Fred Weasley jamás destacó por su sensatez. 

Todo lo contrario, Fred Weasley era un caos que caminaba sobre dos piernas y que fulminaba con su sonrisa encantadora. 

Hermione Granger jamás destacó por su espontaneidad. 

Todo lo contrario, Hermione Granger era una perfeccionista empedernida pero cautivaba con lo enigmático de su cerebro. 

Sin embargo, durante un verano Fred y Hermione congeniaron de una forma impactante, magnética y cautivadora. 

Pero el caos y la perfección no siempre son una buena combinación. 

O eso creían hasta que se besaron. 

Hasta que se besaron por culpa de ese verano.