"Cuando las prioridades están claras, las decisiones se vuelven fáciles"

La calma que compartían en la cueva fue breve. Jaeyun se acomoda junto a Sunghoon, permitiéndose un momento de paz, pero ambos saben que no pueden quedarse allí para siempre. Sunghoon lo siente en la tensión creciente del ambiente: algo se avecina, y cuanto más tiempo pasan juntos, más difícil será escapar de las consecuencias.

—Debemos regresar al castillo antes de que Heeseung sospeche —Dice Jaeyun, levantándose con lentitud.

Sunghoon lo sigue, sin soltar su mano.

—¿Qué pasa si sospecha? ¿Qué crees que hará? —Pregunta con cautela.

Jaeyun lo mira a los ojos con una calma calculada, pero su tono es honesto.

—Los Ogros son ambiciosos. No soportarán perder lo que creen que les pertenece.

Las palabras dejan un nudo en el estómago de Sunghoon, y aunque no lo dice en voz alta, sus celos vuelven a encenderse.

Está claro que Heeseung tiene intenciones más profundas con Jaeyun, y el simple hecho de que ese híbrido pudiera ofrecerle poder a su príncipe lo llena de inquietud.

—¿Y tú? —Pregunta Sunghoon con un leve gruñido—. ¿Qué harás si el plan de los Ogros es que él intente reclamarte?

Jaeyun lo mira con una mezcla de ternura y determinación.

—No soy de nadie, Sunghoon. Y no necesito ser reclamado para saber dónde quiero estar.

Esas palabras calman a Sunghoon, aunque solo un poco. Sin embargo, no puede evitar preocuparse. Si bien Jaeyun parece tener todo bajo control, la amenaza de los Ogros, su tío y las intenciones de diferentes monarquías siguen presentes.

Cuando abandonan la cueva y se adentran nuevamente en el bosque, la atmósfera cambia. El aire huele a tierra húmeda y a magia antigua, pero también trae consigo el peso de decisiones importantes.

Sunghoon sabe que no puede quedarse al margen mucho más tiempo. Si quiere permanecer al lado de Jaeyun, debe hacer algo para protegerlo, no solo de los Ogros, su tío, sino del mundo que los rodeaba.

—He estado pensando... —Murmura Sunghoon mientras caminan, manteniendo su tono bajo para que solo Jaeyun lo escuche—. Puedo llevarte lejos. A un lugar donde los Ogros o tu tío no puedan encontrarte, donde Heeseung no tenga poder sobre ti.

Jaeyun se detiene en seco, su mirada escrutando la de Sunghoon.

—¿Estás diciendo que huya?

Sunghoon asiente, sin apartar los ojos de los de Jaeyun.

—Si te quedas aquí, Heeseung no dejará de intentar controlarte. Sé que eres fuerte, pero no quiero que pelees solo.

Jaeyun respira hondo y toma las manos de Sunghoon entre las suyas.

—No necesito huir, Sunghoon. Lo que necesito es a alguien que camine a mi lado.

Esa confesión deja a Sunghoon sin aliento. No se trata de escapar ni de buscar refugio; se trata de enfrentar lo que viene juntos.

Antes de que puedan continuar la conversación, sienten un crujido entre los árboles. Ambos se giran rápidamente, los sentidos alerta. De las sombras emerge una figura alta y elegante: Heeseung.

—Príncipe Jaeyun, te estaba buscando —Dice con una sonrisa afilada.

Sunghoon siente cómo su cuerpo se tensa al ver la forma en que Heeseung mira a Jaeyun, pero el príncipe mantiene su compostura.

—Estaba explorando un poco —Responde Jaeyun con calma, como si nada inusual hubiese ocurrido.

Heeseung entrecierra los ojos, su mirada deslizándose brevemente hacia Sunghoon, pero sin poder percibirlo del todo gracias a la magia latente del híbrido.

—El tiempo para jugar ha terminado, príncipe. Hay asuntos importantes que atender en el castillo.

Jaeyun asiente con una sonrisa cortés, aunque su mano sigue rozando la de Sunghoon en un gesto silencioso de conexión.

—Vamos, entonces —Responde con naturalidad.

Mientras se dirigen de vuelta al castillo, Sunghoon camina en las sombras, invisible a los ojos de Heeseung pero presente para Jaeyun. Sabe que el peligro no había pasado y que la verdadera batalla no será con espadas ni magia, sino con voluntad y decisiones difíciles.

Y esta vez, Sunghoon está decidido a quedarse. Pase lo que pase, luchará por su lugar al lado del príncipe Jaeyun.

Al llegar al castillo, las imponentes puertas de madera se abren con un crujido, y Jaeyun siente cómo la atmósfera cambia. El aire dentro es más denso, cargado de formalidad y vigilancia constante. Sunghoon, oculto entre las sombras, se mantiene cerca, observando cada gesto y estudiando las miradas de los presentes.

Heeseung guía a Jaeyun hasta una sala privada donde sus consejeros ya lo esperan. Son figuras severas: algunos híbridos de ogros y humanos, otros seres con habilidades mágicas menores. Cuando Jaeyun se sienta en el sillón destinado para él, percibe un ambiente tenso, más de lo habitual.

Uno de los consejeros, un hombre robusto de rostro marcado por cicatrices, toma la palabra.

—Alteza, hay rumores preocupantes —Dice, inclinándose ligeramente hacia él—. Su tío, el Rey Hyungwon, parece haber contratado a alguien para... recuperarlo.

Los ojos de Jaeyun se afilan, pero su expresión se mantiene serena. Sunghoon, aún invisible, nota cómo el príncipe aprieta ligeramente los dedos sobre el reposabrazos. Es la reacción sutil de quien está acostumbrado a recibir malas noticias sin inmutarse.

—¿Recuperarme? —Jaeyun alza una ceja con calma fingida—. Qué interesante manera de describirlo.

—Es más que una simple suposición —Interviene Heeseung, cruzando los brazos—. Mis informantes confirman que tu tío no solo busca traerte de vuelta a su casa, sino que también ha contactado a un caza fortunas, un vividor con habilidades mágicas y a un cazador de híbridos.

Jaeyun siente la mirada insistente de Heeseung, como si buscara alguna reacción más allá de su habitual tranquilidad.

—Mi tío siempre ha sido predecible —Comenta Jaeyun en un tono suave, casi indiferente—. Lo que no entiendo es por qué se atrevería ahora, sabiendo que estoy bajo la protección del castillo.

—Quizá no confíe en que esa protección dure mucho —Interrumpe otro consejero, un hombre de ojos hundidos y voz áspera—. Sabe que estás forjando alianzas aquí, pero también que tu posición es delicada.

Sunghoon siente cómo la preocupación se intensifica dentro de él. Hyungwon, el tío de Jaeyun, no es alguien que se detenga fácilmente, y la mención de un caza fortunas suena como una amenaza directa. Está claro que no solo quieren recuperar a Jaeyun; quieren asegurarse que Sunghoon nunca más pudiera escapar.

—Mi tío puede intentarlo todas las veces que desee —Dice Jaeyun, mirando a cada uno de los presentes—. Pero mientras esté aquí, este castillo es mi hogar.

Sunghoon siente un extraño orgullo al escuchar las palabras de Jaeyun, pero también sabe en ese momento que debe actuar. Si el cazador de híbridos que también fue enviado por el Rey llega hasta ellos, Jaeyun estará en peligro, y no puede permitirse perderlo.

Heeseung, con su habitual sonrisa astuta, inclina la cabeza.

—Si necesita algo, príncipe, solo tiene que pedírmelo. Estaré aquí para lo que haga falta.

Jaeyun le devuelve la sonrisa con una cortesía impecable, pero Sunghoon puede ver la sutileza del rechazo en sus ojos.

—Lo tendré en cuenta, Heeseung —Responde Jaeyun, cortés pero distante.

Cuando la reunión termina, Jaeyun se levanta con elegancia y sale de la sala, seguido de cerca por Sunghoon, aún envuelto en su invisibilidad mágica.

Los pasillos del castillo son largos y silenciosos, sus pasos resonando ligeramente en las paredes de piedra.

Una vez que están fuera del alcance de los oídos indiscretos, Sunghoon rompe el silencio.

—Tu tío no se detendrá. Lo sabes, ¿verdad?

Jaeyun asiente, sin sorpresa.

—Lo sé. Pero también sé que puedo contar contigo y tus habilidades mágicas "caza fortunas"—Dice con una suavidad que casi desarmó a Sunghoon.

Sunghoon lo mira con intensidad, sintiendo cómo su conexión se fortalece con cada palabra, con cada mirada. Ya no es solo protección lo que ofrece: es la certeza de que estaría allí, siempre.

—No dejaré que te lleven, Jaeyun.

El príncipe sonríe, una sonrisa genuina que parece iluminar incluso los rincones más oscuros del castillo.

—Entonces quédate a mi lado, Sunghoon. Pase lo que pase.

Y en ese momento, ambos saben que están listos para enfrentarlo todo, juntos.

𝐏𝐔𝐑𝐏𝐎𝐒𝐄
𝐃𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐬❁
𝟐𝟒/𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟐𝟒

Gracias por leer la historia ❤️