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El dolor de estar moldeando lo estaba volviendo loco, para su suerte la clase al fin había acabado.
—¡Chicos! —el maestro exclamó. —Hace poco me avisaron que esta aula será renovada por lo que por al menos dos semanas no podrán usarla quienes vienen a adelantar trabajo. —una exclamación de disgusto se escuchó por parte de los alumnos. —Lo sé, lo sé, lamento no poder avisar con tiempo, tampoco me dieron el tiempo a mi. Usaremos el aula de pintura por mientras, pero solo tenemos permitido a la hora de la clase por lo que no podemos estar ahí en otras horas.
Sin remedio, todos los alumnos salieron del lugar. Ahora Sunghoon debía pensar que hacer, no tenía un lugar dónde hacer la escultura, tomó esta con cuidado y la colocó en un estuche protector.
¿Qué debería hacer? Duda mucho que en su edificio se alegren por tener ese tipo de materiales en el lugar, pero al fin al cabo él pagaba por ese lugar e igual opción no quedaba.
A los segundos llegó Sunoo. —Hola hyung, no es por quejarme pero tus compañeros no limpiaron.
Sunghoon sonrió de lado, más bien él no había limpiado ese día al terminar la clase; se le había olvidado. —Renovarán el lugar, ya no podremos reunirnos aquí ¿Tienes auto, cierto?
—Sí tengo. —el rubio lo miró confundido. —¿Por qué? ¿Dónde nos reuniremos ahora?
El mayor tomó una cubeta pequeña y salió del lugar. Sunoo lo siguió hasta atrás del edificio donde se encontraba la gran pileta con mezcla. Sunghoon tomó una pala y comenzó a mezclar el material con esta hasta que estuviera suave de nuevo para así llenar la cubeta con este. Una vez hecho todo esto le colocó su tapadera. —Sostén esto un segundo.
Sunoo tomó el objeto pero lo dejó caer mientras se quejaba de dolor sosteniendo sus dedos. —Perdón.
—¿Sucede algo? —el pelinegro se acercó y tomó las manos del menor revisandolas.
—Nada importante, tuve clase de costura y me pinché los dedos un par de veces. Nueva técnica de costura, siempre sucede.
Tomándolo de la muñeca, Sunghoon tomó la cubeta y los dirigió de nuevo adentro. Una vez dentro del aula buscó el botiquín de primeros auxilios y casi las banditas de este. —Al menos deberías ponerte de estos, así se curará más rápido.
Sunoo quería sonreír en grande, sabía que el mayor solo estaba haciendo eso por instinto pero eso no evitaba querer disfrutar del momento. —Lo recordaré hyung.
Una vez terminó, Sunghoon tomó sus cosas. —Por mientras pasa la remodelación nos reuniremos en tu casa, te diré la dirección para irnos.
Sunoo asintió y sacó las llaves de su auto, conocería la casa del mayor.
( 💕 )
El edificio donde vive Sunghoon era uno muy normal, ni muy lujoso ni muy decadente; un intermedio. El mayor agradeció que en el lugar hubiera un ascensor sus manos lo estaban matando.
Una vez llegaron al tercer piso, el mayor le indicó a Sunoo que departamento era y le dio su código de entrada. El menor dejó pasar a Sunghoon primero al lugar, no era algo fuera de lo común. Paredes blancas, muebles que sospechaba debían venir con el lugar ya que se ven de un estilo algo viejo y un gran ventanal que mostraba el centro de la ciudad.
—Puedes sentarte Sunoo.
Sunghoon se encontraba observando cómo podría acomodar algo en el lugar para poder estar cómodo mientras hace la escultura. —¿Puedo usar el baño, hyung?
—Sí, primera puerta en el pasillo.
Sunoo se dirigió al lugar. Debía pensar seriamente si debía comprar una mesa, pero solo la usaría dos semanas por lo que muy práctica no sería.
—Podría usarla en un estudio, pero no tengo y solo estorbaria. —al final decidió sentarse en el suelo, entre la mesa de centro y el sofá. —Esto servirá.
Una vez Sunoo salió del baño entró Sunghoon. El menor no podía dejar de pensar en que a ese lugar hace falta un toque diferente, es cómodo pero se siente un poco.
—Hoy —volvió Sunghoon. —solo anotaré los detalles que pueda percibir en tu rostro en cada área, así al momento de estar haciendo esa parte no lo olvidaré.
—Entiendo. —sabiendo a lo que se refería, se sentó junto al mayor dejando que este analicé su rostro. Además del suave toque de los dedos del mayor, pudo percibir el aroma de una crema.
La crema para el dolor de manos que estaba en el baño.
—¿Sucede algo? Tu expresión cambió.
Evitando que las manos del mayor se alejen, las sostuvo —Quería estornudar, pero ya no, puedes continuar hyung. —poco convencido, Sunghoon siguió con la tarea de anotar los detalles en que quería enfocarse.
"Si tienes dolor ¿Por qué no me dices? Estoy dispuesto a ayudarte hyung"
( 💕 )
—¿Desde cuándo soy tu terapeuta de pareja? —Jay y Sunoo se encontraban en la cafetería de la universidad. Prácticamente el rubio lo había comprado con una malteada rosa para llevarlo al lugar.
—Desde que mi corazón decidió querer una vida amorosa sin darme tiempo para prepararme. —dio un último trago a su malteada, no había ni empezado a hablar y ya se la había acabado. —¿Crees que luzco como alguien a quién no le puedes pedir ayuda?
—¿A qué viene eso? Sí respondo desde mi perspectiva de mejor amigo sé que siempre puedo confiar contigo, pero supongo que lo haces pensando en Sunghoon. —Sunoo asintió en respuesta. —pues depende ¿Alguna vez le has demostrado que estás dispuesto en ayudarlo?
—¡Pues... yo! —honestamente no se le venía a la mente ningún momento dónde haya demostrado que tan dispuesto está en ayudar a Sunghoon. —No... usualmente dejo que él cuide de mí.
Jay río viendo el puchero de su amigo, Sunoo recostó su cabeza en la mesa. —Entiendo que es lindo que te consienta sin darse cuenta, pero si deseas que él comience a verte como alguien que desearía mantener el resto de su vida podrías mostrarle que te interesa su vida en cualquier circunstancia.
—¿Te gusta que Jungwon te consiente sin darse cuenta también?
El peliazul se atragantó con la bebida. —¿Si notas eso pero no lo tuyo?
—Soy tonto con mi vida amorosa, no con la tuya.
Jay rodó los ojos. —¿Quieres otra bebida?
—Si, por favorcito.
( 💕 )
—¿Celebras algo, Sunoo? —el rubio se encontraba apoyado en su auto sonriendo sin una razón aparente, Sunghoon se comenzaba a preguntar si estaba planeando un asesinato o tal vez sus botas de tacón eran nuevas y por ello estaba tan feliz, debía dejar de ser exagedado. —Lindos zapatos.
—Gracias hyung, vamos.
Una vez el menor comenzó a conducir, rápidamente notó que no se estaba dirigiendo por el camino indicado. —¿Dónde vamos? Mi casa no está por aquí.
—¿Me dejas secuestrarte un rato, hyung?
—Nunca supe que alguien preguntara por permiso al hacerlo. —sonrió, estaba cansado por lo que ganas de trabajar en la escultura no tenía. —No puedo saltar del auto así que tienes mi permiso.
—Igual opción no tienes.
—Tu fuiste el que preguntó.
—Ush, no me hagas tirarte del auto hyung. —bromeó.
Sunghoon fingió estar ofendido poniendo su mano en su pecho. —¿Así es como demuestras amor a tus mayores? Sabía que no me quieres.
Sunoo rió bajo. —Tengo mucho más amor que dar de lo piensas.
El auto se dirigió al estacionamiento de un edificio, Sunghoon miraba alrededor intentando identificar en qué parte de la ciudad estaban o intentar saber qué había en ese lugar.
—Sigues secuestrado así que sígueme sin poner resistencia.
El mayor hizo caso y siguió al menor hasta el interior del lugar. La recepción del lugar no daba ninguna pista de que era ese lugar. —Buenas, reserva de Park Sunghoon. —este lo miró confundido.
—¿Ah? ¿Yo...?
—Aquí tiene su llave, el número del piso y de la habitación está en la tarjeta. —explicó la recepcionista.
—Muchas gracias.
Sunoo jaló al mayor dirigiéndose hasta el ascensor, este comenzaba pensar que en verdad estaba secuestrado. —¿Por qué hay una reserva mía en un hotel?
La risa del menor no se hizo esperar, tomó la tarjeta y presionó el botón del piso cinco que está indicaba. Una vez las puertas se cerraron, se acercó al mayor dejando sus rostros a centímetros del contrario. —¿Qué más pueden hacer dos chicos solos en una habitación de hotel, hyung?
Sunghoon no supo qué responder, estaba intentando procesar lo que el rubio había dicho mientras sus ojos estaban enfocados en el rostro contrario. Los segundos pasaron y el ascensor abrió sus puertas al llegar al piso indicado. —No es un hotel, así que te salvas.
Sonriendo con arrogancia, Sunoo salió de la caja de metal contoneando sus caderas intentando no reír o sonrojarse; no es como si estar tan cerca del mayor no lo afectara de esa manera. Sunghoon finalmente salió antes de que las puertas volvieran a cerrarse. —¿Entonces que es este lugar?
—No sobre pienses y ven aquí. —el rubio ya se encontraba frente a una de las puertas. Solo habían dos habitaciones en ese lugar, una puerta se encontraba frente a la otra.
Una vez se acercó al menor, este le entregó la tarjeta indicando que abriera la puerta. Dudó unos segundos pero terminó haciéndolo de todas maneras.
Era un estudio, uno de escultura para ser exacto, en el lugar dónde se supone debería estar la sala se encuentran unas mesas, la pared tenía varias estanterías con herramientas y algunos libros que parecían ser estudios sobre la escultura, habían unos cuantos sacos de arcilla y otros materiales ¡Inclusive había una pequeña pileta dónde se puede hacer la mezcla!
—Esto...
—También hay una cocina, baño y un cuarto por si te quedas hasta tarde. —indicó el menor.
—Sunoo, pero...
—Ningún pero. —tomó la tarjeta que seguía en la mano del mayor y la guardó en el bolso de este. —Tu departamento no es un buen lugar y aquí se puede rentar, no quiero ninguna queja sobre dinero.
—Se ve caro y... —Sunghoon no sabía que decir, el estudio era muy lindo. Estaba muy bien equipado y tenía algunas decoraciones inspiradas en la escultura antigua. —Tu dinero, yo...
—Tómalo como un regalo para tu futura boda, tendrás este lugar por un año así que te lo doy adelantado. Ya dije que no voy a aceptar un "no lo puedo usar" así que solo di gracias y vamos por tus cosas.
Sunghoon rió, sabía que sería inútil seguir tratando de oponerse. —Ni tengo pareja y ya piensas en mi boda. —se acercó al menor, pasó sus manos por la pequeña cintura de este y lo abrazó. —Gracias Sunoo, no era necesario que lo hicieras pero te lo agradezco.
El menor respondió el abrazo posando sus brazos sobre los hombros del pelinegro, vaya que se sentía muy bien ser abrazado de esa manera.
Sin dudas desea poder ayudar al mayor lo más que pudiera, sí eso significaba probar cosas nuevas lo haría para verlo así de feliz siempre.
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