𝐘𝐄𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐒𝐄 𝐋𝐄𝐕𝐀𝐍𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐄𝐍 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄, incluso cuando no debía hacerlo. Ahora estaba saliendo a escondidas de su dormitorio apuntando a la cocina para poder llevar algunos bocadillos para ella y Mary.

Yelena revisó las esquinas, asegurándose de que no viniera nadie mientras abría la puerta de la cocina. Una vez dentro se dirigió lentamente hacia la despensa, teniendo que abrirla lentamente debido a los cuerpos crujientes que hacía.

—— ¿Por qué todo parece mucho más ruidoso por la noche?. —— Susurró Yelena mientras veía la bolsa de chocolates.

Asegurándose de vigilar su paso, agarró con firmeza la bolsa de chocolates llena de una variedad de dulces azucarados. Yelena se congeló en su lugar una vez que escuchó voces riendo entre dientes en el fondo.

Girando lentamente la cabeza no vio nada, pero lentamente cerró los gabinetes caminando hacia la puerta y se asomó por la esquina para ver a cuatro personas, lo que hizo que sus ojos se abrieran.

Evie, hija de la Reina Malvada. Jay, el hijo de Jafar. Carlos, hijo de Cruella De Vil. Mal, la hija de Maléfica, estaban susurrando entre sí mientras doblaban la esquina.

En ese momento, Yelena tomó una decisión estúpida y los siguió por los pasillos vacíos de la preparatoria de Auradon.

Tratando de descubrir qué estaban haciendo en medio de la noche.

—— Aquí está. —— Escuchó Yelena susurrar a Carlos y Yelena se escondió detrás de un pilar, sus ojos se abrieron cuando descubrió qué era.

La varita mágica.

—— Vamos. —— Sonrió Mal, abriendo las puertas para acercarse.

—— Una vez que obtengamos la varita, se la llevaremos a nuestros padres, ¿De acuerdo?. —— Les dijo Mal y ellos asintieron. —— Está es nuestra oportunidad de mostrarles lo crueles que somos. Todos estarán en agonía una vez que nos apoderemos del mundo.

Los otros villanos asintieron con una sonrisa sádica en sus rostros.

Yelena quería detenerlos, pero no quería que la mataran en el proceso.

—— Jay, no lo hagas. —— Le advirtió Mal, Jay estaba a punto de agarrar la varita mágica, pero lo que no sabía era que estaba protegida por un campo de fuerza.

Jay solo sonrió, ignorando su mirada fría mientras se agachaba debajo de la barandilla, extendiendo su mano, estando a solo unos centímetros de distancia antes de que la luz azul que brillaba sobre ella lo enviara volando de regreso al suelo, sonando una sirena en el proceso.

Todos se taparon los oídos del fuerte ruido.

Yelena siseó, la fuerte sirena le lastimó el tímpano cuando vio a los villanos huir de la escena, dejándola escondida detrás del pilar.
Respiró hondo y salió corriendo de la escena, sin querer meterse en ningún problema.

Yelena regresó a su dormitorio y cerró la puerta rápidamente detrás de ella.

Mary dijo rápidamente en la cama.

—— ¿Estás bien?, ¿Escuché la alarma?. —— Preguntó mientras miraba a Yelena que respiraba con dificultad.

—— Una falsa alarma. —— Le dijo Yelena mientras recuperaba el aliento, se dirigía a la cama y se sentaba.

—— ¿Pero conseguiste mis kit-kats?. —— Preguntó Mary con una sonrisa.

Yelena se rió.

—— Por supuesto que sí. —— Levantó la bolsa y Mary aplaudió, tomando la bolsa y comenzando a abrir el chocolate.

La sonrisa de Yelena vaciló levemente al recordar lo que vio, los villanos estaban tratando de robar la varita y ella era testigo.

Sabía lo que se debería hacer.

Iba a contarle al hada madrina lo que vio, pero iba a esperar hasta la mañana.

—— ¿Estás bien?. —— Preguntó Mary y Yelena asintió. —— Toma. —— Le entregó la bolsa de chocolates y Yelena sonrió.

𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐇𝐀𝐁𝐈́𝐀 𝐋𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍̃𝐀𝐍𝐀 𝐘 𝐘𝐄𝐋𝐄𝐍𝐀 caminó por los pasillos de la preparatoria de Auradon, tratando de llegar al hada madrina. Su mente no podía concentrarse en nada más que las palabras de Mal que pasaban por su cabeza.

❛❛𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚
𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝
𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫𝐥𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐜𝐫𝐮𝐞𝐥𝐞𝐬
𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬.
𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐬𝐮𝐟𝐫𝐢𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚
𝐚𝐠𝐨𝐧𝐢́𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬
𝐚𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥
𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨.❜❜

Yelena salió de su pensamiento cuando un líquido frío y viscoso cayó sobre su cabeza, deslizándose por su atuendo escolar, haciéndola congelarse en su lugar.

Se escucharon risas detrás de Yelena, y ella giró la cabeza para ver a Audrey, Chad y más riéndose en su cara, sin ningún arrepentimiento en sus ojos por lo que hicieron.

—— Parece que alguien es un poco viscoso. —— Se rió Audrey. —— Como una rana.

No llores. No llores. No llores. Yelena siguió repitiendo esas palabras pero no ayudaron ya que sus ojos comenzaron a brillar, capaz de ver la luz reflejada en ellos.

—— Oh. —— Arrulló Audrey, colocando su mano sobre su corazón. —— Alguien va a llorar, ¿ no ?. —— Da un paso adelante y empuja a Yelena, pero como los pisos estaban descuidados por el líquido viscoso, se cayó y aterrizó en el duro suelo de baldosas.

Todos solo se rieron más fuerte, y Yelena agarró su mano con dolor, soltando pequeños gemidos, sintiendo como si se la rompiera por el impacto que hizo con el suelo.

—— Necesitas recordar algo, princesa rana, nadie te quiere aquí. Ni yo, ni el hada madrina, ni Ben, ni Chad, nadie. —— Siseó Audrey. —— Entonces, ¿Qué tal si nos haces la vida más fácil y simplemente te vas?. —— Audrey sonrió una vez que vio la lágrima salir de los ojos de Yelena.

Yelena había llegado a su punto de ruptura.

Intentó tratar con Audrey y sus amigos. Innumerables veces, pensó en acabar con su propia vida por culpa de Audrey o por Chad.

Ella había terminado.

Yelena se levantó lentamente, alejándose del desastre viscoso para no volver a caer. Había pasado por las cinco etapas del duelo varias veces, pero esta vez fue diferente.

La cantidad de ira que comenzaba a arder en su garganta le hacía casi imposible respirar. Yelena no quería irse.             . Quería venganza, pero no podía pensar en.       .

❛❛𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚
𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝
𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫𝐥𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐜𝐫𝐮𝐞𝐥𝐞𝐬
𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬.
𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐬𝐮𝐟𝐫𝐢𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚
𝐚𝐠𝐨𝐧𝐢́𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬
𝐚𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬
𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨. ❜❜

Yelena miró fijamente a Audrey.

Ｂｉｎｇｏ.