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𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑 OO5

"Sentí la vergüenza por primera vez cuando creía que la había perdido pero también puedo elegir sentir la victoria."

—¿Algo que decir, Jeon Jungkook?

Dos científicos. Un jefe enojado por la acción reciente de ambos. Los tres en la oficina grande de Kim Namjoon.

Jungkook negó y miró hacia a otro lado. Desinterés había en sus ojos igual que en su rostro. Que le importaba las reglas.

—Yo, tengo que decir. -Seokjin estaba dispuesto a usar el tiempo de Jungkook está vez. —Fue un malentendido. Solo me estaba contando sobre su próximo proyecto con una creación ¿Verdad?

El científico volteo a ver al infernal pero este último solo miraba sus uñas como si fuera lo más importante del mundo.

—Señor Jeon. ¿Es verdad lo que dice, su compañero Seokjin?

—No.

Jin se sorprendió. Solo debía seguirle la corriente a su compañero para no ser expulsados pero no ayudaba en lo mínimo.

—¿No? Entonces dices tu "no" porque crees que Seokjin miente ¿Verdad?

—Exacto. Seokjin miente. Yo solo quería que el me contará sus...

Jungkook volteó con una sonrisa grande en su rostro hacia Seokjin, eso lo ponía nervioso al último nombrado. ¿Qué quería probar?

—¿Sus? —Namjoon arqueó una ceja y luego esperó por el.

-Sus pensamientos sobre las creaciones, cree que puede crear más si yo lo ayudó a buscar la formula.

—No estoy muy convencido de sus diferentes respuestas.

—Namjoon, realmente no es amor el que has visto. El verdadero amor no está aquí. Está afuera.

—¿A que refieres con eso? —Namjoon comenzaba a preguntarse que tenía que decir Jungkook con esa confesión. ¿Un amor afuera?

—Me sorprende que haya atrapado a los inocente, jefe Nam. Ellos aún están fuera. ¿Verdad? Mejor amigo.

—Verdad. Jungkook tiene razón, alguien más está afuera con su amor. —Seokjin estaba nervioso y con tal de no perder su trabajo. Mentiría con Jungkook a toda costa.

—¿Saben quien es?

—Park Jimin. Su novio es alguien llamado, Kim Taehyung. Cada noche se encuentran en las duchas y nadie los ve allí.

-¿Y tú cómo sabes eso? —Seokjin no estaba siguiendo el plan si estaba preguntando de esa manera pero Jungkook le dió una mirada de seguridad.

-Lo se porque los rumores corren rápido aquí, más rápido que un cazador como el. Ahora, Jefe Namjoon ¿Sigue pensando mal de nosotros? El nos metió en esto pero el verdadero culpable es el, quien se oculta con la mentira. Sugiero una charla con el.

—Oh. Lo siento por dudar de usted, Jeon Jungkook y Kim Seokjin. —Namjoon presionó el botón de su teléfono y luego pidió a su secretaria que Park se presentará en la oficina. —Aclaremos el tema con el.

Los minutos pasaron y Jungkook sonrió con malicia cuando escucho como la puerta se abrió con fuerza.

—Park Ji-

-Ahora me culpan de algo que no es mío. No tengo nada que decir aquí.

—Por favor, cálmense señor Park.

—Creo que tenemos trabajo con Seokjin, si me disculpa señor Namjoon, debemos retirarnos. —Jungkook intento levantarse de su asiento pero se sorprendió cuando Jimin lo volvió a sentar en el.

—Yo no creo que tengas trabajo, más bien, tienes problemas y conmigo.

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑★

Hoseok observó su motocicleta con detenimiento. Arreglar una de ellas era muy difícil pero si eran lindas cuando podías conducir con ellas a toda velocidad.

—¡Hey!

El cazador se giró a mirar a Taehyung, quien llegaba a su lado a pasos lentos con una sonrisa en su rostro. Hoseok suspiró y le dio su sonrisa de regreso.

—Hey Taehyung ¿Qué haces aquí? Creí que estabas con Jimin en un entrenamiento para tu examen.

—De hecho no. Jimin tuvo un problema y tuvo que irse a la oficina de Namjoon. ¿Tu? ¿Qué tal llevas esa motocicleta?

—Es un buen deseo cumplido gracias al jefe Namjoon. —El cazador sonrío y luego se agachó para soplar el motor de su moto, quitando algún rastro de polvo.

—Me alegra que tenga por fin tu motocicleta deseada.

—Tienes que probarla. Es genial. Sobre todo a toda velocidad.

-Si tú me invitas entonces, si.

Hoseok volteo a mirarlo y luego sus ojos se conectaron por varios minutos. El corazón de Taehyung se aceleró ante el contacto visual y miró hacia abajo, cortando sus miradas. Algo nuevo se le vino a la cabeza y rápidamente habló antes de perder la mirada del cazador.

—Jimin hará una fiesta en su apartamento. Bueno, no es una fiesta, será una reunión entre amigos. Tu, yo, Jimin y Yoongi.

—¿Jimin me invitó?

—Jimin me dejó invitarte. —En su mente le agradeció mil veces a su mejor amigo por darle el permiso de invitar a Hoseok por el mismo. Le debía el favor por dejarle un pretexto para acercarse a el.

—Entonces. Está bien. Estaré ahí.

Un silencio estuvo entre ellos luego de esa conversación. Esa sensación de que todo había terminado ahí y por más que intentas romper el hielo, nada se viene a tu mente. Taehyung pensó pero nada venía a el hasta que pensó que estaría bueno darle una pequeña pista a Hoseok sobre sus sentimientos.

—Sabes yo-

—¿Tienes idea por qué Jimin está en la oficina de Namjoon ahora?

Taehyung estaba sin palabras. Sus labios estaban abiertos pero ninguna palabra quería salir de ellos. Pensó hasta que tuvo la respuesta.

—Oh. Jimin tiene problemas con las reglas.

—¿Las reglas de que? —Hoseok estaba con el ceño fruncido y luego sacudió su asiento de su motocicleta quitando un poco de polvo.

—La regla sobre relaciones.

—La peor reglas de todas.

Taehyung llevó sus manos a su bolsillos y apretó los labios. Sin duda la más difícil de cumplir, era esa regla. Y ahora mismo sus sentimientos no ayudaban con esa regla.

—¿Sabes quien es su supuesto amor?

—Ninguno. Solo que un tal Jungkook lo acusó de que estaba conmigo. Pero nadie está con Jimin y conmigo.

Estoy libre para ti. Pensó Taehyung mientras se acercaba a Hoseok y luego apoyaba sus manos sobre el asiento de la motocicleta.

—He oído ese nombre. Ese tal Jungkook ¿el famoso científico?¿El tipo que llegó hace un mes?

Taehyung asíntio.

—Ese tan Jungkook que hablas, es supuestamente un infernal. Jimin me lo dijo. Está convencido de que lo es pero si lo fuera estaríamos todos muertos aquí.

—¿Hablas de esos infernales de los libros?

—De ese estilo de infernales. No creo que lo sea pero-

—Si llega a ser un infernal, juro que lo mataría con mis propias manos.

Taehyung río y vio como Hoseok se inclinaba junto a el sobre el asiento de la motocicleta. Pegados a lado de uno del otro.

—Debe ser doloroso ver cómo tu madre es víctima de uno de ellos.

—Es doloroso verlo todo. Con cada detalle. Esos malditos no tuvieron piedad. Si pudiera regresar al pasado de esta forma adulta, la salvaría y cambiaría mi futuro.

Taehyung lo miró con algo de tristeza y empatía. Palmo su espalda con un mano y intentó animarlo.

Jungkook se volteo hacia la pared. Mirando fijamente está como si hubiera algo ahí que le llamara la atención más que la conversación. Su ojo derecho activó un pentagrama invertido rojo en su pupila. Había escuchado a dos personas hablar sobre el.

Estaba serio escuchando si aún esas personas continuaban hablando sobre el. Podía escucharlos a la distancia y a través de las paredes.

Pero supo algo que le valió oro. La madre de uno de ellos había sido víctima de un infernal y eso lo hizo sentirse poderoso cuando los humanos solo parecían odiar a los infernales..

—Nunca tendría una relación con alguien aquí. Solo nací para mi trabajo. Las reglas son como oro para mí. Jamás las rompería.

—Señor Jimin. ¿Entonces realmente dice que no tiene nada con Kim Taehyung?

—Exacto, señor Namjoon. Solo mi trabajo es el que me importa. —Jimin volteo a ver a Jungkook, quien solo lo miraba serio. —Solo es un mentiroso como los de su especie.

—¿Alguna prueba para que su amor sea comprobado falso? —Namjoon quería comprobarlo todo antes.

—Puede preguntarle a Taehyung nuestro supuesto romance. No hay nada de mi parte con el. Yo soy su jefe y el mi compañero de exámenes. Mi declaración termina aquí.

—¿Jeon Jungkook? ¿Algo que decirnos?

—Debo decir que lo siento por crear malentendidos pero nosotros tampoco tenemos un romance, Seokjin lo comprobó conmigo y estamos libres.

Namjoon solo extendió sus brazos y algo cansado suspiró. Si no había nada entre ellos, entonces nada podía hacer.

Solo Taehyung sería el último en confírmalo todo. Pero si fue un malentendido, lo perdonaría. Pero si la próxima no es un malentendido, no lo perdonaría.

—Pueden retirarse.

Ambos hombres se levantaron de su asiento y caminaron alejados del uno del otro hasta la puerta.

Cuando la puerta se cerró atrás de ellos, ambos giraron a mirarse.

—Tus amigos lo saben también.

—¿Lo de infernal? Exacto. Lo saben por qué le dije a Taehyung ¿Por qué?

—Te haré lamer mis zapatos todos los días de la semana.

Jimin frunció el ceño. Y negó rápidamente.

—No puedes hacerme esto. No tiene sentido. Eres realmente un infernal ¿Por qué debería tener un castigo por eso? Es la verdad.

Ambos se miraron con ganas de matarse. No había otra tensión igual que la de ellos.

—No solo podrías mantener tu boca cerrada, sino tu reputación bien. Pienso destrozarla.

—Primero me detestas por qué le digo a mis amigos que eres infernal ¿y ahora quieres destruir mi reputación? Estoy harto de ti.

—Buena noticia. Yo también.

—Estoy harto de pelear contigo ¡Siempre intentas discutir conmigo! ¡Siempre debemos discutir! ¿Por qué no me ignoras y ya? ¿Por qué me tienes que seguir de esta manera?

—¿Aun no lo sabes? Park Jimin, tu le diste un patada mi comida, luego sufrí tu desprecio como una raza repulsiva y luego te burlaste de mi. Tuviste la oportunidad de tratarme mejor pero no. No conozco otra cosa que mis ganas de hacerte sufrir.

—¿Y intentas arruinarme? ¿Solo por eso? ¿No podemos disculparnos y ya? No soporto tener que pelear contigo.

Jungkook negó rápidamente y se alejaba de Jimin cuando esté intento acercarse a el en zona de paz.

—No quiero saber nada de ti, Jimin.

—Jungkook. Deja de estar intentado pelear conmigo, solo.. quiero trabajar en paz. Quiero ser un buen jefe. Si seguimos así podemos ser expulsados.

Jimin podía ser rudo y complicado pero si tenía corazón para decir que quería hacer las pases de buena forma. Siempre quería llevarse bien con sus enemigos al final del día.

—No veo una razón para llevarme bien contigo.

—Entonces. Si no quieres cambiar tu forma de tratarme, mejor borrate de mi vida y de mi vista. Es mejor para que no te disculpes si es que no conoces eso.

Pero Jungkook no conocía el perdón. No conocía el dejar ir y olvidar. No conocía el tener empatía por alguien que solo quería parar de pelear para vivir tranquilo con su trabajo y llevarse con compañeros. No comprendía la empatía cuando Jimin le rogó que dejara de pelear con el, ya que le agotaba tener que llevarse mal con alguien. No lo dejaba concentrarse en sus cosas y le dolería ser expulsado.

Para Jimin, ser expulsado de ese lugar sería la muerte en vida. No sabría a dónde ir cuando toda su vida está destinada a estar en un laboratorio.

—No quiero que me expulsen. Mi vida vale mucho aquí. Solo no me hagas eso.

Jungkook le gustaba que le suplicara todo tipo de personas. Solo faltaba que el rubio se arrodillara ante el pero no lo hizo.

No lo hizo porque Jungkook se volteo y se fue antes de el rubio vuelva decir algo.

Jimin intentó detenerlo tomándolo del brazo pero era tarde, Jungkook ya se había alejado de ese lugar sin una pizca de perdonar las cosas.

Apretó los labios y soltó un suspiro estresado.

Solo supo que a partir de ese día, Jungkook nunca volvió a verlo. Su presencia es como si hubiera desaparecido por completo en todo el laboratorio. Nadie sabía de él, ni siquiera Seokjin, quien pasaba el tiempo con el todo el tiempo.

Nadie supo nada el.

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑★
Una semana después.

—Entonces eso fue lo que sucedió. Se esfumó y ¿Intento involucrarnos para dejarse libre a el y a Seokjin? Con suerte pude decir la verdad —Taehyung estaba algo molesto. Las copas de más no lo estaban ayudando a mantener la voz calmada.

—Aun no aparece. —Hoseok bebió un poco de su copa mientras miraba hacia el balcón del apartamento de Jimin.

—No me importa si aparece o no. Ya no quiero saber sobre el.

Jimin estaba algo pasado de copas pero podía saber lo que decía con conciencia aún en su mente. Le dificultaba hablar un poco pero entendía lo que quería decir. Bueno, también reía por todo y era más risueño.

—Creo que es tiempo de que me vaya y Taehyung también. —Hoseok río tomando del brazo del cazador de cabello rizado.

—Un rato más, Hoseok. —Hoseok negó ante el reproche de Taehyung y lo ayudó a ponerse de pie. Luego paso su brazo sobre su hombro para ayudarlo a caminar.

—Nos vemos, Jimin. Es un gusto que me invitará tu amigo.

—Seguro. Creo que tienes un asunto que arreglar. —Jimin señaló a Taehyung y luego sonrío.

Hoseok río un poco más y caminó con Taehyung hasta la salida del apartamento. Ambos dejaron el lugar.

Caminaron por el pasillo con algo de problema. Tae no tenía control de sus pies. Casi termina de abalanzarse sobre Hoseok pero ambos intentaron caminar pero entre risas era difícil pero con suerte lograron llegar a sus apartamentos.

Mientras tanto, Jimin aún no podía parar de beber. Yoongi lo miraba por el rabillo del ojo. Cada copa que servía, iba directamente a sus labios gorditos. Estos comenzaban a ponerse rojos y muy húmedos por el alcohol.

Yoongi tenía que mirar hacia otro lado para no pensar en algo más.

—Jimin, Estás bebiendo demasiado. —Yoongi tomó un sorbo de su bebida y luego intentó quitarle la copa a Jimin pero este solo soltaba caprichos. No quería que le quitarán su bebida. Se comportaba como un niño pequeño y era tierno.

—No.. no.. Yoongi.

—Si Jimin.

Logro quitarle su copa pero eso llevó a qué Jimin quisiera tomarla de nuevo pero en un mal paso al levantarse de su asiento, lo llevo a tropezar y caer directamente sobre Yoongi. Sus rostros quedaron demasiado cerca pero ninguno de los dos se sorprendió. Solo se miraron por unos minutos largos.

Parecía que no se sentían incómodos con el uno con el otro. Solo miradas. Yoongi por primera vez recordó el pasado.

Había conocido a Jimin en el mismo lugar en el que estaba aún. Recordó cuando Jimin logró ser un jefe y eso lo puso muy orgulloso de él. Adoraba a Jimin. Y el lo adoraba a el. Siempre animaba a Jimin a no rendirse por sus sueños. Siempre limpiaba sus lágrimas y escuchaba sus problemas.

El era feliz escuchando a Jimin pero cuando Jimin quería escucharlo a el, Yoongi simplemente no lo dejaba. Solo quería que lo viera con la apariencia feliz y no triste.

Quería que Jimin siempre pensara que el era feliz para no tener que preocuparse por su tristeza.

Fue una pena que ambos no podían estar juntos por las reglas. Ambos se adoraban y querían pero por más que lo intentarán, el obstáculo de las reglas, los hería demasiado no poder mostrarse al mundo.

Fue así que una noche se dieron el primer beso pero no uno de amor, sino de despedida. Para borrar el sentimiento y comenzar de nuevo como amigos.

Jimin sonrío feliz pero era el alcohol quien lo hacia sonreír de esa manera por qué en realidad Jimin era frío con y el también con Jimin. Cuando más fría sea la conexión, más rápido podían superarse. Eso es lo que ellos pensaban.

Yoongi acomodo un mechon rubio de Jimin lejos de su ojito derecho. Apretó los labios y luego se dió otro momento para apreciar los hermosos ojos azules de Jimin.

—No es lo mismo que antes ¿Verdad? —Su voz cuando estaba ebrio, era muy tierna. Era aquel Jimin que nunca sale. Un Jimin que estaba encerrado en su interior.

—Si. No es lo mismo y es lo mejor para nosotros.

Jimin apoyó su cabeza en su pecho y dejó que Yoongi acariciara su cabello suave.

Yoongi podía ver el balcón del apartamento y la noche que se dejaba ver a través de el.

Nunca se dió cuenta por la oscura noche que había como el mismo color negro de la sombra que los miraba desde afuera del balcón. Su silueta los miraba estático. No sé movía y sus ojos solo seguían el movimiento de la mano de Yoongi sobre el cabello de Jimin, quien parecía gustarle el toque que recibía.

La silueta miró hacia abajo como si estuviera sintiendo algo en el que no comprendía y se volteó dando la vuelta para marcharse pero no sin antes llevarse en su mente el beso de Yoongi en la frente Jimin. Lo peor que recordaría cuando nuevamente volvió a sentir pero algo distinto a lo primero.

Su voz era una melodía como los ángeles. Delicada y irreal. Sonaba tan tenor. Tan perfecta a los oídos de quién lo escuchará. Cualquier de lo hiciera pensaría que nació con el don de poder cantar sin necesidad de esforzarse. Un ser como el parecía hecho para cantar hermosas melodías. Su voz era la buena melodía que podía sanarte. Pero podía también atraer.

Su canto era triste pero comprensible. Se escuchaba la pena y la tristeza de estar vacío.

Su voz podía escuchar la misma luna y ella le sonreía de lo lindo que era pasar el tiempo con el para no hacerlo sentir solo. Su iluminación fue más fuerte y se dio cuenta que aquel ser estaba solo.

Cantar en la noche oscura con solo la iluminación de la luna, en la azotea de un edificio, quizás no era buena idea por lo peligroso que resultaba pero a él no le importaba.

Su nota alta llamo la atención de alguien que lo escuchó con algo de sorpresa. Un rubio de ojos azules se giró para mirar hacia arriba, su voz venía de la azotea pero no podía ver demasiado en el balcón.

El también estaba solo. El hombre que le acariciaba el cabello se marchó con la excusa de cuidarse a ambos. Debían ser amigos para evitar arruinar sus vidas por culpa de las reglas.

Curioso por el dueño de aquella voz que lo había cautiva aún estando en bajo efectos del alcohol. Camino por los pasillos hasta las escaleras buscando la manera de llegar a la azotea aunque se le dificultara.

Abrió la puerta de la azotea y caminó torpemente por allí. Buscando con su mirada el responsable de haber llegado dónde estaba pero nunca lo encontró.

Se daría por vencido y volvería a su apartamento pero su voz volvió al aire fresco y el viento sopló contra su rostro con las notas de su canto.

Jungkook volteó cuando alguien había interrumpido su canto en medio de la noche. Se sorprendió cuando lo vio. Creyó que nunca quería volver a verlo en su vida.

—Cantas muy lindo. —Jimin soltó un pequeño hipo cuando intento hablar pero se veía tierno.

Jungkook volteó hacia la luna. Y intentó comenzar a cantar de nuevo, tratando de ignorarlo. Cuando pudo hacerlo, fue interrumpido de nuevo. Pero casi se cae de la orilla de la azotea porque tenía a Jimin a su lado.

—Me gusta tu voz. —Sus ojos azules brillaban gracias a la luna. Su rostro se veía bien bajo de ella. Su cabello rubio se reflejaba suave y brillante.

Nuevamente Jungkook volteó hacia otro lado parpadeando varias veces y su lengua hizo un bulto en su mejilla.

—El Jimin que conozco me diría que mi voz de infernal es un asco y luego me empujaría al vacío de este edificio.

—Yo nunca haría eso.

Jungkook soltó una carcajada muy pequeña y corta. Si claro, no le creía. Era obvio que estaba ebrio pero eso no lo detendría si quería empujarlo.

Su voz siguió cantando delicadamente pero otra vez fue interrumpido cuando Jimin se sentó en la orilla de en edificio junto a el. Muy pegado a su cuerpo.

—Tu aura se siente cómoda y me relaja. Es diferente a las demás pero atractiva.

—Debería ser lo contrario.

Jimin negó y un pequeño hipo salió de sus labios haciéndolo ver tierno nuevamente.

—Por favor ¿Puedes cantar para mí?

El infernal dudo de su comportamiento. No quería creer que Jimin estaba actuando así por su bien. Quizás mejor pensaría en que estaba ebrio y luego no se acordaría de esto.

—No debería.

—Por favor.

Su pequeña mano tomó su fuerte brazo y luego lo rodeó con su brazo. Lo estaba abrazando a través su brazo. Obviamente, Jungkook no sentía nada, solo se mantenía neutro. Eso es lo que pasaría si no fuera Jimin.

Su corazón comenzó a latir despacio y sus ojos se agrandaron. Parpadeo varias veces y luego frunció el ceño.

Su cabellera rubia se apoyo sobre su hombro y podía sentir que se acariciaba su cabello con su brazo como si fuera un gatito solitario en busca de un dueño, sin importar que dueño sea, solo quería que lo quisiera.

Y ese era el problema de Jimin. El nunca buscaba mostrase débil. Siempre era fuerte. Solo era una imagen ruda que tapaba la soledad que llevaba dentro.

Jimin estaba solo y nadie podía amarlo sin tener obstáculos.

—Jimin. ¿Yoongi es algo de ti?

El rubio negó.

—Entonces.. ¿por qué estaba..?

—Es el pasado. Intente tener algo con el pero no podíamos.

Jungkook miró hacia abajo donde estaban sentados. La altura daba mucho miedo pero no a el. Quizás a Jimin.

—¿Tu tuviste algún amor? Jungkook.

—Estuve a punto de casarme pero no funcionó. Debía enamorarme de mi prometida antes del casamiento arreglado por mi padre.

—Entonces...

—Entonces, ahora estoy aquí, sin emociones y sin sentimientos.

Jimin comprendió y luego asintió entendiendo. Quizás no recordaría lo que le contará hoy. No importa si contaba de más. El nunca sabría mañana que había pasado.

Porqué estar ebrio era una cualidad dónde la verdad podía salir pero también olvidarse lo que hacia.

Pero Jimin, si recordaba y ahora mismo, su mente comenzó a comprender que Jungkook no era quien era porque quisiera, quizás era porque no podía tener emociones y ese vacío que sentía, era lo mismo que el había dicho.

Jungkook lo empujó hacia fuera de la orilla del edificio, salvó su vida por segundos. Aunque en realidad, la evitó.

Una sonrisa malvada en todo su rostro fue lo que Jimin vio cuando cayó sobre su trasero en el suelo de la azotea.

—Park Jimin.

Aquel infernal que lo nombraba se levantó de la orilla y se paró en esta sin perder su mirada sobre el rubio sorprendido.

—¿Que pensaría el mundo de ti si me vieran contigo siendo lo que soy? No solo soy un despiadado, soy lo está más allá de ser humano. —Jungkook señaló peligrosamente a Jimin como si lo acusara de algo. —Tienes suerte de que no tengo mis emociones, podría utilizarlas para sentir lo bien que se siente ser egoísta con el alma de alguien. Rasgar, comer y poseer. Poseer hasta la muerte. Puedo poseer.

—No creo que seas malo.

—Ja. Pobrecito, no solo me ves así sino que no puedes ver el interior de alguien, y eso normal para ti. ¿Qué puede ver un humano como tú?

El infernal caliente como el infierno y sin emociones como una roca, inclinó su cabeza hacia atrás y sus colmillos fueron la luz de los ojos de Jimin.

Lanzo una risa profunda desde su garganta y extendió sus brazos a sus costados de su cuerpo tambien a lo largo en el aire. Cómo si fuera crucificado pero en realidad el nunca tomaría ese papel.

Jimin lo recorría con la mirada de arriba a abajo y luego miro el santo rosario que guardaba en su puño derecho desde que había llegado. Lo pensó una y otra vez pero el efecto del alcohol estaba haciendo efecto justo ahora.

Jungkook disfrutaba la fresca brisa en todo su cuerpo y hasta su sonrisa que existía en todo su rostro se desvaneció.

—Puedo ver a alguien malvado pero que puede ser mejor persona.

Jimin diciéndole eso era como si su padre le diera su trono especialmente para el y lo dejara ser un rey del reino Asmodeo. Eso significa que no era real.

—No me mientas-

—¿Por qué eres tan atractivo, Jeon? Eres un infernal pero también traes maldad y belleza.. es algo que no entiendo de ustedes, pensé durante todos los años de mi vida hasta ahora que los infernales debían ser todos horribles y monstruosos.

Jungkook se quedó estático y si se había sorprendido, era cierto. No sé esperaba eso de un humano y menos de Jimin, quien siempre parecía no quererlo por alguna razón como cuando lo vio por primera vez.

—¿Ahora me dirás qué soy atractivo después de nuestra gran rivalidad? No es justo eso, gatito.

El infernal dió un paso hacia atrás pero no volvió a hacerlo cuando sintió que podía caer si fallaba sus pies. Pero sentía que era lo mejor dejarse caer cuando ya solo era un saco de hueso y carne sin emociones que sentir.

Odiaba a su Padre. No solo tenía que volver a experimentar sus emociones desde cero, también sus sentimientos. No tenía idea como empezar.

Su otro pie dio otro paso atrás y se tambaleó rápidamente pero se mantuvo de pie.

—No hagas nada malo, por favor.

Jimin gateó un poco y extendió su brazo para tomarlo pero aún estaba lejos.

Jungkook lo miró y apretó los labios.

Tragó duro y cuando lo miró mejor se dió cuenta que aquel rubio se veía como un angelito tratando de salvarlo. Su cabello rubio, ojos azules y una piel que brillaba con excelencia debajo de la luna. Se veía como un ángel pero seguro se estaba confundiendo ya que no paraba de pensar en su infelicidad.

Sus ojos se volvieron negros totalmente y le dieron la última mirada de la noche a Jimin para luego inclinar su cuerpo hacia atrás, dejándose llevar por el vacío del edificio.

Pero se sorprendió cuando sus brazos fueron tomados con fuerza pero fallaron... Aunque quiera salvarlo, Jungkook se soltó y se dejó caer. Grito cuando lo vio soltarse pero no pudo hacer mucho más cuando su cuerpo cayó con velocidad sobre la orilla.

Dejando a un Jimin cubriendo su boca al no creer lo que sus ojos y su presencia eran testigo.

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