LONDRES, INGLATERRA

15 de octubre 2020

Bajo las escaleras rápidamente y voy directo al comedor de dónde se escuchan algunos cuchicheos. Al entrar me encuentro a los hermanos Havertz desayunando.

- Buenos días. - Sonrío mirando a mis dos amigos. - ¿Qué hay de desayuno? - Pregunto y me siento en una de las sillas que hay disponibles.

- Hot-cakes. - Mencionó Danny. - Yo los hice porque Kai incendia la casa si lo intenta. - Suelto una carcajada junto con mi mejor amiga.

Danny se pone de pie y va la cocina por mi plato de desayuno, mientras me quedo charlando con el tonto de Kai.

Ayer, después de ir a ese restaurante, Kai tuvo la idea de recorrer la ciudad, todo para que conozca un poco más la ciudad. Más tarde volvimos a casa y acompañamos a Kai al entrenamiento del Chelsea, me presentó con algunos de sus compañeros, pero soy pésima para recordar nombres.

Danny vuelve a la cocina con mi desayuno, le contesto un simple "gracias".

- Rebeca me contó todo lo que pasó en el evento de Madrid. - Asiento. - Y me dijo que hay un chico interesado en ti. - Rodo los ojos.

- Uy, Chlóe, ¿nuevo novio?, ¿quién es para darle el pésame? - Fulmino con la mirada al alemán y Kai suelta una carcajada.

- Investigué a tu chico y dos tres, lo apruebo para ti.

- Danny. - suspiro. - Recién lo conocí, además no estoy interesada en él, ni en ningún otro chico.

- Ajá sí, haré como que te creo. - Interviene Kai. - Pero no fuera ese tal Sergio... - Abro los ojos como platos mirando a Kai. ¿Cómo es que él sabe eso? Danny está igual que yo, no hay forma que Kai esté enterado de eso. - Hace mucho tiempo escuché como le contabas eso a Danny. - Kai simplemente se encoge de hombros y sigue comiendo su desayuno.

No digo nada, el resto del desayuno es en completo silencio. Siempre evito tocar este tema, porque, aunque han pasado años, me sigue doliendo.

Sergio fue mi primer novio, el primero y el único. Con él experimenté cosas nuevas, me sentí completa todo el tiempo que estuve a su lado. ¿Ahora?, ahora soy una persona incompleta.

Kai se despide de nosotras, esta vez tiene entrenamiento por la mañana. Me quedo con Danny y entre las dos lavamos los trastes.

- ¿Estás lista? - Pregunta Danny y alzo una ceja. - Iremos al entrenamiento del Tottenham, Sonny quiere verte y Emilia estará allí también.

Las últimas palabras fueron un balde de agua fría, no, no puedo ir a ese lugar. No puedo porque él estará ahí. Danny conoce lo sucedido con él, pero no sabe su nombre ni mucho menos lo conoce en persona. Cuando conocí a Danny, lo de Sergio ya era "pasado".

- ¡Chlóe! - La voz de Danny me saca de mis pensamientos. - ¿Escuchaste lo que te dije?

- Eh... - Danny suspira y niega.

- Que Sonny quiere verte, esta noche harán una fiesta y nos invitó. Necesito que vengas conmigo, no quiero que Kai haga preguntas.

- ¿Kai sigue sin saber de tu relación con Sonny? - Pregunto.

- Sí, no sé cómo decírselo. Sabes que Kai es un celoso, no quiero que incomode a Sonny con sus preguntas.

Después de esa pequeña charla subo a la habitación y saco un bolso, meto lo necesario y vuelvo a la primera planta de la casa. No quiero ir a ese lugar, pero ¿Qué excusa le invento a Danny? Soy pésima mintiendo y si lo hago mi amiga se dará cuenta. Dudando salgo de la casa, me subo al asiento del copiloto y Danny del lado del conductor. Mi amiga conduce hasta que nos alejamos de la casa.

Durante el camino juego con mis manos y trato de pensar en una buena excusa para evitar llegar al sitio. Quiero mucho a Sonny, pero no sé si estoy lista para tener a Sergio frente a mí.

- Danny, creo que me hizo daño algo, lo mejor es que vuelva a casa... - Coloco mi mano sobre mi estómago y hago una mueca de dolor, todo para que se vea muy creíble mi actuación.

- ¿Qué?, pero si yo hice el desayuno, bueno, podemos pasar al médico antes. Le mando un mensaje a Sonny. - Danny detiene el auto y saca su teléfono celular de su bolso.

- ¡No! - La miro. - Mejor después, sí, más tarde.

- ¿Estás segura? - Asiento y mi amiga me mira dudando.

Bien, mi mentira se fue a la mierda. Danny siguió conduciendo mientras en mi interior quería morirme.

Miro con asombro lo lujosa y moderna que es la ciudad deportiva del Tottenham. Danny estaciona el auto mientras tomo aire tratando de tranquilizarme. Tranquila Chlóe, no es necesario que te encuentres a Sergio.

- ¡Amor! - Danny corre a los brazos de su novio, este la recibe con un cálido abrazo y se besan.

Que hermosa pareja hacen, sin duda, mi shipp favorito.

- Ay no, chicos, Danny ha vuelto. - Bromeó un chico moreno riendo, yo solo lo miro sin expresión alguna.

- Cállate, Dele. - Danny lo mira mal. - Te extrañé mucho mi amor. - Danny besa a su novio otra vez.

- Pero si lo viste hace dos días. - Vuelve a mencionar el mismo chico moreno.

- ¡Puta madre, cállate Dele! - Mi amiga golpeó su hombro y se queja. - No es mi culpa que seas un amargado y no tengas novia, idiota. - Sonny ríe por la escena que interpretan su novia y mejor amigo.

- ¡Chlóe! Que sorpresa verte por aquí - El jugador coreano me recibe con un abrazo al que correspondo.

- Chino adorado, te eché mucho de menos. - Me río y Sonny remeda. Él odia que le digan chino.

- Dele, ella es Chlóe, mi mejor amiga. Y Chlóe, él es Dele, el idiota más idiota.

- Un placer, Chlóe. - Dele estrechó nuestras manos y le dedico una sonrisa.

- El placer es mío, Dele. - Él me devuelve el gesto y nos miramos por unos segundos.

- ¡Sergio! - Mi cuerpo se estremece y un escalofrío lo invade al escuchar ese nombre.

- ¡Sonny! - Él le responde. Mi vista se encuentra con Sergio, que saluda a Sonny con un abrazo de manera eufórica.

No puede ser, no puede ser. Mis piernas tiemblan y todo mi cuerpo, mis manos sueltan un sudor. Nuestras miradas se conectan y su sonrisa se borra de su rostro, después de años lo tengo frente a mí.

Todos los recuerdos vividos con él invaden mi mente, hasta la última vez que lo tuve a mi lado. Incluso las noches que pasé en vela llorando por su culpa, siento una mezcla extraña de sentimientos.