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Empecé a nadar.

El agua no era extraña para mí, seguí nadando hasta que me pude subir al camino junto a mi, noté como otros hacían lo mismo que yo.

Katniss llegó a la cornucopia antes que yo y tomó un arco y una flecha, le apunto a un tributo y lo tiro de inmediato.

Yo me acerqué, pero Finnick también llegó al mismo tiempo, ella no sabía a quién dispararle primero.

—Que suerte que los tres seamos aliados–Él mostró su pulsera, yo mi collar.

—¿De dónde lo sacaron?

—Effie.–Expliqué.

—Agachense–Pidió Finnick y ambas lo hicimos de inmediato, él lanzó su tridente y mató al tributo.–No confíen en el uno y el dos, yo cubriré por este lado, ustedes bloqueenlos a todos, yo buscaré a Peeta.

Él se fue. Katniss volteó a verme dudosa, pero yo me levante apenas vi a otro tributo acercarse.

—¡Espera, no tienes armas!

—No son necesarias...–Levanté mi mano, una bola de fuego se formó y se la lancé al tipo que pensaba que era presa fácil. Mire a Katniss, ella casi se había caído del susto, obviamente no se esperaba eso, pero después se compuso como pudo e intentó darle a un chica, quien logró quitarse a tiempo y lanzarse al agua.

Katniss me tomó del cuello y me estampó contra la pared.

—¿Cómo hiciste lo del fuego?

—Katniss, tranquilízate y sueltame, no es momento de preguntas.

—¡Contesta!

—Chicas, Mags lo encontró, está por aquí.–Llegó Finnick a interrumpir.

—Me debes una explicación–Murmuró ella.

—Y lo sé, ahora ve con tu chico del pan antes de que sea tarde.

Ambas corrimos, Peeta estaba peleando en el agua cuerpo a cuerpo.

Mags estaba cerca de ahí, flotando en el agua.

Katniss se posiciono para disparar, pero yo hice que bajara el arma.

—No lo hagas, podrías lastimarlo a él.–Ella no estaba segura, pero terminó siguiendo mi orden, Finnick se lanzó y nadó hacia ellos.

En un momento el otro chico hizo que Peeta se hundiera junto a él, no salían del agua, podía sentir a Katniss nerviosa a mi lado.

Se escuchó el cañón.

No, no podía ser Peeta. Un cuerpo salió flotando del agua.

Finnick nadó cerca para comprobar quien era, pero Peeta salió a la superficie poco antes.

Todos respiramos de alivio.

Katniss me dio un golpecito en el brazo y me señaló algo, los del distrito uno y dos ya habían hecho equipo.

Podría haber sido uno de ellos.

Traté de no darle muchas vueltas a ese pensamiento, le hice señas a Mags, que entendió de inmediato y se acercó nadando rápidamente. La ayude a salir del agua.

Después salieron Finnick y Peeta, el primero se encargó de cargar a Mags en su espalda para que ella no hiciera trabajo extra. Corrimos hacia la selva, corrimos para perder de vista al equipo que habíamos visto antes.

—Bien, detenganse, aguarden–Dijo Finnick, los tres le hicimos caso, él era el de mayor experiencia que, contrario a Mags, aún podía dar pelea.

Finnick bajó a Mags para poder descansar y preguntarle si se sentía bien.

Nos arrodillados y vimos a nuestro alrededor.

—Que calor hace–Se quejó Peeta.

—Te acostumbras...–Murmure yo. No tenía calor, mi temperatura corporal era normal, al menos para mi.

—Hay que buscar agua–Sugirió Mags.

—Y tú aún me debes una explicación–Me recordó Katniss.

—Lo sé, y te la daré.

Se escucharon cuatro cañonazos, uno detrás del otro.

—Supongo que ya no nos tomamos de la mano, ¿eh?–Se burló Finnick.

—¿Te parece gracioso?–Preguntó Katniss fríamente.

—Cada vez que suena ese cañón es música en mis oídos. No me importa ninguno de ellos.

—Eso no significa que sus vidas valieran menos–Dije recordando el como habían matado a Cinna hace sólo unos minutos.

—¿Desde cuando a ti te importan las vidas de los demás?

—No me conoces Finnick.

—Oh, porque eso cambiará mucho, claro. ¿Quieres enfrentarte sola a los profesionales? ¿Snow que te diría?

—Snow no está aquí.–Mags puso su mano sobre mi brazo para que no siguiera discutiendo con Finnick.

Él me miró a los ojos y yo a él, nos quedamos así unos segundos.

—Hay que seguir–Rompió el silencio Peeta.

Todos nos levantamos y seguimos caminando, era una bonita selva, sin contar el verdadero motivo del porqué estábamos aquí.

Peeta iba hasta delante, pues era él el que tenía el machete e iba cortando las lianas para abrirnos paso, yo iba hasta atrás.

En un momento Katniss se detuvo.

—¿Estás bien?–Pregunté. Ella siguió viendo hacia delante, concentrada.

—¡Peeta no!

Peeta intento cortar otra liana y hubo una explosión que lo mando volando y nos tumbó a todos.

Katniss se acercó de inmediato a él. Yo me tocaba la frente, ese si había sido un golpe.

—¿Peeta? ¿Peeta?–Se empezó a asustar–No respira, ¡no respira! ¡No está respirando!

Finnick se acercó a él corriendo y quitó a Katniss del camino, yo me acerqué a Mags para ayudarla a levantarse.

—¿Está bien?–Ella asintió y me sonrió. Volteamos ver a Finnick, quien le estaba haciendo RCP a Peeta. Katniss lo miraba confundida.

—¿Qué haces?–Le preguntó.

Después de algunos intentos se quitó de su "beso" y empezó a presionar su pecho, Katniss se acercó rápidamente.

—Peeta por favor despierta...–Lloro Katniss.

Ella realmente quería a Peeta, no era un montaje, eso, o ella era una muy buena actriz, lo cual dudaba bastante.

Finnick se volvió a acercar más al rubio y puso su cabeza contra el pecho del chico. Siguió aplicando presión.

—Vamos Peeta, vamos, despierta...–Susurró Katniss.

Nada, no funcionaba, ella seguía llorando y Finnick seguía tratando de ayudar.

Hasta que tomó una bocanada de aire. Estaba vivo.

Suspire aliviada. Finnick dejó a los dos chicos y se acercó a nosotras, abrazó a Mags por los hombros.

—Creí que no te importaba quien vivía y quien moría–Dije yo.

—No me importan los demás, pero si me importa lo que le pase a este equipo.

Después nosotros fuimos los que caminamos hacia Katniss y Peeta, quienes seguían en el suelo, ella llorando.

—¿Quieres, quieres levantarte?–Le preguntó ella.

Él asintió y se levantó junto a Katniss. Apenas se levantaron, ella lo abrazó como si su vida dependiera de ello, como si él fuera su único consuelo, su razón de vivir.

Mire a Finnick, si había alguna duda del amor de ellos dos, en este momento había desaparecido.

[...]

Seguíamos caminando por la selva, como Katniss era la única que podía ver los campos, por alguna razón, ella era la que iba con el machete hasta el frente.

Yo iba con Mags quien se venía apoyando con mi hombro, no me molestaba, si hubiera conocido a mi abuela, me hubiera gustado que fuera como Mags.

Katniss tiró una piedra al lado nuestro, había campo otra vez. No cualquiera se daría cuenta de ello, por supuesto. Estábamos en la orilla de la arena, se podría decir.

—Aguarden–Dijo Katniss y fue delante de nosotros.

Sentí como alguien jalaba mi cabello delicadamente, me di cuenta que era Mags haciéndome una clase de trenza. Sonreí.

[...]

—El campo de fuerza... es una bobeda, este es el borde de la arena, no hay ni una señal de agua fresca–Nos explicó Katniss cuando regresó.

—Oscurecerá pronto. Tenemos las espaldas protegidas. Acamparemos, tomaremos turnos para la vigilancia, tomaré el primer turno–Dirigió Finnick.

—No lo creo–Rio Katniss.

Finnick se levantó de su asiento imponentemente y golpeó su tridente ligeramente contra el suelo.

—Querida, eso que hice antes por Peeta, se llama salvarle la vida. Si hubiera querido matarlos ya lo hubiera hecho.

Se alejó de nosotros. Katniss se volteó para decirle algo a Peeta.

—Tú descansa, yo tomaré la primera guardia.

—Solo un rato–Dijo él.

Finnick ayudó a levantarse a Mags y Peeta los siguió.

—¿Por fin me explicaras que fue eso del fuego en la cornucopia?

—La curiosidad mató al gato, Katniss.

—No seas así, es una simple pregunta.

—Yo tengo una para ti, ¿amas a Peeta?–Ella se quedó callada, no queriendo, o no sabiendo como contestar–Buenas noches Katniss.

Me levanté y caminé hacia los demás, dejándola para que hiciera si guardia sola.

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