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𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑 O11

"Mi ser entero sabe que debo proteger lo que esa vez toque con tanta fuerza."

Dos días antes de la revelación.

Jungkook corrió siendo jalado por la mano de Jimin, quien lo tomaba de la mano fuertemente. Escaparían del edificio desde la azotea, luego irían al apartamento de hoseok en otro edificio. Debían ser cautelosos.

Fue inteligente. Vistió al infernal con ropas oscuras y una capa negra e larga con capucha que le cubría la mitad del rostro. Solo dejando a la vista sus labios y un poco su nariz.

Esto ayudaría a qué no lo descubrieran en la noche oscura.

Jimin corrió jalando de su mano hasta la azotea. Luego recordó que traía su mochila en su espalda. Esta tenía armas cortantes, cuerdas y una ballesta. Bajarían por la azotea a través de una cuerda. Sería algo peligroso pero no saldrían por las salidas de los apartamentos, sería peligroso. Seguro estaba buscándolos.

Ajusto la cuerda en algún lugar resistente y tiro de ella asegurándose de que fuera resistente.

Corrió hasta orilla de la azotea. Observó hacia abajo pero no hizo nada más que mirar.

El infernal solo se quedó mostrando solamente su sonrisa cuando lo vio siendo tan inteligente y en acción.

—Rápido. Tenemos que bajar. Seguro vienen por ti.

Jungkook extendió la mano y Jimin la tomó luego acercó a el delicadamente como si fuera un rey siendo protegido por un guardia. El infernal tomó la cuerda y comenzó a bajar por ella lentamente. Debía llegar al suelo. Le tomo un largo tiempo hasta que tocó el suelo y después observó como Jimin se lanzaba tomando la cuerda.

Tenía que admitir que fue más rápido que el al bajar. Llegó lo más rápido a suelo y luego cortó la cuerda con un cuchillo.

Tomó nuevamente la mano de Jungkook y corrieron por los exteriores, lejos de las luces que vigilaban los espacios libres del lugar.  Se ocultaron detrás de una pared y luego se agacharon. Caminaron en pasos rápidos, uno atrás del otro. Luego le hizo una seña para que se quedara en su lugar a aquel infernal, el cual asíntio.

Jimin atacaría al guardia de seguridad antes de ser descubierto. Camino lentamente por detrás de su espalda hasta que lo estuvo suficientemente cerca. Con una cadena, rodeó todo su cuello y ejerció fuerza para asfixiarlo. Luego de un tiempo logró que el guardia cayera al suelo.

Volvió hacia el infernal y tomó su mano nuevamente, guiando su camino hasta donde debían llegar.

La puerta del apartamento se abrió, dejando ver a un Hoseok preparado para la acción. Su traje estaba listo como el y los demás compañeros que estaban dentro.

—Jimin, creí que había sucedido algo.

Taehyung lo abrazó y luego estrechó su mano con Jungkook. Hoseok y Yoongi repitieron la misma acción. Estaban orgullosos de aún seguir juntos.

Sabían que Namjoon estaba haciendo que los nuevos cazadores cazaran ahora humanos que rompían las reglas y por la noche cazaba a todos aquellos que estuvieran en la oscuridad.

—Mierda, ¿realmente Namjoon piensa hacernos esto? Creí que era un tipo diferente.

—Que crees.. seremos experimentos pronto. —Jimin se quitó su gorro de su cabeza para luego luego verificar si su arma cortante seguía sostenida en su pierna.

—Esta enloqueciendo.

Yoongi observó desde el balcón los exteriores. Solo habían cazadores distintos a ellos. Realmente no se esperaba que Namjoon solicitará ahora cazadores teniendolos a ellos. Eso dolió.

Ya no confiaba en ellos. Y ellos en el tampoco.

Jungkook sorprendió a todos. Se inclinaba hacia adelante. Le dolía algo pero aún si intentaba mantenerse bien.

—Necesitamos crear un plan. Hay que escapar, no quiero morir aquí. —Tae estaba preocupado, tomó asiento en el sofá y se tomó la cabeza.

—¿Sabes por qué tenemos que morir? —Hoseok intento mantenerse tranquilos. No quería volverse desesperado.

—La sangre de un infernal puede llevarnos a la muerte. Namjoon aún no lo sabe, cree que es fácil por eso pone a prueba los humanos que desobedecen.

—Ya he visto como lo ha intentado.

Todos voltearon a ver a Yoongi, quien se cruzó de brazos y volvía hacia ellos.

—Tienes que estar jo..

—Es en serio. Utilizó un humano con la poca muestra que tenía.

—¿Sabes que sucedió luego?

—Esta muerto.

Jungkook fue quien respondió ahora. Todos regresaron su mirada a el, quien se sostenía su abdomen como si algo dolería.

—¿Estas bien, cariño? —Jimin se agachó a su altura. Su amante estaba sentado pero intentado sentirse bien pero le dolía un poco su cuerpo.

El contrario negó un poco.

—¿Podemos ayudarte en algo? —Taehyung se notó algo preocupado. Estaba empezando a llevarse bien con desde que supo que hacía sentir bien emocionalmente a su mejor amigo. Y como todo mejor amigo, siempre buscaba la felicidad de este.

—Hay algo que pueden hacer. Quiten todo lo relacionado a la religión que creen. Ya saben lo que me refiero. No quiero mencionar. Hace que duela. ¡AHORA YA!

Todos asintieron y luego buscaron en sus bolsillos sus santos rosarios. Tenían que romperlos pero Hoseok estaba algo indeciso. Después de todo el tenía aquella religión debía a su madre. Pero tenía ahora que pensar en su vida. Debía vivir y no morir como su madre le decía en sus sueños.

No quería romper su santo rosario pero luego decidió que era vivir por su madre y por el.

Los cuatro cazadores arrojaron sus collares al suelo y luego los rompieron con sus pies. Estos se hicieron trizas. Y luego Jungkook los invito a ser parte de una ronda de poder.

El infernal arrojó las cosas que habían en la mesa y luego tomó asiento. Invito a los demás hacer lo mismo.

Jungkook extendió sus brazos para que tomaran sus manos, Taehyung y Jimin, quienes estaban a cada lado suyo sentados.

Jimin no dudó y con una sonrisa tomó la mano de Jungkook. Seguro y decidido sin miedo. Taehyung desconfío un poco, solo le tomo minutos mirar su mano y luego al infernal que le sonreía cálidamente para que pensara que todo estaría bien.

—Yo.. confio en ti por Jimin.

—Yo confio en ustedes por haber escuchado a mi ángel. —Jungkook sonrío amable y luego unió su mano con la de Tae.

Todos los cazadores, excepto Jimin, soltaron pequeñas risas por el apodo al rubio. Querían reír un poco más.

Jungkook borró su sonrisa y lo vio confundido. Jimin solo parecía no querer ser parte de eso cuando el azabache obtuvo sus ojos negros mientras apretaba la mano de Taehyung con mucha fuerza inhumana. Un poco más y podría fracturarla pero lo soltó cuando el mismo soltó un quejido fuerte.

Los dos cazadores voltearon a ver los demás pero estos dos también dudaban. Tomaron asiento. Yoongi a lado de Tae y Hoseok a lado de Jimin.

Jimin asíntio para ambos. Y ambos cazadores dudosos tomaron las manos de sus compañeros.

Solo faltaba que el circulo de cerrará. Debían tomarse la mano los dos últimos cazadores. Y así fue.

En menos de un minuto comenzaron a sentir extraños sus cuerpos pero no lo suficiente. Eso era porque el apartamento de Hoseok contenía crucifijos en las paredes. Pero Jungkook se negó a que estos le quitan la energía negativa en el.

Logró que los crucifijos se voltearon y se volvieran invertidos lentamente.

Sonrío malicioso y luego sus ojos se volvieron negros. Estaba sintiendo las almas de los humanos. No estaban manchadas, eran blancas y puras pero Jimin estaba en color rojo. Eso no era algo malo cuando su alma estaba conectada a el.

Los demás eran los que importaban. Tomaría sus energías y las volvería negativas para darles poder de resistir. El efecto de tener alguien poderoso dentro suyo duraría horas y luego estos lo expulsarían.

—VOCATIO AD MALUM. (Llamada al mal.)

Jimin lo miró de reojo luego que su infernal comenzaba a hablar en un idioma extraño.

De repente muchas sombras con sonrisa grotescas y ojos blancos caminaron hacia ellos. Los rodearon en un círculo mientras los señalaban.

—¡Cierren los ojos! —Jungkook indicó el primer paso.

Los cuatros humanos algo asustados cerraron sus ojos y apretaron sus manos. Eso permitió que un gran pentagrama invertido se dibujara en la mesa y comenzará a manifestarse un tablero con una objeto hecho de madera con la forma de un ojo de color rojo y su pentagrama invertido dibujado en el. Era un ente maligno que se encargaba de aceptar a los humanos para darles poder pero primero debía observalos. Este ente en forma de ojo era poderoso pero tenía que saber dominarlo antes de que te dominará a ti.

El ojo comenzó a moverse lentamente en círculos y luego se acercó a Jungkook, quien se lo observó fijamente.

—Yo te llamé, yo te estoy mandando. Acepta mis decisiones. No puedes negarte a mi. Soy tu creador y te trae al mundo. Yo soy tu amo y tú rey. Haces lo que te pido y no puedes negarte. Yo soy al que debes escuchar.

El ojo comenzó a girar en su lugar con gran velocidad. Estaba queriendo negarse a Jungkook pero debía dominarlo.

—Yo soy tu mejor amo. Nadie mejor que yo sabe cómo tratarte. Eres el que debe seguir mis decisiones sin negarte. No tienes derecho a negarte.

El infernal intento llenar la mente del ente con su manipulación hasta que finalmente lo logró. Este se detuvo. Dejó de girar y se dejó convencer.

Las sombras comenzaron a señal con sus manos el ojos mientras esté se movía por la mesa en busca de su víctima.

Los humanos sentía un frío enorme pero no podían rendirse. Intentaban mantener sus manos fuertemente agarradas pero algo siempre intentaban soltarlos. Era un truco sucio para hacer que todo salga mal. Pero si salía mal, podían morir.

Sus cuerpos comenzaron a sentirse extraños ahora pero más que antes.

Jungkook volteó a ver a las sombras que miraban a este con una sonrisa gigante y sus ojos blancos. Se acercaron más a ellos aún sin romper el círculo que formaban a su alrededor.

Aún luchaba por mantener sujetado las manos de Tae y Jimin con fuerza. Pero algo no estuvo bien.

El ojo que había invocado se rehusó a seguir sus órdenes cuando supo quién era Jungkook en realidad. Con su mirada inclinada al ojo que volvía hacia el, supo que estaba siendo rechazado.

—¿Por qué-

"No estás a la altura de pedirme un favor. Solo mírate. No creo que pueda seguir tus órdenes." Aquel ojo se comunicaba en su mente. Y suspiró.

—¿No puedes darme lo que pido? ¿Por qué?

El ojo no quiso responder. Decidió mostrarle lo que en realidad sucedía.

Este se movió verticalmente hacia el otro extremo de la mesa. Frente y lejos a el, había una silla sin ocupar pero fue ocupada al cabo de un segundo. Sus ojos se sorprendieron al verse a si mismo sentado frente a el en la distancia. Su yo tomaba las manos de Yoongi y Hoseok, como si estuviera en el círculo también. Este mismo sonrío malicioso antes Jungkook.

Era una réplica de el mismo con la diferencia de que su cabello era oscuro como la noche, su cuello contenía un collar de cadena, luego también sus brazos, manos, torso. Estaba adornado de cadenas y su rostro se veía malvado. El ojo giró en lugar donde estaba, justo frente a su doble.

Era aquel ojo solo demostró su yo interior.

—¿Puedes verme ahora? No solo estoy en ti, si no, debo esconderme. Me sorprende que tu padre no te enseñará esto. —Su otro yo finalmente habló y sujetó fuerte las manos de los dos humanos.

—¿A que se refería a no poder darme lo que pido?

—¿Aún no lo sabés? Tu padre los falló. Siempre pidió por ellos pero jamás le devolvió lo que tanto querían, su alma. No solo tu imagen está sucia por ser su hijo, también tus raíces.

Su gemelo le contó todo pero aún si tenía algo más entre labios.

Jungkook negó rápidamente. Maldito.

—¿Sabes de lo que dicen? Ojo por ojo. —Su gemelo sonrío y luego observó al ojo de la mesa.

"Tu padre me falló. Cree que no puedo pedir a cambio un alma cuando doy mi poder. El nos necesito un momento y como un perdedor nos falló sin pagarnos a cambio su alma. Ya sabes de lo que dicen ahora ti. Un hijo decepcionante sin sus poderes y emociones."

—¿Por culpa de mi padre ya no puedo ser escuchado por entes poderosos como tú? Tiene que haber una forma.

—¿Por qué quieres este poder para ellos? Creí que era para ti. —Volvio a hablar su yo idéntico.

—Es para mí y para ti. Creí que podía darles el poder de salvarlos mediante la fuerza y resistencia que le brindaría luego de esto.

"Recuerdo a tu padre, pidió por lo mismo pero me es difícil darte a ti algo igual siendo su hijo. Siento que no te lo concederé."

—¡Intentalo! —Vocifero el infernal.

—Si me aceptas como parte de ti, puede que el cambie de opinión. Después de todo, tu y yo somos iguales. Eres un infernal sin muchos poderes a diferencia de los demás. La verdad es que aún no me has dejado ser parte ti y por eso, no eres el infernal que debes ser.

Jimin soltó un quejido de dolor cuando sintió como apretaba su mano. Estaba en un problema. Si no se apresuraba, las sombras podían consumir a los humanos.

"Es una buena estrategia. Tu yo interior nunca fue descubierto, te estoy dando una oportunidad de cambiar tu yo. ¿Quieres el poder? Aceptate a ti mismo y entrégame un alma para devorar. No me iré con las manos vacías como tu padre me dejó ir hace mil años."

Apretó los labios. No sabía quién podía entregar para que aquel ente se devorará para entregar su poder. Tenía que pensar rápido.

Volteó hacia Jimin. Luego besó la unió de sus manos. No quería hacerlo. No era justo para el pero lo vio sonreír feliz sin abrir sus ojos. 

Aquella sonrisa hermosa que lo hacía sentirse bien con solo verla.

—Te entregaré un alma a cambio del poder maldito que me entregues y mi yo interior.

Su gemelo sonrío nuevamente mientras su ojos se volvían en una posición de tres blancos, siendo una mirada intimidante.

"¿Estás de acuerdo?"

El ojo observó a su gemelo quien asíntio sin dejar de mirar a Jungkook. Soltó las manos de los humanos y caminó hasta Jungkook. Se posicionó detrás de el.

"Mi trabajo está hecho. Pero nunca olvides lo que debo decirte antes." El ojo se movió hacía Jungkook y lo observó. El contrario lo escuchó atentamente.

"Nunca olvides que eres hijo de un demonio que no es bien visto, no solo eres hijo de Asmodeo, también eres mi hijo por ser expulsado tan salvajemente de esa manera. Solo quiero que sepas que estás destinado a ser un rey. El trono de tu padre te pertenece pero el no quiere que lo seas, lucha por tu destino, Jeon Jungkook. El poder es tuyo."

Aquel ojo se vio a el mismo derramar una lágrima al tener que ver uno de sus nuevos hijos ahora tan solo en un mundo desconocido para el. Tenía muchos hijos nuevos como Jungkook. Infernales que fueron expulsados de su familia. Técnicamente los adoptaba luego de examinar sus almas.

El ojo volvió al centro de la mesa y Jungkook sabía que debía partir. Aquel ente no solo era bueno con el, también con los humanos que habían confiado en Jungkook. El ojo lo miró sin moverse de su lugar y luego desapareció.

—Yo estoy preparado para seguir tu destino. —La palma de su yo interior se coloco en su hombro y Jungkook sonrió.

—Crei que me odiabas desde esa vez que prometí no dejarte salir cuando golpeaste fuertemente a mi hermano por error.

Su gemelo río bajito. Recordaba eso. Fue gracioso pero también tuvo que disculparse.

El rostro del infernal fue tomando con brusquedad y sus labios fueron víctima de un beso de su gemelo.

Luego de aquel beso, todo volvió a ser como antes. Las paredes del apartamento estaban de color sangre y rápidamente se volvieron blancas.

Las sombras se esfumaron y luego el gran pentagrama invertido de la mesa desapareció. Su yo gemelo se esfumó pero un collar de cadena apareció en cuello en referencia a su yo interior.

Los cazadores cuando se sintieron abrieron sus ojos y observaron hacia todos lados. Sintieron como si estuvieran congelados en el tiempo.

El cuerpo de Jimin cayó al suelo luego de soltar entre todos sus manos. Y los labios de Jungkook dejaron escapar demasiada sangre de ellos. Su mentón se comenzó a bañar en sangre por producto de sus labios que no podían dejar que la sangre dejara de salir.

Los tres cazadores se alertaron ante eso.

—¿Estás mucho mejor? —Jimin estaba recostado en el sofá mientras se tomaba su cabeza. Le había dolido mucho.

—Si, estoy mejor.

Jungkook caminó hasta un espejo. Su reflejo estaba distinto. Cómo si dos personas iguales se mirarán pero a la vez se veía distinto. Su cabello en el era azabache. Luego volteo a ver a Jimin, quien estaba mejor y rápidamente pregunto que sería de ellos ahora.

Con el poder del infernal en todos sus cuerpos. No se sentían diferentes. Hasta dudaron del infernal.

Pero el infernal nunca se quedó atrás. Tomó un cuchillo y caminó hacia Taehyung. Le tomó la mano y luego cortó su palma profundamente.

El contrario se sorprendió a no sentir dolor y luego vio como su herida se sanaba como si nada hubiera ocurrido.

Alguien más dentro de ellos estaba recibiendo el daño por esas mismas razones ellos no sentían el dolor y la sanación era exitosa sin tener su sangre dentro de su cuerpo.

—El efecto y poder durará unos días. No serán regenerativos todas sus vidas hasta la muerte. Tiene un tiempo.

—Debemos apresurarnos. Debemos acabar con lo que hace Namjoon.

De pronto. Escucharon gritos desgarradores fuera de los edificios. ¿Estaban asesinando?

Se acercaron al balcón los cinco y observaron perfectamente como los cazadores le cortaban el cuello a dos científicos. Se voltearon para no ver lo que habían presenciado pero Jungkook no se volteó. No tenía asco de ver eso.

Un intercomunicador se encendió en el exterior del laboratorio.

"Busquen a todos los que debemos castigar por sus desobecencia. Ahora de iniciar el proyecto revolución con ellos. La sangre los espera compañeros."

La voz del jefe estaba totalmente emocionada y luego el intercomunicador se apagó.

Todos los cazadores distintos salieron corriendo con armas para buscar más víctimas.

Nadie quería ser experimento de Namjoon por ese mismo motivo buscaban escapar como sea. Era escapar o morir con una sangre desconocida en sus venas.

Se observaron entre ellos y luego sabían que harían. Para salvar a todos debían entregar a Jungkook, quien dolorosamente se ofreció mientras los demás buscarían la manera de ayudar a escapar a todos.

Jimin insistió que no lo hiciera pero sino lo hacia, el rubio podía ser castigado por estar con el en un amorío y no quería eso.

𝐏𝐔𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐑

Caminaron los cinco por los pasillos mientras Jungkook destrozaba las cámaras de seguridad con su poder mental.

—Taehyung, Hoseok, busquen la manera de abrir las murallas. La sala de seguridad debe estar en el quitó piso. Tomen el ascensor.

Ambos asintieron hacia Jimin y luego corrieron juntos.

—Yoongi puedes buscar a Seokjin, tráelo con nosotros.

El nombrado estuvo de acuerdo y emprendió su búsqueda.

Solo humano y infernal eran los únicos que se observaban. Uno estaba apenado por qué debía hacer mientras el otro no quería que se fuera.

—Estare bien. Tengo un as bajo mi manga.

Jungkook intentó tranquilizar al contrario pero este se negaba. Solo pudo responder con un abrazo. Sus mejillas se mojaron. No quería que le sucediera nada malo a la única persona que tenía tan románticamente.

—Hey, no debes llorar. Te prometo que saldré de esta. Me siento fuerte y mucho más contigo ahora. —El infernal secó sus lágrimas con sus pulgares mientras le regalaba una sonrisa cálida.

El rubio le robó un pequeño beso y luego se separó. Ambos estaban frente a la oficina de Namjoon.

Jungkook intentó avanzar pero su cintura fue agarrada por el rubio quien lo volteó dandole otro beso más pero este fue más romántico. Cuando se separaron el contrario acarició sus dorados cabellos y finalmente se formó de energía negativa para luego entrar a la oficina pateando la puerta.

Namjoon se volteo con una copa en su mano y lo miró serio.

Seokjin estaba sentado en el asiento frente al escritorio, de espaldas a Jungkook pero luego giró lentamente. Y enseñó su jeringa vacía.

—Te estamos esperando. Sobre todo a tu sangre.

Namjoon sonrío orgulloso cuando sintió como el conejito venía a su jaula sin que lo intentarán atrapar.

—¿La quieres? Bien.

Caminó quitando su capa y luego miro a Seokjin sin una pizca de compasión. Extendió su brazo sobre el escritorio.

—¿Tan rápido? —El científico solo estaba jugando a ser sarcástico. Pero no funcionaba.

—Hazlo.

La aguja se acercó a su brazo y luego paro. Eso lo confundió pero se sorprendió cuando la puerta se abrió bruscamente y cazadores aparecieron de ella.

Corrieron hacia el y lo tomaron de los brazos. Lo recostaron violentamente sobre el escritorio y trato de resistirse pero un golpe en su rostro lo dejó algo perdido.

—Quita una buena cantidad, Seokjin, quiero examinarla bien.

Namjoon preparó su microscopio en una mesa pequeña y luego Seokjin se acercó a Jungkook. La aguja está vez nunca llegó a su brazo fuerte. Está vez fue directamente a su cuello, dónde dolorosamente para el contrario hizo que soltará un grito de dolor. Observó de reojo como extraía una buena cantidad de sangre oscura y brillante como la muestra que contenía aquella jefe, el cual observó sorprendido y luego se emocionó.

Tomó la jeringa que Jin le entregó. Luego puso un poco de la sangre en su microscopio para observarla. Soltó un gesto de sorpresa y admiración. Sintió nuevamente que tenía el poder cuando observó aquellas células regenerativas jugar, llendo de un lado a otro curando sin descanso. Lo malo era que los glóbulos solían morir al cabo de cinco segundos al salir del cuerpo.

—Es perfecto.

Seokjin observó mejor a Jungkook quien poco a poco comenzaba a dejar sus colmillos a la vista.

—Recuerdo que estabas en tu jaula y ahora eres un falso mejor amigo para mí. ¿Así que querías ser un científico? Confíe en ti y ahora me pagas borrando mis recuerdos pero adivina qué.. ya volvieron conmigo.

—Era sabido que los tendrías de regreso. Es por eso que todos me buscaban también. Todos comenzaron a recordar. No solo mi sangre importa, también quieren encerrarme de nuevo ¿verdad? Hagan lo que quieran. Nada me mataría.

Seokjin río falsamente y luego se inclinó hacia el.

—Me sorprende que Jimin no te haya atrapado como le propusimos que lo haga. Parece que la nota era cierto. Tu y Jimin juntos en un sucio amorío. Por tu estúpida culpa el también será el primero en probar tu sangre.

Jungkook río malicioso en su cara. ¿Creen que Jimin puede morir? Ya condenó a Jimin a la inmortalidad si el rubio lo deseaba.

—Mientras ustedes piensan en que pasos deben dar, yo ya di muchos pasos incluso hasta el final del camino.

El científico se enfadó. ¿Quien se creía? Sucio infernal. Golpeó su mejilla y eso provocó que la boca del contrario se volviera roja por su sangre que teñía sus colmillos.

El infernal escupió su sangre en el rostro de Seokjin. Y rápidamente sonrío orgulloso.

—Ten cuidado Seokjin. Quizás mi sangre te mate.

—Quizá pero el primero en morir puedes ser tu.

Seokjin sacó un santo rosario de su bolsillo y se lo mostró, balanceando el collar de un lugar a otro.

El inmortal se volvió serio y luego lo miró con cautela. Si colocaba eso en su frente, lo quemaría.

—Dicen que quema ¿es verdad? El libro de religiones que leía debe servir de algo. Ya no eres tan desafiante, eh.

El científico colocó sin una pizca de suavidad, el collar en la frente del ser, quitándole un fuerte grito. Le quemaba, le quemaba demasiado. Quería que parará.

Jimin, quien corría por los pasillos en busca de algo más, chocó contra la pared mientras se tomaba la frente y se quejaba demasiado. Entonces comprendió que le estaban haciendo daño a su otra mitad. Se enojo cuando el dolor paró y rápidamente corrió de regreso.

En la oficina, Namjoon preparó la sangre en un recipiente. Con ella intentaría a un humano. Estaban listos para el proyecto pero primero debían encerrar al infernal para su fuente de sangre.

Hizo un gesto para que se llevarán al infernal a la jaula de una habitación preparada especialmente para el.

—Gracias a ti, Seokjin por decirme que era un infernal y no un científico. Pagará caro por engañarnos. —Namjoon palmo la espalda de Jin y sonrió cálidamente.

—Gracias a ti por creerme Namjoon, aunque también tuvimos una buena prueba de que el era un infernal, gracias a la libreta que escribí en mis recuerdos. Logré recuperarla de las manos de ese infernal.

Ambos miraron como el infernal era arrastrado hasta fuera de la oficina y directo a su nueva jaula.

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