PROFUNDA SOLEDAD; eso sentía el Kazekage de la arena. Tenía amigos, a sus hermanos y buena relación con su pueblo. Pero amorosamente, no había tenido suerte. 

En sus manos estaba una invitación a un compromiso, una boda para ser específicos. Y no de cualquier persona, sino de Naruto y Hinata. Se alegraba de que su amigo hubiera conseguido una relación y ahora diera el siguiente paso. Pero muy en el fondo, desearía tener esa misma dicha. 

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¿Gaara? ¡Préstame atención! ─golpeó la mesa para llamar su atención.

El pelirrojo regreso a la realidad, se había perdido en sus pensamientos. Estaba en su oficina, junto a su hermano.

ＧＡＡＲＡ：
Discúlpame, estaba pensando en algo... continua.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
Bueno, como te decía... ─hizo un breve silencio─ ¿Qué obsequio les daremos a los prometidos?

ＧＡＡＲＡ：
Aún no me había puesto a pensar en eso... ─dijo algo desanimado.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¿No? ¡Rayos! Debemos tener algo increíble, que destaque

ＧＡＡＲＡ：
Yo creo que debería ser algo sentimental.. algo significativo. 

Un regalo. ¿Qué tan difícil puede ser?
Para Gaara, no era sencillo. O eso decía Kankuro. Ya que era el Kazekage y debía ser algo increíble. Se sentía presionado ante tener que escoger un regalo que será EXTRAVAGANTE o COSTOSO. No sabía que darle.

De repente, una idea y un recuerdo llegó a su mente. Sonriendo.
Ya sabía que regalo seria el perfecto. Se levanto de su sitio.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¿Gaara, adónde vas? ─preguntó confundido mientras lo veía abrir la puerta para salir.

ＧＡＡＲＡ：
Ya se que regalarle, ─volteo a verlo rápidamente, con una sonrisa─ no me tardo.

El kazekage se fue con prisa, su hermano no dudo en seguirlo. El quería saber cual era este regalo misterioso. ¿Sería alguna joya? ¿Sería algo extravagante? No lo sabría sino lo seguía.

Pero al final, el regalo no cumplió con las expectativas de Kankuro, quién no estaba de acuerdo con el regalo.

Los hermanos Sabaku no, caminaban por las calles de la ciudad.
El pelirrojo en sus manos llevaba una caja, envuelta de un papel blanco con un listón rojo. Su hermano, el pelinegro, estaba con los ojos blanco y algo desilusionado. Bueno, no del todo, consiguió que el regalo fuera algo costoso pero igualmente esperaba que fuera algo más grande.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¿Estas seguro, no crees que es muy simple ese...? ─fue interrumpido por su hermano.

ＧＡＡＲＡ：
No, esto... tiene un gran valor para mí y estoy seguro, que para el también ─comentó con una voz serena y una ligera sonrisa.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
Bueno, si esto dices tu... ¡entonces confío en ti! ─exclamó mientras ponía su mano en su hombro.

Ambos retornaron a la oficina, mientras conversaban. Tenían que hacer papeleo y una junta del consejo antes de irse. Esa tarde irían a Konoha, como el camino hasta ahí era de 2 días a pie. Tenía que llegar temprano para la boda.

Finalmente estaba aquí, en Konoha. Acompañado de mis dos hermanos, quienes a la vez eran mis escoltas en este viaje. En la entrada, ya hacía esperándome el Hokage, Kakashi y a su lado Shizune. 

Ellos nos dieron la bienvenida, mientras nos comentaban de la boda. Que por cierto, es mañana. Todos estaban inquietos, incluso yo. Este sería un nuevo inicio para mi gran amigo. Después, nos llevaron a un hotel donde nos quedaríamos. Cada uno por separado por supuesto, Kankuro ronca cuando duerme.

Ni bien llegue a la habitación, cerré la puerta y me tire en el sofá que había. Mientras pasaba mi mano por mi cabello. Mire a la ventana, estaba oscureciendo. Miraba atentamente a las personas que pasaban, me empezaba a dormir en aquel sillón. Pensando.

¿Yo encontraría el amor en algún momento? ¿O estaba destinado a ser un "solterón" de por vida, sin haber conocido el romance?.
El tiempo pasaba. Mis parpados empezaron a hacerse pesados, aun trataba de mantenerme consciente, aún no había cenado. Pero me resultaba difícil.

Iba a perder contra el sueño, hasta que la vi.
Era una joven esbelta y con cabellera rubia, no podía verle el rostro, estaba de espaldas. Cualquiera diría que yo era extraño, pero me dio curiosidad. Así que me sobe los ojos, quizás era un sueño. Y en efecto, parecía que era eso.

No había nadie. No estaba la joven. ¿Quizás fue producto de mi imaginación para recordar mi SOLEDAD ETERNA en el amor? Suspire, mientras me reía.

ＴＥＭＡＲＩ：
¡Gaara, sal de la habitación! ─exclamó mientras tocaba la puerta─ Iremos a cenar.

Me levante y camine en dirección a la puerta. Pero antes, dejar la capa y el gorro de Kazekage en la cama. No me gustaba llevar mucho peso.

Abrí la puerta, encontrándome con mis dos hermanos. A decir verdad, Kankuro lucía terriblemente hambriento, me reí. 

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¡ Te demoraste bastante, me muero por una hamburguesa con carne ! ─exclamó dramáticamente.

 ＧＡＡＲＡ：
Te pido disculpas, ─dije mientras caminaba a el lado de ellos, saliendo del hospedaje─ sinceramente yo también tengo hambre.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¿Tu que quieres comer? ¿Yokan?

 ＧＡＡＲＡ：
No, no es mis platos favoritos... pero si es eso hay de comer, no hay de otra.

ＴＥＭＡＲＩ：
¿Están preocupados por la comida, es enserio? ─suspiro pesadamente─, creí que estarían más preocupados por la boda.

ＫＡＮＫＵＲＯ：
¡Cierto! ¿tu compraste un regalo aparte, Temari? ─preguntó curioso, mirando a su hermana.

ＴＥＭＡＲＩ：
Si, les compre unos exquisitos postres.

Los hermanos conversaban sobre los regalos. Kankuro como siempre, mencionaba que debía destacar, pero fue ignorado. Mientras caminaban al restaurante.
Gaara se quedo inmóvil, mirando a un puesto de ropa de al frente. Creyó haber visto esa cabellera.

ＴＥＭＡＲＩ：
¿Gaara, que ocurre? ─se dio la vuelta y regreso, mirando a la misma dirección que su hermano─, ¿Uh, quieres ir por ropa?

ＫＡＮＫＵＲＯ：
Para mi, que esta mirando la joven de cabello rubio ─dijo burlonamente.

Gaara se sonrojó levemente, mirando a su hermano por su comentario.
Pero si, era la joven o es o creía... pues, cuando la persona salió se trataba de una ANCIANA. Kankuro no pudo evitar reírse ante esto. Gaara frustrado por su burla, siguió su camino.

ＫＡＮＫＵＲＯ： 

¡GAARA, VUELVE! Aún no termino de burlarme.