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𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑 OO4

"Un plan que se hace, lo demás no saben pero puedes escuchar quien lo hace."

—Lo oíste todo ¿Verdad? Le gustas a tu mejor amigo. Wow, Jeon tienes una sexy belleza en ti.

Jungkook se apoyo contra el marco de su puerta, luego miro con detenimiento a Jimin quien parecía orgulloso de lo que provocaba.

—¿Que tiene que ver mi belleza con gustarle a un amigo? Sobre todo ¿Qué es gustar?

—¿No sabes que es gustar? Mierda, juraba que tenías menos edad para entender, no sabía que eras un viejito en un cuerpo de joven.

—¿Tengo que sentirme ofendido?

Jimin rodó los ojos.

—En fin, creo que deberías tener cuidado con las reglas y Seokjin, no solo lo expulsaran a el, sino también a ti. Pero no te extrañaré si te expulsan. Sería muy feliz.

—Nadie te preguntó si me extrañarás, solo métete en tus asuntos, Park. Yo solo se que haré con Seokjin, vete a dormir, es tarde para los bebés.—Jungkook soltó un gruñido intentado amenazarlo con sus colmillos a la vista.

Jimin se volteo riendo falsamente y luego cometió el primer error de su vida. Algo que no debió decir, lo hizo y algo que no debía provocar, lo hizo.

—Como sea, Jeon, mejor dile a su futuro amor que te repare los colmillos de perro pulgoso que tienes.

Antes de cerrar la puerta de su apartamento. Jungkook pateó su puerta, abriéndola bruscamente mientras Jimin se asustaba por lo que había hecho.

Rápidamente el infernal cerro la puerta tras el y miró neutral a Jimin.

-—¿Que haces? ¡Casi rompes mi apartamento, estás violando la privacidad de alguien! ¡Seguro que no sabes lo que es! —Vocifero rápidamente el rubio mientras buscaba con su mirada su arma.

—Mi respeto vale más que tú apartamento, esto solo es material, yo soy de carne y hueso. Discúlpate.

—Nunca, no de la manera en que entraste aquí.

—Te conviene disculparte ahora que después.

—Ya dije que no voy a disculparme, estúpido infernal, por tu culpa todo el mundo en el laboratorio se comporta extraño, nadie me cree cuando les digo lo que eres. Deberías volver a tu jaula pero nadie lo hace y por eso me encargaré yo de ti.

—¿Oh si? ¿Qué harás? ¿Llamaras un sacerdote y luego le dirás qué me arroje a la jaula con el poder de su agua bendita?

Jimin hizo una mueca de disgusto y luego agarro su cuchillo como arma de defensa.

Quizás no era lo mejor pero lograría luchar con el por intentar salvarse.

—Con ese cuchillo no harás tanto. Menos conmigo.

—¿A quien le importa? solo moriré luchando si lo hago.

Jungkook río fuerte y luego las luces se apagaron de la nada. Volvieron a encenderse y el ya no estaba ahí.

El rubio se sorprendió y miró hacia todos lados. Tenía que buscarlo antes de que le saltará encima y lo matará.

Todo estaba tan silencioso. El ruido de su pecho subir y bajar, luego su corazón acelerado pero también el ruido de sus pasos era lo único que se escuchaba.

Suspiró aliviado cuando ya no parecía estar más ahí y se recostó en el sofá aún sin bajar la guardia.

Está bien, Jimin, el ya no está aquí, ya me hubiera atacado si lo estuviera, pensó.

Cerro los ojos por unos segundos y se relajo. Decidió que no era lo mejor hablarle así a un infernal. Quizás lo podía matar pero no le importaba. No le agradaba.

Abrió sus ojos. Vio la oscuridad. Cerro sus ojos. Las luces se encendieron Los abrió. Vio las luces apagadas.

¿Qué?

Se sentó en el sofá con los ojos cerrados y luego las luces se prendieron. Abrió sus ojos y estás se apagaron.

No lo volvería a intentar. Pero algo le incitaba hacerlo. Cerro los ojos y las luces se encendieron.

Genial. Alguien estaba jugando con el.

Se levantó con algo de dificultad y caminó un poco. Jadeo cuando sintió algo recorrer su espalda. Le dio escalofríos sentir algo detrás de el caminar despacio.

Abrió los ojos pero no veía nada. No cerraría sus ojos. Se mantuvo quieto en la oscuridad y se posesionó listo para atacar.

—Una pena.

Escucho en la oscuridad. Esa voz no era de Jungkook. Era una voz diferente y más gruesa como un demonio.

Su piel se erizó. Su mano tembló como su cuerpo entero y temió que hubiera escuchado mal.

—Quiere jugar.

Negó con la cabeza a escuchar de nuevo la voz que ahora le producía miedo. Tragó duro y se mantuvo estático. Apretó sus labios.

No se quedaría más quieto. Solo pensó rápido y corrió hacia donde sea. Quizás hasta su habitación. Pero no pudo demasiado cuando fue jalado del brazo y arrojado al suelo con fuerza.

El fuerte dolor en su espalda se hizo presente sin tardarse. Alguien estaba sentado en su regazo y luego las luces se encendieron.

Lo vió directamente sobre el. Sus ojos estaban rojos y sus colmillos largos. Sus garras estaban listas para cortarle el cuello.

Jimin actuó más rápido y en un reflejo, su cuchillo cortó la mejilla del infernal. Eso no solo lo sorprendió, sino también hizo sentir algo diferente. Enojo.

Gruñó cuando su herida comenzó a sangrar. Maldecir era lo que hizo y luego intentó cortarle a Jimin la mejilla como el pero en vez de eso, solo recibió un golpe en su otra mejilla.

—Tienes agallas, gatito.

Su voz era demasiada gruesa y grave. Lo hacia verse intmidante pero también algo... sensual para Jimin. Eso lo dejo confundido. No sé supone que debía ser así.

El rubio trato de seguir golpeándolo pero en vez de eso, solo recibió el aquel golpe. Su mejilla ardió y intentó sobarla pero su enemigo lo tomó del cuello. Quizás no lo mataría de manera siniestra. Solo por su cuello estaba bien.

Apretó su cuello y Jimin sintió con el aire cada vez era escaso para sus pulmones. Intento dar bocanadas de aires pero nada llegaba a el. Golpeó los brazos de Jungkook pero este no se inmutó ni un poco.

Trato de utilizar su cuchillo. Lo tomó luego de arrojarlo a su lado y con rapidez lo utilizo para herir el lado lateral del abdomen del infernal, provocando un fuerte grito de su atacante.

Su cuerpo y su cuello fue liberado. Respiró desesperado mientras a la vez tosió.

—¡Lárgate de mi apartamento! —Vocifero el rubio.

Pero Jungkook solo se burlaba de él. No parecía comprender lo que el quería. No le importaba. Volvió a atacarlo pero esta vez una de sus garras rasgó la tela de la bata blanca sobre sus piernas. Dejando ver todas su piernas desnudas.

Jimin lo miró con mala cara. No era chica como para que viera sus piernas y mucho menos le rasgara su bata así.

—Te confundes de persona. No soy una mujer para que hagas eso.

—Tienes razón. Hasta una mujer es mucho más sensual que tú.

Eso sí que dolió pero no tanto como el golpe que le había dado Jimin en su rostro nuevamente.

—Auch, Jeon, tendrás que usar hielo para sanar eso.

¿Debería? Después de que Jungkook nuevamente volvió a desaparecer y ahora tenía a Jimin contra el suelo de nuevo. Sus colmillos atacaron el antebrazo de este y eso lo hizo que gritara hasta lo que no podía.

Jungkook río cuando probó su sangre pero fue un error porque comenzó a sentir algo extraño en su cuerpo y lo volvió débil. Su sangre era dulce pero no podía gustarle. Era su enemigo.

Se alejó rápidamente intentando limpiar su lengua de aquella sangre.

Jimin lo observó raro y intentó levantarse pero no pudo tanto como quería. Le dolía el cuerpo. Había sido empujado al suelo de nuevo y le dolía su espalda. Sin olvidar la herida de su antebrazo.

—Tu.. sangre..

Se tomó su antebrazo para intentar parar el dolor profundo pero cuando intento decirle algo malo a Jungkook, el ya no estaba frente a sus ojos. Se había esfumado.

Solo suspiró y se quedó en el suelo más minutos cansado. Se sentía algo cansado, más de lo que era un cansancio normal y cerró sus ojos.

Mientras eso le sucedía a Jimin, Jungkook cayó débil al suelo de su apartamento. Intento levantarse pero no podía. Intento sostenerse de la mesa pero está no pudo y se volteo dejando caer a Jungkook, quien se arrastraba dolorosamente por el suelo mientras se tomaba el pecho y sus colmillos pedían que limpiara la sangre que aún contenía en ellos.

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑★

—Señor Jimin, el examen físico que tomas es demasiado para todos. —Taehyung estaba agotado. Su cuerpo pedía un descanso mientras observaba como Jimin golpeaba el saco de boxeo.

—Solo es por esta vez, no te preocupes, no lo haré tan difícil para próxima, esfuérzate en este.

—Seguro. ¿Que te sucedió en el brazo?

Su antebrazo antes mordido estaba vendado. Dolía cuando golpeaba el saco o incluso el mínimo movimiento era doloroso.

—Solo me caí.

—Esa excusa es muy típica.

—Bueno, debes creerla, fue en serio.

—Como sea, me iré, te dejo solo.

Jimin saludo a Taehyung con un gesto y luego volvió a lo suyo. Bueno, no tanto, alguien estaba ahí además de el y no era Taehyung.

—Tu sangre es un asco.

Oh vamos. No tenía ganas de pelear hoy.

—Otra vez estás aquí por una paliza, Jeon. Si mi sangre era un asco ¿Por qué bebiste un poco más?

—¿Por qué estaba hambriento? no lo se.

—Odio a los infernales como tú, solo se alimentan de los humanos.

—Si todos los infernales tuvieran la oportunidad contigo, créeme que morirán todos. Tu sangre es demasiada horrible.

Jimin lo ignoró. Tomó su toalla para secar su sudor y luego lo miró. Vestía de su bata blanca abierta de científico como siempre y sus ropas negras. Ahora podía ver su rostro. Su mejilla no tenía marcas de heridas. Recordó haber lastimado su mejilla pero ahora esa herida no estaba. Era infernal, prácticamente podrías cortarlo en pedacitos y volver entero el día siguiente.

—Ja. Jeon, ningún infernal estaría conmigo porque sabes bien que lo mataría como lo intente contigo anoche. ¿Golpeó muy fuerte? —Su tono fue tierno pero solo para burlarse de él. Su tono tierno provoco algo pequeño en el pecho de Infernal, específicamente en el lugar de su corazón, luego se acaricio algo confuso esa parte. Luego respondió.

—Como una niña.

Jimin rodó los ojos y luego lo miró con mala cara. No le haría caso a un necesitado de atención. Camino hasta las duchas y busco en su locker su traje especial para cambiarlo por las ropas de entrenamiento.

Jungkook lo siguió con paso lento mientras miraba toda la habitación de lockers y duchas.

—Este debe ser el perfecto lugar para humanos dónde su pecado es la lujuria ¿no?

El rubio se quedó en silencio y quieto justo cuando estaba por tomar sus ropas. Su expresión de confusión apareció en todo su rostro. ¿Qué?

Se volteo a mirarlo mientras se apoyaba cruzando sus brazos contra los lockers.

—No somos como tú. No conocemos el placer aquí. Solo el trabajo duro y en equipo. Nada más que trabajo.

El peli gris río. Tenía que ser una broma. ¿Humanos sin placer? Tenía que estar viviendo una broma.

—No mientas, Park. Nadie mejor que los humanos saben que su raza no puede vivir sin placer. Son pecadores.

—Aquí es distinto. No se permiten relaciones carnales o coito o como le digas a eso.

—Entonces... Si es una broma la que estoy viviendo. No creo nada de lo que dices.

Jimin volteó de regreso a su locker y siguió buscando en el, sus productos de higiene.

—Créeme si quieres. Yo sé que digo la verdad. Nadie de aquí hace eso. Casi todos aquí nacimos en este laboratorio por padres científicos o madres cazadoras o diferentes. No somos experimentos gracias a dios-

Jungkook soltó un quejido de dolor interrumpiendo a Jimin, quien paró de hablar y luego miro a Jungkook a través de su pequeño espejo en su puerta de locker.

Parecía como si algo le hubiera quedado su mejilla, la cual sobaba con rapidez.

—Como decía, somos humanos pero por reglas del lugar, nuestras madres debían tener sus bebés ahí ya que no podían salir para ir a un hospital como se debe. Pero por suerte, yo nací fuera de aquí y luego de que mi padre.. fuera asesinado por.. olvídalo. Estoy aquí desde que tengo cinco años.

—Entonces tu y el resto de las personas aquí.. son.. oh satanás! —Jungkook soltó una pequeña risita mientras se cubría sus labios.

—¿Qué es lo más gracioso? ¿Nacer aquí? O ¿No tener relaciones carnales? Por qué de verdad no entiendo por qué te ríes.

—Oh nada. Comprendo que los humanos de aquí sean tan puros. Carne fresca.

—No se te ocurra hacer algo malo con ellos, te estoy vigilando.

—Como sea. No me interesa el resto. Solo que me sorprende que alguien como tú sea puro.

Sus manos buscaron un poco más de cosas en su locker pero se dio cuenta que tenía un cuchillo ahí. Solía guardarlo para nada. Simplemente lo tenía. Siempre pensaba en su defensa personal y luego colocaba cuchillos dónde iba.

Jungkook carraspeó un poco. Era obvio que quería que le respondiera. Lo había dejado sin conversación.

No hablaría de ese tema más de lo que se había extendido. Solo lo ignoró su voz. Era privado en esos asuntos. El nunca los compartiría.

Un largo silencio estuvo allí. Esperando a que lo echarán de ahí. Pero ninguno decía nada. Solo el sonido de las cosas de Jimin intentaban echarlo pero no era lo suficiente.

Hasta que el silencio se volvió frío y tenso. Pero se rompió como cristal cuando el infernal no tuvo mejor idea que provocarlo de mala manera. Sus palabras fueron sucias, típico de un infernal.

-Eso quiere decir que nunca escuchaste una mujer gritar tu nombre.

La cabeza de Jungkook se ladeó, esquivando el peligroso objeto que había terminado incrustado en la pared con fuerza por Jimin y su molesta expresión.

—Oh. Las mujeres no deben ser lo tuyo. Quizás te falte un hombre entre las piernas.

Jimin cerró su locker con fuerza y lo miró con disgusto.

—Yo no pienso en sexo como tú. Y si, nunca tuve una experiencia sexual pero eso no me interesa. Me interesa mi trabajo y proteger a mis compañeros de ti.

Aquel rubio no solo mordía como perrito. También podía rasguñar como un gatito. Sus pasos lentos y peligrosos hacia el infernal nunca lo asustó. En lo contrario, el infernal lo desafiaba con la mirada sin mover ni un solo pelo. Si pensaban que le tenía miedo a Park Jimin por su ruda actitudes, estaban equivocados. Le gustaba lo peligroso y rudo.

El gatito que rasguñaba caminó peligrosamente hasta el y su cuerpo estaba tan cerca como su rostro.

—Tu cuerpo y alma vale mucho en mi mundo. Mejor cuidala antes de que algún infernal más malvado que yo te la robe mientras duermes. —Jungkook palmo la cabeza de Jimin como si fuera un buen perrito.

Pero el rubio alejó su mano con fuerza.

—No me toques. No quiero que alguien como tú me toque.

—Seguro pero asegúrate de que eso sea para siempre.

—Si crees que me gustaría que me tocaras, estás equivocado, si lo quisiera ya estaría arrodillado frente a ti perdiendo la cabeza pero jamás sucederá. jamás.

Sus rostros totalmente cerca del otro. Sus respiraciones estaban tan diferentes. Uno respiraba lento y tranquilo pero el otro parecía estar bien. Su corazón estaba acelerado pero quería verse tranquilo.

Los ojos de Jungkook se tornaron hermosamente amarillos y le quedaban demasiado bien como para que una persona que lo detestaba lo aceptará.

—Estaba demasiado ilusionado contigo. — Era demasiado sarcástico como para tomarse en serio a Jimin mientras le ponía ahora sus manos en ambos hombros al rubio.

Pero este las alejó con rapidez mientras de su cabeza ya estaba que salía humo de lo enojado.

—¿No puedes mantener tus manos quietas?

—Perdón. Mi otro yo está desesperado por probar, dile que no. —Otra vez su sarcasmo.

—Prueba con alguien de tu raza. Infernal como tú.

—Las almas puras como las tuyas son más placenteras.

Jimin lo empujó pero Jungkook no se movió demasiado. Solo suspiró y sonrió burlón.

—¡Lárgate! Quiero ducharme y contigo aquí es peligroso. Quien sabe que harías.

—No eres de mi tipo, tu cuerpo no me excita.

Demasiado directo. Pensó Jimin. Solo se volteo hacia su locker. Dónde lo abrió de nuevo, tomó su cosas para su ducha y caminó hasta ellas sin olvidarse antes de volver a cerrar su locker.

Jungkook solo lo siguió con la mirada pero lo vio hacerle un gesto para que se fuera antes de quitarse la ropa.

—¡Fuera! No quiero verte.

El infernal le sacó la lengua de forma provocativa mientras se giraba hacia la puerta y salía por esta con orgullo, luego la cerró con fuerza.

Jimin puso los ojos en blanco y luego se quitó cada una de sus prendas. Quedando sin nada de ellas. Camino hasta la ducha. La encendió sintiendo luego el refrescante agua caer en su cabeza y bajar rápidamente por todo su cuerpo.

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑★

La hora del almuerzo para todo los científicos, cazadores y jefes llegó.

Cada equipo tenía su mesa donde todos almorzaban juntos. Jimin estaba en una con su equipo. Como jefe de cazadores. Todos comían con el como si fuera el chico popular pero es que realmente si lo era. Su grandes habilidades y su inteligencia lo llevo a ser un jefe insuperable. Reía y disfrutaba de su almuerzo con sus compañeros hasta que su diversión se terminó.

Jungkook estaba en la puerta observando cada humano que había ahí. Posiblemente estaba pensado en que los humanos eran el menú del día y no la comida que servían.

Su estómago rugió fuertemente, más fuerte que el de un humano. Y llevó una mano a este y caminó un poco hacia las mesas.

Se sorprendió cuando muchas mujeres se acercaron a el con su bandejas de comida.

Jimin lo observó con cautela.

Pero Jungkook no le importaba. Camino con las mujeres sin entender porque lo estaban invitando a su mesa a comer. Pero el como un caballero, acepto y se sentó junto a ellas. Sería raro si decía que no le gustaba que le dieran de comer en la boca como ellas lo estaban intentando. Jungkook río cuando ellas se peleaban por darle de comer y luego se sintió como se sentía su padre cuando lo veía ser alimentado por muchas mujeres en su trono. Se sentía un rey.

Es lo que deseaba. Ser un rey pero de su mundo.

La comida humana le daba asco pero la carne que le daban estaba algo cruda. Era buena suerte. En verdad debía consumir carne cruda pero hoy haría un excepción.

—Jungkook.. ¿Qué haces?

Las mujeres se voltearon a ver a Seokjin quien sostenía su bandeja de comida en mano mientras lo miraba confundido a la espalda. El peli gris se giró hacia el y sus ojos se entrecerraron mirándolo.

—¿Qué? Estoy almorzando como tú me pediste que lo hiciera.

—No de esta manera. Todo el mundo aquí te está mirando algo... Mal.

Era verdad. Todos los hombres estaban mirando celosos de su situación. Todos querían estar como Jungkook pero solo podían limitarse a ver con celos y enojo.

Jimin sonrío cuando todos los hombres lo miraban con ganas de matarlo por meterse con sus mujeres de esa manera. El rubio dejaría que sus compañeros le dieran una paliza aquel infernal que creía que este lugar era un paraíso para el.

—No tengo la culpa de que ellos no sean atractivos.

Las mujeres soltaron risitas por lo que decía Jungkook y Seokjin se sentó a su lado gracias al pequeño lugar que había pero antes pidió permiso para sentarse. Siendo respetuoso.

—Jungkook, has estado evitándome todo el día ¿Qué es lo que te sucede conmigo? Solo intento hablar contigo y me ignoras. ¿Hice algo malo? —La cercanía de Seokjin era tanta que sus hombros podían tocarse demasiado.

Jungkook no estaba incómodo. Nada le incomodaba. No podía sentir incomodidad. Así que estaba bien. Lo único en lo que no podía parar de pensar era en lo que habló con Jimin. Le gustaba a su supuesto mejor amigo.

¿Y todo por qué? Porque en los recuerdos de Seokjin podía saber el estaba enamorado de algo pero jamás se imagino que sería su mejor amigo de adolescencia el cual ahora estaba siendo reemplazado por Jungkook. Seokjin enamorado de Jungkook.

Apretó los labios y le hizo un gesto a las mujeres que podían irse. Todas ellas aceptaron y se alejaron dejándolos solos.

—Realmente te estoy evitando, Seokjin. ¿Pero tú no tienes algo que contarme a mi?

El rostro de Jungkook volteo a mirar a Seokjin y este último casi se quedó sin aire cuando la cercanía de ambos rostros era demasiado.

—No.. bueno. Nada interesante, solo que me caes muy bien. —El científico intentó levantarse de su lugar pero no fue así.

La mano de Jungkook tomó con fuerza su hombro y lo volvió a sentar para verlo cerca de nuevo. Sus ojos eran mucho más visible su color ahora que estaban muy cerca. Aquel color azul muy claro hipnotizaba demasiado como para dejar de mirarlos.

—Seokjin, no me gustan los secretos y tú me conoces, eres mi mejor amigo.

Jimin podía verlo todo y se alertó demasiado cuando el rostro de Jungkook se acercó al oído de Seokjin mientras no quitaba su mirada con malicia el rubio, sabía que lo estaba viendo.

Pero el día de suerte termino siendo de Jimin cuando volteo a ver el jefe Namjoon recibiendo su bandeja metálica de comida y en camino hacia una mesa. El rubio sonrío y se levantó. Llamó por su nombre con mucha fuerza y cuando esté se giró dudoso buscando quien lo estaba llamando.

Jimin sonrío victorioso cuando tuvo su atención y su mano se elevó señalando a Jungkook.

Todo el mundo paró de comer y miraron a Jungkook quien no podía creer en lo que se había metido. Estaba estático mientras Seokjin no sabía lo que pasaba estando de espalda a sus compañeros.

Namjoon dejó caer su bandeja cuando se sorprendió de ver a su secretario y uno de los mejores científicos traicionandolo frente a sus ojos. Sobretodo, estaba ignorando las reglas. Nunca se espero que alguien de modelo a seguir como Seokjin fuera a hacer semejante acto ante todo el mundo en una cafetería. En el único momento del día donde todos se reunirán solo para almorzar.

Jimin sonrío tan grande que su felicidad no podía dejar de salir por ella, también se la notaba en todo su rostro.

Nadie emitía una palabra. Solo se concentraron en mirar a Jungkook con sorpresa.

El infernal se alejó de Seokjin y su rostro no sintió la maldad. Sintió vergüenza cuando todos los miraron con miradas para nada buenas. Solo se burlaban al verlo así y soltaban risitas al ver la cara de sorpresa de Jungkook.

Vergüenza.

Hizo un pequeño pucherito y sus ojitos bonitos redondos se volvieron como los de un tierno perrito triste.

Sentía mucha vergüenza pero sobre todo su corazón latía fuertemente por esa situación se estar atrapado.

El rubio hizo un gesto a su equipo. Estos se levantaron para irse lentamente hacia la salida. Uno por uno hasta que el último parado era Jimin.

Jungkook paró con sus expresiones y su visón de depredador se movió rápido a Jimin quien le tiraba un beso, burlándose de que pronto iba a besar a Seokjin. Luego se alejó de ahí, no sin antes palmar la espalda de Namjoon.

Namjoon lo miró con enojo y arqueó una ceja al verlo en tal acto. Seokjin se dio cuenta de todo y se volteó.

Quizás no fue su día pero ambos estaba totalmente acabados.

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