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𝟎𝟐

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ᴀʀᴄᴏ ᴜɴᴏ ——— ❛Está es la academia UA.❜
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Omnisciente.
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Los párpados de Ava se removían de forma constante. De fondo no se oía más que un silencio en su residencia y ella apretaba las sábanas como si intentara de escapar de alguna pesadilla que la mantenía abrumada. No fue hasta que recuperó el aliento que logró despertar con la mano en el pecho sin casi recordar lo que la perseguía en sus sueños—, no era constante el hecho de que ella tuviera pesadillas, pero había siempre una en específico que aunque fuera borrosa, volvía a ella como un tipo de presagio en sus noches más tranquilas—. Respiro hondo y no tardó en quitarse las sábanas de encima, buscando el calor del sol que se adentraba por la ventana. Restregó sus ojos y oyó algo de música que provenía por el pasillo, para Ava no sería sorpresa que su hermana estuviera poniéndose cómoda en su nuevo hogar, así que se levantó para preparar su rutina de la mañana. Y era más emocionante, porque estaba en Japón.

Se asomó por su tocador, mirando a través de la ventana la otra ventana—, parecía ser un cuarto varonil—. Le causó mucha curiosidad, pero cerró la ventana y le cubrió con sus cortinas. Estaba un poco ansiosa, hoy iría a la academia UA y conocería lo que sería su nuevo lugar de estudios. Ava era una persona muy responsable en lo académico, al punto de mantener unas notas impecables, sin embargo la academia UA la ayudará a utilizar su don de una manera más coherente y determinada, pues era claro que Ava no tenía una base fuerte de su don. El origen de su don era desconocido y el de su familia adoptiva no tenía nada que ver con el suyo, así que era difícil ayudarla o entenderla en sus habilidades. Se alistó, colocándose un atuendo bastante casual y bonito. Ava era muy vanidosa, no podía salir de casa sin sentir que lucía bien, era algo que la caracterizaba de una forma profunda con su personalidad.

—¿Por qué no me sorprende que estés despierta tan temprano?—se cuestionó Kyomi cuando noto a Ava salir de su habitación.—Imaginé que no pudiste dormir de la emoción.—artículo de una manera reacia como sarcástica.

—¿Por qué no me sorprende que no se haya roto un cepillo con ese espantapájaros que tienes en la cabeza?—cuestiono Ava, algo sarcástica, creando en Kyomi seriedad.

—No comprendo cómo puedes estar tan emocionada, empezaremos de cero, ni siquiera conoces bien el idioma.—comentó Kyomi, algo preocupada, caminando con Ava por el pasillo.—No quiero que te molesten.—añadió.

—Kyomi, no puedes juzgar a personas que ni siquiera conoces. Aprenderé, además... te tengo a ti.—musitó Ava en su respuesta, sonriéndole a la joven de cabello oscuro y ojos verdes que bufó.

—Basta.—pidió, alejando a Ava cuando noto la cercanía de su hermana adoptiva menor, a quien le resaltaban pecas por todos lados.

Siempre se habían llevado bien—, desde que Ava ingresó a la familia, Kyomi jamás volvió a sentirse sola—. Aunque era claro que su hermana solía irritarla en alguno que otro día, cuando Ava claramente mostraba vulnerabilidad o aislamiento repentino. Kyomi desconocía la razón por la cual Ava llegó a sus vidas, tampoco que había pasado en su origen. Lo único que preservaba su mente es que sus abuelos la rescataron de un orfanato donde nadie la vería y tampoco amaría como lo hacen ellos con ella. Era lo que pensaba Kyomi mientras veía a Ava en la cocina, preparándose su desayuno y viéndose indefensa. Quizás esos sentimientos en Kyomi se desarrollaban por la diferencia de edad, era claro que debía proteger a Ava y también guardar el secreto de su familia cuando fueran a su nueva academia, la UA. Dónde el curso ya había empezado y una clase fue partícipe de noticias estelares.

—Posiblemente sea la clase donde Ava sea aceptada.—comentaba la señora Sakurai, mirando su celular de una forma detenida.

—¿Acaso eso importa? Se demostró que las instalaciones de la academia no son seguras.—infirió Kyomi, señalando el periódico y como titulaba la noticia de un ataque en dicha academia.

—Que fue defendida por nada más y nada menos que los profesores, en donde All Might es partícipe.—respondió Kaede, mirando a su nieta con una expresión seria y fría.

—Te estás basando en estadísticas que muestran la televisión, si atacaron los villanos a una academia en plenas clases conociendo que All Might es un profesor, ¿no crees que se ve obvio el hecho que lo buscan?—se preguntaba Kyomi, por lo que Ava miró a Kaede en silencio.

—¿Tú dejarías que se viera obvio?—un silencio se interpuso, para así notar cómo el chofer miró por la ventanilla del espejo curioso.—Nieta, no te alarmes. Estarán seguras ahí, nada malo podría pasarles. Fue un trato.—añadió.

—Ava.—llamó Kyomi, mirando a su hermana parecer evadir la situación.—¿No dirás nada?—le cuestionó, esperando defensa de ella.

—Ava sabe claramente lo que debe hacer y lo que no. Ambas se cuidarán en la academia, si es que son admitidas y apuesto que lo serán.—irrumpió Kaede, mirando a Kyomi, quien la desafiaba.

—Claro, muy conveniente serlos con la posición adinerada que tienes de renombre.—masculló Kyomi, en un tono frío, mirando la ventana.

—El esfuerzo de tu abuelo para mantener a su familia jamás ha sido en vano, nuestra línea de negocios también ha aportado a los héroes.—artículo Kaede, cruzando las piernas.

—¿Solo a ellos abuela?—Kyomi levantó la mirada y con el rostro estoico que mostró su abuela, ella no tardó en retractarse al decidir quedar en total silencio ante ella.

—Tus expresiones imprudente podrían causarnos un serio problema.—indicó Kaede, con un rostro serio e igual de estoico que antes.

—Lo siento.—masculló Kyomi, cruzándose de brazos y mirando de forma irritada la ventana, hasta bajar la cabeza avergonzada.

Se había vuelto monotonía el ver a Kyomi debatir con su abuela. Era algo que causaba en Ava cierta inquietud e incluso ansiedad—, no era amante de los conflictos pero no sería capaz de huirle a ninguno—. Aunque era brutalmente inteligente y sabía cuando debía abortar, a cuando debía mantenerse en silencio. Está era una de las muchas ocasiones en donde sabía que lo correcto y maduro era guardar silencio. Kyomi y su abuela Kaede estaban teniendo una relación frágil desde que se iniciaron los preparativos para mudarse a Japón. Aunque Ava no había nacido aquí, entendía la importancia de volver para sus abuelos y en como sus orígenes se presentaban en dicho lugar al cual Kyomi no quería volver; algo aquí le atormentaba, más allá de las razones de regresar, había algo que la hacía sentirse irritada y no querer estar en donde pertenecía. Ava dejó de mirar lo que veía para verla y notar esa tensión que la estaba abrumando desde que regresaron.

—Es aquí, señora Sakurai.—mencionó el chofer, por lo que ambas adolescentes no tardaron en mirar la ventana con asombro y a su vez de parte de Kyomi, con sumo desinterés.

—Es gigante.—admitió Ava cuando se le abrió la puerta para bajarse y mirar de forma detallada donde sería su nuevo centro de estudios, si las admitían; tenía la esperanza que si.

—¡Familia Sakurai! Sean bienvenidos a la academia UA, yo seré su guía hasta que podamos llegar a la oficina del director.—mencionó un hombre con una voz alta y gruesa, el cual Ava miró con algo de curiosidad.

—Es un gusto, Present Mic. Me halaga que nos reciban de esta manera.—artículo Kaede con cortesía y respeto, mirando al héroe y profesor frente a ella, mirando a las adolescentes.

Ellas mostraron respeto y saludaron, para así quedarse detrás de los adultos y examinar todo lo que pudieran. Se mantuvieron en silencio, oyéndolos hablar mientras veían los largos y grandes pasillos de la academia. Ava veía las aulas y entre ellos a varios alumnos. Algunos con curiosidades les veían pasar con su profesor, sabían claramente que no eran estudiantes de otras clases y si se asomaban por aquí, era porque se integrarían al curso aunque fuera tarde. Había un chico, él estaba atendiendo su clase y escribía algunas notas. Podía ver claramente fuera de la puerta abierta que había dejado su compañera para ir al baño—, aunque venían del almuerzo y tuvo tiempo, los profesores aquí no se basaban en eso y permitían el acceso—. Ava dirigió la mirada hacia la puerta abierta, donde el aula estaba repleta de alumnos y un profesor que les inculcaba. Estaban vestidos con un atuendo de educación física y basó su mirada en la primera que la encontró; unos rojizos y profundos ojos que la vieron curiosos.

—Y aquí, la oficina del director.—señaló Present Mic luego de que pudieran pasar por varias aulas, donde despertaron el interés de muchos.

—El cual estaba ansiado de conocerles.—la puerta de la oficina se abrió, mostrando a una especie de ratón hablador que dejó a Ava impresionada.—Es un gusto.—extendió la mano, mirando a Ava quien quedó confundida ante no entender.

—Tendrá que conseguir un traductor.—indicio Kyomi, saludando al profesor y haciéndole entender que su hermana no entendía a la perfección el lenguaje que usaba en dicho país.

—Eso no será problema Ava, aquí en la UA nos aseguraremos que todos se sientan cómodos y adaptados.—expresó el director, mirando a la pecosa quien sonrió al entenderlo.—¿Gustan pasar y sentarse? Hay que discutir sobre el itinerario de clases si aceptan la admisión.—indicó, dándole paso a todas en pasar a su oficina.

—Claramente la academia UA ha sido mi primera opción, desafortunadamente la Shiketsu queda algo distante a mi vivienda. Sin embargo, calificaría más que mis nietas estén en este afortunado lugar aprendiendo con los mejores profesores basados en sus experiencias profesionales.—dictó Kaede, de forma honesta y directa.  

—Base a los archivos que me enviaron de las alumnas, tienen un buen rendimiento académico, aunque el físico no es muy bueno.—desglosaba el director, mirando unos papeles.—Tenemos la certeza que ambas cualificarían para el curso de héroes, aunque serán obligadas a tomar unas clases extra para probar su físico y ver en qué deberán mejorar para ir a la par con sus otros compañeros.—añadió.

—Disculpe que lo interrumpa director, basado en las noticias, ¿fue una clase de héroe la que se vio obligada a combatir con villanos cuando fueron asaltados por ellos de forma inesperada?—preguntó Kyomi, dejando un silencio en la oficina.

—Si.—admitió el director.—La clase 1A se vio autorizada en combatir contra estos villanos en una de nuestras instalaciones de la USJ, pido disculpas si eso crea conflictos de confianza por la seguridad de mi academia, pero estamos preparados para cualquier avistamiento que esperamos evitar.—respondió, tan sereno que causaba paz.

—Disculpe director, claramente están algo preocupadas por el inicio en la academia. Me gustaría hablar con usted a solas para iniciar la admisión.—expresó Kaede, por lo que Ava y Kyomi se levantaron con pesadez.—No tardaré.—indicó, cerrando la puerta cuando salieron.

—¿Por qué haces esas preguntas? No nos concierne.—comentó Ava, sentándose en las sillas de espera que habían afuera.—Se que te preocupa, pero no deberías sabotearlo.—añadió.

—Nuestros profesores son muy estrictos con el curso de héroes, se centrarán en darle una máxima atención a Kyomi para que se acople, debido a que las agencias altamente están en busca de héroes; ella podía tener un atraso por el cambio.—comentaba el director en un tono audible.

—Por eso.—admitió Kyomi.—Es tercer año, será difícil que pueda conseguir agencias o que algún héroe se interese en mi. Si no me recomiendan, será casi imposible ser reconocida.—explicó con pereza, mirando a Ava.

—Pero serás reconocida, tu don es muy bueno.—expresó ella, mirando como Kyomi buscaba sus auriculares para denegar.

—Si, si no tuviera un buen don, no me reconocerían. Así de hipócrita es la sociedad de héroes, por eso me cuestiono si pertenezco ahí.—Ava retrocedió, mirando a Kyomi poner música para ignorar la situación que la atormentaba.

—Debe estar consiente que un cambio así tomará tiempo, tanto para las alumnas nuevas como ya los instalados.—se oía la voz del director dentro de la oficina, mientras que Ava se levantaba de la silla algo nerviosa.

—Iré al baño.—indicó, Kyomi asintió como si la oyeras pero verdaderamente no la estaba oyendo y buscaba un buen álbum para oír.

En esta base, podíamos denotar la diferencia de personalidad entre Ava o Kyomi. La menor siempre buscaba mirar un lado positivo y honrar en medio de la gratitud lo que se le ofrecía en el camino. Ella veía confundida los letreros, caminaba sola y algo preocupada por la actitud de su hermana mayor. Reconocía que no era la mejor actitud, pero que entendía como el cambio afectaba a Kyomi, quien se vio obligada a dejar atrás sus rutina diaria para iniciar una nueva de la que intentó huir durante todos esos años—, pues había algo en su infancia que la atormentaría siempre y era la muerte de sus padres—. Era un tema que ponía sensible a Kyomi, por eso Ava no lo mencionaba, mucho menos Kaede quien había perdido a su única hija y quizás por eso se aferraba a darle todo lo que pudiera a Kyomi. Incluso a la misma Ava, de quien desconocía su origen, pero aún así, vivía agradecida con la familia Sakurai por adoptarla y darle un hogar.

—Cuidado.—Ava se sobresaltó cuando miró adelante y chocó contra un cuerpo, levantó la mirada tan pronto vio unos ojos cansados.

—Eh... —se trapo la lengua cuando no recordó lo que debía decir, admitiéndolo, Ava entendió a ese chico con cabello lavanda; pero no sabía responderle de la manera más fluida.

—Tú no eres una estudiante de aquí. ¿Quién eres?—se preguntó el chico; su mirada era vaga y perdida, como si aborreciera el día que vivía.

—Yo... —Ava sintió que el aire le faltaba, estaba aterrada por no saber responder y entendió que Kyomi tenía razón; debía practicar.

—Entiendo.—ella suspiró aliviada cuando el chico le hablo con delicadeza; en este caso, algo lento.—¿A dónde querías ir?—le preguntó.

—Al baño.—respondió rápidamente, algo tímida cuando notó esa mirada estoica del chico en ella; tenía uniforme y la miraba extraño.

—¿Acaso eres una estudiante nueva?—se dirigió a ella curioso, pero Ava se sintió atrapada cuando oyó una campana resonar por todo el pasillo.—Tienes dos tonalidades de ojos azules. No se ve mucho por aquí.—añadió, mediante el bullicio.

—Ava, aquí estás. Debí imaginar que querías ir a curiosear.—la voz de Kaede calmó a la joven, quien retrocedió varios pasos del joven, mientras que alrededor las aulas empezaron abrir.—Es hora de irnos, podrás hacer amigos el lunes, cuando acabe el fin de semana.—artículo.

—¿Nos aceptaron?—cuestiono Kyomi aún lado de su abuela, no con emoción, pero había curiosidad en ella; la misma que Ava cuando giró para ver al chico de cabello revuelto que la miraba.

—Tendremos que buscar sus uniformes mañana temprano, su itinerario se les entregará el lunes a primera hora, aunque tendrán clases extras; obviamente no serán partícipe del mismo grupo.—hablaba Kaede, mirando unos documentos en sus manos de forma detenida.

—Bien, estaré en el curso de héroes.—indicó Ava, mirando su matrícula y sonriéndole a Kaede, quien le devolvía la mirada.

—Espero que al menos la cafetería valga la pena.—expresó Kyomi, ignorando su matrícula y evadiendo la mirada de algunos alumnos en cuanto salieron fuera de la academia.

—¿Bromeas? Conoceremos al mismo All Might en persona.—comento Ava, sosteniéndose a su abuela quien sonrió hasta bufar.—No me lo creo.—añadió, serena y conteniendo su emoción.

—¡Oye Bakugo! ¿Jugamos videojuegos hoy?—Ava sintió que alguien le rozó el hombro de forma brusca, el chico caminaba de prisa y se giró solo para ver a Ava.

—Estorbas.—Ava lo miró extrañada ante no reconocer la palabra, pero el chico rodeó los ojos y miró hacia adelante, ignorando a un chico de cabello rojo y puntiagudo que lo seguía.

—Que niño tan grosero.—mascullo Kaede, ofendida miró al rubio que había girado de nuevo a ver a Ava de forma detenida al no reconocerla; era evidente que no pertenecía ahí.

—¿Podemos irnos a comer?—se preguntó Kyomi; mientras que el chico se detuvo afuera de la academia, viendo a las tres féminas avanzar juntas hacia un lujoso auto.

—¡Bakugo! ¿Qué dices? ¿Jugamos o no?—volvió el chico de cabello rojo, colocando su mano en el hombro del rubio quien lo ignoraba.

—Como sea.—respondió, dejando su mirada afligida a la joven de cabello negro con degradado rubio que se subía al auto, pareció quedar curioso por ella; pues la desconocía.

La brisa levantó su hermoso y sedoso cabello como si de una película se tratara, mientras que sonreía y parecía molestar a la chica de cabello oscuro, él despejó su mirada de ella para continuar caminando—, sin embargo, Ava giró la mirada y lo vio de espalda—. Claramente había sido incómodo que ese chico la empujara sin disculparse, un malcriado e irrespetuoso fue lo que vio en ese joven con el que compartiría las aulas de la academia. No dejo que esa amargura apagará su emoción por sus nuevos estudios, pero sería esa sintonía que la volvería a conjuntar con él. Se montó en el auto que giró para ir en la dirección contraria, veía por la ventana y oía a su abuela dar recomendaciones de centros comerciales para comprar todo lo que necesitaban. En eso el auto avanzó y con la ventana baja, Ava miró al chico con el perfil de lado cuando pasó, pero no pudo verlo bien, aún así, volvió a buscarlo en el retrovisor para verlo caminar acompañado. ¿Quién era?

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❏Próximo capítulo: Un mal presagio.💥

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