco.

— ¿Qué es esto? ¿Un basurero? —reclamó Tae mirando a su alrededor.

— Nuestra clase fue la última en ocupar el gimnasio... —le recordó BeomGyu.

— Cierto... —pensó TaeHyun— ¡Son unos puercos! —volvió a reclamar.

— Inclúyete, que mi mamá tiene que regañarte muchas veces para que hagas tu habitación —habló SooBin comenzando a recoger la basura— Además mientras continúes hablando y quejándote no harás nada. Mejor ponte a limpiar.

Los presentes lo miraron sorprendidos por su manera correcta de hablar y por lo inteligente que sonaban sus palabras.

— ¿Cómo es posible que sean hermanos? —habló YeonJun ayudando a SooBin a recoger la basura.

— ¿Debería ofenderme con esa pregunta? —habló Tae poniéndose a la defensiva.

— Por supuesto, tu hermano parece un ángel al lado tuyo —le respondió sin una pisca de miedo o vergüenza.

— ¿Quieres que te meta un balón por el trasero? —lo amenazó el mayor comenzando acercarse hacia YeonJun.

— Inténtalo —YeonJun se puso frente a él desafiandolo.

SooBin suspiró y se interpuso entre los dos más alto, su pequeño cuerpo hizo su mayor esfuerzo para alejarlos— No tienen dos años, por favor, dejen de pelear por estupideces. TaeHyun tu ordenarás los equipos junto a BeomGyu, y tú YeonJun me ayudarás a ordenar la basura.

— ¿Y yo qué hago? —preguntó el chico con el que habían peleado la última vez.

— Puedes unirte a ellos o a nosotros —ofreció SooBin sin prestarle demasiada atención.

—Prefiero tu compañía, gracias —respondió comenzando a caminar hacia el más bajo.

— Ni lo sueñes —Tae lo tomó de una brazo y lo arrastró para que lo ayudaran con los implementos de deporte alejándose de los dos menores que se concentraron recogiendo la basura esparcida por el lugar.

— ¿Le puedo pegar un puñetazo a tu hermano? —preguntó YeonJun, SooBin lo miró dándose cuenta que no era una broma, que realmente le estaba pidiendo eso.

— ¿En serio me estás pidiendo permiso para golpear a mi hermano? —le preguntó incrédulo.

— Sip, después no quiero que te enojes conmigo porque le rompo la cara —respondió con toda la sinceridad del mundo.

Dios mío. YeonJun era el ser más extraño del mundo, despertaba toda la curiosidad que vivía en SooBin.

— Claramente voy a enojarme y con ambos, no tienen cinco años para estar peleándose por tonterías —le respondió.

— Él me provoca —se quejó el pelinegro.

— YeonJun, solo ignóralo, porque su edad mental es de seis años —le pidió, el más alto soltó una carcajada.

— SooBin, creo que mi edad mental también es de seis años —habló haciendo que una leve sonrisa apareciera en la bonita cara del castaño. Al menos era muy sincero, se llevaría bien hablando con HyunJin.

Dejaron de conversar por unos minutos mientras se dedicaban a limpiar el lugar, SooBin se mantenía pendiente de que su hermano no se agarrara a puñetazos con el otro chico ya que se dedicaban miradas de muerte. BeomGyu no se quedaba atrás, a SooBin le parecía gracioso como las personalidades de TaeHyun con el chico se parecían tanto. Ambos relacionaban cualquier palabra que tomaran como ofensa, BeomGyu no se dejaba intimidar por los demás y eso le parecía maravilloso, era un chico de personalidad fuerte y decidida.

Cuando la basura estuvo puesta en bolsas y los implementos listos decidieron tomar un descanso.

— Voy a dejar la basura a los contenedores —informó BeomGyu tomando las pesadas bolsas como si en realidad no pesaran nada. TaeHyun lo miró sorprendido por su fuerza.

— Y yo me llevaré los implementos a la bodega —informó el otro chico involucrado en la pelea dejando a los hermanos y YeonJun solos.

— ¿Puedo preguntar algo? Algo además de lo que acabo de preguntar —habló YeonJun. SooBin sonrió un poco mientras Tae lo miraba mal.

— No —respondió el mayor.

— SooBin —habló YeonJun ingnorando por completo al mayor.

— Sí, pregunta —respondió SooBin prestándole atención.

— ¿Por qué los idiotas molestan a BeomGyu? No entiendo mucho —rascó su cabeza.

— Que te importa —habló TaeHyun poniéndose a la defensiva.

— YeonJun, él es un chico transexual, ¿entiendes eso? —preguntó SooBin, YeonJun negó con la cabeza mirándolo como un cachorro confundido— Su sexo biológico, con el que nació, no coincide con su género.

— ¿Nació siendo mujer pero él siempre se sintió hombre? —preguntó aún confundido.

— Algo así, solo ten en cuenta que es un chico, debes llamarlo como tal —le respondió calmado SooBin.

— Y más te vale que lo trates como corresponde porque si no te partiré la cara —amenazó TaeHyun mirándolo fijamente.

— Lo haré, imbécil, solo quería preguntar para entender, yo no sé mucho sobre esos temas —le respondió mirándolo de igual manera.

— Eso está muy bien. Es mejor preguntar, qué desde la ignorancia molestarlo, como lo hacen los otros chicos —le sonrió SooBin un poco orgulloso por las palabras y pensamientos de YeonJun. El pelinegro le sonrió y desvió la mirada mientras sus mejillas se volvían rojas.

— Dejen de mirarse, que tendré que sacarle los ojos para que dejes de mirar a mi hermano —pidió TaeHyun enojado.

— Oblígame —le retó el pelinegro, el mayor se puso de pie inmediatamente igual que el contrario.

— Por favor, en serio me están aburriendo —se quejó SooBin desde su asiento. YeonJun lo miró unos minutos y volvió a tomar asiento.

— Perdón —susurró.

— No te perdono —respondió TaeHyun tomando su asiento nuevamente.

— No te lo estaba pidiendo a ti, idiota habló YeonJun.

— Y aunque lo hicieras —agregó TaeHyun.

— Imbécil.

— Tonto.

— Cara de mono.

— Cara de caca.

— Ay, dios, ¿pueden callarse? —se quejó SooBin levantándose de su asiento— Si siguen con esta actitud no vendré más ayudarlos, estar aquí no es mi responsabilidad y puedo irme en cualquier momento así que de ustedes depende. Se comportan como personas de su edad o voy a marcharme— dijo mirándolos. Ambos bajaron la mirada sintiéndose regañados.

— Perdón —volvió a repetir el pelinegro.

— Yo también pido perdón —dijo su hermano.

— ¿Por qué tienen cara de que su mamá acaba de regañarlos? —preguntó BeomGyu entrando al gimnasio.

— Porque acaba de regañarnos mamá SooBin —respondió Tae. BeomGyu se rio tomando asiento a su lado.

— ¿Se estaban peleando de nuevo? —preguntó BeomGyu al menor que asintió el respuesta.

— Él me provoca —se quejó TaeHyun con un puchero como si no fuera el mayor entre los cuatro.

— Tú empiezas, siempre buscas que me enoje —le respondió YeonJun.

TaeHyun iba a responderle pero la mirada de SooBin lo hizo callarse, su hermanito podía llegar a ser aterrador si se lo proponía.

— ¿Nos vamos? —preguntó SooBin ya que su trabajo había terminado.

— Sí, tengo hambre —respondió Tae poniéndose de pie.

— No te estoy diciendo a ti —habló SooBin— YeonJun, vamos —el mencionado se puso de pie.

— ¿Qué? —preguntó Tae confundido.

— Voy a darle tutorías hoy, en su casa —respondió el menor comenzando a caminar.

— ¿¡Con permiso de quién!? —gritó TaeHyun comenzando a correr siguiendo a su hermano.

— De mamá.

— ¿¡Mi papá sabe sobre esta aberración!? —siguió gritando.

— Supongo que sí. Deja de ser un exagerado —le reprendió— Vámonos, YeonJun —ignoró a su hermano y desapareció junto al mencionado.

TaeHyun lo miraba con la boca abierta incrédulo por lo que estaba mirando. Los hermanos pequeños se revelaban.

— Mi hermano, pequeño, chiquito, bonito, mi ángel, acaba de irse con ese demonio —lloriqueó.

— ¿No estarás exagerando un poco? YeonJun no parece una mala persona —dijo BeomGyu divertido por la actitud de TaeHyun.

— Vamos a seguirlos —dijo Tae ignorando sus palabras comenzando a caminar por donde los menores habían desaparecido.

— ¿Seguirlos? ¿No es eso un poco psicópata? —preguntó BeomGyu intentando hacerlo recapacitar.

— Una vez con mi papá seguimos a mi mamá a escondidas, mi mamá necesitó ayuda ese día y si nosotros no lo hubiéramos seguido, él la hubiera pasado muy mal —le contó TaeHyun para convencerlo.

— ¿Y tu papá estuvo de acuerdo con eso? 

— Mi papá fue el de la idea —respondió.

Interesante familia.

Y como dicen por ahí, si no puedes con ellos, úneteles. Así que BeomGyu terminó acompañando a TaeHyun en su misión de espiar a su hermanito.

[ ... ]

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