Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🥢Veintinueve

Capítulo 29: Roppongi.


        Cuando el rubio llegó al hogar de su superior recibió la paliza de su vida, ahora se encontraba arrodillado frente a él que lo miraba desde arriba de brazos cruzados y una vena a nada de explotar en su frente. El pelinegro no podía creer el atrevimiento que tuvo su perra para revelarse a una orden de él, es oficial, desde ese momento será más duro con sus advertencias para que lo tomen en serio.

—Touya... Una cosa te pedí, sólo una ¿Y qué hiciste? — pregunta muy enojado.

—S-senpai... — llama entre hipos por las gruesas lágrimas que caen de sus ojos.

— ¡Responde!

— ¡Desobedecí a senpai! — exclama alto antes de largarse a llorar como bebé. Ahora vendría necesitando uno de los abrazos de su hermano mayor Nahoya. — ¡Lo siento! ¡De verdad lo siento!

El pelinegro suspiró ruidosamente mientras se acomodaba el fleco hacia atrás con una de sus manos. El pequeño rubio no se atrevía a levantar su mirada, se sentía demasiado avergonzado por haberle fallado a su superior, pero tenía qué, no podía quedarse con las dudas cuando esté le advirtió sobre esos chicos.

"¿Qué querían de él?"

— ¿Por qué lo hiciste? — quiso saber desesperado, no importa lo que haga, pareciera que era el destino que su mejor amigo acabe muerto bajó las manos de esos odiosos hermanos.

—Yo... Vi que senpai tan estresado que quise ayudarlo... — confiesa entrecortado por el llanto. — Pensé que si averiguaba qué querían de mí los hermanos Haitani podría sacarle un peso de encima a senpai.

No podía enojarse con él. Satoru entendió en ese momento que su razón de muerte podía considerar la ternura de Touya Kawata como una de esas. Se sentó en su sillón e invitó al pequeño rubio a sentarse a su lado, si quería escuchar esa historia primero debía calmar al niño.

—Pequeño, respira hondo y toma algo de agua... — ordena con voz dulce, su fiel amigo no tardó en hacer esos ejercicios para calmar su llanto y cuando estuvo bien miró tímido a su superior. — Eso es ¿Quieres contarme lo que pasó?


—Si. Todo empezó hace una semana...

Cuando ví a los hermanos Haitani en la pelea contra Valhalla tuve demasiada curiosidad de por qué senpai me advirtió de ellos, no me quedó dudas de que de seguro me querían hacer daño, pero no podía entender el por qué. Jamás en mi vida interactúe con ellos, tal vez se enteraron de lo que les hicimos la otra vez o quizás me buscaban por los grafitis en su territorio.

Empecé mi investigación, para eso comencé a descartar motivos.

Si ellos me estuvieran buscando por las paredes pintadas en su territorio senpai no me habría advertido solo a mí porque mi firma está también junto a la de mis hermanos y, por lo tanto, estarían enojados con los tres por haber invadido su territorio.

Entonces razoné que me buscaban para vengarse de la pintura amarilla que dejaron caer sobre Rindo Haitani la otra vez. También tenía la hipótesis que me buscaban por ser el perro informativo de la Toman, así que fui a Roppongi para averiguar de una vez sobre ellos y demostrar por qué soy el perro número #1 de senpai.

—Ese ahora es Michi. — interrumpe neutro.

— ¡¿Eh?! ¡NO PUEDE SER!

Como decía, mi plan infalible era juntar información de ellos para saber cómo actuar ante la amenaza y ver si ese conflicto también afectaría a la Toman, odiaría que mis hermanos sufran también por mí y por eso fui solo. Mi intención jamás fue romper mi promesa con senpai, pero pensé que si me mantenía lejos de ellos y no interactuamos no pasaba nada y todo iba a ser solamente un trámite como siempre.

—Déjame espolearme: te cruzaste con los Haitani. — interrumpe de nuevo el pelinegro.

—Senpai, déjeme terminar. — regaña con un pequeño puchero el algodón rubio.

—Lo siento, sabes que odio las historias largas. Termina antes de que me duerma.

Bueno, tú sabes cómo me camuflo cuando voy a buscar información y eso hice, me trasvertí como siempre con un uniforme de una secundaria de Roppongi, alisé mi cabello para que dé la sensación de ser largo y con unos lentes grandes pasé normal como una chica. Mi objetivo era saber por qué ellos me querían a mí, pero no encontré nada, me pareció muy raro y en ningún momento dudé de la palabra de senpai.

— "No encontraste nada porque ellos aún no tienen motivos para buscarte, eso pasará 2 años después." — piensa serio el pelinegro.

Estaba volviendo a casa cuando un grupo de tercero y segundo me acorralaron, no estaba de humor en ese momento, estaba bastante frustrado por no poder haber conseguido nada para ayudar a senpai y me terminé desquitando sin querer con esos chicos que vinieron a acosarme. Espero que Sou-nii me perdone por haber usado la violencia, pero odio demasiado a ese tipo de persona como para dejar que salgan impunes de esa situación.

—Bueno, no fue tan malo. — opina despreocupado. — Idiota, hubieras empezado por ahí y yo que creí que te topaste con los hermanos Haitani. Lamento la paliza que te di.

—Senpai nunca me deja terminar de hablar. — regaña nuevamente el menor.

— ¿Eh? ¿Hay más? — pregunta harto. — Ve al punto.

Touya sacó su teléfono y le mostró algo innecesario que Satoru deseó nunca ver. No es muy bonito ensuciar sus ojos con el six-pac de otro hombre y menos con dos de los reyes de Roppongi.

—...Mejor dame contexto.

—Los hermanos Haitani me vieron darles una paliza a esos tipos, se acercaron a mi para exigirme mi contacto telefónico y ahora no dejan de acosarme con mensajes... Ah, y piensan que soy un "ella" muy "ruda".

—JAJAJAJAJA.

Esto era más divertido de lo que pensó, de ahora en más va a dejar que primero hablen antes de molerlos a golpes. Satoru se desinfló de la risa sobre su sillón mientras el pequeño Touya lloraba de su desgracia y que al otro le cause gracia esta.

— ¡Senpai, no se ría! — súplica entre lágrimas el menor.

—E-Es que- pff — no podía hablar, se sentía como una foca al intentar buscar aire. — N-No puedo creer que esos idiotas- JAJAJA.

— ¡Senpai!

—Ah, dios, esto es material para novela gratis en Wattpad. — burla entre pequeñas risas ya más tranquilo. — Ay, te amo amigo, siempre me haces bien.

—... Me hace feliz ¡¿Pero qué le digo a mis hermanos?! — pregunta alterado el pequeño.

Satoru comenzó a pensar cómo ayudar al otro, o mejor aún, cómo salvarlo de esa situación o volverla a su favor. Se levantó de su lugar y corrió hacia la habitación de sus madres para ver la pizarra donde escribió sus notas, Touya inconscientemente siguió a su superior y miró curioso esas notas.

Ahora entendía menos lo que trataba de hacer el otro, pero si podía ayudarlo está bien.

—"En la segunda línea Touya Kawata muere a mano de los hermanos Haitani, pero eso pasa en 2 años y, 3 años después, Souya los mata a ellos y se suicida. El cómo murieron pasa exactamente igual, sólo cambiaron un poco los tiempos y la forma de morir." — analizó muy serio mientras le quitaba la tapa a su fibra. — "Ahora, en esta tercera línea, se adelantó el encuentro, pero pasó algo imprevisto. Los hermanos Haitani tuvieron una especie de flechazo por Touya mujer, si me dejo llevar por la mentalidad homofóbica es probable que cuando descubran que es hombre lo maten sin dudar por engañarlos... Pero, ¿Qué pasa si no es así? ¿Y si...?"

—"Senpai está muy serio." — piensa el menor preocupado.

—Ne ne, Toto. — llama por su apodo al rubio, haciendo asustar a ese por el significado de eso. Cuando Satoru te llama por tu apodo cariñoso es porque está por proponer una locura suicida. — ¿Qué piensas de ser pareja de los Haitani?

—... ¡¿EHHHHHHH?!

— ¡Bien! ¡Ya tenemos un plan! — festeja feliz el pelinegro. — Les dirás ahora que eres hombre, que ellos confundieron las cosas y según lo que respondan nosotros actuaremos.

— ¡P-pero-! ¡¿Qué intenta lograr?! — pregunta muy preocupado.

Si los Haitani te odian por eso estoy dispuesto a defenderte a capa y espada, no importa el costo. — confiesa sombrío, trayéndole un mal presentimiento al otro por esas palabras. Se saturó un poco por el cambio de actitud, ahora mostraba una radiante sonrisa. — ¡Pero! Si te aman aún más por ser trapito nos prepararemos para decirles a tus hermanos: ¡Sorpresa! ¡Tengo 2 novios!

—... Nahoya me va a matar... — comenta pálido el rubio.

—Nah, no tenemos nada que perder. — bromea cuando se cuelga del hombro del otro con una radiante sonrisa. — ¿Qué es lo peor que podría pasar?

— ¿Terminar muertos? ¿Inválido porque es 100% seguro que seré pasivo de esos lunáticos?

—Iré buscando precios de sillas de ruedas. — reza el pelinegro, alterando más al rubio que le lloró mientras lo golpeaba muy débilmente.

[N/A]: ¡Triple actualización! ¡Los saludo a los 10 primeros que lleguen al capítulo 31!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro