Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

x. Voices

════ ⋆★⋆ ════

Sentí que alguien había tomado mi mano; Johanna. Ella incrustó su hacha en la piedra para que ninguna de las dos cayéramos por ninguna razón.

Grite un poco, debía admitir que tenía un poco de miedo, no quería morir.

—¡Sujétate!–Me gritó la chica y yo seguí sus órdenes sin dudarlo demasiado.

El lugar seguía rodando, como esperando a ver cuántas personas caían de el. A su vez empezaron a caerse algunas de las provisiones al agua.

Me di cuenta de que Katniss también se estaba resbalando de su roca, mire a Johanna, ella me devolvió la mirada y con un movimiento ágil, me moví un poco hacia delante y tomé su mano justo cuando ella resbaló.

—¿Necesitabas una mano?–Pregunté y ella asintió, acomodándose mejor para no caer y tomando mi mano con ambas manos.

Ella empezó a resbalarse.

—¡No!–Gritamos Johanna y yo.

Ella cayó al agua. Voltee a ver a la chica que aún sujetaba mi mano, ella negaba con la cabeza, hasta yo sabía que no era buena idea. Aún así me aventé al agua detrás de Katniss.

Casi me ahogue, pero logré encontrar a Katniss y con fuerza logré levantarnos a ambas y salir del agua, ambas tosíamos.

Todos se acercaron a nosotros, Johanna me dio una cachetada.

—¡Au!–Me quejé.

—No sé si eres muy valiente o muy estúpida, pudiste haber muerto, ¿lo sabes verdad?

Asentí, Peeta fue directamente hacia Katniss para revisar que estuviera bien y a mi me ayudó a levantarme Finnick, nuestras caras habían terminado juntas, tal vez demasiado, solté su mano y me peine un poco el cabello, tratando de ocultar mi sonrojo ante nuestra cercanía.

Me estaba comportando como una adolescente. Al menos eso creía.

—Vamos por lo que necesitamos y dejemos esta maldita isla–Pidió Johanna.

—Gracias–Escuche decir a Katniss cuando estaba un poco más recuperada.

—No hay de qué–Sonreí.

—Gracias en serio Aideen–Me repitió.

Estaba haciendo lo contrario a mi plan con Snow, sabia que en este momento estaría confundido, a tal vez estaría pensando que si había dejado esa oportunidad para matarla lo haría después.

Tal vez pensaba que la perseguiría por el bosque con un arma o algo parecido, nunca se sabe con Snow.

[...]

—¿A parte de Brutus y Enobaria quién queda?–Pregunté cuando estábamos todos reunidos a la orilla de la playa.

—Tal vez Chaff, solo esos tres–Avisó Peeta mientras se rascaba la barbilla.

—Los superamos en número–Entendió Katniss.

—Dudo que ataquen otra vez–Comentó Finnick.–esta playa es segura.

—¿Y que hacemos? ¿Los cazamos?–Preguntó Johanna. Un gritó se escuchó en la lejanía.

Lo reconocía perfectamente. Empecé a llorar, Katniss a mi lado salió corriendo mientras gritaba el nombre de su hermana. Yo salí corriendo detrás de ella, pero no creía que corriéramos por lo mismo.

Me detuve en un claro cercano.

¡No se la lleven, por favor!

Las lágrimas seguían saliendo mientras buscaba por todos lados, no había nada. No había nadie.

¡Es solo una niña, por favor suéltenla!

—¡¿Mamá?!–Grite cuando al final logré recordar a quien pertenecía esa voz melodiosa, la cual solía cantarme antes de dormir y apaciguarme cuando tenía pesadillas. Ahora recordaba el día que había gritado así, había sido el día en el que me llevaron al Capitolio, el día donde me lo arrebataron todo. Grité con fuerzas y alrededor de mi se formó un círculo de fuego, caí de rodillas al suelo–Mamá...

Escuche una flecha ser disparada cerca mío y vi a Katniss detrás de mi, que me miraba con compasión. Me tendió su mano y con ayuda de ella salí de mi pequeño lugar de fuego.

La abrace de inmediato sin pensarlo demasiado, ella acarició mi cabello tratando de tranquilizarme.

Después llegó Finnick.

—¿Qué pasó?

—Charlajos, se escuchan como gente que queremos–Dijo Katniss mientras seguía acariciando mi pelo.

—E-Era mi mamá... ¡Se escuchaba como mi mamá!–Chillé con dolor. Katniss volteó hacia arriba.

—Gale...

Un montón de charlajos aparecieron, tantos que tuvimos que escapar de ahí.

Eran demasiados, todos se escuchaban como gente que amábamos, cada uno era diferente al del otro, por supuesto. Nos perseguían, como si su misión fuera volvernos locos con las voces.

Uno de los charlajos rasguñó mi brazo, maldije por lo bajo, pero no era momento de revisar que tanto daño había causado. Seguimos corriendo.

Llegamos a donde estaban los demás, pero topamos con una clase de pared, la pared que dividía entre los lugares entre una cosa y otra.

Katniss se puso frente a Peeta, quien de inmediato trató de tranquilizarla.

Sin pensarlo mucho Finnick me tomó en sus brazos y me abrazó con fuerzas, aunque no entendía si era para distraerse él o yo.

Después de un tiempo no lo soporté y grité otra vez antes de caer en los brazos de Finnick; desmayada.

[...]

Me desperté, todos estaban a mi alrededor, Beetee se había acercado a revisar mi pulso y sonrió aliviado al verme despierta.

—¿Qué pasó?–Pregunté como pude.

—Digamos que los pájaros no molestarán más–Dijo Beetee.

—Porque los quemaste a todos–Completó Johanna y Peeta le dio un ligero golpe en el hombro, suponía que no debería de habérmelo dicho.

Suspire con fuerza y me levanté de donde estaba. Vi como Katniss aún estaba temblando.

—¿Era tu hermana?

Ella asintió.

—No quiero que le hagan nada.

—Todo el país adora a tu hermana–Intervino Johanna–si la torturaran o hicieran alguna cosa, olvídate de los distritos, habrían revueltas en el mismo capitolio. ¡¿Oye qué tal suena eso Snow?! ¡¿Qué tal si incendiáramos tu maldita casa?! ¡digo aquí tenemos a tu princesa para poder hacerlo realidad!–Todos la miramos extrañados, ella nos miró de vuelta– ¿qué? No me queda nadie, no pueden hacerme ningún daño. Voy a buscar agua.

Ella se alejó.

—Déjame ver eso–Finnick se acercó a mi brazo, el cuál tenía todavía la cortada hecha por uno de esos pájaros.

—No es nada–Trate de evitar que él se acercara.

—Tranquila, no te haré daño–Por alguna razón sus palabras me tranquilizaron, no sabia si había sido por su tono, por la forma en que sus ojos me miraron, o el como lentamente me subió la manga para ver el rasguño.

—A ti también te hicieron daño–Note el corte en su mejilla y pase mi otra mano para tocarlo.

—Aún tienes las manos calientes.

—Y tú tienes las manos frías Finnick.

Ambos sonreímos un poco antes de que él se levantara de su lugar.

—Hay que limpiar esa herida.

—No creo que sea tan importante, ni siquiera me duele.

—Si, ni siquiera le sale sangre, es como si ya se estuviera cicatrizando–Notó Beetee.

—¿Seguro?

—Muy seguro, ahora hay que esperar a que Johanna se calme–Aseguró Beetee y se alejó un poco de nosotros.

—Dijiste que habías escuchado a tu mamá–Asentí ante sus palabras–¿Qué decía?

—Las mismas palabras que ella decía el día en que me llevaron al Capitolio, no sé cómo lograron desbloquearme esa memoria. Se sintió tan real, como si de nuevo fuera solo una niña, y su madre rogando que no se la llevaran de su lado.

—¿No tenías más familia?

—Mi papá, él no estaba mucho en casa, y mis dos hermanos, ambos mayores, no me acuerdo de sus nombres, ni siquiera de sus caras.

—Pero los extrañas–Voltee a verlo, por alguna razón él me había comprendido.

—Siento un vacío dentro de mi, en el que se que ellos deberían de estar.

—Vaya...

—¿Qué?

—Somos dos arruinados por el capitolio, nos hace más parecidos de lo que pensaba.

Sonreí levemente y apoyé mi cabeza en su hombro con delicadeza.

—Creo que si...

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro