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Desperté con una sensación extraña, noté como estaba sola, Katniss se había levantado antes que yo y eso era extraño, no sabía dónde estaría.

Moví la cabeza para encontrarme con mi hermano, quien ya me estaba viendo a mi.

—¿Dónde está Katniss?

—Ella está en el distrito doce.–Me levanté de inmediato.

—¿Por qué?

—Coin creyó que era buena idea y Katniss no se interpuso.

—¿Por qué no...?

—¿Por qué no te dijo? Porque Coin se lo prohibió.

—Pf. Como si Katniss siguiera las reglas... no debió decirme por otra razón–Me senté en la cama y de inmediato sentí un bajón, Jasper se levantó de inmediato para tomar mi brazo y evitar que yo cayera de espaldas a la cama.–Algo está mal conmigo.

—Iremos con Beetee de inmediato, tal vez algo está fallando con tu aparato.

Asentí, él me ayudó a levantarme y salió para que me pudiera vestir, aunque las ventanas de aquí eran inmensas, cualquiera que pasara por ahí podría verme, aunque no me molestaba del todo, no es como si no estuviera acostumbrada a eso, y además, no me avergonzaba por mi cuerpo.

Camine como pude hasta la puerta, pero cuando la abrí el que estaba ahí era Finnick. Tenía esa sonrisa que tanto me gustaba en la arena, la que haría a cualquiera caer a sus pies. Le sonreí de vuelta.

—Princesa.

—Finnick... ¿a dónde fue Jasper?

—Dijo que tenía que hablar algo importante con Beetee y que por mientras te llevara al comedor.

—¿En serio comeremos aquí?–Él pasó su brazo por mi cintura, cargándome de lado para que no pudiera caer, lo mire algo sorprendida, no era necesario, él me miró divertido.

—Sonaste como una chica del Capitolio.

—No digas estupideces Finnick–Murmuré un poco sonrojada por la cercanía de su cuerpo y el cómo le resultaba tan fácil el levantarme del suelo, aunque fuera un poco.

Empezamos a andar juntos hacia el comedor, por lo que sabía el distrito trece no era bien reconocido por su gran variedad en comida, y así como en los juegos, mi estómago resentiría un poco la mala alimentación.

Llegamos y Finnick sostuvo ambas de nuestras charolas designadas, nos sirvieron a ambos, a él una porción un poco mayor que la mía, por lo que supuse que la servían dependiendo del tamaño, fuerza y sexo de la persona.

Él me llevó hacia una mesa para sentarnos, ahí estaban algunas caras conocidas, supuse que eran algunos ganadores que le servían a Coin de alguna forma. Finnick dejó mi charola en la mesa y me levantó aún más para que me sentara y reí bajo.

Comíamos en silencio hasta que se escuchó una voz, las pantallas se encendieron dando paso a la imagen de la persona más temible para mi; El presidente Snow. Coryo.

—Ciudadanos... esta noche me dirijo a todo Panem como una unidad. Desde los días oscuros... Panem a disfrutado de una era de paz sin precedentes. Es una paz basada en la cooperación... y el respeto por la ley y el orden. Últimamente hemos tenido violencia esporádica debido a las acciones de varios radicales del vasallaje de los veinticinco, entre ellos... mi hija Aideen.–Apreté mi puño con fuerza, el solo oírlo llamarme su hija, estaba enfermo, me hacía sentir como si fuera parte de él, como si no pudiera escapar. Alguien abrió mi mano y entrelazó nuestros dedos, mire a Finnick rápidamente y él me miró con seriedad.

No estaba segura de cómo habían conseguido esta transmisión, pero estaba segura de que Coin no mentía; estaban listos para una guerra contra el Capitolio. Una guerra contra Snow.

—Las acciones de los que eligieron ese camino están basadas en un malentendido de cómo hemos sobrevivido juntos. Es un contrato. Cada distrito abastece al Capitolio. Como la sangre al corazón. Y a cambio el Capitolio provee orden y seguridad. Rechazar el trabajo es poner en peligro todo nuestro sistema. El Capitolio representa el corazón de Panem. Nada sobrevive sin un corazón. Los criminales que ven ante ustedes–La imagen se cambio a un lugar lluvioso, agentes de La Paz junto a dos personas con bolsas en sus cabezas, estaban arrodillados en el piso, luego otros, y más, esto estaba pasando en vivo en diferentes distritos. Me levanté, por un momento olvidándome del mareo que sentía antes–Usan símbolos para instar a la sublevación, por lo que todas las imágenes del sinsabor quedarán prohibidas, poseerlas será considerado traición, castigada con la muerte. La justicia se aplicará rápidamente. El orden será restaurado.

—No...–Susurre al ver más de cerca cómo los oficiales ponían sus armas contra la cabeza de la gente. No podía hacer esto, no podía matar gente inocente. Si podía, y lo haría con tal de no perder el poder.

—Aquellos que ignoren las advertencias históricas...–Disparos. Grite con fuerza al verlos, sentí otra vez ese reconocible ardor corriendo por mis venas, algo estaba pasando, algo estaba volviendo. Algo explotó, se había escuchado un pequeño sonido cerca mío y un poco de dolor en mi brazo, no supe muy bien que había sido, pero poco me importaba que pasaba–Prepárense a pagar el más alto precio.

Sentí varios brazos tomarme por detrás, empecé a patalear, quería que me soltaran, quería llegar con Snow y matarlo yo misma si era necesario. Alguien me encajo una jeringa en el brazo, pero no me hizo daño, no sentía daño alguno, golpeé a la persona lejos de mi, tuvieron que encajarme otra jeringa para que esta surtiera efecto.

Coin tuvo suerte, para cuando todo mi momento de locura pasó, la mayoría había regresado a sus labores y no me habían visto volverme loca.

Snow no podía seguir así.

Alguien debía detenerlo.

Alguien debía matarlo.

Y esa era yo.

Yo era el fuego que quemaría su nieve hasta que no quedara rastro alguno de él.

[...]

Desperté cuando sentí la mano de Finnick removerme un poco. Él me miraba preocupado desde arriba.

—No me mires así–Pedí.

—¿Así como?

—Estás preocupado por mi, no lo estes. Yo estaré bien, siempre lo estoy.

—Utilizaron dos sedantes de los más poderosos contra ti, te encerrarán aquí por un buen rato más.

—¿Y a ti no?

—A mi me dejaron libre ya. Me dieron un pequeño espacio para mi, a ti quieren seguirte analizando–Cruzó sus brazos sobre su pecho, sabía que debía concentrarme en sus palabras, pero se veía guapo cuando cruzaba sus brazos así, y esa playera gris que le habían dado no le quedaba nada mal. Él notó mi mirada y rió bajo–Mis ojos están aquí arriba.

—Si, perdón... yo estaré bien aquí.

—También transfirieron a Katniss.

Eso si me cayó como balde de agua fría, no quería que Katniss fuera transferida, sabía que estaría con su mamá y Prim, pero no quería que se fuera de mi lado, no serían buenas las noches de pesadilla sin ella, tal vez lograría infiltrase aquí de nuevo o tal vez yo lograría salir, teníamos ese pacto y no pensaba romperlo.

—¿Alguien sabe que me paso? ¿Por qué reaccione así?–Intente cambiar de tema para que no notara como trataba de recordar una clase de mapa en mi cabeza para lograr escapar en la noche, aunque dudaba que fuera a impedírmelo.

—Ira. Creen que fue una clase de ataque de ira... ¿te había pasado algo así antes?

Recordé el cómo había incendiado antes el gimnasio de entrenamiento al hacer mis pruebas, el enojo que sentí en ese momento era parecido al que había sentido hace unas cuantas horas, pero ahora se había incrementado, la situación era diferente, había matado gente inocente por televisión y eso me había causado sentirme así.

Solo asentí, no queriendo entrar en detalles.

—Quieren hacer más pruebas por qué tu máquina del brazo explotó, tal vez no lo sentiste... dicen que tus poderes regresaron por un momento al enojarte.

Mire mi brazo, era cierto, solo faltaba en él el pequeño aparato que me habían dado hace tan poco tiempo.

—Finnick...

—¿Princesa?

—Mataré a Snow.

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Después de mucho se cumplió por fin la meta y aquí está el nuevo capítulo, espero que haya valido la pena la espera (al planearlo me había salido una cosa completamente diferente, pero me gustó el resultado)

Aquí les dejo la nueva meta, espero que esta se cumpla un poco más rápido porque ya me dio mucha emoción lo que tengo planeado para el próximo capítulo 🐿️

𝑴𝑬𝑻𝑨

+80 𝒗𝒐𝒕𝒐𝒔 𝒚 +20 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔
(Los comentarios pidiendo que actualice no cuentan)

Gracias por leer <3