Título: Drift Away
Autor: -Toorx_Hxgakure
Género: Fanfic/Songfic
Prólogo hecho por: MareDrews

Lo recordaba con una extraña claridad, ese día hace diez años la marcó de por vida.

Era su mejor amigo, con quién compartía todo, secretos, risas, lágrimas, confiaba ciegamente en él. Siempre feliz de verlo, feliz de hacerlo sonreír, pues con tan solo catorce años Pacífica Noroeste era muy feliz con Dipper.

Lástima que el destino tuvo otros planes para ellos.

Siempre retumbó en su memoria el triste recuerdo, cuando vio que Dipper se iba, que caminaba lejos de ella, no detenía y tampoco daba señales de querer hacerlo, y ella solo pudo, con una sonrisa verlo felizmente alejarse.

Pacífica esperó, en su mente se convencía de que él regresaría cuando menos se lo esperara, pensaba que si era paciente y mantenía una pequeña llama de esperanza en su corazón él volvería. Lo esperó días, semanas, meses, años, una década, pero Dipper no volvió.

Y cuando se dió cuenta de la cruda y triste realidad, todo el cariño que había reservado para ese joven que en algún momento amó, se marchitó. Fue triste darse cuenta que había desperdiciado diez años de su vida esperando por alguien que no volvería, fue triste recordar las lágrimas que derramaba en las noches siguientes a su partida por el incesante dolor en su pecho, dolor que le recordaba que él ya no estaba ahí; fue triste sentir la soledad de ya no tenerlo a su lado.

Sin embargo, jamás contó con lo que venía.

Un día, común y corriente, monótono como todos desde hacía diez años, él apareció.

Por un instante sintió que su mundo volvía a tomar color, la gran felicidad que ella creyó haber perdido hace tanto tiempo regresó a ella envolviendola en un sueño color de rosa, quiso gritar de la emoción, llorar de la alegría; incluso sintió enojo consigo misma por haber perdido toda esperanza, y fue ahí donde la realidad la golpeó.

Dipper Pines estaba allí, tomado de la mano con quién era su esposo, y sabía que estaban casados por los anillos que cada uno llevaba en su dedo anular de la mano izquierda, mirándose con cariño y amor, mientras que un pequeño niño sonreía con alegría: su hijo.

El corazón de Pacífica se rompió, se hizo añicos en el momento en que se dió cuenta que su espera había sido en vano, pues a él nunca le interesó volver. Y ahora todo el amoe que había guardado para Dipper por esos diez años de espera de convirtió en amargo y profundo odio.

Pacífica Noroeste le haría pagar a Dipper Pines cada segundo de su abandono, pagaría con creces la soledad que sintió y las lágrimas que derramó, pero le daría en donde más le duele; no tomaría la venganza en contra de su esposo Bill, ni siquiera contra el propio Dipper, sino contra su hijo Cameron.

Era turno de que él sufriera todo lo que ella sufrió.