07. thanks mom and dad

—¡Astrid!— gritó a su hermana desesperada, una explosión había aturdido a todos los presente causando que se dispersaran por todo el lugar— ¿estas bien?— se acercó casi intacta la rubia hacia su hermana.

—Estoy perfecta— sonrió acomodando su muñeca dislocada— vete con ellos, seguiré a Thor— susurro refiriéndose a Stark y Rogers.

—Vamos— llamó rogers a la chica— Stark ponte el traje— pidió a este.

—Detonación externa, el motor número tres está dañado— la conocida voz de la agente Hill sonó en el oído de la rubia— esta en fuego, alguien necesita salir a arreglar el motor.

—¿Stark, Hamilton?—preguntó Fury—¿escucharon eso?

—En camino— respondieron ambos, Keegan sabia que si había fuego ese era su trabajo por lo que cambió de rumbo siguiendo al magnate.

—Te espero allá, fueguito— la voz de Tony sonó también en su oreja mientras la chica desaparecía para aparecer en su habitación, la cual le habían asignado al llegar al helicarrier, donde guardaba su traje.

Se lo colocó lo más rápido posible pues de simplemente salir con ropa normal esta se quemaría si debía tocar fuego o usar sus poderes.

— Eres rápida— habló Tony al ver que se había totalmente cambiado y reeparecido junto a él — ¿puedes apagar el fuego?

—pan comido— respondió con obviedad moviéndose a este, que cubría una gran parte de arriba. Se colocó sobre este extendiendo sus manos para absorberlo.

—¡ya estoy aquí Stark!— le siguió rogers luego de minutos, haciendo presencia.

—Bien, ve al panel de control del motor— señaló dentro de la nave— ¿que interrumpiese están sobrecargados?

Mientras el rubio se movía hasta allá y el pelinegro rompía partes para llegar a donde debía ir y así poder ver cuál era el problema interior.

—¡Esto usa electricidad!— se quejó el capitán haciendo que la rubia bufara.

—¡Stark!— regaño al magnate, era obvio que el héroe americano no sabría que hacer— usa tu instinto, Steve.— pidió, pues tal vez Rogers no sabía mucho de tecnología pero había sido un héroe de guerra y en aquellos tiempos los instintos eran los que te mantenían vivos.

—Bien, los interruptores están intactos— dijo este luego de unos minutos.

—Y el fuego está apagado— le siguió esta acercándose a stark— ¿que piensas hacer?

—Aunque despeje los rotores, necesitará electricidad— explicó.

—Oh yo puedo...— trato de decir la rubia pero el magnate interrumpió.

—Voy a darle un empujón— dijo al callarla, haciéndola molestar un poco ¿quien carajos se creía?

—Si el motor arranca, te despedazara— contesto Rogers con obviedad, pues si bien llevaba traje eso no lo hacía irrompible.

—Por que eso sería una gran tragedia— gruño la chica con ironía— Si me dejas Stark...

—Nada de eso, ¿ven la palanca roja? Va a desacátele ese los rotores para que salga. Ahora vayan allá y esperen mi señal— pidió este.

—Jodido idiota— negó la chica para colocarse junto a Steve— espero se golpe muy fuertemente.

—Algo agresiva— le sonrió Rogers— ¿luego podríamos hablar más ?

—Steve, te conté de mi solo para hacerte ver lo horrible de S.H.I.E.L.D.— aclaro— no pienso explicarte todo de mi, no somos amigos.

—Podríamos serlo, podrías ser amiga con todos en esta nave si quisieras.— trato de acercarse a ella ligeramente.

—¿de donde salió esta confianza?— preguntó algo confundida, no era típico de él pues hasta ahora se había mostrando un poco tímido hacia ella.

—Resulta que decidí que voy a ayudarte— respondió esperando a que Stark terminara.

—¡Si no es mucha molestia, agente Phoenix!— el grito de Fury se hizo presente en su oído, ¿como la había llamado?— podría ser de ayuda aquí.

—Esto no se queda aquí, Rogers.

(...)

—¿No sería más fácil rendirse?— bufo aburrida incinerando a uno de los hombres que venía tras de ella, buscando "sorprenderla"— así al menos vas a estar vivos, en la cárcel, pero vivos— pateo a otro de los hombres fuertemente y colocó sus manos en el rostro de uno que trataba de golpearla— buenas noches— canturreo antes de quemar esta mientras él gritaba.

Podría parecer muy agresiva, sin sentimientos y totalmente fría pero había perdido el dolor hacia la muerte luego de cometer tantos asesinatos a una muy corta edad, había muerto, había visto muertes y había causado muertes. Su respeto por esta era casi inexistente.

—Vas a perder— escuchó como susurraba Coulson hacia un muy sonriente Loki.

—Detente— gruño la chica entrando allí, si bien había perdido respeto a la muerte no dejaría que nadie que no se merecía morir lo hiciera mientras ella estuviera allí.

—Si es la chica odiaba por su creadora— murmuro el príncipe alejándose del agente herido, con aquella molesta sonrisa aun plantada en su rostro.

—Deberías entregarte, ella puede patear tu trasero— susurro el hombre, si Keegan podía decir algo de Phil Coulson era que cuando fue rescatada por ellos fue el único que se preocupó por ella y no por sus poderes.

—Escucha, Luis, aquí tienes dos opciones o te entregas y todos somos felices— le dio la misma sonrisa que él usaba— o siempre podríamos luchar un poquito, yo quemo tu trasero y te entrego así yo sería muy feliz— incendio todo su cuerpo, parecía una escena de total miedo, pues su cabello estaba elevado y sus ojos totalmente vueltos fuegos igual que su cuerpo más aquella sonrisa.

—¿Ah si?— sonrió hacia esta— Sus héroes se dispersaron, su nave esta por caer y tu su mayor arma eres totalmente inestable, ¿cuál sería mi desventaja?

—Mi inestabilidad, estoy molesta así que digamos que tengo tremendas ganas de asesinarte— movió sus manos hacia el lanzando una gran cantidad de energía que rápidamente desapareció dejándola totalmente confundida.

Una cabellera blanca apareció frente a este, Kristen Smith se encontraba frente a su hija mostrando habilidades que eran únicas de esta, como el hecho de que se había teletransportado y absorbido aquello como si no fuera nada.

—Oops— sonrió la mujer— eso no fue muy potente, estas defectuosa.

—Maldita perra— gruñó decidida a luchar contra esta, ¿como se atrevía a decirle eso? ¿Cómo diablos tenía aquellos poderes? — ¿como hiciste para copiarme?— pregunto golpeando su rostro y así recibiendo una patada en el estómago por parte de su madre.

—¿Creías que HYDRA usaría todo en ti?— se burló está defendiendo con sus manos el cuello de la rubia— eres débil por que tienes miedo de matar a tu mamita— se burló la mujer en su oído— buenas noches, hijita.

Sin decir más dándole vuelto a su cuello para dejarla caer y matarla, al menos momentáneamente.

(...)

—¡Coulson, Hamilton!— el grito de Fury se hizo presente arrodillándose frente ambos.

—Lo siento jefe, el Dios escapó por mi culpa— levantó un poco la comisura de sus labios hacia la rubia, quien había despertado agitada segundos luego de su muerte.

—Mantente despierto— negó este, sabía lo sucedido.

—Hoy me retiro señor— sonrió una vez más este.

—No es una opción— gruño la chica tomando la mano del hombre— no me vas a dejar Phil, me niego a que lo hagas.

—Tranquilos... esto jamás hubiera funcionado...sin darles primero— aquella fueron las últimas palabras de Phil coulson.

—¡No!— gritó la rubia en lágrimas, todo había sido su culpa pues si tan solo hubiera golpeado mejor a su madre y no se hubiera dejado manejar fácilmente las cosas pudieron haber salido diferentes.

Nick Fury estaba lejos de ser un hombre cariñoso, un buen consolador o algo por el estilo pero luego de ver a Keegan crecer y saber exactamente por lo qué pasó no dudó en apoyar la cabeza de la chica en su pecho mientras esta lloraba pues en todos sus años jamás la había visto hacerlo.

—Necesito que sepas que esto nunca se repetirá— comenzó a decir el hombre cuando la chica se calmó sólo un poco— pero también necesito que sepas que humano, mutante, Dios o lo que sea todos cometemos errores y el pasado nos persigue, conozco tu trauma por esa misma razón te digo que lamento todo lo qué te pasó, pero por desgracia no puedo cambiarlo y por eso necesito que sigas adelante. Esto puede sonar duro o como sea pero tu madre es una perra, una muy jodida perra y cuando peleas con ella tienes que entender que nunca cambiará.

—Se que no cambiará...

—No lo sabes Keegan, quieres creer que un día se volverá la amorosa madre que nunca fue— negó este— y por desgracia no lo hará así que cuando pelees con ella recuerda que no es tu madre, es una persona que podría hacerle pasar a otra pequeña niña lo mismo que pasaste tu.

Allí y sólo allí Keegan se permitió perdonar a Nick Fury.

(...)

—Coulson tenía esto en su saco— el hombre lanzó las cartas del capitán sobre la mesa, mesa donde sólo estaban Starks, Rogers y la menor de las Hamilton— creo que no pudo conseguir su firma, capitán. Estamos parados en el aire nuestras comunicaciones, la ubicación del cubo, Banner, Thor, Astrid. No tengo nada para ustedes y perdí a mi único ojo bueno.

Keegan no pudo evitar preocuparse por su hermana pero sabía que esta debía estar con thor y que podía cuidarse muy bien sola.

—Quizá me lo merecía— murmuró el hombre— íbamos a hacer un arsenal con el Tesseract, pero jamás invertí mucho tiempo en eso por que aposte por algo más arriesgado. Había una idea, Stark y Astrid la sabían...

La tensión, preocupación y el dolor en aquella habitación era muy presente pues se habían perdido vidas inocentes.

—Llamada la iniciativa de los Vengadores, la idea era juntar un grupo de personas excepcionales para tratar de convertirlas en algo más— se apoyó en una silla vacía— ver si podían trabajar juntos para que libraran las batallas que nosotros no podíamos ganar. Phil Coulson creyó muriendo firmemente en esa idea.

Nick Fury estaba demasiado lejos de ser estupido y sabía que aquello llamaría la atención de tanto Stark como Keegan y no fue mucho después que ambos se levantaron para salir de allí.

(...)

—Por alguna razón pensé que estarías aquí— se detuvo antes de llegar a ella el capitán.

La rubia se encontraba con las piernas colgadas en el puente donde minutos antes había muerto el agente coulson.

—Tienes que dejar de tratar de acercarte a mi— murmuro— y lo digo enserio Rogers.

—Hace años conocí al amor de mi vida— se sentó junto a la chica— Su nombre era Peggy, era una mujer fuerte, independiente y podía patear el culo de cualquiera.

La chica levantó su mirada levantando la comisura de sus labios.

—¿qué pasó con ella?

—Desperté y el mundo había cambiado, mis amigos habían muerto y la mujer de mi vida había envejecido por muchos años— respondió— hizo una vida para ella.

—Lo siento— susurro— ¿por que me lo cuentas?

—Por que me recuerdas un poco a ella y por que quiero que sepas que no tienes que llevar esta vida que tratas de llevar.

—No quiero tu pena— negó — no se que quieres conmigo pero te seré clara, no soy lo que parezco, llevo cadaveres en el armario desde que tengo memoria, vi a mi padre morir ante mis ojos y a mi madre odiarme toda la vida— se levantó de allí— por Dios, el agente coulson murio por mi culpa.

—Keegan— trató de acercarse a ella el hombre.

—Soy un jodido monstruo, uno que no siente dolor al ver vente morir, uno tan egoísta que se niega  ayudar a gente que lo necesita — rio con ironía — lo siento capitán pero aún siendo fuego mi corazón es de hielo.

—Tienes que comenzar a verte con los ojos que te ven los demás— tomó su brazo el hombre— nadie nunca entenderá tu dolor, nadie nunca podría siquiera imaginarse por lo qué pasaste y no te conozco lo suficiente pero puedo decirte que ese odio, ese enojo y rencor te están consumiendo lentamente.

—Fácil de decir cuando eres un héroe americano— gruño esta.

—¿crees que yo tuve la vida fácil? ¡Nadie aquí la tuvo!— le grito algo cansado—Todos tenemos cargas, algunas pesan más que otras pero como tú sufriste de pequeña, Banner se volvió alguien a quien odia, Stark tiene más daddy issues que dios sabe quien y yo perdí a todo la gente que un día conocí todos estamos un poco jodidos, en vez de lamentarte por todo lo malo que te pasa abre los ojos a todas las cosas buenas que conseguiste por que de cambiar una sola cosa de tu vida...tal vez no tendrías nada de lo que tienes hoy.

La chica lo miro a los ojos por unos momentos, no podía tener más razón. De cambiar una sola cosa en su vida probablemente jamás hubiera conocido a Carlos, jamás hubiera crecido junto a Astrid y ni en sus mayores sueños habría tenido todos los momentos felices que estos le brindaron.

—El capipaleta tiene razón— la voz de Stark se hizo presente— Astrid me contó un poco de lo que te pasó y la verdad siento lo que te pasó pero ¿tu poder? ¿sabes todo lo bueno que podrías hacer con el?— camino hasta ellos— por cierto solo seré bueno con ella— señaló al rubio— me agrada, tu no mucho.

—Entendido.

La chica no pudo evitar reír cosa que hizo sonreír a ambos hombres, eran como niños.

—Gracias por la charla sentimental mamá y papá— se apoyó junto a uno de los barrotes de allí— pero ahora tenemos un planeta que salvar, supongo.

—Estuve pensando, lo hizo personal— respondió el magnate.

—Ese no es el punto— gruño el capitán de inmediato.

—No, no— se giró la rubia— si lo es, pero para loki.

—¡exacto!— asintió el magnate— nos atacó a nivel personal pero, ¿por que?

—quería separarnos— asumió Steve.

—Si, divide y vencer es útil pero nos tiene que eliminar para ganar— continuó el magnate buscando respuestas.

—Kristen ama la atención, ¡Atención!— grito entendiendo todo— la cosa que tienen en común esos dos, les gusta ganar pero les gusta más que los vean ganar. Quieren un público.

—Claro, su teatro en Stuttgart— concordó el capitán.

—Si pero esos eran los avances, hoy es el estreno y Loki es una diva de pies a cabeza. Quiere flores, desfiles y un monumento que llegue hasta el cielo con su nombre escrito...— continuo Stark defendiéndose para mirar a la rubia con los ojos abiertos.

—¡Maldito!— gritaron ambos al unísono para salir corriendo de allí.